Palma de Mallorca, España
Mis dedos sostienen el lente con firmeza mientras voy ajustándolo a la imagen, acomodo mis piernas a su al rededor y me fijo en el sutil rayito de sol que se cuela por la abertura de la ventana. Mis rodillas reposan a cada lado de su cuerpo para sostenerme mientras capturo un buen ángulo. Los lunares de su espalda son revelados por la luz que entra haciéndolo ver aún más favorecido, estoy enfocando su perfil y sonrío cuando veo que sus preciosas pestañas resaltan entre lo neutro de las sábanas. Su cabello revoltoso me hace babear y creo que acabaré con reventar el rollo de la cámara.
Dejo la cámara a un lado cuando veo que comienza a removerse entre las sábanas, abre uno de sus lindos ojos haciéndome sonreír, su mano viaja hacia una de mis piernas.
— Deja ya de moverte, mujer. Déjame dormir, acuéstate anda. —ordena, yo no hago más que molestarlo.
Sonrío y me inclino sobre él para besarle el cuello, sé que si hay algo a lo que no se resiste, eso a eso.
— En serio, no molestes.. -—pide, alzando la barbilla tratando de evitar mis besos.
Subo mi pierna hasta enredarla en su cintura a lo que él sube su mano hasta mi muslo.
— Lo siento, ¿Te estoy molestando? —murmuro sonriente, aún sin detenerme.
Se remueve debajo de mí, respirando sobre mi oído. Me cargo sobre su cadera y él presiona mis piernas mientras cierra los ojos.
Suelto una carcajada.
— ¿Seguro que no quieres seguir tocando?
De un movimiento está sobre mi sujetandome con firmeza, una sonrisa se filtra en mis labios cuando lo veo mirarme. Su labio inferior está siendo mordido sutilmente por sus dientes y mi cuerpo recibe un escalofrío al verlo así.
— ¿No que querías dormir? —lo provoco, mordiendo mi labio también.
Me sonríe
— Eres tan jodidamente sexy. Tú le quitas las ganas de dormir hasta a un muerto.
Vuelvo a subir mi pierna, haciéndolo soltar un jadeo.
— Joder, no hagas eso.. —se remueve, frunciendo el ceño.
— ¿Que no haga qué? —mi mano viajó a su abdomen, a lo que aproveché para alzar la otra pierna.
Empujé sus hombros cuando se tensó quedándome sobre él. Me miró desde abajo, rogando por un poco de piedad. Sus manos estaban básicamente sobre mi trasero y sus ganas también.
— ¿Qué quieres de mí, Dios Santo? —miró al techo a lo que yo hice un movimiento de caderas atrayendo su atención nuevamente.
— Quiero que... levantes ese culo y vayamos a la playa, pero ya.
— ¿Y qué me das a cambio? -sonrió de lado—¿Un orgasmo? ¿Dos?
Solté una carcajada y comencé a mover las caderas de nuevo haciendo que él prosiga a buscar el broche de mi sostenedor.
— Sí así empiezas el día, pues no sé cómo lo acabarás. —sonrió, antes de ponerme de pie.
Salgo del cuarto meneando las caderas y suelto una carcajada al oírlo maldecir. Entro a la cocina a por agua, tomo la jarra de la nevera y lo vierto en un vaso. Cuando estoy a punto de beber, siento unas manos tirar de mi cintura. Estoy sobre el mesón con él entre mis piernas y el muy maldito ha hecho que me vuelque todo el agua encima.
— ¿Qué haces, niño? —dejé el vaso a un lado y me estuve de su hombros.
— ¿Qué haces tú? ¿Cómo es que me dejas así, por Dios? —me miró la boca.
— ¿Así cómo? —juguetee, cruzando mis piernas en su cintura.
— Así... —contunúa mirándome los labios y ya estoy sintiéndome mal por tortutarlo.
Le muerdo el labio, tomando su rostro con delicadeza y lo beso. Y es que desde anoche no me besa y creo que mi necesidad es más grande que la suya hace un momento. Abraza mi cintura y mueve los labios con necesidad.
— Si así consigo que te pares tan pronto de la cama. Dime. ¿por qué no lo ingenié antes? —vacilo, dejando un beso corto en sus labios.
— Eres tan mala.
— Y tú no te aguantas ni un calentón.-contraataco.
-— Porque contigo no se puede. Imagina si estuvieses en mi lugar, tampoco te aguantas.
— ¿Tú de verdad te crees que yo permitiría que me dejes así cómo tú? ¿Alfiletero? —hablo haciéndolo reír.
— Por Dios, tú no paras un segundo.
Le sonreí.
— Buenos días, mi rey. —lo abrace a lo que él respondió gustoso.
