¡𝓢𝓮𝓰𝓾𝓷𝓭𝓪 𝓹𝓻𝓾𝓮𝓫𝓪 𝓼𝓾𝓹𝓮𝓻𝓪𝓭𝓪! ¡𝓛𝓸𝓼 𝓷𝓾𝓮𝓿𝓮 𝓷𝓸𝓿𝓪𝓽𝓸𝓼 𝓮𝓼𝓽𝓪𝓷 𝓹𝓻𝓮𝓼𝓮𝓷𝓽𝓮𝓼!

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<<Empezaron a caminar de nuevo, entrando en unos arbustos bastante grandes y espesos, y saliendo de ellos después de unos minutos, sin darle importancia a las hojas de las que salía una pequeña familia de cinco ardillas. Siguieron así por bastante tiempo, lo que parecían horas, hasta que la Uzumaki mayor se aburrió.

-No puede ser~ -se quejaba, con un bostezo- Ya caminamos mucho, y la torre sigue estando igual de lejos~.

-Que raro -concordó Kiba- Pareciera que está justo ahí.

-*Es cierto* -pensó el Uchiha.

-Parece que nos han dado una cálida bienvenida -dijo Kabuto, mirando alrededor.

-¡Miren eso! -apuntó Karin, a cierto árbol.

Todos giraron en esa dirección, notando algo que deberían haber dejado atrás hace mucho tiempo.

-¡No me digas que ese es..! -el castaño estaba incrédulo.

El ciempiés que Nozomi había matado antes estaba clavado en un árbol, como si hubieran regresado al mismo punto.

-¿Qué significa esto dattebane? -se preguntó ella.

-¡No puede ser! -exclamó el Inuzuka.

Sasuke observó alrededor, notando que, efectivamente era el mismo lugar, con los mismos árboles y plantas.

-¿Genjutsu? -cuestionó.

-Diría que sí -habló el mayor- Caímos completamente. Parece que nos movíamos con extremo cuidado por el mismo lugar una y otra vez.

-¿Nos vigilan?

-Estoy segura de eso -respondió esta vez la ojizafiro- Pretenderán atacarnos cuando estemos exhaustos. Un Genjutsu así no se pone como trampa al azar.

-En ese caso, su estrategia funciona -bufó el mayor del Equipo 7- Eso significa que aparecerán pronto.

Pequeñas deformaciones empezaron a verse en la corteza de los árboles, como si fueran cosas invisibles removiéndose. Casi al instante, lo que parecían varios clones de un Genin de Ame surgieron de estos, acercándose a sus presas, que se pusieron en guardia.

-Ahí están -el azabache sonrió de lado.

-Es una complicación perfecta para nosotros.

Sin que ninguno del Equipo Ame lo notara, cuatro ninjas de Konoha y una ex-kunoichi de Kusa cruzaban el umbral de la puerta de la torre que le correspondía a cada uno.>>

Nozomi repasaba mentalmente la sencilla estrategia que habían usado para entretener a los oponentes. Ella y Karin habían detectado el chakra de la técnica de Genjutsu que los que cazaban sus pergaminos iban a lanzar. Cuando se metieron a los arbustos, avisaron a sus compañeros, decidiendo que dejarían algunos clones para distraerlos y poder avanzar a la torre disfrazados. Con eso acordado, se transformaron en ardillas, dejando cinco clones de la ojizafiro, cuatro de ellos transformados en los demás para distraerlos.

La distracción funcionó perfectamente, haciendo que, mientras sus enemigos estaban distraídos, ellos pasaban en forma de ardilla por su lado, sin ser notados. Incluso a esa larga distancia, la pelirroja mayor sintió la confusión de los de Amegakure, que rápidamente se transformó en ira cuando disipó sus clones, dejando ver que habían enviado un cebo.

Se habían despedido de Kabuto, que encontró ahí a sus dos compañeros de equipo, los cuales le reclamaron su tardanza. Este se disculpó, y el Equipo 7 le agradeció que los guiara hasta la torre a tiempo. Ahora tenían toda la noche para dormir tranquilos y recuperarse un poco. Este negó, diciendo que si no hubiera sido por ellos, especialmente por las Uzumaki, no habrían llegado ahí tan pronto. Después de desearse suerte mutuamente, los equipos abrieron sus puertas correspondientes (que tenían un papel que indicaba que aún no habían sido abiertas, para que no se usara la misma puerta dos veces) y entraron a la torre.

𝙐𝙯𝙪𝙢𝙖𝙠𝙞: 𝙚𝙡 𝙘𝙡𝙖𝙣 𝙚𝙭𝙩𝙞𝙣𝙩𝙤Donde viven las historias. Descúbrelo ahora