los Demonios también Tienen Almas Gemelas

capitulo treinta y nueve

Aterrizaremos en Japón a las nueve de la mañana, siento pesado mi cuerpo, aún tengo algo de sueño.

- Despierta - Eros agita el periódico sobre mi cabeza, quiero seguir dormida, mi cuerpo aún está pesado y siento cansancio.

- mmm- suelto un gruñido, me incorporé en la cilla y pasó mi mano por mi rostro, acariciando así a mi mejilla derecha.

Siento la saliva que vote al dormir, es algo espesa por alguna razón y muy gelatinosa.

-Duermes como un hombre - Eros me extiende una servilleta.

-No molestes - limpió mis dedos y también mi mejilla.

-También hablas dormida -, si mi papá dice que hablo mientras duermo, también soy sonámbula. Una vez mi papá me vio abrir la puerta con los ojos cerrados y me llevó de regreso a la habitación.

-¿Alguien más lo hace? - Eros, abre el periódico.

- Daemon, - se acomoda en su cilla.

Claro, estiro mi cuerpo con un bostezo y los brazos extendidos hacia arriba. Una de las azafatas pasa por nuestro lado.

- Están cociendo su vagina, dijiste eso - habla de la nada, Eros.

-¿Qué?- Volteó a verlo enseguida, pero sigue muy tranquilo leyendo el periódico.
-Eso dijiste - cruza sus piernas.

- ¿por qué?- miró mis piernas, divago en mi mente, entonces lo recuerdo, la imagen nublosa de una mujer que entra dentro de una habitación con paredes de palos, es recostada sobre una mesa grande, tenía una piel morena, estaba demasiado delgada zapateaba sobre la mesa haciendo que el vestido de color blanco, que usaba el cual estaba demasiado sucio, moviera su falda dejando ver sus piernas ensangrentadas.

Yo estaba ahí viendo ese sueño junto a mujeres y niñas; dentro del sueño, pregunté qué había ocurrido y no me respondieron.

- Van a cocer su vagina, para que así sus deseos carnales no le sean difíciles de soportar - volví a mirar entre sus piernas para ver la razón por la que sangraba, es que aún no habían terminado de cocer.

Entonces susurré.

"Cocieron su vagina"

Lo entiendo, no recordaba ese sueño, pues cuando duermo, partes de las historias de mis sueños cambian de tiempo y lugar e historia muy rápido que no puedo entenderlos.

-Es un sueño, no sé - con mi mirada sobre mis piernas. No estoy bien a mis piernas sino a mi intimidad. Después de recordar eso, sentí leves dolores en mis piernas, en especial en esa zona, tanto que me moví con delicadeza.

-Lo viste - continúa Eros.

-Pues lo que soñé -.

-Sueñas tonterías -.

También me preocupa ver estas imágenes en mi cabeza, creo que es lo que se espera cuando tienes una mente retorcida con el deseo de matar solo para demostrar que eres fuerte.

-Voy al baño - me levanto del asiento, camino al baño chocando con la mirada de koa, siempre me juzga con su mirada, pero parece que también me escucho decir eso.

No, imposible, está ubicado a tan solo a tres asientos tras mí, sentado a lado de Oliver. Al menos que fuera un grito, no creo que me haya escuchado.

Sigo mi camino adelante, entro al baño y doy suspiro, pues a decir verdad, ese sueño me dejó pensando. En mi pasado me aconsejé a mí misma a olvidarlo, pero pequeñas cenizas aparecen en el camino, con el olor a carbón, evitando que mis pulmones sigan respirando de un nuevo día con normalidad.

Me senté sobre la taza del baño, y saqué mi celular. Creo que Daemon y yo aún no tenemos una foto juntos, me gustaría tener una justo ahora.

Busco su número entre los registros de contactos, está guardado como tal Daemon Reynolds, creo que ya es momento de ponerlo como amor, así es como se llaman las parejas.
¡Eso es muy común!
¡Novio!
Muy simple.
Lo conservaré, así, no es necesario excederme.

El teléfono suena, el mismo me está llamando.

- ¿Cómo estás?- es el primero en hablar.

- Despierta, sentada sobre la tasa del baño, odio a todos afuera - en serio, es insoportable estar con personas tan diferentes a ti que no entienden tu pensamiento o estilo y solo son estúpidos.

-Pronto aterrizaremos - afirmó.

-¿Cómo supiste de él?-me refiero a mi víctima especial a la que vine a asesinar.

-¿Qué odiaba a ese tipo?-específico.

-No lo sabía, es una coincidencia, es especial porque será la primera vez en que te lucirás, es específico para ti porque es un pequeño entrenamiento, quiero saber si cumples tu objetivo.