Yura estaba demasiado nervioso, recorría la habitación dando vueltas, nunca creyó que por fin llegaría ese día, usaba un traje blanco con toques dorados, un regalo de Víctor, diciéndole que era un traje acorde a la ocasión, se miro una vez más al espejo, después de ese día sería un príncipe reconocido, y pronto podría empezar una nueva vida como consorte real de Otabek, de solo pensarlo su pecho se llenaba de emoción y felicidad, miro en su pasado recordando, había vivido muchas cosas, tuvo un pasado triste, pero su presente no podía estar mas lleno de eventos felices, y pronto el futuro le auguraba más y más felicidad.
Sonrió acariciando su vientre, por fin su vida estaba tomando el rumbo que siempre había anhelado, exhalo varias veces al sentir un mareo, para después sentarse, debía controlar sus emociones tanta felicidad lo estaba afectando, debía parecer normal, todavía no estaba del todo seguro que no hubiera problemas, pero esperaba que al ser oficial que era un príncipe y el anuncio de su matrimonio, eso le haría ver a todos que no podrían hacerle daño tan fácilmente sin correr el riesgo a enfrentar graves consecuencias.
Una vez estando tranquilo miro hacia la ventana, los invitados estaban empezando a llegar, repaso una vez más el protocolo en su mente, se acordaba de todo, no era nada difícil de hacer, pero si el nerviosismo seguía presente podría cometer algún error, y quería recordar ese día como un buen día.
– amor – llamo Otabek entrando, que vestía un traje en un azulado oscuro – ¿estas listo? – le pregunto ofreciéndole su mano
– nunca estuve más listo en mi vida – respondió con una sonrisa, mientras tomaba la mano que le ofrecían
– entonces vamos – dijo para darle un beso suave, antes de salir de la habitación, para tomar los lugares que les correspondían
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Yuuri terminaba de arreglar a Ana cuando Víctor entro en la habitación, debían empezar pronto, casi se había completado la recepción de los invitados
– te traje las cosas extras que necesitas – le dijo Víctor
– ¿cosas extras? – pregunto Yuuri confundido, pero pronto entendió al ver una hermosa corona de oro con joyas incrustadas, en conjunto con una suave capa – no creo que eso se vea bien con el kimono, tal vez deba ir a cambiarme – dijo pensativo
– te ves bien –dijo Ana, mientras le pedía a Yuuri que le pusiera una tiara pequeña que la identificaba como una princesa
– si quieres solo usa la corona – respondió Víctor, haciéndole un ademan de que se sentara para acomodarla – te ves bien, y como dije vamos a juego – respondió con una tenue sonrisa
– gracias – dijo Yuuri mirándose en el espejo, se sentía extraño usar esa corona, sentía que era un peso demasiado grande usarla
– bueno es hora, vamos – dijo tomando la mano de Yuuri y con la otra sosteniendo la de Ana
Afuera de la habitación los esperaba Emil con otros dos guardias como acompañamiento, algo que le pareció raro a Yuuri, pero tal vez era parte del protocolo, pensó restándole importancia.
Caminaron hasta una gran puerta, que era una de las entradas principales que estaban escaleras arriba, entrarían por ahí una vez que fueran anunciados para saludar a todos los invitados, después de hacer eso, recibiría algunos presentes de los invitados, para después empezar los festejos.
Aunque no estaba tan seguro cuando empezarían la ceremonia principal de presentación de yura, pero suponía que seria inmediatamente después de eso, para que durante la fiesta la gente pudiera acercarse y mostrar sus respetos.
– ¡¡¡¡Su majestad el rey Víctor, príncipe Yuuri y la princesa Ana!!! – escucho como eran anunciados, para ver abrir la puerta, salieron y saludaron un momento desde el balcón, escuchando un ¡larga vida al rey! Seguido de una reverencia ligera por parte de todos los invitados
– con cuidado Yuuri – dijo Víctor susurrando mientras bajaban las escaleras para acomodarse en el trono
Yuuri se sentó todavía nervioso sintiendo las miradas de toda la gente, era la primera vez que aparecía ante las figuras mas representativas del reino, la mayoría de clase alta sentía que era juzgado, y se preguntó mentalmente si había sido correcto usar un kimono para tan importante evento.
