El Arte De Amar

By maire_05

6K 854 321

Mikasa Ackerman es una chica introvertida y solitaria. Por problemas de su pasado, deberá irse a Tokyo a estu... More

Capítulo 1: Un Nuevo Lugar
Capítulo 2: Presentaciones
Capítulo 3: Karma
Capítulo 4: Primer Día
Capítulo 5: ¿Calor O Cálido?
Capítulo 7: Equipo
Capítulo 8: Sonrisa
Capítulo 9: Plan Fallido
Capítulo 10: Inesperada
Capítulo 11: Problemas
Capítulo 12: Amistad
Capítulo 13: Promesa
Capítulo 14: Angustia
Capítulo 15: Enfermedad
Capítulo 16: Maldito Todo
Capítulo 17: ¿Reconciliación?
Capítulo 18: Mala Información
Capítulo 19: Una Pareja Reunida
Capítulo 20: Sabor Dulce
Capítulo 21: Navidad
Capítulo 22: Viaje
Capítulo 23: Te... Odio (1ª Parte)
Capítulo 24: Te... Odio (2ª Parte)

Capítulo 6: Tarde Con Hanji

234 34 4
By maire_05

Desperté con los cálidos rayos solares entrando por la ventana. Una pequeña brisa se colaba hacia mi habitación, una fresca brisa que seguramente estaba dando por finalizado el tiempo de verano.

Dí la vuelta para el otro lado de la cama y sin darme cuenta, apoyé mi brazo al otro lado de la almohada. Las sábanas estaban perfectamente bien, acción que me confundió un poco, ya que Levi durmió conmigo

- Durmió conmigo - volví a pensar.

Hacia mucho tiempo que no dormía con nadie. Creo que la última vez fue... con mi madre... Madre mía, pues sí que había pasado tiempo.

Eran las 7:30 a.m., me levanté corriendo de la cama y me vestí lo más rápido que pude. Colocándome bien la falda, un pensamiento se cruzó por mi mente: Disculparme con Nanaba.

- Venga, Mikasa. Deja tu orgullo atrás - me decía a mí misma. Ese era el gran obstáculo, el maldito orgullo.

.
.
.
.
.
.
.
.

Me encontraba frente a la puerta que llevaría al centro de la casa, donde todos estaban, excepto el enano, seguramente.

La abrí sin miedo y me adentré a la sala. Un olor a tostadas entraba por mis fosas nasales, haciéndome la boca agua, andé hasta el salón. Efectivamente no me equivoqué en mis suposiciones. Tendría que disculparme con Nanaba con todos delante. Lo bueno es que el enano no se estaría riendo, porque no estaba. Eso era un buen punto. Me miraban con miedo y preocupación. Menos una, esa era la que daba miedo, que digo, terror y se trataba ni más ni menos que Nanaba, la mujer que te regalaba una cálida sonrisa cuando te veía, ahora me estaba matando con la mirada.

- Buenos días - dije sin nervios. Sinceramente, no estaba nerviosa, ni aterrada, la única mirada que alguna vez me dió miedo fue de mi... padre. Su mirada de sádico daba terror absoluto cuando iba a su habitación a coger su caro cinturón y... bueno, dejémoslo ahí.

- Buenas - respondió Erwin desde la cocina - ¿Has dormido bien, Mikasa? - esta era la única persona que no mostraba nerviosismo ante la intensa mirada de Nanaba y quieras o no, era algo gracioso.

- Bien, no he tenido problemas - mentira, si no hubiera venido cierto azabache a traerme comida por la madrugada, no sé en qué circunstancias me encontraría ahora mismo.

- Me alegro... - dijo Erwin, enviándome una mirada llena de complicidad. Espera, creo que se dió cuenta de la mentira. Al sentirme pillada, rodeé mis ojos divertida, causando una leve risa por parte de él. Hanji que estaba más cerca de Erwin, se extrañó por su raro comportamiento, frunció su ceño e infló sus mejillas. Que infantil.

