Un camión grande aparco delante de casa y de el se bajaron tres hombres.
"Los de la mudanza" me dijo Kilian
"Lo se" le conteste
Aquellos hombres se llevaron todas las cajas que habían llenado nuestro salón hasta entonces, metiendo las todas en aquel enorme camión. Los ayude colocando algunas cajas, ya que eran demasiadas. Alrededor de 30 minutos, todas las cajas ya estaban metidas en el camión. De aquí nos habían explicado que enviarían todo en un vuelo, que para cuando nosotros llegáramos todas las cajas estarían en la nueva casa.
"Espero que llegue todo bien" dijo mi madre mientras veía como el camión prendía camino hacia el aeropuerto.
"Veras como te rompen algo" le conteste riendo.
"Por dios _____ " dijo con un tono que me dio mucha gracias "no te rías de tu madre" no pudo evitar reírse ella también.
"Está bien señora María" la llame por su nombre mientras caminaba hacia mi cuarto para guarda las ultimas cosas en la mochila que llevaría como equipaje de mano.
Metí mis gafas; en estos momentos llevaba lentilla marrones; el coso de las lentillas, para quitármelas si me llegaban a molestar; un gorro, por si acaso; el Ipad, para no aburrirme; los cascos y el iphone con un cable para cargarlo si se me acababa la batería.
Cuando termine busque la ropa que me iba a poner. Eran las 3:30 pm todavía quedaban tres hora para irnos.
Me senté en el suelo, el cuarto se había quedado como antes, vacio. "Vacio" pensé, como yo, estos años no han sido nada fácil, de casa en casa, no sé como lo hacían los nómadas, reí al recordar la pregunta de Monica, yo ya estoy harta de mudanzas. Suena bien "mudarte" ja si supieran lo que es dejar atrás tu vida y empezar de cero, siendo nadie, una chica que no es como las demás, que no se pasa el día en tiendas, maquillándose o saliendo de fiestas. Una chica a la que solo le interesa cuidar de su hermano pequeño, que no tiene tiempo para ella, una chica que quiere recuperar su vida pero sobretodo recuperar a su hermano.
No saben lo que es recibir insultos día tras día, sentir que no te queda nadie. "La hermana del paralitico" "ojala te mueras como lo hizo tu hermano" "púdrete" "muérete". Estoy harta de todo eso, nunca más volveré a confiar en nadie. Las cosas pasan por algo, pues yo no tengo respuesta a ¿Por qué me paso esto a mí?
Los ojos se me fueron nublando poco a poco hasta quedarme dormida.
"Te prometo que todo saldrá bien" me sonrió.
"¿Cómo estas tan seguro?" pregunte confundida.
"Porque lo se y punto".
"¿Eres adivino o algo así?" sonreí.
"Digamos que si" solté una leve carcajada "amo tu sonrisa" me dio un pequeño beso.
"Yo te amo a ti" conteste sonriendo.
Mis ojos se abrieron dejando ver que estaba tirada en el suelo. Eran las 5:00 pm cuando me desperté, había dormido una hora y media, en el suelo. Me quede extendida ya que si me levanto lo más probable es que me duela la espalda.
Puse las manos para poder levantarme, pero se me resbalo una de ellas haciendo que callera otra vez al piso.
"Mierda" dije sobándome la cabeza.
Cuando me por fin me levante, cogí lo que había dejado fuera de las maletas y entre al baño. Tome una ducha rápida, me hice una trenza mal hecha de un lado, me puse la ropa, me eche colonia y salí. ( http://www.polyvore.com/travel/set?id=132303178 )
"Tenéis todo listo" nosotros asentimos por tercera vez a la pregunta de mi madre. "Bueno entonces vámonos" dijo saliendo de la casa.
"Pertur" me dijo mi hermano yo solo reí.
Metimos las cosas en el maletero y salimos directos hacia el aeropuerto. Fueron treinta minutos de agobio, mi madre no dejaba de decir si llevábamos todo cada cinco minutos, mi padre agobiado por el tráfico y Kilian durmiendo. Yo solo los miraba deseado que todo cambiara, de aquí al aeropuerto. Cinco minutos después habíamos llegado, mi padre se dirigió a facturar las maletas, a pagar las maletas de mas y a hablar sobre lo de mi hermano. Nosotros nos dirigimos hacia la puerta de embarque, ha esperar que anuncien nuestro vuelo, nosotras nos sentamos en unos bancos que habían libre mientras que mi hermano se situaba entre nosotras.
