—No entiendo, ¿qué... qué pasó después del funeral?

—¿De qué funeral estás hablando? —me miró confundido.

Negué—: ¿Qué día es?

—Lunes —respondió aún desconcertado—. Tranquila, Kelsey, sólo estuviste dormida un par de horas.

Entonces comprendí lo que estaba pasando, había sido una ilusión, una pesadilla, me habían sedado y todo había sucedido dentro de mi cabeza. Sentí que el alma me regresó al cuerpo y quise gritar y reír del alivio y alegría que sentía mi corazón, había sido todo un sueño, todo había pasado dentro de mi cabeza, Jayden seguía aquí, él estaba bien.

¿Lo estaba? ¿Dónde estaba Jayden? No sabía dónde estaba, ni cómo. De pronto comencé a alterarme de nuevo, intenté vanamente calmar el caos interno que estaba transcurriendo dentro de mi cabeza, todo había sido un sueño... ¿O había sido una premonición? ¿Jayden seguía en cirugía? ¿Estaba a punto de morir en el quirófano?

—¡Jayden! Mason, ¿dónde está Jayden? ¿Cómo está? La cirugía... Necesito... Dime... Yo-

Intenté quitarme la aguja que tenía en la mano, necesitaba salir corriendo a buscarlo, necesitaba saber que estaba bien.

El doctor entró de nuevo junto con el enfermero y una jeringa que escondía detrás de él, lo miré fulminante.

—Aleja esa cosa de mí —le amenacé. No estaba dispuesta a volver a caer en un sueño tan profundo y tener esas horribles imágenes retumbando en mi imaginación.

—Está bien —les dijo Mason y luego se giró a mirar el monitor que gritaba con frenesí al ritmo de mi corazón—. Kelsey, necesitas tranquilizarte —me habló con serenidad.

Lo miré a los ojos con la ansiedad transpirando por todo mi cuerpo.

—¿Dónde está Jayden?

Lo miraba impaciente y sentí que fue una eternidad agonizante hasta que volvió a hablar, me quemaba cada instante que no sabía lo que estaba ocurriendo, no estaba lista para volver a escucharlo. Suspiró.

—Está bien —y entonces sentí que el alma me regresó al cuerpo, que las lágrimas que estaba soltando ahora eran de tranquilidad, que el infierno que había sentido tan real había sido solo eso—, salió de una cirugía hace unas horas, ha estado preguntando por ti desde que despertó.

Suspiré y sentí las lágrimas recorrer mis mejillas, descargando toda la frustración que ahora de transformaba en una alegría que me explotaba en el corazón, sentía mi cuerpo cosquillear de la felicidad y me tiré de espalda en la cama mientras mis ojos desahogaban las emociones dentro de mí.

—Gracias al cielo —me llevé ambas manos a los ojos permitiéndome sentir el alivio en cada rincón de mi ser.

—¿Qué pasó? —preguntó Mason mirándome con inquietud.

Negué—: Tuve una pesadilla.

Me incorporé y miré a Mason un poco más tranquilo, dirigí mi mirada hacia los doctores que me miraban expectantes.

—¿Puedo ver a Jayden? Por favor.

El doctor a cargo miró el monitor a lado de mi camilla, asintió y pidió a los enfermeros que me retiraran todas las cosas que me impedían levantarme de la cama y salir corriendo a buscar a Jayden. Mientras lo hacían sentía la ansiedad crecer en mi interior, estaba tan ansiosa de poder verlo, no podía pensar en nada más que asegurarme de que estuviera bien.

Vi como una enfermera entraba a la habitación con una silla de ruedas, la miré extrañada.

—Oh, no, no necesito eso —me reí mientras me levantaba de la cama, de pronto sentí cómo el suelo temblaba bajo mis pies y las imágenes frente a mí se tambaleaban, apenas perdí el equilibrio me sostuve del barandal de la camilla.

You've reached the end of published parts.

⏰ Last updated: Sep 07, 2022 ⏰

Add this story to your Library to get notified about new parts!

CustodioWhere stories live. Discover now