¿Qué sería de un momento de felicidad sin amargura?
Lean bien, nunca duden de su intuición, la intuición de la mujer nunca falla.
Aaron está de espalda a una pareja, el hombre no nos ve, pero la mujer si, y con sus miradas ya me informo que conoce a Aaron, y no sé qué odio más, si como lo mira a él, como detalla su ancha espalda casi babeando, o como me mira a mí con odio puro.
¿Qué demonios le sucede a esta mujer?
- Amor, amor. -lo callo -si te soy sincera, llevo más de 5 minutos sin escucharte.
- Lo sé, son los mismo 5 minutos que llevo diciéndote como te hare sexo anal, aun sabiendo que no es lo tuyo.
Ni en estos momentos puedo evitar el reírme por su culpa.
- Ya te dije que eso se creó para que salieran cosas, no para introducirlas.
- Ahora dime que atormenta esa pequeña y hermosa cabeza.
- Aquella mujer. -señalo con mi boca -pero no vayas a voltear. -digo cuando le veo las intenciones de hacerlo.
- Ok, ok ¿qué paso?
- Me mira como si me odiara el hecho de estar aquí contigo.
- ¡Puedo voltear?
- Aun no, está mirando hacia acá.
- Me avisas.
- Ya. -aprovecho de que está hablando con el hombre.
Aaron voltea y así como lo hizo de rápido, se devuelve, me mira a los ojos y es ahí cuando me confirma que se conocen.
- Habla Aaron Cromwell.
- Estaba esperando cuando llegáramos al auto.
- Prosigue.
- Él es el dueño de la empresa que compre.
- Ujummmm. -arrastro la última letra, incitándolo a que ni piense en callarse.
- Ella es la típica novia trofeo. -se nota por la obvia diferencia de edad - lo que solo le importa es buscarse un hombre más millonario que el anterior. -ve que me quedo callada esperando que me lance la bomba. -no sé cómo te lo juro que no sé cómo consiguió mi número, y ha estado enviándome esto.
Me pasa su celular con una conversación abierta.
Al ver lo que tengo al frente me dan ganas de lanzarle la gruesa taza de chocolate desde aquí, para que le duela más. Aaron al ver mis intenciones me toma de la mano y las besa tiernamente.
Vuelvo a ver las fotos de esa perra desnuda en el teléfono de mi prometido y la sangre nuevamente me hierve.
- Ve bien la conversación, con más claridad.
La primera foto enviada es en ropa interior, acostada en una gran cama.
"Primera vez en mi vida que un hombre no me da atención, y eso me excita"
Después de eso envía una desnuda.
"Por favor deje de enviar ese tipo de fotos o me veré en la obligación de contárselo a su pareja y cortar todo tipo de negocio con él por usted."
Y la bloqueó.
- ¿Por qué no has eliminado la conversación?
- Para mostrártela, además que no tengo nada que ocultarte, no he hecho nada.
No me puedo enojar con él.
- Invitémosla. -sonrío como una bruja.
- Adaaa.
- Esperemos que tu socio nos vea, automáticamente vendrá. -le guiño un ojo.
Dejo caer la taza que tenía y finjo estar sorprendida, el estruendoso ruido hace que voltee y por lo que Aaron está de espalda no puede verlo, por eso decido hablar.
- ¡Aaron! Si eres despistado amor. Mesero algo para limpiar por favor.
Aaron tiene los ojos bien abiertos, él sabe que soy capaz de todo y aun así se sigue sorprendiendo.
Pero lo logro, mientras limpio el desastre veo como se acercan, la muy estúpida viene caminando arreglándose el cabello y desafiándome con la mirada.
Esta perra no sabe que estoy loca.
- Pero que coincidencia Aaron, supongo ella es Ada, de la que tanto ha hablado este hombre. -ese es mi hombre.
- Pues esa misma.
- Señor Morrison, Ada mi prometida.
- Un placer señor Morrison.
- El placer es mío y no me llame así, llámeme Todd. Que agradable sorpresa.