Me encaminé al baño luego decirle lo bonito que se ve por las mañanas y tomé una ducha caliente para poder despejarme. Porque creanme, él no es el único que sufre en éstas situaciones.
Me encuentro calzándome las prendas cuando lo escucho tararear desde la cocina, le sigo la canción cuando me la sé y le grito piropos cuando no. El ruido de las ollas me indica que está haciendo el desayuno, me doy cuando que traigo puesto el traje de baño que a él le gusta y sonrió cuando imagino lo que me dirá al verme. Si hay algo que en verdad me hace feliz, es que me diga lo bonita que le parezco. Salgo descalza al pasillo, desatando mi cabello también porque sé cuánto le gusta cuando lo hago, aunque ya no lo traiga tan largo como antes, de hecho, apenas me llega a los hombros.
Estoy parada frente al cuadro de sus abuelos que hay colgado en la pared del pasillo, me cuesta distinguir los rostros ya que mi visión se va distorsionando de apoco. Me sostengo de los azulejos de las paredes y basicamente me arrastro en dirección a él. Mi cabeza duele de repente y siento como si mi sien fuera a explotar. Camino hacia la cocina con cuidado de no marearme más, encuentro sus manos en un momento del camino y respiro con alivio.
— ¿Por qué se ve usted tan hermosa? —siento su voz cerca y no puedo evitar sonreír-. Van a enamorarse todos de ti.
— Con que tú lo estés, me basta... —contesto.
Abrazo su cintura y me guardo en su cuello mientras él continuaba en la cocina. Lo beso con cuidado sintiendo como su piel se eriza por el contacto de mis labios. Sonrío. Suelta una risita tímida, yo sonrió de nuevo sobre su mejilla.
— ¿Por qué eres tan bonito, eh? —vuelvo a sonreír, pero mordiéndolo ésta vez.
- Sucede que paso mucho tiempo contigo, me contagias. -responde.
Se voltea hacia mí, abraza mi cintura pegando mi cuerpo a cuerpo al suyo. Mete sus manos en los bolsillos de mis shorts mientras se muerde los labios.
Yo me estiro para llegar a besarlo. Esto es extremadamente frustrante, mido casi 1,75 y aún me cuesta llegar a sus labios. Ni que fuera tan alto.
Mis manos van a parar a su cuello y un gruñido se espada de mi garganta al momento de besarme.
— Estás algo pálida, ¿Sucede algo? —pregunta, antes de volver a besarme.
— Creo que me siento un poco mal. —respondo, sintiendo su beso en mi frente.
— Debe ser el calor.. —toca mi frente con su mano—. Ven, quizás comiendo algo te sientes mejor y con más ánimos.
Me sienta sobre el mesón junto a la cocina, al momemto de él destapar la sartén, no puedo contenerlo. El olor a comida se filtra por mis fozas nasales creando un revoltijo en mi estómago. Siento la bilis subir hacia mi garganta y no me doy cuenta de la situación hasta que me hallo metida en el váter devolviendo lo que sea que haya en mi estómago, mientras el sostiene mi cabello.
Me pongo de pie y comienzo a enjuagar mi boca de manera desesperada tratando de quitar el sabor amargo que sentía. Mojo mi cara para tranquilizarme y poder respirar con cuidado. Al notarlo, tengo a Abraham a mi lado con una pastilla y un vaso con agua también.
— Te ayudará con las náuseas. —me lo tendió—. ¿Mejor?
— Sí, no lo sé. Quizás fue algo que comí. Anoche, ¿qué cenamos?
— Cereal. —afirmó—. ¿Qué? No tenía ganas de cocinar.
Me senté sobre la tapa del váter cubriéndome el rostro con las manos. Siento como si la cebeza me fuera a explotar ahora mismo.
—Hey, mira. ¿Qué te parece si nos quedamos aquí hoy? Hasta que te sientas mejor. —me acaricia la mejilla.
Su sonrisa me trae tanta paz que no puedo evitar sonreír también.
—Pero yo quería ir, vamos al menos a caminar un poco. No agobia estar encerrada aquí.
Veo cómo se lo piensa un segundo, pero al parecer mi puchero lo ha convencido pues asiente sin más.
—De acuerdo.—cede— . Pero cómo te sientas mal, te traigo de los pelos. —deposita un pequeño beso en mis labios y sale del cuarto.
Abraham's POV
Jari ha comenzado a preparar su bolso de playa mientras yo me veo obligado a cambiarme de ropa para ir también. Sinceramente esto no termina de parecerme una buena idea, pero no hay manera de que dé el brazo a torcer cuando se empeña en conseguir algo.
Salgo del cuarto cuando estoy listo y camino hasta dónde ella se encuentra. Estoy entrando a la sala cuando Pablo, su gato, se cruza en mi camino.
—Oye, con cuidado. —toma al gato entre sus brazos y me mira con reproche.