– creo que debería cambiarme – susurro a Víctor, notando algunas personas cuchichear
– estas perfecto así – respondió Víctor mandando una mirada seria a las personas que susurraban haciéndolas callar
– majestad – dijo una elegante chica, sosteniendo la punta de su vestido mientras hacia una reverencia – felicidades en tan glorioso evento, este es un presente de la casa Ross, esperamos de todo corazón que le guste
– gracias – dijo mientras indicaba a los empleados que recogieran cada presente, haciéndolo en el acto, presentándoselo un momento para después retirarlo
La presentación de regalos tardo un poco, al parecer todas las familias invitadas se habían lucido en sus regalos, tal vez esperando obtener algún favor personal del rey.
– papi, ¿por qué no le trajeron nada a Yuuri? – pregunto Ana un poco confundida, pues aún ella había recibido algunos regalos
– no es por obligación que trajeran regalos – le respondió Yuuri, viendo que Víctor luchaba tratando de buscar alguna respuesta que satisficiera la curiosidad de su hija – además no necesitaba ninguno, yo pedí que no trajeran nada
– bueno – respondió la pequeña, pensando en que era raro que a alguien no le gustara recibir regalos – ya acabo la presentación ¿puedo ir a jugar? – pregunto viendo que varias de sus amiguitas con las que jugaba de vez en cuando la saludaban a la distancia
– ve – respondió Víctor, haciendo un ademan a un caballero para que estuviera atento a su cuidado
Ana se levanto del asiento, bajando con cuidado los peldaños para evitar tropezar, para después caminar rápido hacia sus amigas, sabía que la etiqueta pedía no correr.
– ¿cuándo presentaras a yura? – pregunto Yuuri, mirando a los alrededores sin verlo
– pronto – respondió mirándolo, sintiéndose apenado por que su esposo no hubiera recibido ningún regalo, seguramente sería el chisme del momento entre la sociedad – pronto traerán comida ¿quieres bailar un poco? – pregunto viendo que Yuuri negaba con la cabeza
– majestad – se presento de pronto una chica, era de largos cabellos azabaches, y tenia ojos verdes miel – soy una princesa enviada de corea, mi perfil le fue entregado
– creo que deben hablar a solas– dijo Yuuri levantándose, iré a saludar
Víctor vio al pelinegro alejarse, mirando el camino que tomaba, mientras sonreía haciendo reverencias de vez en cuando, hasta que lo perdió de vista.
– no recuerdo haberte invitado – respondió Víctor
– su madre me mando una invitación personalmente – respondió – aunque supongo que mi presencia no era requerida, pido disculpas por presentarme de esta forma, aclarare el malentendido
– está bien, yo me hare cargo, y sobre esto aun no se ha tomado ninguna decisión, pero se te informara pronto
– gracias majestad – dijo la chica para alejarse hacia un grupo de señoras que reconoció como parte de la elite de la sociedad, su madre estaba haciendo movimientos extraños, debía vigilar también a esa fracción.
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Yuuri se dirigió hacia la salida viendo que las mesas dispuestas afuera estaban ocupadas por varios niños y adolescentes, los miro sonriendo, era un gran contraste si lo comparaba a cómo eran los adultos.
– Yuuri – le llamo alguien haciéndolo voltear, mirándolo sorprendido
– Chris – dijo emocionado corriendo hacia el chico que lo recibió con un efusivo abrazo – no pensé verte otra vez, pero ¿qué haces aquí?
– soy un invitado, aunque también vine pensando en verte de nuevo
Yuuri le miro interrogante, sin saber porque pensaba en específico verlo de nuevo
– ¿paso algo? ¿y minami?
– aun no decide con quien emparejarse – dijo con una sonrisa – pero precisamente vine por que me lo pidió, dice que no han sabido nada de ti, y le preocupa, pero te ves bien
– solo... han pasado demasiadas cosas, pero no es un lugar adecuado para hablar, ¿caminamos?
