Luego de seis meses, actualicé está historia de nuevo.
Disfruten ^^
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<<-Parece que tu maestro ha sido encontrado, Nozomi-chan. El Hokage-sama nos manda a llamar.
-¡Excelente! -la del Equipo 7 salió del agua de un salto, tomando su chamarra y secándose con ella- Ya quiero que me saquen este sello. Tengo que contarle a Kurāma-san todo lo que ha pasado mientras él dormía. Y hablando de sellos, tal vez Jiraiya-san conozca el método exacto para hacer el FūjaHōin, Bakasuke no me dijo mucho -se dijo con una mano en el mentón- ¡Qué emoción conocer a otro maestro de Fūinjutsu!
Vaya que no se imaginaba a quién encontraría en la oficina de su padre.
Ninguno de ellos se dio cuenta, pero un ojo de arena los siguió por todo el camino, hasta que entraron a la torre Hokage. En ese momento, se deshizo, y el invocador del jutsu soltó un casi imperceptible suspiro de alivio.
-Al menos estos incompetentes ya no la dejan sola -bufó para sí mismo- Pero qué entrenamiento tan estúpido. Esta vez, podría darle una fiebre peor que la del otro día.>>
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Nozomi y Ebisu llegaron a la cuarta planta de la torre Hokage, en la cual estaba el despacho de Minato. Antes de tocar la puerta para que les permitieran el paso, la menor suspiró, volviéndose un poco hacia su instructor temporal.
-Gracias, Ebisu-sensei -dijo sinceramente- Gracias a usted, pude ver los fallos que no sabía que tenía. Con su ayuda, pude hacerme un poco más fuerte dattebane.
-*Esta niña...* -el hombre estaba aturdido- N-No es nada, Nozomi-chan.
Tocó la puerta tres veces, obteniendo un "¡Adelante!" como respuesta. Giró el picaporte dorado, dejando el paso a la Uzumaki antes de entrar él mismo. Hizo una reverencia por respeto a su superior, pero en cuanto notó que la Genin no la hacía, se aclaró la garganta ruidosamente.
