El ritmo cardíaco de Bai Feng se aceleró cuando escuchó las pesadas palabras de Yun Xiao, el sentimiento desconocido que sintió cuando se había enfrentado a Bai Lu Jin volvió a manifestarse, ella aún no lograba descifrar el origen de este sentimiento, pero la anticipación se hacia cada vez más desenfrenada.
Los fríos ojos azules de Bai Feng se fijaron en la estoica cara de Yun Xiao, esperando a que este continuara.
Yun Xiao notó las emociones de su maestra, la sensación de apresión dentro de él se intensificó aún más, aunque quería que su maestra conociera la verdad detrás de las misteriosas páginas del libro de las almas, aún no estaba seguro sobre la reacción que su maestra tendría al descubrir algo que nunca debería haber descubierto, por temor a lastimarla.
Pero el deber de una bestia divina y todas las bestias contractuales del mundo era obedecer y proteger a sus amos, sin importar el riesgo que esto significara, el mundo entero podría irse al infierno, pero mientras su maestro estuviera bien, ¿A qué bestia contractual le importaría el mundo?
Yun Xiao era uno de los más devotos a servir y proteger a su amo, así que esta vez decidió ignorar sus pensamientos. Abrió el enorme libro que Wang Hua le había traído, paso hábilmente las páginas una tras otra, hasta que se detuvo en una página en especial.
"Maestra, le explicaré cómo funciona este libro. Aunque suene extraño, uno no puede leer sus páginas, sino ver el contenido dentro de él"
Las esbeltas cejas de Bai Feng se fruncieron un poco, "¿No se puede leer, sino ver?"
Yun Xiao entendió los pensamiento de su maestra, así que rápidamente término de explicar, "A lo que me refiero es que en este libro no existen palabras, sólo recuerdos, recuerdos que el autor de este libro introdujo en sus páginas"
Escuchando eso, Bai Feng fue tomada por sorpresa, pero antes de que lograra preguntar algo, de repente vió como Yun Xiao le entregaba el libro de las almas en las manos.
"No necesita preocuparse maestra, sólo tiene que sostener el libro y luego las cosas se moverán por su propia cuenta"
Bai Feng guardó silencio. Extendió la mano y sus delicados dedos tocaron las blancas páginas del libro.
Fue en ese momento, cuando una repentina carga eléctrica recorrió el cuerpo de Bai Feng, desde el lugar en el que su mano estaba depositada. Una segadora luz plateada salió directamente desde las páginas del libro, haciendo que todo el entorno alrededor de Bai Feng se volviera brillante, hasta el punto de casi no poder ver nada.
Bai Feng se sumergió en aquella deslumbrante luz, fue ahí cuando se dió cuenta de algo muy extraño.
Su entorno había cambiado por completo.
Ella ya no se encontraba en el pabellón del cultivador inmortal, ahora estaba parada frente a una enorme estatua de Buda, las grandes paredes de piedra se juntaban creando así una inmensa habitación ceremonial, los palillos de incienso prendidos a lo largo de los corredores, soltaban un fragante humo que se expandía por todos lados. A los pies de la estatua se encontraban diversas ofrendas, flores, telas, joyas, todas exquisitas y hermosas a la vista. La única fuente de luz en ese lugar, eran las lámparas de fuego posicionadas en cada pared de la habitación, dándole un aire piadoso al lugar.
Los pensamientos de Bai Feng se perdieron durante un buen tiempo, pero luego recordó las palabras de Yun Xiao. Él dijo que el libro no podía leerse, ya que en lugar de palabras, contenía los recuerdos de alguien. Fue de así, que Bai Feng llegó a la conclusión de que ahora su mente estaba conectada con el libro de las almas, y lo que tenía en frente no era más que uno de los recuerdos del autor.
Mientras estaba sumida en sus pensamientos, de repente escuchó una melodiosa voz infantil, que se acercaba desde la puerta.
Cuando Bai Feng se dió la vuelta para ver de quién se trataba, se congeló ligeramente.
Una figura blanca y otra de color negro...
"¡Hermana menor, mira! ¡Estos son los regalos que nos han ofrecido hoy!" La dulce voz del niño resonó en el amplio espacio de la habitación.
La pequeña persona vestida de negro sólo asintió con la cabeza, no produjo ningún sonido, pero aún se acercó para ver las flores que sostenía el niño vestido de blanco en las manos.
Bai Feng observó a los dos niños con una mirada complicada. Se sostuvo el pecho con la mano, mientras trataba de controlar los repentinos temblores de su cuerpo. Un sentimiento agridulce se extendió en su corazón. Los ojos de Bai Feng estudiaron a los dos pequeños individuos, fue ahí cuando se dió cuenta de que se trataba de un niño y una niña.
