LOUDER | RM

By DewMiracle_

157K 12.1K 2.6K

Pasamos mucho tiempo preguntándonos si lo que sentimos es amor, es simple. Si lo que quieres es cambiar al ot... More

Sinopsis
Capítulo 01: Hallucinations
Capítulo 02: Él era felicidad.
Capítulo 03: Loyal partner
Capítulo 04: ¿Tu familia?
Capítulo 5: Sobrevivir en la costumbre.
Capítulo 6: Alguien como tú
Capítulo 7: Al menos toma algo de sopa
Capítulo 8: ¡Cristina!
Capítulo 9: No sabes lo mucho que necesitaba esto
Capítulo 10: Eres mía
Capítulo 11: Te amo más que a nada.
Capítulo 12: Sólo con una condición
Capítulo 13: Porqués
Capítulo 14: Y los tuyos a barbacoa
Capitulo 15: Ropa, putas y dónde esta Samu?
Capítulo 16: Y yo no quiero dejarte sola
Capitulo 17: Si, ya es oficial
Capítulo 18: La peor versión de mi
Capítulo 19: Es una locura del cura
Capítulo 20: ¡Eso era lo que quería el desgraciado!
Capítulo 21: Noche de Chicos
Capítulo 22: #19DelPejelagarto
Capítulo 23: ¡Titanic!
Capítulo 24: Su límite es el infinito.
Capítulo 25: ¿Adrián?
Capítulo 26: Me veo contigo en todo sentido.
Capítulo 27: Biología Marina.
Capitulo 28: ¿Han usado condón?
Capítulo 29: ¡¡¡Como anda la banda!!!.
Capítulo 30: Resaca de los infiernos.
Capítulo 31: ¿Estás hablando francés?.
Capítulo 32: Esperaba que acaben juntos.
Capítulo 33: Alerta rubio en la cafetería.
Capítulo 34: Tendrás que cambiar pañales.
Capítulo 35: Eres una basura.
Capítulo 36: Nada juntos.
Capitulo 37: Quiero que sea hoy.
Capítulo 38: Cuando estés lista, mi amor.
Capítulo 39: A dormir, claro...
Capítulo 40: Punta Cana.
Capítulo 41: ¿Nunca has pensado en regresar?
Capítulo 42: ¡Embarcando! ¡Embarcando!
Capítulo 43: ¿Has dicho Ricky Martín?
Capítulo 44: Vivía mejor en la ignorancia.
Capítulo 45: Te amo, papá.
Capítulo 46: ¿Estás borracha?.
Capítulo 47: ¡No me toques!
Capítulo 48: ¿Por qué no hoy?
Capítulo 49: Me gustaría hacerlo aquí.
Capítulo 50: Última noche.
Capítulo 51: Ser algo para alguien.
Capítulo 52: Alguien deseable.
Capítulo 53: Dejarla ir.
Capítulo 54: La misma fauna.
Capítulo 55: Idiota importante.
Capítulo 56: Amor recíproco.
Capítulo 57: Dos en el mundo.
Capítulo 58: Mental slowness
Capítulo 59: ¿Qué saben de ellos?
Capítulo 60: Con el mundo encima.
Capítulo 61: Vómito cósmico y agua mineral.
Capítulo 62: Sesión acaramelada.
Capítulo 63: Antes del amanecer.
Capítulo 64: Happy birthday to me.
Capítulo 65: Diferencia abismal.
Capítulo 66: Cosas serias.
Capítulo 67: Doble condón.
Capítulo 68: Malditamente cornuda.
Capítulo 69: Golpe de Realidad.
Capítulo 70: Eco en mi cabeza.
Especial 1\5.
Especial 2\5.
Especial 3\5.
Especial 4\5
Especial 5\5.
Capítulo 71: Aprendiz de Neruda.
Capítulo 72: Las historias de Pedro.
Capítulo 73: Mariscal de campo.
Capítulo 74: Mariscal de campo #2
Capítulo 75: Cargo de conciencia.
Capítulo 76: En la dulce espera.
Capítulo 77. Karma is me.
Capítulo 78: Sustituto de Él.
Capítulo 79: La he visto en alguna parte.
Capítulo 80: Tu palabra no tiene valor.
Capítulo 81: Una gran interpretación.
Capítulo 82: La ola está llegando.
Capítulo 83: Mudanza permanente.
Capítulo 84: ¿Y quien es Abraham?
Capítulo 85: ¿Qué pasa si te beso ahora mismo?
Capítulo 86: ¿Qué hacía en el hospital?
Capítulo 87: Remendar vínculos.
Capítulo 88: Eterno adiós.
Capítulo 89: Estímulos.
Capítulo 90: Príncipe azul.
Capítulo 91: Resurrección.
Capítulo 92: Cigarros y ansiedad.
Capítulo 93: Salud Mental.
Capítulo 94: Canción de Cuna.
Capítulo 95: Impedimentos.
Capítulo 96: Decisiones.
Capítulo 97: Te amo, Boli.
Capítulo 98: Tú, el amor de mi vida.
Capítulo 99: Sanar.
Capítulo 100: Kiss me, Abraham. .
Capítulo 101: Por la garrita.
Capítulo 102: Un gran paso.
Capítulo 103: Iluminados y Eternos.
Capítulo 104: Live without her
Capítulo 105: En torno a ti.
Capítulo 106: You hurt me
Capítulo 107: Bonjour París
Capítulo 108: Llanto Internacional.
Capítulo 109: Vegetarianismo.
Capítulo 110: Segundo Plano
Capítulo 111: Hablemos del pasado.
Capítulo 112: Cábala
Capítulo 113: Hola, goose
Capítulo 114: Thanks, my handsome..
Capítulo 115: Para ti, Jari.
Capítulo 116: Millón de Millas.
Capítulo 117: Béni Froide
Capítulo 118: I want to kiss you.
Capítulo 119: August, 23.
Capítulo 120: Jesus, Welcome to my heart.
Capítulo 121: A bit of me
Capítulo 122: Miles de Muchas Cosas
Capítulo 123: ¿Mala Decisión?
Capítulo 124: Six mois
Capítulo 125: Indicios
Capítulo 126: Más que ojos bonitos, ojos sinceros.
Capítulo Final
Epílogo
THE QUEEN IS BACK
EXTRA I | Valentía robada
Extra II | Un amor de avión
Extra III | Cuatro años de victoria | PARTE 1
¡NUEVO PROYECTO!

