Kookmin's Arch

15

Lo primero que Jungkook ha sentido al despertar han sido unas agradables cosquillas que han recorrido su cuerpo. Su primer instinto ha sido sonreír, estirarse eufórico como una recién casada en su luna de miel y susurrar bajito:

-Para, tontito, me haces cosquillas.

Dicen que son los síntomas del amor que te ponen de buen humor por la mañana. Jungkook no puede estar más de acuerdo.

Aunque también se dice por ahí que el amor huele a rosas, ¿no? O a algodón de azúcar. Pero a Jungkook, que mediodormido arruga la nariz, le huele más bien a caca de rata.

Entonces se da cuenta de que Jimin no es tan peludo, y que sobre todo no le mordería el pezón de esa man...

-¡¡¡JIN!!!- vocifera Jungkook de muy mal humor- TU PUTA ZARIGÜELLA SE HA VUELTO A ESCAPAR.

Bueno, digamos que, en resúmen, el día de Jungkook no ha podido empezar con peor pie. Ha corrido en la cinta solo y a exceso de velocidad, sin dejar de mirar la puerta pensando que en cualquier momento Jimin podría aparecer y cumplir la promesa que le hizo anoche.

Pero al parecer se fue hace ya rato con Taehyung a hacer no sé qué recado, según ha dicho Sejin, lo cual ha dejado a Jungkook torturándose la cabeza durante horas, preguntándose si tan rápido podría haber descubierto algo Jimin para salir corriendo desde por la mañana.

En definifiva, no ha visto la cara de Jimin hasta la exhibición ante una pequeña multinacional sin público, que pretende contratarles en su show en un futuro como promulgadores para un concurso de canto para niños explotados que tocan a la perfección el violoncelo, por ejemplo.

Pero Jungkook la ha cagado, por primera vez en mucho tiempo.

Porque ha fallado ese paso. El paso que se suponía que Jimin iba a ayudarle a perfeccionar por la mañana. Cualquiera al verlo podría haber pensado que era parte de la coreografía, un remate sin perfeccionar. Pero no los jueces. Los jueces han apuntado un 3/5 en coordinación gracias a Jungkook.

Keone Madrid, el coregoráfo, ha tratado de esbozar una sonrisa forzada para calmarle cuando ha visto que a Jungkook se le caído el alma al suelo.

Y todos sabemos que una sonrisa forzada vale por mil puñetazos en la cara.

Jimin lo ha notado, por supuesto, y al final del ensayo, cuando Jungkook aún hiperventilaba por el esfuerzo y reposaba preocupado su cabeza entre las manos, se ha acercado para susurrar una disculpita y desaparecer de su vista.

¿Pero de qué va esto? Se ha preguntado Jungkook cuando un chófer le ha informado de que le llevaría solo a él a casa.

El resto de chicos han ido a firmar los derechos de Cypher 5. Y después de intentar convencerles durante casi un año, han permitido que Taehyung se una a la causa.

Pero nadie ha preguntado a Jungkook, que ha estado a estado al borde de un ataque de agonía si le apetecía pasarse.

No. No.

"Que Jungkook vaya a casa y que piense en lo que ha hecho" Keone le ha soltado en el cuarto de prácticas en la casa a solas (y a oscuras) y le ha dicho que no se torture. Que practice el baile un par de veces y que se vaya a dormir.

¡Ja! Un par de veces. Como si fueran tres padres nuestros para perdonar sus pecados...

Pero así se siente en parte Jungkook, como un pecador... Pero eso, desde luego, no va a hacerle rezar.

Ayer durmió bien. Por primera vez en un mes pudo coinciliar el sueño y no permanecer en vela culpándose a sí mismo de algo que no podía controlar. Y todo fue por Jimin. Por poder abrazar su cintura, por escuchar su respiración tranquila y calmar sus lágrimas.

¿Y cuál fue el precio que pagó a cambio? Ser una rata sin escrúpulos y traicionar a sus compañeros de vida. Enfrentarles y confundir a Jimin para... ¿Para qué?

Para nada.

Ha vuelto a despertar solo sin razón aparente. Y de repente siente un enorme sentimiento de venganza hacia sí mismo.

A Jungkook siempre le han dicho que hay que reciclar. Es por eso que ha subido las escaleras de la casa a oscuras sin vacilamiento alguno y ha sacado el maldito sobre y cualquier otra prueba impune del cuarto.

Ha bajado al Genius Lab, de Namjoon y Yoongi, y ha utilizado la enorme trituradora de papel que adorna su cuarto para destrozar hasta el más mínimo pedacito de tinta y notas de amor de niño tonto.

Ha oído casi al borde de las lágrimas el molesto traqueteo de la fricción y el temblor de la máquina al triturar la extensión de 200 páginas rosas. Y aprovechando que está solo en casa, ha empezado a gritar a pleno pulmón:

-¡Que te den!- como si el papel fuera a oírle, sí, Jungkook, seguro que el fanfic se pone a llorar- ¡Que te den por culo, trozo de mierda!

No para de pedir a gritos que le "devuelvan a Jiminie" porque está harto de que huya de él. Quiere abrazarle como antes, y sobre todo ser el antiguo Jeon Jungkook. Dejar de joder coreografías como un tonto enamorado.

El pobre Jungkook ha conseguido calmarse después de gritar diez minutos y, para no sentirse tan solo, ha inciado un V Live sentado en el suelo de la habitación de Jimin.

Se ha propuesto cantar unos cuantos covers, pero después de que haya descubierto que prácticamente ha perdido la voz tras su rabieta, ha apagado el vídeo.

Seguro que en veinte minutos youtube se llena de teorías sobre Jungkook siendo raptado por lo de los ojos hinchados y la falta de voz.

Se golpea mentalmente por ello mientras baja a la cocina por un caramelito de limón.

Pero cuando se acerca, le asusta que la luz esté encendida y, sobre todo, que dentro huela a bizcocho recién hecho. Seguramente sea Jin, que ha vuelto antes de tiempo a hacer la cena.

-Jin, por Dios, hazme una infusión casera para el dolor de garganta- dice intentando no forzar la voz antes de entrar a la cocina.

Pero cuando entra, solo se encuentra a un Jimin enfundado en un diminuto delantal rosa, que se pone de puntillas levemente para cortar unas fresas jugosas sobre la encimera.

Y por su sonrisa juguetona al ver al maknae, parece que era la única persona a la que esperaba.

.
.
.

Hola, agarráos el culo para lo que viene ahora, byes.