07. "Inútil."

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En el momento en el que el taxi desciende la marcha, puedo visualizar al rizado apoyado contra una pared de ladrillo visto, la cabeza entre sus manos y los dedos hundidos en los cabellos marrones. Suspiro, pidiéndole al taxista que espere unos segundos. Abro la puerta y desciendo del auto, acercándome a él.

–Hey. –murmuro tocando su brazo.

Él levanta la mirada. Sus ojos verdes están llenos de furia, ira y decepción. –Hola. –dice apenas audible, tomando mi mano.

Mi corazón se parte en mil pedazos al ver la forma en la que me está mirando. Como si yo fuera su única salvación, lo único que él había estado esperando por muchísimo tiempo y al fin había encontrado. Suspira, mirando el taxi y luego a mí. Asiento levemente con la cabeza y suelta mi mano, dirigiéndose al vehículo. Me siento junto a él y cierro la puerta.

–197 Camden High Street. –indico, llevándome la mano al cabello, desordenándolo un poco.

Al cabo de cinco minutos estamos de vuelta en el local. En el taxi había sopesado la idea de indicarle al taxista la dirección de la casa de Harry y dejarle que lo llevara, pero luego descarté la idea. Ninguno de los dos tenía suficiente dinero como para pagar un taxi hasta su casa, y además prefería que permaneciera conmigo hasta que terminara mi turno.

–Lola, ¿por qué vinimos en un taxi?

–¿Qué quieres decir?

–Digo, tienes un auto, ¿verdad?

Lo miro, sintiéndome una idiota. Chasqueo la lengua y le digo: –Bueno, digamos que me olvidé de mi auto. –confieso. –Debes creer que soy una estúpida.

Tengo un bonito auto a dos cuadras de aquí, estacionado en un jodido parking que luego tendré que pagar, y además, ¡también tuve que pagar un taxi! Bien, Lola.


Harry se ríe por lo bajo mientras atravesamos la puerta de American Apparel. –No, pienso que probablemente enloqueciste cuando te mandé esos mensajes y te olvidaste, punto.

–Bueno, estás bastante acertado.

Johnny me sonríe y me guiña el ojo apenas me acerco al mostrador. Harry permanece del otro lado, mirando algunas prendas, tratando de enfocar su atención en otra cosa. Tomo el dinero que una mujer está tendiéndome mientras mi compañero pone su compra en una bolsa. Cuando la mujer se va, Johnny me ataca.

–¿Ese es tu novio? –dice, tratando de ser discreto pero fallando en el intento.

Harry levanta la mirada hacia nosotros y yo pateo a mi compañero debajo del mostrador. El chico hace una mueca y se muerde el labio, mientras yo niego con la cabeza tanto para él como para Harry. El rizado devuelve su atención a los pantalones y yo a Johnny.

–Era. Tuvo un accidente. –le susurro.

–Oh, oh. Ya lo sé. Se golpeó la cabeza y se olvidó de todo. Tan cliché.

Entrecierro los ojos, mirándolo con odio. –Bueno, porque, ¡eso es exactamente lo que sucedió!

Johnny abre los ojos como platos y se ríe, soltando una fuerte carcajada. –Eres lo más cliché que existe en el mundo, Lol.

–Déjame, idiota. –farfullo golpeándolo con el codo.

(...)


Después de sobrevivir a mi primera y caótica jornada laboral (y siendo acompañada la mitad de ella por Harry), finalmente hacemos acto de presencia en la residencia Styles, donde sé que el caos se va a desatar. Harry permaneció taciturno y agobiado toda la tarde y eso me preocupa en demasía. Su último mensaje de texto, el que evidenciaba que él se creía un estúpido, realmente me había dejado alerta. Ninguno de nosotros necesita más drama, y Harry con el autoestima baja constituye una gran fuente de ello.

Over Again. | h.sWhere stories live. Discover now