Extra III | Presentimientos | PARTE 2

235 16 6
By DewMiracle_


— ¿Sigues durmiendo? —siento un dulce susurro a mi lado. Levanto la mirada encontrándome con unos lindos ojos curiosos.

— ¿Ya volviste, guapa? —hablo, estirado mi mano hacia ella.

Su cabello mojado me hace ver que acaba de salir del agua, sonrío al verla. No puedo tener una novia más hermosa.

— Sí, es que me dio un poco de miedo.. —respondió.

Me senté sobre la manta e hice que ella se siente en el hueco entre mis piernas, reposa su espalda sobre mi pecho y la cabeza en mi hombro. Le doy besos en la mejilla cuando se gira a mirarme.

— ¿Quieres que te acompañe? —le beso el hombro.

— Después.. —se gira a mí y me mira.

Tira sus labios, estampándolos con los míos en un beso suave y corto. Se ríe cuando se separa, a lo que yo alzo una ceja.

— ¿Qué fue eso? —inquiero, mirándola mirarme con diversión.

— Un besito. —responde.

— ¿Y me das otro? —pido, acercándome a ella.

— No. —se niega.

— ¿Ah, no?, ¿Y por qué no?

— Porque no, no quiero.

— ¿Usted no me quiere dar un besito?, ¿Cómo no me va a dar un besito? —hablo ofendido.

Su risa me tiene embobado, tanto que no me doy cuenta de que está hablándome.

— Ya está atardeciendo y el sol no se va. —. ¿Tienes hambre? —me pregunta, abrazando mis hombros.

— Podríamos comprar algo, ¿cierto?.. —mencioné—. Creo que hay algún lugar de c.. —comienzo a hablar pero soy interrumpido por sus labios sobre los míos. —. Oh, más te valía.

Se ríe vuelve a besarme, yo no me resisto para nada. Cuando ella me toca es como si mi cuerpo perdiera fuerzas, la debilidad que me provoca es imposible de controlar. Soy completamente suyo, en todo sentido. Ya es instintivo, una necesidad cuando la siento lejos. Se va por dos minutos y pierdo la noción de todo, es mi bálsamo y mi kriptonita.

