29. Los consejos de la reina

2.3K 382 346
                                    

Dedicado a izayuko_13 .

 
Muchas gracias por los bellos dibujos realizados para ilustrar el capítulo 24 Amar, robar. Te debo haber salido del bloqueo en el que estaba hundida. Un abrazo enorme.

Tras saludar a las vacas, regar las patatas y recolectar los tomates; Kenji dio por concluida su lección práctica de cómo distinguir cuál es la verdad y cuál la mentira, comparándolas según la forma de cada vegetal. A Atsushi le pareció entender la lógica de Kenji, gracias sin duda al entusiasmo con que el rubio explicaba sus ideas.

Acabado el desayuno, donde Kenji comió cuatro veces más que él,  Atsushi cayó rendido en un sueño profundo hasta pasadas las dos de la tarde en el amplio dormitorio que le habían asignado.

No fue un despertar cómodo, pues una gran desazón, angustia y temor en el presente le llenaba, fruto de las pesadillas, que, aunque no las recordaba, habían llenado su inconsciente. Sueños relacionados con alguien que siempre había perseguido y cuando creía que le tenía, le había perdido por haber elegido seguir siendo un ladrón.  Esa opción que le había parecido correcta entre amar o robar en ese instante, dejándose llevar por la adrenalina de la encerrona que Akutagawa le había tendido y la presión de Dazai al teléfono.

Ya no lo tenía tan claro.

Mientras deambulaba con los pensamientos revueltos por los pasillos solitarios del lujoso palacio del reino de los ladrones, lamentaba haberse dejado llevar.

Podría haber mentido o huir simplemente sin decir nada. Con su descarada salida „ Hay algo que robar"  había mandado  al infierno lo poquito que él había conseguido con su detective, que ahora ya solo lo vería como un delincuente desagradecido.

Atsushi, en su vagar, había vuelto al dormitorio de Hirotsu para hablar con Dazai. No estaba allí, así que cerró la puerta de la habitación con cuidado para no molestar al enfermo. Sentía cierta curiosidad por aquel que Dazai había llamado „su mentor", pero, sinceramente, sus propios problemas, los amorosos, le tenían más preocupado.

Preguntó a varios otros ladrones, a juzgar por sus disfraces con máscara, si habían visto a Dazai. No obtuvo éxito y dejó de preguntar, cuando cada uno de ellos quería saber si él era el líder de „Desenfreno en una noche de luna llena". Ese nombre. Tenían que cambiarlo, sí o sí.

Desanimado, sin ideas para encontrar a Dazai y lamentándose de la extraña regla de no poder llevar móviles dentro del Palacio. Pensó en ir a la cocina a buscar algo de comer para entretenerse, cuando recordó las palabras de la reina Yosano: „Te aseguro que vas a tener a tu detective besando por donde pisas si sigues los consejos de tu reina".

Ya sabía qué tenia qué hacer.

Al siguiente ladrón que encontró, un ruso con una larga trenza, le preguntó si sabía dónde se encontraba la reina.

—¡Tú eres el líder de „Desenfreno en una noche de luna llena"! —no fue una pregunta. Atsushi ya se estaba arrepintiendo de haberse dirigido a ese tipo con chistera y una máscara con rombos, cuando el ruso sacó una baraja de cartas de la nada y le pidió que eligiese una.

Atsushi dio un largo suspiro y tomó una de las que le eran ofrecidas formando un abanico.

Era el as de corazones.

El ruso abrió su boca en una larga sonrisa en la que mostró todos sus dientes, lanzó el resto de las cartas al aire y estas desaparecieron, solo quedaba el as de corazones en la mano de Atsushi.

—¿Ves, Atsushi? Después de todo, es el amor lo que nos guía y lo que nos queda.

Hizo una exagerada reverencia al estilo occidental, mientras decía:

Ahora me ves, ahora no me ves. BSD. Soukoku , Shinsoukoku. OC.Unde poveștirile trăiesc. Descoperă acum