En ningún momento presenta a la mujer, ella misma tiene que hacerlo.
- Yo soy Kelly. -estira sus largos dedos hacia mí.
- Ada Woods.
- Asi queee, la prometida del señor Cromwell. Felicitaciones.
- Gracias.
- Hacen linda pareja. -hipócrita.
- Lo sé. -sonrío para no lucir como una loca maniática delante de Todd.
Aaron me toma de la cintura acercándome a él besando mi cabeza, sabe que estoy alterada.
- Iré al baño.
- Te acompaño.
- Nosotros nos sentaremos pediremos unas copas. -dice Todd, y la cara de Aaron es un graaan poema, no sé ni que puede estar pensando que hare me causa gracia.
"Y es aquí donde la encierras con una manada de lobos hambrientos... o más leve, algo como en mis tiempos, en un sarcófago con escarabajos"
"No me tientes Cleopatra"
"Yo solo doy ideas" Me responde mientras hace un agujero en la tierra y chifla alguna melodía, ni le preguntare para que es.
Llegamos al baño y no he dicho una sola palabra, conozco las mujeres como ella, tarde o temprano soltara veneno.
- Suertuda. -habla la serpiente.
- ¿Eh? -le respondo aplicándome mi lindo labial, como si no supiera que va a decir.
- Dije suertuda.
- Lo sé, loe escuché. ¿Por qué lo dices?
- Nada más hay que mirarlo, a Aaron.
- Y solo eso harás. -no la escuchare más. -así que si no quieres que tus fotos desnudas aparezcan en la prensa o alguna página porno, te recomiendo que te pierdas.
- No lo harias.
- ¿No? Podría hacer algo peor, no me busques.
- Te quiero ver. -me reta con una sonrisa.
- Trato hecho. -le guiño el ojo.
Salgo del baño y veo a Aaron buscándome, rio por dentro, el pobre sabe cómo soy, lo veo suspirar al verme intacta.
Llego a la mesa, le doy un beso y me siento.
- Les estaba comentando a Aaron que es una lástima que tengas que regresar hoy, me hubiese gustado compartir más con ustedes.
- A mi igual. Sobre todo contigo. -miro a Kelly y le sonrío como si la conociera de toda l vida -me encantaría que me des unas clases de pose. ¿Cómo le haces para tomarte este tipo de foto sin partirte el cuello? Que buena modelo.
Coloco al frente de sus rostros la foto que le envió a Aaron, es un poco dramático, pero me reto, y que agradezca que por lo menos estoy mostrando en la que lleva ropa interior.
... - me contactaron para una sesión de foto y quiero aprender para no morir en el intento, unos tips. -miento.
- Ya va. -Todd toma el celular. -eso es mi habitación, y es el mismo brasier que llevas hoy.
Por los movimientos de sus dedos deduzco que está leyendo la conversación.
- Suerte que solo eres algo pasajero. Gracias por respetarme Aaron, todo está pago ya, mañana nos vemos. -se gira hacia mí. -un placer conocerte Ada, y... gracias.
- No hay de qué.
Me buscó y me consiguió.
El hombre se levanta y la deja ahí, ella lo persigue, pero solo le basta que volteara y la fulminara con la mirada para detenerse.
- Bueno, no tenemos nada que hacer aquí, nos vamos.
- Maldita zorra. -me dice y lo único que hago es reírme.
- ¿Yo?
- ¿Estás loca? ¿No te das cuenta que vivía de el? -me lo dice así sin asco.
- Trabaja cariño, es mejor, deja de chupar dinero ajeno.
- Vamos Ada. -me habla Aaron.
- Te dije que no me buscaras.
Camino a su lado y salimos, una vez en el auto Aaron suelta un suspiro.
- Tengo a una novia loca.
- ¿Loca? Hubiese sido al revés y ya el hombre estaría en coma en alguna clínica. -rie porque sabe que es cierto.
- Te amor, me gusta que me defiendas.
- Tú si estás loco, no te acostumbres.