El niño que sostenía las flores de la ofrenda parecía tener alrededor de 13 años, vestía una impecable túnica completamente blanca con un aire de nobleza, su largo cabello negro era arrastrado por el piso, como una majestuosa cascada, y su rostro estaba cubierto por una exquisita máscara de plata.
En cuanto a la niña que se paró a su lado, su apariencia en sí misma no era diferente a la del niño vestido de blanco. Vestía una túnica que era exactamente igual a la del niño, sólo que era tan negra como el cielo nocturno, sus facciones estaban ocultas bajo el fino material de la máscara de oro en su rostro.
Si una persona normal viera a estos dos niños parados uno frente al otro, a excepción de su ropa, no notarían ninguna diferencia, pero gracias a la pequeña manzana de Adán en la garganta del niño vestido se blanco y a la falta de esta en la persona vestida de negro, uno se daría cuenta de que se trataba de dos géneros distintos.
Eso sin mencionar que sus actitudes eran completamente opuestas.
El niño de ropas blancas tenía una voz llena de alegría y emoción mientras cogía las ofrendas a los pies de la estatua de Buda. Por el contrario, la niña no mostraba tanta excitación como su hermano, sólo se paró cerca de él, pero si uno viese bien, se daría cuenta de que debajo de la máscara de oro, sus hermosos ojos azules se llenaban de una cálida dulzura.
"Xiao Yin, mira esto, ¡Es muy lindo, lo hice para tí!"
El niño se acercó a su hermana y colocó una bella corona de flores que él mismo había fabricado, en la cabeza de la niña.
La niña que respondía al nombre de Xiao Yin se sobresaltó un poco ante esa repentina acción, pero luego de ver los brillantes ojos de su hermano, suspiró ligeramente y aceptó el regalo.
"Xiao Yang no debería desperdiciar las flores en mí" La voz de Xiao Yin era inflexible y un tanto helada, suficiente como para aturdir a cualquiera.
Pero parecía que Xiao Yang ya estaba acostumbrado a la manera única de su hermana menor. Además, en este mundo, él era el único que podía detectar el rastro de vergüenza y timidez en los ojos de la niña. El niño de blanco se rió entre dientes y dijo, con toda confianza.
"No desperdicié ninguna flor, de ser posible me gustaría regalarte todas las flores del mundo... Aunque literalmente puedo hacer eso, sé que te enojarás conmigo si en verdad lo hago..."
Xiao Yin levantó la mano y golpeó suavemente la cabeza de su hermano mayor, "No seas egoísta, no abuses de tu poder como dios, las personas se enojarían si descubren que me regalaste todas las flores del mundo"
El niño bajó la cabeza lastimosamente al ser reprendido por su hermana, sus ojos estaban nublosos y sus orejas ligeramente rojas, "... Pero sólo mi hermana pequeña es digna de poseer la belleza de las flores..." Xiao Yang se detuvo un momento, antes de que sus ojos de repente comenzaran a brillar, "¡Lo tengo! Sino puedo darte todas las flores del mundo, entonces crearé una especial sólo para tí"
Escuchando las palabras de su hermano, Xiao Yin ladeó la cabeza, un poco confundida.
Xiao Yang no se dió cuenta de su reacción, rápidamente sacó un pequeño pergamino blanco de su manga y con movimientos hábiles comenzó a darle forma. Bajo la técnica del origami, el pergamino se convirtió inmediatamente en una hermosa flor blanca. Xiao Yang cogió la flor de papel en su mano y sopló sobre ella. Una traslúcida luz dorada rodeó a la flor, que el siguiente momento le salieron hojas de un saludable color verde.
"¡Listo!" Exclamó el niño de túnica blanca.
Xiao Yin lo observó significativamente, luego bajó su mirada a la bella flor blanca en la palma de su hermano, "¿Cómo se llama?"
"¿Eh?" Xiao Yang se dió cuenta de que no había pensado en ningún nombre, se dirigió a su hermana, "¿Tienes alguno?"
La niña de negro negó con la cabeza.
Xiao Yang se rascó la nuca mientras pensaba, luego de un tiempo considerable, por fin abrió la boca, "... ¿Qué tal si la llamamos Lisadema?"
"¿Por qué ese nombre?" Preguntó la niña.
"Mmm... Bueno, hace algún tiempo leí en un libro antiguo que Lisadema es el nombre que se le da a la persona que más quieres..." Mientras hablaba, las orejas del niño de blanco se volvieron llamativamente rojas, con esto se podría decir que su rostro detrás de la máscara era prácticamente una cereza.
Xiao Yin observó a su hermano en silencio, luego cogió cuidadosamente la flor blanca, levantó la cabeza y dijo, "... ¿Puedo llamarte Lisadema?"
"¿Por qué?"
"Porque eres la persona que más quiero"