Prólogo.

87.2K 4K 423
                                    

Su cara inexpresiva es lo único que encuentro ante mi declaración. Se lo he dicho todo. Le he contado todas y cada una de nuestras vivencias, nuestras experiencias juntos, el amor que ambos sentíamos por el otro. Pero lo único que recibo de Harry es una mueca y de nuevo la inexpresividad tan común y familiar presente en su rostro. No me dice nada, simplemente se limita a permanecer con aquella característica actitud apacible que últimamente había adquirido. Mientras él se mantiene quieto, escuchándome, yo sigo desesperándome por su falta de comprensión. Él no me entiende, claro que no; él ya no me conoce. Es como si no supiera enfrente a quién está parado. Y en realidad no lo sabe. No sabe quién soy y eso es lo más lamentable y patético de la situación; amo a una persona que no me recuerda en lo absoluto.

Ya no siento ganas de llorar, estoy más frustrada que cualquier otra cosa. Mis últimos intentos por recuperar su memoria y sus recuerdos, el hurgar efusiva y constantemente hasta lo más recóndito de su mente, ya no sirve de nada. Nunca lo hizo. Harry tiene amnesia, y ciertamente, dudo que vuelva a recordarme alguna vez. A recordarnos a todos.

Sigo gritándole. Sigo llorando. Pero nada pasa. Me deshago en mi propio dolor y él no hace nada. Estoy aferrándome al amor que siento por él. Me duele todo. Estoy cansada. Harry ya no lucha. Yo lucho.


–¿Dónde quedó nuestro "para siempre", Harry? ¡Dime, maldita sea, dime donde quedó! ¡Me lo prometiste todo, un futuro junto a ti! ¿Por qué simplemente no puedes volver y abrazarme? ¿Por qué no puedes decirme que todo va a estar bien?


Harry abre la boca para contestarme y las palabras más dolorosas salen de sus labios como si de un discurso se tratara; tan simple, pero a la vez tan destructivo.

–No te reconozco, no me acuerdo de ti. Por más que te crea, no puedo amarte porque simplemente no sé quién eres, Lola.

Y entonces hago lo que nunca debería haber hecho, lo que no debería estar haciendo; rendirme, dejarlo ir. Quizás sea lo mejor para ambos. No puedo seguir sufriendo y ocupando mis pensamientos constantemente en alguien que tampoco se esfuerza por recuperar su memoria. Lo amo, sí, lo amo como a nada en este mundo, pero debo rendirme de una vez por todas si quiero salir ilesa y cuerda de la situación.

Porque, si sigo luchando por él, terminaré perdiendo la cabeza.

_____________

¡FELIZ NAVIDAD, Y PRÓSPERO AÑO NUEVO!

Queen B.

Over Again. | h.sWhere stories live. Discover now