🄲🄰🅁🄶🄰🄽🄳🄾 🄰🅁🄲🄷🄸🅅🄾
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❚ ᴀʀᴄʜɪᴠᴏ ᴄᴀʀɢᴀᴅᴏ ❚
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[🐣3/4🐣]
Jimin y Nayeon caminaban de la mano por el centro comercial, y aunque sonara un poco mal que la pasteleria de su boda estuviera dentro de uno, realmente era de las más exclusivas. Iban hablando de varias cosas y riéndose de otras muchas, la fémina porque le daban risa, y el menor porque le daba gracia la risa de ella.
Por suerte, llegaron justo tiempo a la cita de la rubia, y se adentraron, siendo recibidos por una sonriente omega de cabellos morados y tez muy blanca. Incluso más blanca que la de la rubia, Jimin estaba casi cien por ciento seguro que era tan pálida como su hyung.
— Bienvenidos a la pastelería Fancy, mi nombre es Dahyun, y seré la que los atienda el día de hoy. — saludó y se presentó con una reverencia al final.
Reverencia que los dos amigos imitaron.
— Mucho gusto, Dahyun. — habló Nayeon — Yo soy Nayeon, y mi cita era a las cuatro treinta, para escoger un pastel de bodas.
La de cabellos morados sonrió, al ver la emoción retenida de la contraria.
— Excelente, síganme por favor.
Los dos omegas se vieron entre sí con sonrisas emocionadas, para luego seguir a la elegante muchacha. La tienda era blanca, con decoraciones plateadas y doradas, que le daban un toque pulcro y elegante. También había diferentes postres, en bonitas mesas colocadas estratégicamente, que llenaban el ambiente de un aroma dulce a caramelo y otros a canela u chocolate. Era simplemente el cielo para una persona que amaba los dulces y los postres, como Jimin lo hacía.
Literalmente daba pequeños saltitos mientras caminaba, y seguía a las dos mujeres.
La empleada se detuvo cuando llegaron a una mini-recepción –que no era la única, había más, pero ya estaban ocupadas– y les indicó que podían tomar asiento, y que ella regresaría en un par de minutos con el catálogo de pasteles de boda.
Jimin y Nayeon se sentaron muy juntos, y la rubia sacó de su bolso un catálogo, pero de vestidos de novia.
— Jiminnie, necesito tu ayuda. — dijo con dramatismo la mayor — No puedo decidirme entre dos vestidos. — explicó con un inconciente puchero.
Jimin sonrió entendiéndola perfectamente. Por algo él había dejado todo en manos de su primo cuando fue su boda.
— Muestrame. — le pidió amable.
La muchacha le enseñó los dos vestidos. Uno se veía bastante moderno, de tubo, y escote de corazón; también tenía adornos en plateado, pero era más bien en corte de sirena, no con vuelo. Por otro lado, el segundo vestido se veía más "vintage" era blanco, manga larga de encaje, y bastante encantador en opinión de Jimin. Realmente veía a su amiga con él puesto.
— Este. — señaló su favorito.
La rubia abrió sus ojos que había mantenido fuertemente cerrados, y de forma lenta se giró para ver el vestido que su amigo había escogido. E inconciente se sintió aliviada.
— ¡Es el indicado! — chilló abrazando al menor — ¿Crees que a Hoseokie le guste? — preguntó ruborizada.
— Estoy seguro de que Hoseok hyung llorará, ó se desmayará, ó hará ambas cuando te vea. — dijo seguro, haciéndo reír a la rubia.
— Estaba pensando hacerme un cambió de look a última hora como tú hiciste para sorprenderlo aún más. — confesó con una risita — Por eso esperaré a que el bebé de SeokJin oppa nazca, quiero que él se encargue de mí.
Jimin aplaudió emocionado.
— ¿Y qué color habías pensado? — preguntó realmente curioso.
Su amiga estaba a punto de responder, pero la fémina de cabellos morados que los había antendido al principio, llegó con tres grandes catálogos de pastel de bodas, y con una sonrisa.
— Escogí los catálogos de acuerdo al perfil que escribió de su boda perfecta. — dijo a Nayeon poniendo los catálogos sobre la mesita de centro — Y una vez haya escogido el modelo, pasaremos a escoger el sabor, los adornos, y la bebida... Si, la bebida la regalamos nosotros. — sonrió.
Los amigos volvieron a chillar emocionados, haciéndo reír suave a pelimorada; y pasaron las siguientes dos horas, escogiendo todo lo que Dahyun les había dicho.
Jimin regresó a su hogar, pasadas las diez de la noche. Después de haber escogido todo lo concerniente al pastel de la boda de su amiga, habían intercambiado números con la elegante muchacha que los atendió, pues con el pasar de tiempo descubrieron que además de amable era muy divertida, y definitivamente ambos omegas la querían como una nueva amiga en sus vidas.
