Suspiré profundamente al momento de despertar, al instante sentí un peso conocido en mi brazo y sonreí al ver el rostro dormido de Nilsa a mi lado, sus piernas enredadas con las mías y mi brazo sujetando su cintura. Cerré nuevamente los ojos sin dejar de sonreír, me moví para quedar más inclinado hacia ella y acercarla más, ella respira profundo pero se deja acomodar y pega su frente a mi cuello. Besé su cabeza con ternura y comencé a acariciar levemente su espalda.
Sentí que dejó un pequeño beso en mi clavícula, haciéndome suspirar y sentir como la piel se me erizaba por completo y mis alas se agitaron ligeramente por la sensación. Luego sentí que me mordió allí de forma juguetona, mis alas no pudieron controlarse y se se volvieron a agitar, algunas plumas se erizaron. Ella levanta levemente la cabeza para ver aquello en mis alas y luego me mira sonriendo.
-Sigue haciendo eso... y verás que no me importará que mi familia esté en la casa -hice el amago de bajar mi mano a su trasero pero ella me detiene sonrojada.
-Ya, e..está bien. Me detengo -responde nerviosa.
Reí entre dientes para luego dejarla sentada sobre mí, con sus rodillas a ambos lados de mi cintura y sus manos en mi pecho. Se sobresaltó por mi repentina acción mientras yo acariciaba sus piernas.
-O..Oye... -me reclama apenada y más sonrojada que antes.
Le sonreí con atrevimientos y la empujé para acercarla más a mí. Tuvo que apoyar sus manos en la pared para no golpearse cuando la atraje hasta sentarla más en mi pecho.
-J..Jayd -me advierte pero mordí su muslo- ¡Hmg!
Se cubrió la boca con ambas manos y me miró sobresaltada. Lamí la reciente mordida y ella suspira mientras se estremece, dejé varios besos lentos y húmedos en sus piernas y poco a poco vi como destapaba al disfrutar.
-¡Hm! -se preocupa al escuchar a alguien llamando a la puerta.
-¿Quién es? -pregunté despreocupado.
Nilsa intenta bajarse rápido pero volví a empujarla más a mí hasta que casi podía saborear sus labios y no los de arriba.
-Hey, soy yo -la voz de Dylan ya me lo decía todo.
-¿Qué sucede? -pregunté acostando mi cabeza en la pierna de Nilsa y besándola ligeramente.
-Sarah quiere decirnos algo, así que tienes que bajar.
Colé mis manos por sus shorts hacia su trasero pero ella intenta detenerme, aunque su agarre era débil... parecía hacerlo apropósito.
-Bien, enseguida bajo -respondí.
Escuchamos a Dylan irse y justo cuando iba a acercarme más a aquella zona tentadora ella me sujeta por el cabello y aparta mi rostro.
-Malo -suelta como niña pequeña y se baja.
-Ay por favor -reí.
Me di vuelta y la acorralé contra el respaldo de la cama, apoyando mis manos en esta mientras sonreía.
-Fue sexy -mencioné-. Además, tú me provocaste primero.
-Pero no tanto -hizo un puchero y apartó la mirada cruzada de brazos-. Y menos con alguien tras la puerta, hablando.
Volví a reír y sujetando su barbilla hice que me mirara para besar sus labios. Ella no pudo resistirse y cedió a mí.
-Está bien, lo siento -susurré contra sus labios.
-Más te vale.
Me separé de ella riendo y me levanté de la cama, no podía ponerme mi remera porque ella la tenía puesta. Agarré una cualquiera de mi armario y me la puse antes de ir al baño. Me aseé primero y al salir vi a Nilsa con intenciones de volver a dormir.
-¿En serio seguirás durmiendo? -pregunté.
-Sí, buen día -respondió acurrucándose en las mantas.
Rodé los ojos pero manteniendo mi sonrisa y me acerqué, inclinándome sobre ella hasta alcanzar su oreja.