Se pone de pie y camina hacia su mochila para ponerse una remera, la cuál le cubre hasta el ombligo. Bajo la mirada, me fijo en su trasero cubierto de arena y sonrío.

— Espera que sacudo las manzanitas.. .—le hablo, pasando las manos por la piel de su trasero.

Se muere el labio reprimiendo una risa y comienza a caminar hacia adelante. La observo irse, las curvas de su cintura me vuelven loco y sus piernas no hacen más que darme ganas de recorrerlas. Fijo mi vista en su llamativa retaguardia, entonces una idea se cruza por mi mente.

— Oye... ¿no quieres mi camiseta? —le ofrezco—. Es que... ya sabes..

Ella se voltea a mí y alza una ceja, da unos pasos en mi dirección y sonríe.

— ¿Mi culo es un problema? —inquiere.

— No para mí, a eso dalo por hecho. —contesto, llevando mis manos a su cintura—. Pero quizás puedes sentirte incómoda así.. —recorro su cuerpo con la mirada.

— Yo estoy muy bien así, no te preocupes.. —me besa la comisura y se voltea para seguir caminando.

Mi vista vuelve a fijarse en su cuerpo alejándose de mí, su bronceado hace que sus curvas se pronuncien aún más haciéndola ver todavía más sexy de lo que ya es. Menea las caderas conforme se aleja y sé que lo hace para provocarme, es consciente de que no puedo dejar de mirarla y se aprovecha de eso.

— Ya me las cobraré, no te preocupes..—siseo para mí, siguiendo sus pasos.

Llega hasta el final de la playa, a una calle que da a los comercios. Se voltea y me busca con la mirada, me quedo quieto para ver si es capaz de verme desde dónde estoy. Veo como sus ojos se cierran por un segundo y me quedo mirándola, la gente se cruza a mi alrededor y la pierdo de vista por un momento. Cuando logro volver a verla, noto su cuerpo desvanecerse sobre la arena de un segundo a otro.

— ¡Jari! —la voz brotó de mi interior casi instantáneamente.

Mis pies se movieron hacia su dirección tan rápido que es como si volara. La gente comienza a amontonarse en torno a ella y tengo que empujarlos para poder dar con mi novia. Ella se encuentra desvanecida sobre la arena caliente, sus ojos cerrados y su rostro pálido hacen que mi pulso se acelere, entonces la acuno en mis brazos, con la esperanza de que tenga una mínima reacción.

— Hay que mojarle la cabeza. —comenta alguien a nuestro alrededor.

— Debe estar insolada, el sol está muy fuerte.

— ¿Es pariente tuya? —siento detrás de mí—. Resguarda que no se muerda la lengua, puede convulsionar.

¿Qué diablos?

La tengo entre mis brazos mientras le hablo en la espera de que tenga una mínima reacción. Sus ojos se abren con sutileza, entreabre la boca buscando que el oxígeno llegue a sus pulmones. Sus ojos me buscan despacio hasta que me encuentran, la alzo en mis brazos y comienzo a esquivar a las personas para poder salir de allí. Su cuerpo inestable pero consciente, se aferra al mío. Mis pasos comienzan a ser más rápidos en cuánto la escucho jadear, diviso el auto a unos metros de distancia, entonces me apresuro aún más.

— Abraham... —carraspea con dificultad.

Abro la puerta trasera más rápido de lo que se me permite y hago todo por ser el más cuidadoso a la hora recostarla.

— Espera. Espera.. —su voz es un susurro de alivio para mí. Sus brazos me rodean el torso y su peso se carga sobre mí, abrazándome—. No me sueltes todavía...

La aferro a mí, sintiéndola toda. Es como si cada parte de su cuerpo se deshiciera entre mis brazos, el calor de su piel al sol me tranquiliza. Le beso el hombro, tomo su rostro entre mis manos.

— ¿Estás..?

— Bien. Estoy bien. —me afirma, interrumpiéndome.

Abro la puerta delantera del coche y la siento ahí, una vez que entro al coche enciendo en motor. La observo reposar su cabeza sobre el asiento y suspira.

— Qué mal salió nuestra cita, mi amor. —suelta, medio sonriendo.

Le sonrío también, me encanta ver como no pierde la gracia por más de estar desmoronándose.