- Nanaba - la llamé, quedando frente a ella. Nuestras miradas chocaban, parecía un juego entre vida o muerte. Pero ahora que había empezado, lo acabaría - Me disculpo por mi comportamiento de ayer. Te grité y sinceramente no debí haberlo hecho. Desde que llegué me has ayudado mucho y me siento mal por haberte tratado de esa forma. Espero que me perdones - dije en un tono firme pero sincero. No aparté mi mirada de la suya, pero poco a poco, pude ir observando como los ojos de Nanaba se cristalizaban y sus labios intentaban no hacer pucheros. En un rápido movimiento, se levantó de la silla y corrió hacia mí. Alzó sus brazos y me envolvió en ellos. Me quedé de piedra. Mi cuerpo no respondía, era un abrazo,¿no? - ¡Na-Nanaba! - la llamaba, pero solo lloraba, parecía una niña pequeña.

- ¡Ohh!¡Has hecho llorar a Nanaba! - gritaba Hanji, señalandome - ¡Cállala, Mikasa, cállala!

- ¡Eh!?¡Nanaba tranquila, no llores! - es verdad que no era muy buena para estas cosas. Pero ver a tu supervisora llorando desconsoladamente en tu hombro, estrujándote en un abrazo y todos los allí presentes alarmados y nerviosos.¡No sabía que hacer, joder!

- ¡Yo....! - decía Nanaba balbuceando - Yo también lo siento, Mikasa - se disculpó - No debí hablarte así, perdón, perdóname - bruscamente me separó de ella. Yo la miraba atónita, con la boca abierta.

- V-vale esta bien. Pero tranquilízate, por favor - dije un poco nerviosa.

- Está bien... - dijo tocando sus ojos con ambas manos - Ya pasó... Ya pasó - susurró. Giré mi vista por cada uno de los presentes, que la miraban a ella con la misma expresión que yo.

- Mikasa... - me llamó Hanji - Tengo miedo - dijo. Rodé los ojos.

- Que exagerada eres, Hanji. Lo que pasa es que Nanaba es una persona.... - hice una pausa, para encontrar la palabra correcta, que por una extraña razón, no encontraba.

-¿Sensible? - acabó mi frase Eren.

- Exacto - dije. Era una palabra muy conocida, pero en mi vocabulario, apenas existía.

- T-toma, Nanaba - le entregó Sasha un vaso de agua, mirándola con mucha atención. Por Dios, que exagerados eran. A mí me tomó de imprevisto, pero tampoco es raro ver a una persona llorando... ¿O sí?

- Gracias chicos - habló Nanaba ya tranquila. Cogió el vaso que Sasha le ofrecía y de un sorbo se lo bebió, soltando un suspiro cuando acabó - Mikasa, lo siento, no debí prohibirte de tu cena. Seguramente venías hambrienta. Estuve esperándote por si aparecías pero no fue el caso... ¿Comiste algo?

- Eh... No. Pero tranquila, me dormí rápido - volví a mentir. Si le dijera que Levi apareció en la noche y me "ayudó" en cierto modo, seguramente ya empezaría a hacer preguntas y no sólo ella... Sino todos. Pero siempre hay una persona que te pilla.

-...Si claro... - susurró Erwin, pasando por mi lado, con una bandeja llena de tostadas en sus manos y sin quitar aquella sonrisa de medio lado diciéndote perfectamente: "Te pillé". La verdad, es que molestaba un poco - Vamos a desayunar, ya mismo es la hora - después de aquello, todos... Bueno sin el... Bah, que más da, ya sabéis de quién hablo. Nos sentamos a desayunar.

Un tiempo más tarde, partimos de la residencia, caminando hacia el aburrimiento máximo. Yo me situaba detrás de Erwin y Armin, que charlaban sobre algún tema. Y delante Eren, Jean, Sasha y Connie, discutiendo y riéndose a la vez. Caminaba tranquilamente, de repente sentí una mano firme en mi hombro, haciendo que parara en seco y alejandome un poco del grupo. Inmediatamente, me giré. Viendo a Hanji con una sonrisa pícara, o a lo mejor es que así era su cara. Bueno, el caso, la típica cara de que planea algo.

- Mikasa - habló en mi oído, pasando uno de sus brazos por mis hombros - Vámonos hoy de compras - propuso - No puedes negarte, yo sé que necesitas braguitas...

-¿Cómo sabes eso? - empiezo a temer por mi espacio personal.

- Deberías poner cerradura en la puerta de tu habitación - mencionó - Ya sabes... Algún curioso puede entrar sin tu permiso - se separó de mí, comenzando a andar. La seguí hasta ponerme al lado suya. Tenía una cara de indiferencia. Como si no hubiera dicho nada.