"Mamá tranquilízate" le dijo mi hermano.
"Y si se estrella o se cae al mar" contesto alarmada.
"Como no se estrelle con un globo aerostático o algo asi, además siendo asi podemos bajar y empujar" me reí.
"¿Y si se cae al mar?" pregunte
"Pues..." pensó un momento "moriremos devorados por unos tiburones" dijo asustando a mi madre.
"Por dios, esto niños" dijo poniendo los ojos en blanco, nosotros seguíamos riendo.
"Parece un zombi" dije entre risas, mi madre me fulmino con la mirada.
Escuche unas risas, gire la cabeza y divise en un banco a cuatro chicos, seguro habían escuchado las ocurrencias de mi hermano. No le di mucha importancia, al contrario yo también me hubiera reído al escuchar eso.
"Ya está todo listo" dijo llegando mi padre "¿Qué me he perdido?" pregunto mirándonos.
"Tus hijos, eso es lo que pasa" contesto mi madre, no pude evitar reírme y contagiar a mi padre.
"Bueno veo que se lo están pasando bien" contesto mi padre, sentándose al lado de mi madre.
El tiempo paso rápido, al menos para mí. Mi madre no paraba de quejarse, mi hermano estaba leyendo una revista que habían repartido, mi padre miraba todo el rato su móvil y yo simplemente me la pase escuchando música. Estuvimos hay durante una hora aproximadamente. La noche había caído. Varias personas caminaban de un lado a otro, algunas esperaban a familiares que llegaban para hacer una pequeña visitas, otros simplemente se iban solos u o acompañados. Pero hubo algo que me llamo mucho la atención, una chica morena de ojos verdes llegaba corriendo, paro compro un billete y volvió, ahora más calmada, buscaba algo con la mirada hasta que un chico de ojos azules levanto la mano llamando su atención, ella logro verlo. Se dirigió hasta el, cuando lo tuvo enfrente deposito en sus labios un beso mientras que sus amigos ponían caras molestándolos. Eran los mismos que se habían reído antes de lo que mi hermano había dicho. Una voz me saco de mis pensamientos.
"Por favor pasajeros del vuelo 354 con destino California embarquen por la puerta número 4"
Juro que algún día sabré quien es esa mujer.
Mi padre cogió a mi hermano en peso para poder pasar. Había una azafata pidiendo los pasaportes y el dni a los pasajeros, mi madre llevaba el dni de cada uno de nosotros. Mis padres se sentaría con mi hermano durante el vuelo, yo me sentaría detrás de ellos. Buscamos nuestros asientos, hasta que dimos con ellos. En mi asiento estaba sentada aquella chica y a su lado un chico de ojos rasgados.
"Disculpa" le dije al chico.
"O... mmm... si... disculpa" me contesto dejándome pasar.
"Gracias" dije fingiendo una sonrisa.
El me contesto con una sonrisa. Una azafata paso por nuestro lado diciendo que nos abrochásemos los cinturones. El avión despego y pude notar como mi madre se tensaba, odiaba volar, pero era esto o ir nadando hasta California. El avión cogía altura y yo miraba a través de la ventana como poco a poco la ciudad de México desaparecía.
Carter:
México. Amo este país, sus personas, sus costumbres, todo, simplemente me he enamorado. Llegamos hace 1 mes de vacaciones y nos llamo mucho la atención venir a México. Habíamos venido los cinco juntos, llevamos tiempo planeando estas vacaciones, nos las merecíamos. No sabíamos a donde ir hasta el último día, Jennifer tuvo la idea. Nos había contado que sus padres la llevaron una vez y se había quedado enamorada, que si algún día pretende irse a vivir sola, no descartaría la idea de irse a vivir al Distrito Federal, algo que ha Nash no le hace gracia.
Hoy volvíamos a California. Estábamos los cuatro habíamos comprado los billetes de vuelta hace unos días. Nos habíamos sentado en un banco. En el banco de al lado se había sentado una familia, una chica de ojos marrones al igual que su madre y su hermano de ojos azules, pero note como su hermano dejaba colgar las piernas sin poder controlar el movimiento de estas.