Me pongo en marcha mientras ella enciende la radio, la veo acomodarse el cabello y respirar hondo. Su mirada está fija en sus pies y no se desvía. Yo trago saliva. Temo con todas mis  fuerzas que algo mala vuelva a sucederle.

Mine, de Bazzi, suena en la radio y los latidos de mi corazón aumentan conforme lo hace su respiración.

Estoy a punto de detener el auto cuándo la veo cerrar los ojos, entonces, modula lo siguiete:

— ¿Podrías, por favor... llevarme a una farmacia? —su voz es a penas un hilo.

Yo, instintivamente, asiento y nos dirijo a dónde me ha pedido. No pregunto nada, temo lo que pueda llegar a responder.

Estaciono a una esquina del lugar y ella me da una mirada rápida antes de bajarse del vehículo, entonces lo comprendo: Necesita dinero.

Baja del auto con el dinero en la mano y el corazón en la boca. La miro caminar el corto trecho hacia la entrada y la pierdo de vista cuando se adentra al local. Suspiro cansado cuando me encuentro solo y estiro mi mano para alcanzar mi celular.

Entro a la galería para ver las fotos que habíamos tomado hoy, en todas es ella, ocasionalmente yo entre algunas pero ella me gana por mayoría. En presencia y belleza también.

Ella sonriéndome sin notar que la estaba fotografiando. Ella tomando su licuado. Peinándose. De espaldas. Caminando hacia el mar. Besándome. Riéndo. Ahora soy yo, pero mirándola a ella en lo que me doy cuenta:

¿Estar enamorado hasta las trancas implica tener esa cara de idiota? ¡Por Dios!

Continúo mirando las fotos hasta que encuentro en video entre las tantas. Es ella, en la cama, hablando a puro bostezo.

— Brami, amor.. —su voz suave me hace sonreír—. Son las dos de la madrugada y no puedo dormir, dejaste tu celular encendido y el aburrimiento me hace ser una cursi. Solo quiero decir que te amo mucho, no sabés que estoy haciendo ésto pero si sabes que te amo mucho. Ahora lo sabes más, y te amo más también..

Uno de mis brazos se hace presente en la imagen, buscando su cuerpo entre las sábanas. Ella sonríe, mordiéndose el labio.

— Mira, tú también me amas... —bromea, mostrando como abraza mi brazo que rodea su cuerpo. —. ¿Tú puedes... apreciar lo guapo que eres? Hasta durmiendo me gustas, ¿Cómo es que haces eso?

Mueve el celular, apareciendo yo en la imagen, durmiendo sobre su pecho. Me besa las mejillas que dan perfectamente sobre su boca, yo me acurruco aún más en ella.

Ella ríe.

— Te amo... —sonríe una vez más, y la grabación se corta.

Oigo un estruendo a mi lado el cuál me hace sobresaltar, miro a un costado. Ahí está ella, ya montada en el auto, cerrando la puerta del copitolo. Se gira a mirarme y yo no le doy tiempo a decir nada, sólo junto mis labios con los suyos.

Ella se abruma por un momento pero me corresponde.

— También te amo, todo el tiempo. —le aseguro, mirándola sonreír.

— ¿De qué hablas? —su linda nariz se arruga, se la beso.

— Del lindo detalle que dejaste en mi teléfono. —menciono.

Me sonríe y baja la mirada, yo lo hago con ella. Diviso una pequeña bolsa entre sus manos, entonces la curiosidad comienza a hacerse presente en mí.

— ¿Qué compraste?

Me mira de nuevo y suspira profundamente. Sus manos se adentran en la bolsa, sacando lo que hay dentro. Tardo unos segundos en notarlo y siento como los colores se me suben cuando veo lo que tiene entre las manos: Un test de embarazo.

Devuelvo la mirada tratando de encontrar sus ojos, ella presiona sus labios y aprieta la mandíbula. Yo no dejo de mirar sus ojos. Atónito. Incrédulo. Impaciente. Asustado, muy asustado.

— He estado sacando cuentas... —suelta—. Estoy sintiéndome mal hace bastantes días, pero ésta mañana... yo... —la voz le tiembla, sé que está a punto de llorar.

— ¿Tienes un retraso? —mi voz se oye ahogada. Inaudible.

Ella asiente, sin más.