— Si no le he hecho nada, sólo se cruzó. —me defiendo—. Aún no puedo creer que te hayas quedado con el gato del vecino. —comento mirándolo con diversión.
— Él no le daba la atención que merece, estoy segura de que ni notó que me lo llevé. —dice, acariciando la cabeza del felino.
— Pues si me pregunta, le diré que tú eres una ladrona de mascotas. —vacilo.
Me saca la lengua y se sienta sobre el sofá a jugar con él. Yo me acerco a la ventana a admirar el cielo azul que sobresale entre las nubes.
— Mira que cielo tan bonito, ¿Estás lista para irnos? —me volteo a mirarla.
— ¡I'm ready for the new day! —exclama.
Camino hacia ella y la beso. Su cuerpo descansa sobre el sofá y yo me las arreglo para estar sobre ella, posiciona sus piernas al rededor de su cintura y sonríe cerca de mi rostro. Su gato me observa desde el apollabrazo del sofá, yo atino a besarla de nuevo.
— Si tan sólo supieras todo lo que me dan ganas de hacerte cuando usas ese traje de baño, te asustarías. —confieso, viendo como ríe.
— Tú quieres hacerme cosas con cualquier trapo que lleve puesto. —vacila.
— Eso es una gran verdad. —afirmo—. Vámonos, nena.
•••
Observo como camina rápido sobre la arena que quema sus pies, se desespera por no encontrar un lugar a dónde correr. Es ahí cuando voy al rescate.
La tomo de la cintura y la cargo en brazos para así ir caminando con ella hasta una roca a la orilla del mar.
- Debimos venir cuando el sol dejara de picar tanto. -comento, setándome a sus pies-. ¿Te lastimaste?
— No, solo me arde un poco. —baja sus pies al agua—. Oh vamos Boli, no es tan malo.
Sonreí.
— Hace tiempo no me llamabas así.. —dije con nostalgia.
— No desde que tus amigos Harry Potterteños se rieron de mí. —recordó.
— ¿"Harry Potterteños"? —pregunto riendo.
— Sí, ¿Qué no viven en Londres? —espeta, chapoteando sus pies en el agua.
— Oh, claro. Pero esos son unos idiotas, además lo dijiste en español. Se rieron por analfabetos. -hablé-. ¿Por qué mejor no buscamos algo de sombra? Que te insoles no es una opción.
Se puso de pie sobre la roca, yo volví a cargarla para ir a buscar un lugar donde posarnos sin que ella tenga que sufrir migraña otra vez. Me mira el perfil mientras camino con ella encima, yo la miro de reojo haciendo que deposite un beso en mi mejilla.
— Oye tú, apenas llegas y ya están comenzando a mirarte. De verdad no quiero terminar de los pelos con ninguna. —comenta maliciosa, puedo notar sus celos en su tono de voz.
Suelto una carcajada.
— Te miran a ti, deben preguntarse qué es lo que hace semejante diosa con ese. —digo, haciéndola bufar.
— Claro, pero te creería más si no estuviesen babeando cada vez que sonríes. —dice cuando la siento sobre la arena cálida—. ¡Oye amiga!, ¿se te perdió algo? -exclamó detrás de mí.
Al voltearme veo que le acaba de gritar a una chica que miraba en nuestra dirección. Ésta simplemente rodó los ojos y comenzó a caminar al lado contrario.
— Pero si no estaba haciendo nada malo. —le hablo.
— Sí, mirarte el culo. —responde, haciendo una mueca graciosa.
Yo me río y deposito un beso en sus labios.
—Eres increíble.
— Increíble será la paliza que le daré si vuelve a mirarte. —amenaza.
— ¿Cuándo le has pegado tú a alguien? Jamás en tu vida.
—Ah, ¿Tú te crees que no? —alzó el mentón— ¿Cómo crees que me defendía de los bully's en la primaria? Yo era toda una mafiosa. -alardea.
Reí.
— ¿Y por qué no sabía yo eso?
— Porque no le enseño mi lado oscuro a todo el mundo... —sisea.
Niego con la cabeza, divertido. Y me dirijo a la sesta que ella había preparado. Saco la manta de playa y la tiendo en la arena, como era de esperarse, es la primera y posar su trasero en ella. Me hace un sitio y la palmea, indicando que me recueste junto a ella.
Fijo mi vista en al agua cristalina del mar mientras ella se acopla a mí, posando su cabeza en mi pecho.
— Abraham... —llama mi atención—. ¿No crees que tu familia se enfade si se enteran que vinimos al país y no hemos ido a visitarlos?
— Pensaba en pasar unos días por Madrid antes de volver a Londres, ¿Qué te parece? —propongo.
— Yo feliz, extraño a la familia.
