capitulo treinta y seis

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- mi nombre es Nina Rebeca Dove Anderson, y tengo doce años - en vos alta con la cabeza enfrente, ya logré acostumbrarme a esta vida nueva con mis nuevos papás, alzaron mi cabello que antes era muy rizado para que no me tuviera ningún recuerdo de antes, acudo a mi psicóloga aún, pero nadie sabe de eso, y mi identidad aun lado está secreta, sobre todo al fin voy a una escuela.

- bien echo Nina, siéntate aquí - me propone la maestra señalando a una de las cillas de la tercera columna, que estaba en medio frente a una niña gorda y grande, de un largo pelo castaño, con mejillas redondas, algunas pecas en sus mejillas con un buso de lana con rayas rojas café y rosadas, que solo reía sin mostrar sus dientes junto a otras compañeras.

-Mosquito esquelético - dijo cuando me senté en mi lugar, entonces todos comenzaron a reír en carcajadas, unos golpeaban la mesa y otros niños tenían sus ojos entreabiertos.

- ¡Silencio!- la maestra golpeó la mesa, así que rieron más despacio, mirándome.

«Las personas son malas y crueles, Lirio, deben de ser controladas, porque por ellos mismos no pueden ser buenos». Las conversaciones de papá pasan por mi mente, ¿será que eso es verdad realmente o simplemente estoy tan nerviosa que no entiendo su humor?

Entonces reí con ellos, suponiendo que solo es una broma. Reímos juntos de un chiste gracioso por mis delgadas, que poco a poco mejorará.

- eres una tonta - dice la niña gorda, ese es un insulto.

No sabía que esos insultos existían, pues papá decía insultos como:

"La impura hija del diablo o, descendientes de Satanás, abominación".

Pero esos insultos, me quedé en silencio mientras la clase transcurría y hasta que el timbre sonó, fui a la cafetería donde había muchos niños de mi edad, me incomoda su presencia después de lo ocurrido, así que me senté en una mesa vacía dónde había una chica más grande con un gorro de lana negro una chaqueta negra y guantes con dedos cortados que comía con unos audífonos grandes, creo que no notará mi presencia.

Tuve cuidado de no hacer ruido o interrumpir, entonces puse mi bandeja enfrente de su mesa y me senté, pero ella me notó.

- Lo siento...no quería molestar -.

-No te he visto por aquí, ¿quién eres? -

- Nina Dove, soy nueva -

-Elois- toma su cubierto y enreda los fideos en él.

- tengo doce años -

- yo tengo trece - me sonrió, parece más amigable que las de más chicas, talvez deba Ser ella mi amiga.

...

Abrí los ojos de golpe, toque mi frente mientras veía a Daemon dormir, las están cerradas, ahora puedo ver las cosas que Daemon tienen, un gran armario con muchos trajes, parece que no tiene más que ropa elegante, muchas esencias de perfume y relojes de mano dorados, además de un perfecto aire acondicionado.

Una habitación muy cómoda y espaciosa para él, me vuelvo a recostar en la cama, hasta recuerdo su propuesta y las cosas que acepté por excitación.
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-Su sumisa - brindarle obediencia suprema a Daemon por amor, no es lo que dije que era, dije que no era ese tipo de chica, pero... Mírame aquí. Acepté esa propuesta por este hombre.

Hasta ahora me ha mostrado ser alguien que merece mi obediencia, no creo que deba decir que no a su propuesta, además de que me siento tan atraída a él por lo que es y por la gran libertad.

Ser sumisa, creo que tendríamos la mejor aventura, seremos inseparables. Empiezo a ver esas cosas que Mariel dice de él, un hombre que te hace sentir excitada con una sola mirada, los enormes brazos que brindan seguridad, que ama la noche y quiere vestir elegante.

Con una forma de hablar tan firme y fuerte, que parece un buen líder, además de que entiende esos sentimientos que tú no. Ahora veo por ella, lo ve así, es lo que muestra con sus regalos, caricias y las pequeñas charlas.

Me levanto de la cama, me pongo su camisa y miro al vidrio que muestra aquellos árboles. Mi corazón parece sentirse familiarizado con algo, así es una sensación algo triste, pero a la vez extraña e incómoda.

- ¿Qué miras?- Es la voz del hombre que parece príncipe, aunque su castillo como la de la bestia.

- los árboles- respondo

-Deberías prepararte, hoy tomarás un vuelo a Rusia - cierto, es mi primera misión.

- estoy muy ansiosa de eso -

los Demonios también Tienen Almas Gemelas Where stories live. Discover now