- O curiosa - dije fastidiada. Mirándola de reojo. Una perturbante risa salió de sus labios.

- O curiosa - repitió - Pero, piénsalo. Yo también necesito ropa y esas cosas. Además podríamos pararnos a tomar algo....

- Que sí, que voy a ir - no tenía otra elección, tarde o temprano tendría que ir.

-¡Perfecto! Entonces después de comer nos vamos - sonrió.

-¿Tan temprano?¿No quieres descansar un poco antes? - me quejé.

- Pero que pejiguera eres. Además hoy no tienes al enano contigo - me lanzó unas extrañas miradas, levantando y bajando sus cejas - Hoy hablaremos de muchas cosas, Mikasa - yo la miraba confundida, achinando mis ojos y uniendo mis cejas. Mientras movía la cabeza de un lado a otro. Suspiré cansada y nos volvimos a unir al grupo.

.
.
.
.
.
.
.
.

El día pasó rápido, me encontraba sentada en mi cama, colocándome los pantalones cortos negros. Llevaba puesto una camiseta de manga corta negra y una fina chaqueta del mismo color. De repente, llamaron a la puerta y sin mi permiso, entró.

- Buenas, guapa - dijo Hanji, sentándose en la silla de mi escritorio - Puff, es verdad que necesitas ropa - dijo mirándome de arriba a abajo. Miré cada prenda que traía puesta.

-¿Qué problema hay? - dije sin importancia.

- Nada... - suspiró.

- Además, tu look tampoco mola - dije repitiendo su anterior acción con una mirada asqueada. Traía puesto unos pantalones vaqueros cortos y una camiseta blanca simple, con unas zapatillas del color de la camisa.

-¿Yo? Pero si voy de lo mejorcito - puso su mano en su cabeza y la otra en su cadera, posando. Rodé los ojos divertida, causando una risa por parte de Hanji - Venga, vámonos ya. Que Nanaba nos ha dado un máximo de hora - la miré sorprendida - Hasta las diez. Créeme, no ha sido fácil, así que...¡En marcha pequeña gatita! - exclamó entusiasmada dirigiéndose a la puerta.

- ¿Gatita? - pensé.

- Si... Vámonos - dije, pero sin entusiasmo. Creo que unas de las cosas que menos me gustan es ir de compras, es demasiado...desesperante y si voy con Hanji, seguro que aún más.

- Joo Mikasa, ha sonado muy poco realista. Pero ya lo practicaremos luego.

Y así salimos de la residencia dirección a la parada de autobús.
.
.
.
.
.
.
.

Estábamos en los asientos del autobús. Hanji canturreaba una canción y yo... me distraía mirando por la ventana. Hasta que un manotazo vino directo a mi muslo. Quejándome levemente y mirando a la causante de esto.

- ¿Qué haces? - dije molesta.

- Mikasa, mira disimuladamente hacia el frente - decía sorprendida. Yo giré mi cabeza lentamente, pero no ví nada. Solo personas sentadas o de pie.

- Hanji... No hay nada - la volví a mirar.

- Te lo diré otra vez, gira tu cabeza a las doce en punto y te encontrarás a una preciosa figura que iluminará tu vista.

- De verdad que eres cansina - dije en un suspiro.

-¡Házlo! - susurró, mientras quitaba su mano de mí. Le hice caso, pero seguía sin ver nada, producto que llevaría a mi falta de paciencia.

- No veo nada brillante, tonta.

- Madre mía, Mikasa. Deberías ponerte gafas - dijo en un tono molesto - Mira al bombón que tenemos delante, por favor - Volví a girar mi cabeza, visualizando a un hombre alto con un esmoquín gris que se agarraba a la barra, con una maletín en una de sus manos y en su otra mano, su móvil. Hanji... Tenía la boca abierta y podías ver un hilillo de baba en su labio inferior.

-¿Ese es el bombón? - pregunté.

- Correcto - respondió sin apartar la vista de aquel hombre - No me digas que no llama tu atención.

- Tampoco es para tanto, Hanji. Es un hombre normal, vestido con esmoquín.

- Pues mejor para mí. Porque sinceramente yo le daba de todo menos la hora - dijo sonrojándose.