"Nash" hablo Hayes "¿Dónde está Jenni?" pregunto bufando.
"No la he visto desde hoy en la mañana, salió temprano arreglar lo de su boleto y no la he vuelto a ver" contesto mirando su móvil.
"Esta chica por dios" se puso las manos en la cara, haciendo que riésemos.
"Te cae bien admítelo" le dije.
"Si, se le coge cariño, me gusta" contesto sonriendo.
"Cuidado con lo que dices que esa chica es mía" contesto Nash apuntándole con el dedo.
"Vale, vale" hablo en español.
Hayes era uno de los que si había aprendido hablar perfectamente Español, Jenni le dabas mas clases a el que a nosotros. No fue justa, pero nos dijo que Hayes ponía más empeño en las clases que nosotros. Hayes si le hacía caso, en cambio con nosotros se desesperaba, Cam y yo no parábamos de reír cuando alguno pronunciaba algo mal y Nash, bueno Nash no dejaba de mirarla y robarle besos de vez en cuando, al final siempre se enfadaba con nosotros.
De un momento a otro Hayes empezó a reírse, mirando hacia el lado, giramos la cabeza y aquella chica junto con su hermano también reían.
"¿Qué han dicho?" le pregunte a Hayes
"Se ve que la madre tiene miedo a volar y está asustada de que el avión se estrelle o se caiga al mar" dijo riendo "Su hijo le ha respondido que lo más seguro es que se estrelle con un avión aerostático y que si se estrella bajemos a empujar" reí ante eso "y la hermana le ha preguntado que si se cae al mar que hacemos y el ha dicho que lo mas probable es que no lo contemos, ya que nos devoraran uno tiburones" reímos todos.
Llevamos varios minutos sentados ahí y Jenni no aparecía. Nash se estaba poniendo nervioso, faltaba poco para que salga el vuelo. Se había puesto de pie intentado buscarla con la mirada, cuando levanto la mano. Jenni apareció con la respiración agitada, había corrido seguro. No saludo a todos y le dio un beso a Nash.
"Puag" comento Cameron.
Reímos haciendo muecas de asco. Cuando se separaron nos fulmino con la mirada.
"¿Qué paso contigo? No te vimos en todo el día" Le pregunto Cam.
"Pues veras, primero le pregunte al tarado de los billete si podía cambiar mi boleto, me dijo que no, el muy..." reímos "Así que fui a preguntar a otro lado y me lo cambiaron, pero para mañana, tarados, bueno al final tuve que devolver el boleto y con ese dinero comprarme otro ahora mismo" dijo mostrando el boleto que acababa de comprar.
"Pobre" comento Cam haciendo un puchero.
"Tarado" le hablo en español.
"Que sepas que te he entendido" se defendió este.
"Por favor pasajeros del vuelo 354 con destino California embarquen por la puerta número 4" sonó por todo el aeropuerto.
Cogimos nuestras cosas y nos dirigimos hacia la puerta de embarque. Volví a ver aquella chica y fue cuando me di cuenta de que su padre, un hombre alto de ojos azules al igual que su hijo, llevaba a este en hombros, el niño era paralitico. Nosotros entramos primero, Cameron, Nash y Hayes iban a nuestro lado, mientras que Jenni y yo nos sentaríamos juntos puesto que Jenni acababa de comprar su boleto.
"Cuidado con lo que haces Reynolds" me apunto Nash lanzándome una mirada.
"Por dios Nash" hablo Jenni, el solo le lanzo un beso y yo reí "Pegajoso" dijo riendo.
"Igual me amas" hablo este.
Había un asiento libre, el de la ventana. Poco después vi como los padre del chico se sentaban con el.
"Disculpa" me dijo, casi en un susurro.
""O... mmm... si... disculpa" le contestes haciéndome a un lado para que pudiera pasar.
"Gracias" me contesto sonriendo.
Le sonreí. La chica se acomodo en su asiento, no dejaba de mirarla, me gusta su mochila. Sentí que alguien me pellizcaba el brazo, mire a Jenni que subía y bajaba las cejas mirando a la chica, yo reí.
"Te gusta" me susurro sonriendo.
"Su mochila" le conteste, ella dejo de sonreír. "¿Qué?" pregunte.
"Que poco romántico eres Reynolds" me contesto cruzándose de brazos.