— Abraham... —la suave piel de su mano toca mi mejilla. Yo cierro los ojos—. Sólo es un presentimiento... yo.. no estoy afirmando nada. Creo, sólo creo que... —se cubre el rostro con las manos y comienza a llorar—. Lo siento, lo siento tanto...

Reacciono al instante, descubriéndole el rostro. Lo último que quiero es que se sienta culpable por ésto.

— Hey, no llores... —susurro suavemente—. Yo también estuve ahí, ¿recuerdas?—limpio sus mejillas mojadas con mi pulgar—. Estamos juntos en ésto. Los dos. Juntos.

●●●

Cierro la puerta detrás de mí mientras la veo sacar la pequeña caja de la bolsa. Se gira a mirarme, yo me acerco a ella. Acomodo su cabello detrás de su espalda y una mano viaja a su cintura, acariciándosela.

Su mirada se dirige al cuarto del baño, camina hasta allí y frena en seco al llegar a la puerta. Busca mis ojos.

— ¿Quieres que entre contigo? —pregunto, tomando su mano.

— Prefiero... prefiero hacerlo sola. —titubea.

Yo asiento. Gira sobre sus talones para entrar pero como si fuese instantáneo, se aferra a mí con tanta fuerza que puedo sentirla completamente. Su cuerpo me abraza, mis manos tocan la piel de su espalda, su cabello. La siento sollozar sobre mi pecho, mis labios van a parar a su frente, besándosela.

— Tengo miedo... —solloza.

— Lo sé, mi vida. Lo sé...

Busca mis labios, pero no los besa. Se acerca a ellos.

— Prométeme que pase lo que pase estarás conmigo. Dímelo Abraham, por favor...

Siento un hincón en el pecho al oírla decir eso, me duele que piense que yo sería capaz de abandonarla en un momento así. Joder, si nada me haría más feliz que formar una familia con ella, que ella sea mi família.

— Te lo prometo. —le aseguro—. No vuelvas a dudar de eso jamás, no de mí.

Me besa los labios.. un beso dulce, sutil, lleno de amor. Un beso suyo.

La veo entrar al baño, cierra la puerta detrás de ella. Respiro profundo. Camino hasta la cama y me siento ahí, cierro los ojos. Mi mente viaja, recopilando información.. recuerdo las últimas ocasiones en las que hicimos el amor. La última fue hace menos de dos días, exactamente ayer. Mañana de martes, podríamos decir que no nos hizo falta desayunar... creo que me doy a entender. Sonrío. Y es que últimamente lo hacíamos mucho, muchísimo.

No puedo evitar imaginarla con un niño entre sus brazos, cómo su barriga crece con el tiempo y soy feliz con tan sólo pensarlo.  Puede que no lo hayamos planeado pero vamos... nada me haría más feliz. El crudo silencio se mantiene en toda la casa, sólo se oye el ronroneo de Pablo, su gato, quién está a mi lado. Expectante, al igual que yo.

— ¿Abraham? —escucho su voz desde el baño. Al instante me pongo de pie.

— ¿Qué pasa? ¿Cómo fue? —inquiero, junto a la puerta.

— No lo sé, aún no veo nada.. —responde.

— Bueno, sé que esas cosas tardan un poco..

— Sí.. —murmura.

— Estoy nervioso. —confieso, sonriendo con timidez.

— Lo noto. —ríe—. Hey...

— ¿Dime? —inquiero.

— Te amo, mi cielo.

Sonrío. Mi princesa hermosa.

— Y yo a ti, mucho...

Se forma un silencio entre ambos, yo sonrío, sonrío como nunca. Me encanta. La amo. Me tan hace feliz. Me gusta, me gusta como el primer jodido día.

— Recuerdo el primer día que te vi.. —rompo el silencio—. Me gustaste tanto, niña... pero tanto. ¡Dios, me sonreíste! Jari, ¿tú entiendes el poder que tiene tu sonrisa? Se me caía la baba, joder. No entiendo como no lo notabas.

— ¿Perdona? Que.. "se te caía" ¿has dicho? —exclama, indignada—. Se te cae, bombón...

— Se me cae, sí... —afirmo.

— ¿Recuerdas... la primera vez que hicimos el amor?

¿Que si lo recuerdo? Joder.. claro que lo hago. La recuerdo a ella. Preciosa. Tan sexy. Mojada. Desnuda para mí. Nerviosa. Demandante. Recuerdo su voz. Sus caricias. Dios, qué diosa. Me encantaba, me encanta.