- No digas eso - dije riéndome. Será pervertida - Que vergüenza, Hanji.

- ¿Que pasa Mikasa? - giró al fin su cabeza, mirándome seria - Ups... Pensé en voz alta. Disculpa - dijo sonriendo - Pero no es mi culpa, chica. Es de aquel hombre - hizo una pausa - Además...yo sé que a ti también te gustan los hombres con esmoquín - sonrió pícara.

- Lo que tú digas... - dije finalizando la conversación y levantándome del asiento para salir, ya que llegamos a nuestro destino.
.
.
.
.
.
.
.
.

-¡Mikasa, mira esta falda! - una loca corría hacia mí, con una pequeña prenda roja en sus manos y algunas (muchas) camisetas en sus brazos. Llevábamos 2 horas dando vueltas por las tiendas. Yo ya había comprado lo necesario pero Hanji... esa mujer era un caso a parte. En todas las tiendas que entrábamos, hacía el mismo patrón: se perdía por la tienda, yo me distraía mirando algunas cosas. Después la encontraba con miles de prendas colgando por su cuerpo, pedía mi opinión, tardaba media hora en probarse todas las prendas que elegíamos entre las dos y finalmente las soltaba todas donde antes se situaban, era desesperante.

- Sí, muy bonita. Pruebatela ya y vámonos de una vez.

- Sí, me pruebo esto y vamos a tomar algo.

- Siempre dices lo mismo - susurré a regañadientes.

- ¿Has dicho algo? - dijo mirando más ropa de estanterías.

- Que acabes - levanté un poco la voz, haciendo un poco de eco y escuchandose como si fuera un grito.

- Uy si... Ya voy, ya voy, enano 2.0 - susurró.

- Te he escuchado perfectamente...

- Lo sé - escuché su risa. Después de 1 hora salimos de la tienda. Hanji estaba feliz y yo también. Por fin compró - Oye,¿te apetece descansar un poco? - preguntó.

- Claro, lo necesito.

- Vale, pues... Vayámos allí. Hacen un café delicioso y los dulces están riquísimos - nos dirigimos a la cafetería. Nos sentamos en una mesa de dos y esperamos a que nos atendieran. Me pedí un pequeño pastel de chocolate (recomendación de Hanji) y un batido de fresa. Hanji pidió un dulce con nata y un café. Cuando llegaron nuestros pedidos, hablamos de diferentes temas. Hanji pertenecía al Club de Fotografía con Erwin y Jean.

-¿Cuánto tiempo llevas en la R.R.? - pregunté. Ella cursaba su último año en el instituto, así que veterana era.

- Llevo 3 años, creo. Fui la primera en entrar de todos los que hay - Wou, la primera.

- A saber lo que hiciste para llevar tanto tiempo allí - mencioné divertida.

- Fotos. Pillé infraganti a un alumno y a una profesora besándose. Hice unas cuantas fotos, pero me pillaron. Y en vez de expulsar al alumno y echar a la calle a la profesora, me echaron a mí. Pero prefiero nuestra residencia que la otra. Esa está lleno de gente hipócrita y estúpida - dijo en un tono de voz cabreada - Solo estábamos Nanaba y yo. Me sentía sola, pero eso acabó cuando Erwin entró. En realidad, él es el mejor.

- Te llevas bien con él,¿no?

- Obviamente. Me conoce mejor que yo, incluso. A veces me cuestiono si en realidad él es mi madre o no. Y es muy buena gente. Después de él, está el enano - dejó de comer el pastelito y apoyó sus codos en la mesa y su barbilla entre sus manos - El enano.... - dijo sonriente. Por su extraña acción dejé de comer.

-¿Pasa algo? - pregunté con curiosidad. ¿Por qué le daba tanto misterio al enano?

- Aggg de verdad Mikasa. No pillas ni una - enarqué una de mis cejas - ¿Qué piensas del enano?

-¿Qué pienso? - nunca me pasó por la mente eso, no pensaba nada, creo - Pues, no sé.

-¿Nunca te lo has planteado?

- No, sinceramente.

- Se enfadó contigo antes de conocerte - me informó - Todos los sábados hay día de limpieza. Es demasiado pulcro. Pero ese sábado no se limpió, porque venías... y fue muy gracioso. Porque te maldijo y te echó todos los males posibles, sin conocerte. Es tan complicado - sonreía, dándole cariño a sus palabras - Ah, y desde entonces tampoco cena con nosotros - mencionó fastidiada.

