capitulo treinta y cinco

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— Dime una cosa. ¿Alguna vez en un punto de tu vida hiciste esto?—me miró mientras tomaba mi pene entre sus manos, acaricié con el pulgar la parte inferior de sus labios. Suspira y dice:

— ¿que cosa?— 

—Ser una sumisa — le respondí, se quedó en silencio, miró a los lados.
— no lo recuerdo, talvez nunca — soltó en un suspiro.

Puse mi pulgar sobre la parte inferior de su labio, lo incliné un poco más abajo, pasé mi lengua por encima y suspiré.

—Es verdad, no sabes — humedecí su labio, entonces empezó a gatear hasta abajo y metió su miembro en mi boca. Mi espalda se retuerce, estiro mi cuello.

Enredé mis manos en su cabello, mientras veía cómo sus labios lentamente bajaban hasta que mi pene estuviera por completo dentro de su boca, mientras que su cabeza empuja de arriba hacia abajo.

 Aprieto las sábanas con los ojos serrados, aprieto mis dientes y succiono el aire.
 
Nina me hizo sonrojarme, gemir su nombre y desear que esto siga. Ahora también me ha hecho venir, es una fortuna poder decir que la tengo entre mis garras.

Dejó salir mi pene y tragó mi semen, pasó su mano sobre sus labios para limpiar aquellas gotas que caían sobre mis piernas. 
Se levanta sobre mí y camina hacia el televisor donde está una de las fotos viejas dentro de un marco de oro. 

— ¿Quién es?—señala al adolescente con una camisa verde y una chaqueta negra con bolsillos de cabello castaño abrazado, con un hombre gordo y grande, con un traje elegante, con un cabello largo, hasta el cuello, algo ondulado.
— Hades — 

— ¿Hades? — 

— Hades, es ...—

—Tu papá — supone, sin que pueda decir algo, entonces volví a mirar a la foto y a ella. Creo que si digo más de lo que ya sabe, me verá menos, hombre.

— sí, lo encontré después de huir y... Resulta que no sabía de mí — no sabía de mi, me hubiera gustado que sí.

— ¿Y tú? —

— no sé — me empieza a molestar esta situación, en la que yo hablo un poco dé mi y ella simplemente no sabe, solo sé que toma pastillas, pero me gustaría saber su experiencia en un culto, lo duro que fue integrarse a la sociedad, pero solo recibo un no sé, es diferente escuchar esto de un periódico o investigación o de su hermana si no fuera por eso no supiera nada, creo que no sé nada en verdad, no sé cómo se sintió solo puedo imaginar que fue difícil.
— y como vives sin saber — deja el marco en su lugar, se para frente de mí.

Me pongo de frente con mis manos entrelazadas entre sí y la miro

— ¿qué? — 

—No recuerdas sencillas cosas como tu infancia, tu primer día de clases, o una pequeña experiencia entre familias de tu pasado. 

— ¿Primos? Abuelos — 

Se recuesta a mi lado con sus pies puestos sobre mis piernas y su cabeza abajo.

— papá es huérfano, y mamá era hija única, sus padres murieron, tampoco tiene una buena relación con el resto de su familia con respecto al resto...— se detiene, observa el techo, pone sus manos bajo su cabeza. 

—Lo sé, tengo pequeños destellos de recuerdos, pero no me gusta recordar eso... 

— ¿Qué? —

— por qué sí — 

— eso no es una respuesta —

— es una respuesta para mí —

— Nina — 
.
— ¿Qué te importa, porque te importa eso? No me importa tu pasado ni a ti el mío, ¿qué tenemos que hablar de eso? Quizá es que a mí sí me interesa escuchar la verdad de los hechos a través de su perspectiva.

—Está bien—. 
Dejemos esta situación así, es inútil pedir que hable de algo que no recuerda.

—Deberíamos tomar un baño — me levantó, tomó mis prendas de vestir, pero Nina parecía no escuchar.
— ¡Nina!— mueve sus ojos a mi dirección.

—No quieres tomar un baño — y continuar con la diversión.
—Sí..., claro — no parece dispuesta, tendría que reír o decir alguno de esos comentarios perversos.

Pero simplemente empezó a recoger sus cosas y caminó alado de mí

— paso algo — le pregunto.

— no me dejes sin caminar, o si no Mariel lo descubrirá— despertó de su trance mucho mejor, no quiero tener que abrazarla y estar sacando versos lindos.

— Daemon, ¿ahora somos novios? 

— sí —

—¿Por qué no me llamas amor, o cariño?—porque no soy de los apodos estúpidos.

— me gusta ser original en todo lo que hago — vamos Nina, no te vuelvas pesada.

los Demonios también Tienen Almas Gemelas Donde viven las historias. Descúbrelo ahora