Capítulo 34

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Narra Jayd

Cada vez nos acercábamos más a la ubicación a la que mis padres nos guiaban. Estaba bastante ansioso por llegar de una vez y encontrar a Nilsa. La quería traer de vuelta de una vez por todas.


-Allí está -avisa mamá estando en los brazos de papá, ella me mira-. Jayd, sé que querrás ir directo a ella pero recuerda que si es Asher, te hará separarte de todos para matarte, ten cuidado.

Asentí comprendiendo. Sabía que debía tener cuidado pero... ¿cómo podré controlarme?

-Aún no sabemos si es él de verdad, así como tampoco sabemos si están aquí -nos recuerda papá-. Pero hay que estar alertas.


Nos detuvimos estando frente a la mansión abandonada en medio del bosque pero junto a un acantilado muy profundo, todos miran a sus líderes pero ellos me miran a mí como esperando que yo de la orden. Estaba por bajar cuando vi como la puerta de uno de los balcones se abría.

-¡¿Huh?! -abrí los ojos de par en par confundido.


-¿Qué? ¿Quién es? -preguntan Jin al ver mi reacción.

-Es... mi profesor de la escuela.

-¿Cómo? -Dylan me mira sorprendido- ¿El que nos mencionaste? -asentí.

-Ese no es Asher... ¿Qué hace aquí entonces? -pregunta papá.

-Algo anda mal... -comenta mamá.

Vi como mi profesor sonreía de lado y luego levantaba una mano lentamente. Me señaló a mí.


Todas las puertas y ventanas se abrieron de golpe y de ellas salió una cantidad impresionante de esbirros. Había demasiado... jamás había visto esta cantidad. Pero no todo permaneció allí, también habían invitado a más.

-¡Cazadores! -grita alguien sorprendido.

Se escucha un disparo y uno de los nuestros suelta un quejido y cae al suelo.

-¡Vamos! -grité.

Todos bajamos para ir hacia ellos preparando nuestras armas. Esquivé las balas y maté a los esbirros que cruzaban a mis lados. Algunos cuervos llegan al suelo, otros pelean en el aire. Varios esbirros fueron a atacarme, pero me cubrí y conseguí librarme de ellos. Miré al frente y vi al profesor Ambrose sonriendo y volviendo a entrar en la mansión. Reaccioné cuando un esbirro salta hasta mi espalda y muerde mi hombro.


-¡Agh!

Le clavé las dos espadas y lo lancé al frente. Dos cazadores también fueron hasta mí, me apuntaron con sus armas. Yo me preparé para cubrirme o esquivar pero aparecieron más esbirros quienes me complicaron la estrategia. Me sujetaron y lastimaron las piernas y los brazos, apreté los dientes cayendo al suelo de rodillas por el peso de todos ellos. Pero antes de que los cazadores me dispararan, Jin y Ben aparecen para matarlos y luego los demás líderes me ayudan con los esbirros sobre mí.

EL REGRESODonde viven las historias. Descúbrelo ahora