Capitulo 103.

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¿Qué sería de un momento de felicidad sin amargura?

Lean bien, nunca duden de su intuición, la intuición de la mujer nunca falla.

Aaron está de espalda a una pareja, el hombre no nos ve, pero la mujer si, y con sus miradas ya me informo que conoce a Aaron, y no sé qué odio más, si como lo mira a él, como detalla su ancha espalda casi babeando, o como me mira a mí con odio puro.

¿Qué demonios le sucede a esta mujer?

- Amor, amor. -lo callo -si te soy sincera, llevo más de 5 minutos sin escucharte.

- Lo sé, son los mismo 5 minutos que llevo diciéndote como te hare sexo anal, aun sabiendo que no es lo tuyo.

Ni en estos momentos puedo evitar el reírme por su culpa.

- Ya te dije que eso se creó para que salieran cosas, no para introducirlas.

- Ahora dime que atormenta esa pequeña y hermosa cabeza.

- Aquella mujer. -señalo con mi boca -pero no vayas a voltear. -digo cuando le veo las intenciones de hacerlo.

- Ok, ok ¿qué paso?

- Me mira como si me odiara el hecho de estar aquí contigo.

- ¡Puedo voltear?

- Aun no, está mirando hacia acá.

- Me avisas.

- Ya. -aprovecho de que está hablando con el hombre.

Aaron voltea y así como lo hizo de rápido, se devuelve, me mira a los ojos y es ahí cuando me confirma que se conocen.

- Habla Aaron Cromwell.

- Estaba esperando cuando llegáramos al auto.

- Prosigue.

- Él es el dueño de la empresa que compre.

- Ujummmm. -arrastro la última letra, incitándolo a que ni piense en callarse.

- Ella es la típica novia trofeo. -se nota por la obvia diferencia de edad - lo que solo le importa es buscarse un hombre más millonario que el anterior. -ve que me quedo callada esperando que me lance la bomba. -no sé cómo te lo juro que no sé cómo consiguió mi número, y ha estado enviándome esto.

Me pasa su celular con una conversación abierta.

Al ver lo que tengo al frente me dan ganas de lanzarle la gruesa taza de chocolate desde aquí, para que le duela más. Aaron al ver mis intenciones me toma de la mano y las besa tiernamente.

Vuelvo a ver las fotos de esa perra desnuda en el teléfono de mi prometido y la sangre nuevamente me hierve.

- Ve bien la conversación, con más claridad.

La primera foto enviada es en ropa interior, acostada en una gran cama.

"Primera vez en mi vida que un hombre no me da atención, y eso me excita"

Después de eso envía una desnuda.

"Por favor deje de enviar ese tipo de fotos o me veré en la obligación de contárselo a su pareja y cortar todo tipo de negocio con él por usted."

Y la bloqueó.

- ¿Por qué no has eliminado la conversación?

- Para mostrártela, además que no tengo nada que ocultarte, no he hecho nada.

No me puedo enojar con él.

- Invitémosla. -sonrío como una bruja.

- Adaaa.

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