34. Lizzie contra la rubia descafeinada.

362K 12.5K 2K
                                    

34. Lizzie contra la rubia descafeinada.

- Odio la comida de este sitio.- Comenté asqueada mientras miraba lo que Edna acababa de servirme en el plato.- Nunca me habia dado tanto asco.

- Normal, vienes de navidades comiendo caviar y langosta y aterrizas a aqui para comer... - Contestó Robert mientras estudiaba los trozos de lacón asado que reposaban sobre el plato. Posteriormente clavó el tenedor en una pieza y lo elevó en el aire mientras este soltaba salsa grasienta al plato. Un asqueroso espetaculo-¿Suelas de zapato?

- Quiero la langosta que hace mi madre. Bueno, mejor dicho, que hace mi chef.- Me quejé mientras fingia que sollozaba.- Mi madre no ha tocado un plato desde los noventa. Y aquella vez lo hizó por equivocación, estoy segura.

- Entonces, volviendo al tema. ¿Ni Lizzie ni tú ganasteis el baile? La reina cotilla escribió un articulo enorme burlandose de vosotras...

- Lo sé, lo he leido. Creo que lo más suave que ha dicho es eso de que somos dos niñas superfciales buscando rellenar nuestros vacios emocionales mediante un trozo de plastico

- No creo que a la reina cotilla le caigais muy bien. Y eso que gracias a vosotras sobrevivie ese blog... Sinceramente después de lo de la cafeteria y subastar a Jack entre toda la población femenia del internado pensaba que la corona iba a ser tuya.

-Supongo que Lizzie y yo estabamos demasiado ocupadas conviertiendo el baile en un campo de batalla que nunca nos dimos cuenta de que Penelope pudiera ganar.

- Creo que os lo mereceis. Además, me alegro de que no ganaras, el concurso. Estabas demasiado creida para mi gusto. Yo no te hubiera votado.

- Gracias. Eres un gran amigo....- Contesté entre risas.

- Y por eso voy a hacer el esfuerzo de perdonarte. Pero tomatelo cómo un favor personal. Solamente por ser tú.- Contestó Robert mientras movia la mano de forma condescendiente y provocando que mis carcajadas fueran aún más sonoras. Robert podia no parecer demasiado gay cuándo estaba en compañia de otra gente, pero en ausecia de personas, cuándo solo estabamos él y yo desataba su lado más femenino haciendo que yo me destornillara de risa.

- No sé si puedo merecerlo.

- Además no contestaste a mi mensaje navideño. Era un ofensa de paz.

- La verdad es que no he contestado ningún mensaje. He estado ocupada estas navidades...

- ¿Lo suficiente cómo para no contestar a un triste mensaje?

- Mi madre lo estaba pasando mal, ya sabes con lo del divorcio, y sus primeras navidades solas. Y cómo mi hermano se ha pasado las navidades en la cama con la pierna rota, me ha tocado a mi hacerle compañia. Y la verdad es que a veces puede ser muy insistente.- Mentí con la vista en el plato. Mi madre habia pasado las navidades de su vida. Habia salido todos los dias con sus amigas, tanto de compras, cómo de cocktails, cómo de fiesta. Cómo solia decir de vez en cuándo, sentia que habia vuelto a los veinte años, cuándo todavia no habia conocido a mi padre, y aún era feliz y libre.

No podia contar la verdad a Robert. De hecho no podia contar la verdad a nadie. Haber tenido una aventura con el chico más popular del instituto que además tenia novia, quien casualemente era mi hermanastra era un secreto que pensaba llevarme a la tumba. O al menos, lejos de este internado.

- ¿ Entonces que tal Nueva York?

- Pues un aburrmiento, todo el rato con mi madre... ¿Y tú?

- Lo mismo, todo el rato con mi madre. Aunque he visto a Lucas, de nuevo.

Jo no es nombre de chico(Editando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora