La noticia de que el antiguo genio de la casa Xue, Xue Yan, se recuperó de manera milagrosa gracias al infame doctor misterioso que salvó a la cabeza de la familia Xue hace algunas semanas.
Nadie sabe quién es o como se vé, lo único que se sabe es que tiene increíbles habilidades médicas, capaz de salvar a una persona de las puertas de la muerte. Otro de los rumores que circulan por la capital es que el mismo doctor divino sanó al príncipe heredero hace algunos días, claro que solo son rumores sin fundamentos que la gente tiende a esparcir. También hay muchos otros que dicen que el doctor divino es realmente feo, otros dicen que es homosexual ya que en todo este tiempo solo salvó a varios hombres, pero todo eso es algo que nadie puede confirmar todavía...
Por otro lado, en la mansión Xue, las personas no podían estar más felices. Todos se reunieron una vez más para expresar sus respetos al regreso de un genio a la familia. El abuelo Xue estaba tan feliz que lágrimas corrieron por su rostro cuando se enteró de que su hijo había vuelto a ser el mismo de antes, incluso los dos hermanos mayores de Xue Yan también estuvieron presentes.
La fiesta duró casi todo el día. Cuando llegó la noche, Bai Feng se encontraba dentro de su habitación mientras pensaba en los sucesos que habían ocurrido últimamente. Primero el anillo dorado, luego la estampida de bestias, el hombre de negro, el joven del callejón y la recuperación de Xue Yan...
"Maestra, ¿No le parece increíble en donde estamos ahora?"
Dijo Bai Yao quien como siempre estaba tumbado al lado de la cama con los ojos soñolientos.
"¿A qué te refieres?" Preguntó Bai Feng.
"Me refiero a que hace tan solo un mes estábamos perdidos en medio de la nada, sin un lugar a donde ir, pero ahora hay muchas personas que dependen de usted y ya tenemos un lugar en el cual estar..." Respondió el gato blanco mientras se acariciaba los bigotes.
"Si, se siente extraño... Pero también se siente bien" Bai Feng estaba sentada cerca de la ventana mientras observaba el vasto cielo nocturno. Ya habían pasado seis días desde que regresó del bosque Ting. En esos últimos días ella se estuvo haciendo cargo de la administración de los bienes y negocios de la familia Xue, había deseado hablar sobre ese asunto con Xue Yan, pero desde que recuperó su capacidad de cultivo, había estado entrenando a puerta cerrada todo este tiempo.
En este momento Bai Feng llevaba una larga pijama blanca, tenía los pies descalzos y el cabello suelto, que era movido por el viento que entraba por la ventana. La máscara dorada resplandecía con un tenue grillo rojizo que se destacaba en aquella oscura habitación.
Bai Feng estaba apunto de irse a dormir cuando escuchó un extraño sonido desde el patio.
Frunciendo el seño, Bai Feng se acercó un poco más a la ventana y pudo ver a varias sombras negras que corrían por los tejado de la mansión.
"Parece que tenemos invitados, los guardias de este lugar no son tan eficientes..." Dijo Bai Feng mientras sacaba las agujas de plata hechas con el 'milenario de hielo'.
"Vaya... Uno no puede dormir bien en este lugar" Bai Yao, quien estaba cómodamente recostado en la cama, al escuchar las palabras de su maestra no pudo evitar fruncir las cejas.
Bai Feng saltó por la ventana y se dirigió al techo en el que se encontraban los intrusos.
"¿Se puede saber que hacen personas indeseadas en este lugar?"
Los hombres de negro se sobresaltaron al escuchar esa voz. Cuando giraron sus cabezas, sus ojos casi abandonan sus órbitas.
La persona estaba completamente vestida de blanco, su largo cabello suelto bailaba con el viento y una exquisita máscara dorada escondía la mitad de su rostro, su presencia era fuerte y dominante como la de un rey, pero inesperadamente tenía un aire delicado y hermoso.
"¡Es él! ¡Por fin lo encontramos!"
"¡El maestro no nos matará después de todo!"
"Pero... ¿No nos dijeron que siempre vestía de rojo?"
"Idiota... ¿Esperas que las personas se vistan con la misma ropa incluso cuando duermen?"
"Ja ja ja tienes razón"
"¡Que alivio! Yo incluso ya había mandado a preparar mi ataúd..."
"Jajajaja"
Al escuchar su estúpida conversación, Bai Feng se quedó completamente sin palabras ¿Son estos asesinos?
Justo cuando Bai Feng estaba por decir algo, un hombre vestido con una elegante túnica de brocado blanco salió de entre los hombres de negro.
"Disculpe las molestias joven señor, mi nombre es Baiyan y vengo de parte de nuestro maestro"
Baiyan estaba haciendo un gran esfuerzo por contener su felicidad. Ya habían pasado varios días buscando a la persona que pidió encontrar el maestro, pero lamentablemente no encontraron ni un solo pelo de esa persona. Algunos incluso estaban esperando su inevitable muerte a manos de su maestro por no haber cumplido con su misión ¡Pero los cielos se apiadaron de estos pequeños subordinados! ¡Al final, sin siquiera darse cuenta se toparon con la persona que buscaban!
¡Oh salve gran Dios del cielo!
"... ¿Perdón?" A diferencia del feliz momento que estaba viviendo Baiyan, Bai Feng estaba aún más que confundida ¿De dónde salieron estos extraños sujetos?
" Ja ja no se preocupe, no somos sus enemigos, nuestro maestro nos pidió encontrarlo porque quería darle las gracias por haberle salvado la vida, así que lo está invitando mañana en la 'casa del te' si usted es tan amable de venir" Baiyan trató de ser lo más cortés posible, él estuvo observando todo el tiempo como su maestro preguntaba incontables veces por la persona vestida de rojo, así que no debía arriesgarse a ofender a la persona frente a él.
"¿Quién es tu maestro?" Preguntó Bai Feng.
"El emperador del infierno" respondió Baiyan con una sonrisa orgullosa en su rostro.
"..."
¡¿Qué?!
¿Cómo qué el emperador del infierno?
El emperador del infierno tenía una fama parecida a la del diablo, todos sabían que él era un hombre sanguinario que ni siquiera pestañeaba a la hora de matar a alguien, un genio rara vez visto en un milenio, eso sin mencionar, que el mismo emperador del infierno es el soberano de toda la ciudad subterránea y tiene un poder e influencia parecidos al del emperador.
¡¿ Cómo demonios me fuí a meter con una ente de esa magnitud?!
¡Eso me pasa por meter mi nariz en donde no me llaman!