- Vaya...¿De verdad come? - pregunté, llevando la cuchara a mi boca.

- Yo creo que sí - se rió ligeramente - Por cierto... - la miré -...¿Quién te trajo la cena anoche? - casi me atraganto con el pastel.¿Se lo digo?¿Cómo lo digo sin que lo malinterprete?

- Bajé yo misma a por algo, cerca de las tres de la mañana - tocaba mentir. No le contaría la verdad.

- Entonces...¿Por qué te estabas haciendo ojitos con Erwin?! - preguntó algo enfadada - Lo peor,¡es que no me ha dicho nada! No me mientas, Mikasa....¿Fue Erwin quién te trajo la cena? - decía angustiada. Sus ojos expresaban desesperación y esperaban por mi respuesta. Tenía sus manos en mis hombros, que tenso.

- No, Hanji... No fue Erwin - respondí como pude. Lentamente, se volvió a sentar. Miró hacia otro lado, puso un mechón de pelo detrás de su oreja, visualizando un notante sonrojo en sus mejillas. No pasaría nada si la picaba un poco,¿no? - Oye...¿Qué es lo que hubiera pasado si fuera Erwin? - sonreí pícara. Colocando mi mejilla en mi mano. Un leve silencio se formó, creo que sospecho de algo...

- Serías mujer muerta - una dura respuesta. Si las miradas matasen, yo lo estaría ahora mismo. Supongo que es una mirada de una mujer celosa. Por mi parte, una carcajada salió. Me encantaba su cara de "muérete" que Hanji tenía. No quería enfadarla, pero era muy gracioso. No sé en qué momento pidió la cuenta, que ya se encontraba de pie, cogiendo todas las bolsas. Rápidamente me levanté y empecé a hacer lo mismo que ella - Mikasa... - me llamó.

- ¿Si?

- No cuentes nada, por favor - dijo con un pequeño sonrojo.

- No te preocupes. Soy una tumba - dije saliendo de la cafetería, detrás de ella.

- Creí que estabas menos espabilada - dijo haciendo su infantil puchero.

- Tú misma te has delatado - le sonreí - Pero esto queda entre nosotras...por el momento - rápidamente ella giró si cabeza mirándome con los ojos abiertos. Pero relajó su expresión, algo que me asustaba un poco.

- También sé jugar a esto, Mikasa. Recuérdalo, soy fotógrafa, soy capaz de jugar con tus sentimientos en los momentos más vulnerables. Vigila tu sombra.... - se reflejaba claramente algo oscuro en su interior. Creo que empezaré a temer por eso.

- Entonces, juguemos - extendí como pude mi mano, a lo que ella apretó.

- Que gane la mejor... - habló altanera.

- Que gane la mejor - repetí.

De momento iba ganando yo, ya que Hanji tenía desventaja... Pero poco a poco, las dos estaríamos empatadas. Me confié demasiado...































______________________________________

Holaa a tod@s. Perdonad por tardar un poco en subir el cap, pero aquí os lo traigo.

No me matéis, sé que el cap no trae RivaMika, pero forma parte de la historia😑.

Espero que os haya gustado, voten si es así y comentad también. Aunque sólo sea una tontería, comentad. Suelo alegrarme cuando lo hacéis y os lo agradezco enormemente ❤️. Con todo dicho, me despido...

¡Hasta la próxima! ⭐⭐⭐

Continue Reading

You'll Also Like

116K 6.4K 13
El maldito NTR pocas veces hace justifica por los protagonistas que tienen ver a sus seres queridos siendo poseidos por otras personas, pero ¿Qué suc...
234K 30.3K 42
"Dónde Jimin queda embarazado del "alfa" de su mejor amiga." - Omegaverse - M-preg -+18 No sé aceptan copias ni adaptaciones sin mi consentimiento.
580K 47.5K 167
~SINOPSIS DE LA 1ª PARTE~ Anya Forger, la adorable y telepática niña, se ve envuelta en un enredo de rumores junto con Damian Desmond, el hijo del pr...
115K 17.1K 59
nacido en una familia llena de talentos aparece un miembro sin mucho que destacar siendo olvidado sin saber que ese niño puede elegir entre salvar o...