—Yo no veo la hora de volver a ver a Milo, quiero ver si puede decir "tío Abraham" —comento, haciéndola reír.
— Yo extrano a tu mamá y a su tarta de manzana. —confiesa.
Yo sonrío, besando la parte alta de su cabeza. Y entonces me quedo pensando, eso último que ha dicho me ha recordado algo importante.
— Oye, ¿Tú sabés que día es mañana? —le recuerdo.
— Mañana es... Jueves, diecinueve de Abr... —se interrumpió a ella misma —. ¡Oh, por Dios!
Cubre su rostro con sus manos por sorpresa y mira mira incrédula desde su lugar.
-— Mañana son cuatro años aguantándome. —menciono sonriendo.
Me mira con ternura y sin darme cuenta, se abraza a mí. Sus brazos rodean mi torso con fuerza, mientras su rostro se guarda en mi cuello. Reincorporo su rostro para poder mirarla, veo como una lágrima rueda por su mejilla y le sonrió.
Que ella se emcione por cosas como éstas me llena el corazón.
Me besa con efusividad, yo le correspondo el beso de inmediato.
— Oye, me merezco algo por todos los años de aporte, ¿No crees? —la molesto, acariciando la piel de su cintura.
— ¿Ya quieres jubilarte de mí? —insinúa.
— Nunca jamás.. —modisqueo su mejilla, haciendo que se queje.
Me besa el pecho y se apega más a mí, mientras cierra los ojos.
— No puedo creer que ya sean cuatro años, es como... si el tiempo no hubiese pasado. —murmura, pasando sus dedos por mi abdomen.
— Es que si pasó, pasaron muchas cosas, buenas y malas.. pero aquí estamos. Cuatro años de victoria. —comento.
— ¡Oye, como si estar conmigo fuese una batalla! —se exalta—. Pero bueno, pensándolo bien pued...
— No digas tonterías. —beso su frente.
— No, pero en serio, amor. ¿Tú no te aburres? —pregunta.
— ¿De qué?
— Pues, de mí. —se encoje de hombros—. No me mires así, es que pienso que después de tantos años... no sé, la gente se aburre. Les parece todo, que sé yo, muy monótono.
— ¿Tú crees que nuestra relación me parece monótona? —inquiero.
— No, no, no. Yo no estoy diciendo eso, lo que quiero decir es que quizás tú...
— Yo no esoy aburrido de ti, Jari —la interrumpo—. Yo jamás me aburriría de ti, es que es solo con mirarte, joder. Yo te elegí a ti para toda la vida, porque así es, me despierto a tu lado y es un sueño. Te vas por quince minutos a hacer las compras y ya te extraño, es como estar atado a eso, ¿sabes? Y me encanta, contigo soy tan feliz.. tengo tanto amor a tu lado, es como si cada día fuese el primero. Una eterna luna de miel, porque estás tú. ¡Asi que no vuelvas a decir gilipolleces!
Continuará...
Hola, primeramente quiero disculparme por ausentarme tanto tiempo, es que pasaron tantas cosas...
Estuve viajando todo el mes de enero y no encontraba momento para sentarme a editar, les juro. Entrando febrero ni bien volví a casa comencé a trabajar en muchas cosas... doy clases particulares de inglés entonces para esas fechas estaba llena de alumnos y de cosas para armar. Gracias a Dios se me dieron muchas oportunidades después de esto, estoy escribiendo nuevamente algo muy especial y requiere mucho tiempo.
Sin embargo yo sabía que tenía ésto pendiente, yo escribí éstos extra's antes de siquiera concluír la novela, pero necesitaban pasar por el proceso de edición. Cuando finalmente lo hice, no sé qué fue lo que pasó pero Wattpad me lo publicaba sin editar, ésto pasó unas dos veces hasta que por fin pude arreglarlo pero no me dejaba subir el capítulo entero, el cúal era mucho más largo. Por eso decidí dividirlo en dos partes.
No sé cúando vaya a subir esa 2da parte porque eso sí lo debo escribir del todo, no tengo borradores. Voy a estar viajando ésta semana que entra por ende no creo poder subirlo antes, cuando vuelva veré. Si puedo comenzar a escribirlo allá, mejor.
Otra cosa, algunas de ustedes me escribieron por Instagram (de paso, si no me siguen es: milirocio1, nunca subo nada.. soy lo más antisocial que existe pero prometo hacerlo más seguido) Bueno, me preguntaron si tenía algún problema al ver que no actualizaba lo prometido, o si estaba pasando algo en particular. Respondí a todo en su momento pero no quiero dejar de dar las gracias también por acá, ver que siguen ahí después de tanto tiempo me llena el corazón. Muchas gracias por tanto amor. Y estoy bien, solo es falta de tiempo jajaja.
Es todo, Dios les bendiga!!