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Al maknae no le gusta la oscuridad. Y mucho menos el escondite.

La primera vez que jugó también estuvo a punto de dar su primer beso. Compartía la caja de cartón donde se ocultaba con una bonita niña pastel. Jungkook elogió su flor y la niña se puso coqueta para recibir un beso, pero como nuestro chico no sabía cómo besar a sus siete años, terminó mordiendole la nariz para que segundos después ella se marchara llorando.

Podríamos decir que en ese entonces la niña no pensaba que se encontraba ante un increíblemente sexy futuro idol, pero resulta que a día de hoy este idol aún no ha tenido éxito en la persecución de un primer beso.

El segundo intento fue prácticamente un chantaje de los chicos hacía Jungkook, durante un encuentro de Pristin en Predebut. Jungkook se vio encarado con aquella chica pastel cuyo nombre no conocía, escondidos dentro del cuarto de limpieza.

También estuvo a punto de ocurrir, pero ella tuvo un choque emocional y se marchó corriendo sin decir una palabra.

En resúmen, todos sus intentos de besos y escondite han acabado con llantos del contrario, y Kook se pregunta ¿Tan terrible es?

Lo que resulta irónico es que ahora sea el quien está llorando. Desde luego no está dispuesto a que esta vez nadie salga huyendo de sus labios.

-¿Hola?- Jimin susurra, cree haber escuchado un llantito desconsolado.

Jungkook se endereza y guarda silencio.

Jimin está muy inquieto dentro del armario.

Ambos tratan de controlarse al estar siendo observados por una cámara, pero entonces la música cesa, parece que hay un fallo de cortocircuito y el sistema se apaga.

Todo se convierte en un plof, y se escuchan maldiciones del desde la lejana planta baja.

Jimin grita.

-¡¿Qué ha pasado?! ¿Ha sido Cásper?

-¡Chicos!- algún técnico proyecta la voz por un megáfono- No os mováis de ahí. ¡La puta antena ha fallado y se ha parado la grabación! Vamos a solucionarlo.

Jimin oye decir a otro miembro del Staff:

-Parece que los espíritus no quieren que usurpemos esta casa.

Y Jimin casi no se hace popó encima.

Sale del armario para buscar apoyo en sus compañeros. Imagina que ahora que no están grabando podrán hablar, ¿no?

Trata de localizar alguna salida hacia el pasillo, palpando las paredes como un elefante desubicado en una cacharrería.

Pero entonces la puerta se cierra.

-¿Taehyung?- pregunta. Lo cierto es que pensar que quien ha cerrado la puerta en una casa posiblemente encantada y completamente oscura se trata de Taehyung es un pensaminto extremadamente positivo de parte de Jimin.

Pero se confunde.

-Necesito saber quién está aquí. Tengo miedo. Así que dejad el puto juego de una vez.

Entonces solo siente cómo alguien toca su espalda, un casi interceptible tacto que ha recorrido por completo cada término nervioso de su columna vertebral.

Jungkook ha terminado chocando con él, casi por accidente, pero ahora que está aquí, no piensa desaprovechar la oportunidad.

Siente a Jimin estremecerse y justo después suelta un suspiro precavido para hablar.

-El juego está en pausa...- dice Jimin en un hilo de voz, tragando saliva.

Jungkook es muy consciente de eso. Y también de las ganas que tiene de abrazarle por detrás, rodearle la cintura y decir más que palabras.

Kookmin's ArchWhere stories live. Discover now