— Claro que lo recuerdo.. —remalo mis labios—. No será lo más romántico pero lo primero que se me cruzó por la mente al verte fue "Qué buenas tetas, y son todas para mí" —me sincero. Escucho su risa retumbar en la habitación, me rio también.

— Qué asqueroso. —vacila.

— Oye..., fue la primera vez que te veía completamente desnuda, no iba a no mirar. —me excuso.

— Sí, pero no fui a la primera a la que viste. Ya habías visto un par de tetas antes, las de tu amiga... tu primera vez. —meciona, con cierto desdén.

Dios, ¿Está haciendome de escena de celos?

— En mi defensa, estaba un poco pasado de copas. Casi no recuerdo nada. —acoto.

— Dijiste "casi" o sea, que algo recuerdas.. —no la estoy viendo, pero estoy seguro de que está haciendo una mueca.

— Bueno, algo sí... pero, no más de lo que me gustaría. Ni siquiera sé si me corrí, o si le gustó.

— ¡Abraham, por favor! —exclama entre risas.

— Pero contigo... Contigo sí, maldición... cada segundo. —digo.

— Mentiroso. —ataca.

— No miento, no. —niego—. Me tenías empalmadísimo esa noche, esa y todas las siguientes. ¿Cómo no recordar?

— Basta. Me estás poniendo ne...

— ¿Caliente? —digo pícaro.

— No, nerviosa. —contesta.

— Quiero besarte. —confieso.

— ¿Ahora? —inquiere.

— Ahora. —afirmo—. Anda, ven.

Dios mío, estoy quizás a vísperas de ser padre y estoy pensando en tirarla sobre esa cama y hacerle el amor hasta agotarla. Nada es serio conmigo.

— Oye campeón, por si no lo recuerdas... está a punto de cambiarnos la vida. —menciona.

— ¡¿Qué?! ¿Ya? —suelto con euforia.

La puerta se abre despacio dejándola a mis ojos, aún en traje de baño. Preciosa. Mía. La futura madre de mi hijo.

— No sé... —me tiende la pequeña barrita plástica—. No me atrevo a ver.

Tomo aire. Vamos Abraham, no es tan difícil.. dos barritas y cambiarás pañales, si es una, pues la tumbas en la cama y te encargas de que sean dos. O posiblemente tenga gases retenidos, o anemia una vez más.

Ella se cubre los ojos con sus manos, yo vuelvo a tomar aire. Decidido, abro los ojos para verlo.

Dios mío. Positivo. Hay dos benditas rayas. Positivo. ¡Seré padre!

Suelto una risa ahogada, ella descubre su rostro con rapidez. Siento como los ojos se me llenan de lágrimas y lloro. Lloro tanto. Tanto.

Volteo el test, sin poder hablar. Atónito.

— Dos... hay dos.. —murmuro—. ¡Hay dos, mi amor! ¡Dos!

— Abraham...

Se aferra a mi cuerpo con fuerza, sus piernas se enredan en mi cintura. La beso. La beso mucho. Le hago saber que la amo. Las lágrimas salen de mis ojos así también como de los de ella. No deja de besarme y murmurar que me ama también.

Mira el test, lo mira detenidamente y sonríe. Joder, su sonrisa.

— Voy a ser mamá.. —me mira llorosa.

— Y la mejor del mundo. —aseguro.

●●●

Gracias por tanto amor. Hasta aquí el suyo... 

PRONTO ALGO NUEVO.

— Rocío. 


Continue Reading

You'll Also Like

85.7K 4.4K 53
Eva, una talentosa fotógrafa en ascenso, y Jase, un apuesto modelo, se cruzan en una fiesta caótica donde Jase, tras beber en exceso, cuenta con la i...
4.4K 280 75
Pancho después del mal entendido que tiene con Susana trata de que su relación sea más y más fuerte deciden pasar más tiempo y cuidan de sus hijas ju...
5.2M 453K 83
Nunca debí caer por él. Sin embargo, tampoco detuve mi descenso. Nada logró apaciguar las maliciosas llamas de deseo que se prendieron dentro de mí. ...
66.6K 2K 50
"me gustaría ser más cercana los chicos del club, pero supongo que todo seguirá siendo igual, no?"