-Bien, voy con Sarah y vuelvo, pero si te veo aún dormida... -besé su cuello haciéndola jadear-...te despertaré de una manera que te dejará agotada.
Se cubre totalmente con las mantas, haciéndome reír.
-¡P..Pervertido!
-¿Qué? Yo planeaba asustarte y hacerte correr ¿En qué pensabas tú? -dije inocente.
-¡En nada! -vuelve a decir.
-Aunque... si quieres... puedo despertarte también de la forma en que estás pensando.
-¡No estoy pensando en nada!
-Claro...
Me alejé de ella mientras reía y salí de la habitación. Bajé hasta la sala en donde vi a mis padres y hermanos esperando.
-Bien, ya estoy aquí ¿Qué sucede? -pregunté sentándome en uno de los sillones.
-Sarah... -papá le da espacio para hablar.
Mamá la abraza y le sonríe dándole ánimos. Ella suspira y nos mira a Dylan y a mí.
-Yo... he hablado con papá y mamá, mucho de hecho, ambos están de acuerdo conmigo y entre los tres decidimos que lo mejor sería... mudarnos.
-¿Mudarse? -Dylan y yo nos miramos como si hubiéramos escuchado mal.
-Sí, bueno... mudarnos del clan y de nuestra antigua casa -explica ella-. Realmente quiero seguir estudiando y mamá dijo que podíamos ir a su antigua casa, la que está al pie del monte, así que no está lejos. Podemos acordar visitas.
-Aguarda, Sarah... -Dylan la detiene- ¿En serio es por tus estudios que vas a mudarte?
Ella baja la mirada a sus manos, estaba jugando con sus dedos como suele hacer cuando no sabe que decir en una ocasión complicada.
-Y también porque... bueno... soy humana, lo sabemos, y quiero convivir con más humanos. Aquí me siento muy... fuera de lugar. Me recuerda que no puedo hacer las cosas que ustedes hacen y si voy a ser humana, quiero hacerlo con los que son iguales a mí.
Nos sonríe para que la apoyemos, Dylan y yo nos mantuvimos en silencio por un momento pero entonces suspiré profundo y asentí.
-De acuerdo, lo entiendo -respondí-. Pero te advierto que no evitarás que vaya a secuestrarte de vez en cuando. Eres mi hermana... no importa si te mudas a Saturno o a otra estrella, iré contigo alguna vez.
Sarah me mira con una gran sonrisa más animada y se lanza sobre mí para abrazarme y susurrar un leve "gracias". La abracé de vuelta y luego sentimos como Dylan se acercaba y nos rodeaba a ambos.
-Tiene razón, no importa cuanta sea la distancia, ustedes seguirán siendo mis hermanitos pequeños y yo los cuidaré a ambos pase lo que pase. Quieran o no -Dylan revuelve mi cabello y yo solté otro quejido pero rodé los ojos y lo dejé pasar por esta vez.
Los tres nos mantuvimos en aquel abrazo por un largo tiempo, hasta que nos separamos, volviendo a nuestros lugares.
-¿Cuando piensas irte? -prgunta Dylan.
-Y... creí que sería buena idea hoy, ya que no quiero seguir perdiendo más clases, ya perdí demasiadas.
-¿Hoy? -cuestioné sorprendido.
-Sí, de hecho ya... tengo todas mis maletas.
Volví a suspirar sin esperarme que ya todo estaba listo para que se fuera, pero no había de otra.
-Bien, me va a costar no tenerte conmigo, enana. Pero está bien, es tu decisión.
Ella me sonríe de nuevo agradecida. Volvimos a abrazarnos y esta vez mamá y papá también se unieron a nosotros. Los iba a extrañar como nunca antes.
ESTÁ A LER
EL REGRESO
Fantasia|| 2/4 saga "volemos siempre juntos" || Los tres hijos de la pareja del cuervo y la humana comienzan con un nuevo año escolar, aunque éste sería diferente. Jayd, el hijo del medio, descubrirá cosas importantes que llamarán su atención, pero que, ade...