– caminemos – respondió el beta con una sonrisa, mientras empezaban a caminar alejándose un poco
Christophe Giacometti era un beta proveniente de suiza que había sido emparejado con uno de los pocos amigos que tenía, Minami Kenjiro un omega de cabellos bicolor demasiado energético, cuando fueron casados solo fue por obtener beneficios comerciales, y al ser beta no le había importado que lo obligaran a ir a vivir a Japón, y aunque ambos se habían llevado bien, por que sus personalidades encajaban no habían podido comportarse como una pareja, para al final decidir seguir casados, pero cada quien buscaría la pareja que lo hiciera feliz, cosa que encontró Chris en otro beta llamado Masumi, solo faltaba Minami, que aún no encontraba a la persona que hiciera temblar de emoción su corazón, pero que se alegraba profundamente por el amor de Chris.
– ya veo – dijo en un suspiro Chris, sintiendo coraje al saber lo que había estado viviendo Yuuri–tus padres deberían de enterarse de esto, permíteme que les informe
– sabes que no es conveniente ahora, no con mi embarazo – dijo con una sonrisa un poco triste
– no puedo creer que quieras dar a luz a ese niño– dijo frustrado – en tu lugar....
– al principio me sentí miserable por llevar a este bebe – dijo sincero – pero ahora me gustaría tenerlo, solo...solo que no quiero quedarme aquí, quisiera vivir en algún lugar tranquilo con mi hijo, perdóname que te cuente esto, creo que me sirvió para descansar mi alma, últimamente estoy muy confundido
– lamento no poder hacer nada para ayudarte –dijo abrazándolo de nuevo, acariciando los cabellos el omega que también lo abrazo, agradeciendo que lo confortara
– creo que nos hemos desaparecido ya bastante rato, deberíamos volver – dijo Yuuri – además se me olvido preguntarte si venias con alguien
– vine solo esta vez, no te preocupes, ¿estas seguro que no quieres enviar ninguna carta a tus padres? La entregare personalmente
– de acuerdo, pero solo escribiré que me encuentro bien, por el momento no diré nada más, confió en la ayuda que me están brindando y como dije eso es el pasado, últimamente tenemos una mejor relación, aunque sigo con la guardia alta
– deberás presentarme a esas personas – dijo Chris guardando la carta– solo quiero que sepas Yuuri que ha pesar de todo no deberías obligarte a permanecer con alguien solo por un acuerdo, mira mi ejemplo a pesar de todo, nosotros decidimos encontrar la felicidad, y un acuerdo no nos detuvo
– me gustaría tanto que Víctor pensara así – dijo Yuri algo triste – ojalá pensara así
– regresemos entonces – dijo Chris tratando de romper el ambiente tenso – y quiero que me prometas que aceptaras la ayuda si las cosas vuelven a ser malas
– lo prometo – dijo con una sonrisa Yuuri, caminando de regreso a la fiesta mientras seguían platicando de cosas triviales, y Chris le contaba anécdotas graciosas haciéndolo reír de vez en cuando
Cuando llegaron mas cerca, Yuuri vio que Emil y otros guardias se acercaron rápidamente, se veían un poco preocupados
– majestad –llamo Emil viendo al beta que lo acompañaba– estábamos preocupados, no lo encontrábamos
– solo fui a caminar – respondió tranquilo
– al rey no le gustara saber que estaba en compañía de otro hombre, la gente hablara – dijo viendo la mueca molesta que puso Yuuri
– tranquilo – sonrió, aunque se veía molesto – o acaso solo él puede hablar y revolcarse con demás omegas solo por ser alfa
– no quería insinuar eso –dijo Emil bajando la mirada avergonzado, pensando en que ciertamente no era justo juzgarlo de esa forma – lamento mucho mi error, espero que pueda perdonarme – dijo haciendo una reverencia
– está bien – respondió serio – solo espero que no corran chismes, Chris es un gran amigo, y odiaría meterlo en problemas con su pareja
– le aseguro que cuidare que esto no se malinterprete – dijo sin dejar de hacer la reverencia –pronto comenzara la presentación debería ir al lado del rey
– de acuerdo – respondió, para voltear a ver a Chris –me alegro haberte visto de nuevo, espero que podamos hablar después
– también lo espero, nos vemos después – dijo Chris despidiéndose para ser guiado por los guardias hacia donde estaban los demás invitados que ya se encontraban reunidos en la sala principal.