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Jungkook no está de humor.

-¿Sabes qué?- dice al abrir la puerta de su cuarto y encontrar a Jeon Yeong medio desnuda frente a su espejo de pared, poniéndose un vestido de fiesta a toda prisa mientras se carda el pelo- A estas alturas, ni siquiera pienso sorprenderme.

Jungkook pasa de su cara y aterriza boca abajo en su cama, desprendiéndose de sus zapatos desganado, que vuelan al otro lado del cuarto.

Siente a Jeon Yeong acercarse por detrás.

-Genial, así yo me ahorro el papel de niñita avergonzada y gritona porque me hayas visto el culo.

-Sí, ya, me he dado cuenta de que lo de hacer papeles se te da muy bien- gruñe Jungkook contra la almohada intentando ignorar su presencia- y lo de actriz no te lo discuto.

-¿Qué dices?

Jungkook levanta la cara de la almohada para lanzar a Jeon Yeong una mirada de odio. Ese pintalabios le queda muy bien.

No, Jungkook, olvida el pintalabios, una semi-casi completa extraña está invadiendo tu habitación. Increíble que, encima de que Taehyung y Jimin me cierren la puta puerta de su Club de los Secretos Depresivos, ahora tengo que soportar a una niñata americanada con aires de superioridad y la lengua demasiado suelta en el sarcasmo.

¡Y vale que yo también yo sea un puto niñato! Pero eso no da ningún puto derecho a Jimin de creer que él es la única persona en la faz de la tierra digna y capaz de consolar a Kim Taehyung. Porque claro, como le escribió una cartita de mejores amigos en Hawaii entre lagrimitas ahora son exclusivos. ¡Y una mierda! ¿Y encima ahora Jimin pretende echarme la culpa de distraerle de su carrera y sus amigos? Mira, no es mi culpa dar unos besos de puta madre y agarrarle tan bien el culo. ¿Sabes qué? Él tiene la culpa, él, la tiene por ser un idiota y tenerme a sus pies con sus labios y por hacerme sentir tantas cosas a la vez y, y, y...

Cuando Jungkook quiere darse cuenta está golpeando su almohada contra el cabecero repetidamente mientras hiperventila, y Yeong lo está observando todo con la mandíbula desencajada. Vaya... ha tenido que ser increíblemente violento si ha sido capaz de impresionar a Jeon Yeong.

-¿Sabes que acabas de decir todo eso en voz alta?- la chica quiere tranquilizar a Jungkook con unas palmaditas en la espalda, o algo así, pero tras ver su reacción tiene miedo de recibir un puñetazo en la cara.

-¿En... en serio?- Jungkook trata de peinarse, completamente desorientado.

-¿Rojos o negros?- Jeon Yeong pone dos zapatos de tacón en el aire para que Jungkook pueda elegir.

-Rojos.

-Y tanto que en serio. Lo de la lengua suelta en el sarcasmo no te lo voy a negar, de hecho hasta me lo tomo halagador- dice con aires de superioridad mientras se debate entre dos bolsos- Lo de aires de superioridad ya no tanto, de hecho me considero una servidora y a ti te veo muy perdido.

Jungkook lanza una risita irónica.

-Perdona, pero no soy yo quien está invadiendo el cuarto de un extraño, quizá la perdida seas tú- Jungkook sabe que puede liberar toda su rabia con comentarios ofensivos a Jeon Yeong porque ella le responderá con unos igual de cortantes sin que su ego se dañe ni un poquito- ¿Qué pasa?¿SM no te pone hora de vuelta? Cuando yo era trainee no tenía tantas libertades como tú, preciosa.

Jeon Yeong hace caso omiso de su comentario y ahora hace elegir a Jungkook entre un par de pendientes rosas o verdes fosforito.

-Verdes.

-SM piensa que cada minuto que pase haciéndome amiga de BTS es tiempo bien invertido- Jeon Yeong se posiciona frente al espejo para poder colocar sus pendientes- Yo no pienso lo mismo, la verdad, viendo lo bien que me recibís.

Kookmin's ArchWhere stories live. Discover now