Luego de eso se habían encontrado con Taehyung en el centro comercial, y habían ido los tres juntos a cenar a un restaurante de la cadena del padre del menor, pues como literalmente el castaño también era el dueño, no necesitaban hacer una reservación. Habían pasado más de dos horas, conversando, riendo y comiendo. Y rieron aún más, cuando un par de alfas se acercó a ellos intentando coquetear, pero terminaron rechazándolos, mostrando las marcas de unión en sus cuellos. Bueno, en el caso de Nayeon y Jimin, pues Taehyung aún no la tenía.
El castaño claro bostezaba mientras ingresaba la contraseña de su casa, y cuanto la puerta se abrió, un emocionado Holly, se lanzó sobre su pie ladrando y moviendo su colita. Jimin se agachó dejando su maletín en el suelo, para poder tomar a su hijo. Se quitó sin mucha dificultad los zapatos, y se adentró en su hogar, pensando seriamente en tomar una ducha tibia, que le ayudara a terminar de relajar su cuerpo para dormir.
Se sentía extremadamente cansado.
Subió al segundo piso, y no fue hasta que entró a su habitación, que se dió cuenta que su esposo no aparecía por ningún lado.
— A lo mejor fue con Hoseok hyung a cenar. — murmuró para sí.
Puso a Holly sobre la cama, para después con suma lentitud –debido al cansancio– empezar a desvestirse. Se rió un poco cuando reaccionó en que no llevaba ropa interior, pero rápidamente su risa se transformó en un ceño fruncido y un puchero.
Su alfa era un tonto.
Caminó desnudo hasta el baño de la habitación, llevando consigo una bata, y ya dentro de este, decidió que lo mejor sería tomar un baño, en lugar de una ducha. Así que puso a llenar la bañera, mientras se limpiaba el maquillaje del rostro con toallitas humedas. Cuando terminó y la bañera se hubo llenado, le hechó a esta jabón y burbujas, se fijó en tener todo lo necesario cerca y se metió a esta.
Un suspiro de alivio salió de sus rechonchos labios al sentir el agua caliente/tibia cubrirlo por completo.
Estaba a punto de mojarse el pelo, cuando una presencia en la puerta lo distrajo. Su esposo lo veía con una media sonrisa y ojos llenos de cariño.
— ¿Dónde estabas, hyung? — preguntó el omega, para luego mojarse el cabello.
El mayor se acercó, y tomó el shampoo antes que su pareja, para ayudarle a lavarse. Jimin sólo le sonrió entendiendo.
— Estaba despidiéndome de los Choi. — explicó.
— ¿Los Choi? — preguntó confundido el castaño, disfrutando del masaje en su cuero cabelludo y jugando con su patito de hule.
— Nuestros vecinos. — explicó el alfa.
— Ya sé que son nuestros vecinos, bobo. — dijo arrugando su nariz — Me refiero a porqué te estabas despidiendo.
— Ah. — claro — Es que se mudaron. Ya no serán más nuestros vecinos. — respondió.
Jimin abrió su boca en forma de "o".
— ¡Si se hubieran ido un poco antes, ahora Nayeon-ii y Hobi fueran nuestros vecinos! — suspiró exasperado, haciendo reír al mayor.
— Creí que estarías triste porque se fueron, no porque se fueron muy después. — dijo con notable diversión el alfa.
El omega bufó.
— A los Choi no les gustan ni los niños, ni los animalitos... ¡No puedes confiar en alguien que no ama a los animales! — se excusó.
Yoongi asintió en silencio, dándole la razón.
Ya había terminado de lavar el suave cabello, y estaba a punto de tomar el jabón, sin embargo, el omega fue más rápido.
— Yo me lavaré el cuerpo. — dijo firme.
— Pero-
— Uh-Uh. — negó — Te intentarás pasar de listo para... Para eso. Y estás en abstinencia. — explicó seguro.
El pelinegro bufó.
— ¡Pero no es justo! — se quejó.
— La vida no es justa. — se encogió de hombros el castaño.
— ¿Por cuánto tiempo?
Jimin lo pensó detenidamente, ya que apenas estaban en lunes, y tampoco quería ser muy malo.
— Tres días. — respondió.
— ¿Tres días contando desde hoy?
— Nop. Tres días contando desde mañana. — sonrió.
— ¿¡Qué!? — exclamó — ¡Jimin!
— ¡Yoongi! — se burló imitando su tono de voz, para luego reír — Holly quiere ir al baño, llevalo afuera ó se hará adentro. — ordenó.
— ¿Cómo sabes que-
El perrito marrón llegó donde ellos justo en ese momento, dando vueltas al rededor de las piernas del alfa, y chillando desesperado.
— Tsk... Esto es un complot. — murmuró el pálido, para luego llevarse a su mascota con él, para que pudiera hacer sus necesidades en el patio.
Tengo sueño, me wa dormir.
Más tarde hago el otro. 🤠
Vestido y pastel que Nayeon-ii preciosa amor de mi vida novia, escogió: