Todo es posible - Cameron Dal...

De paradxise

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Esta es mi primera novela en wattpad. Espero que les guste, espero sus comentarios y votos. ♡ La novela es or... Mai multe

Todo es posible
Capítulo 1._
Capítulo 2._
Capítulo 3._
Capítulo 4
Capítulo 5
Capítulo 6._
Capitulo 7._
Nota._
Capítulo 8.
Capítulo 9.
Capítulo 10.
Capítulo 11.
Capítulo 12.
Capítulo 13.
Pequeño adelanto del capítulo 14.
Capítulo 14.
Capitulo 15.
Capítulo 16.
Lo siento :(
Capítulo 17 1/3
Capítulo 18 2/3
Capítulo 19 3/3
Capítulo 20.
Capítulo 21.
Capítulo 22.-
Capítulo 23.-
Capítulo 24.
Capítulo 25.-
Capítulo 26.-
Nota.-
Capítulo 27.-
Nota.-
Capítulo 28.-
Capítulo 29.-
Capítulo 30.-
Capítulo 31.-
Capítulo 32.-
Capítulo 33.-
Capítulo 34.-
NOTA.-
Capítulo 35.-
Capítulo 36.-
Capítulo 37.-
Capítulo 38.-
Capítulo 39.-
Capítulo 40.-
Capítulo 41.-
Capítulo 42.-
Capítulo 43.-
Capítulo 44.-
Capítulo 45.-
Lo siento
Capítulo 46.-
Capítulo 47.-
Capítulo 48.-
Capítulo 49.-
Capítulo 50.-
Capítulo 51.-
Capítulo 52.-
Capítulo 53.-
Capítulo 54.-
Capítulo 55.-
LO SIENTO
Capítulo 56.-
Capítulo 57
Capítulo 58.-
Capítulo 59.-
Capítulo 60.-
Capítulo 61.-
Capítulo 62
Capítulo 63.
Capítulo 64.-
Capítulo 65.-
Capítulo 66.
Capítulo 67.-
Capítulo 68
Capítulo 69.
Capítulo 70.
sorry
Información primordial
Capítulo 71
....
Capítulo 73.

Capítulo 72.

276 14 8
De paradxise

Narrador:

Aquella mañana abrió los ojos, tenía la sensación de que había estado durmiendo mucho tiempo. Una luz le dio de pleno cuando los termino de abrir, entonces volvió a bajar de su nube.

Seguía en ese sitio.

El olor que desprendía inundo sus fosas nasales de un suspiro, le dieron arcadas al instante. Intento levantarse de dónde estaba, pero fue casi imposible, su cabeza no paraba de dar vueltas, era horrible y quería que parase.

Se quejo en cuanto se tocó la frente, enseguida escucho una voz.

-_____, ¿eres tú? - escucho la voz de su amiga.

-Sí. - tardo en contestar. Seguido un sollozo.

-Gracias dios, pero no pienso hacerme monja. - intento reír ante el comentario de su amiga, pero fue casi imposible.

El silencio se hizo presente cuando se escucharon unas pisadas lo suficientemente fuertes como para que las dos chicas lograran escucharla. Luego una puerta abriendo y cerrándose en cuestión de segundos.

-¿Sabes si se despertó ya? - escucho esas voces que tanto deseaba olvidar para siempre.

-¿Qué te piensas que vamos a ir a ver?

Quiso cerrar los ojos, pero ya era tarde, la habían visto.

-Hombre, pero si estas vivas. - Río Alan acercándose a ella. - ¿Te duele algo? - pregunto frío, su tono cambio por completo.

-Como si te importara.

-Buen punto. - se arrodillo quedado lo suficientemente cerca de ella como para que lo escuchara incluso si susurraba, que fue lo que hizo. - El problema es que, si no sales de aquí con vida, nosotros tampoco.

-Voy a avisar a Pablo, tiene que saber que está bien. - Alan asintió con la cabeza.

Alan se levantó y camino para sentarse en la puerta de aquel oscuro cuarto.

-¿Tu amigo? - Pregunto la chica mirándolo fijamente, se intentó sentar ayudándose de sus manos.

-¿Anthony? - Ella asintió – Pablo lo mato al enterarse de lo que tenía pensado hacer con ustedes.

Logro sentarse, pero el mareo la inundo por completo. Fue entonces que recordó todo, había intentado escaparse, pero se había caído en el intento.

-¿Por qué no me dejaste morir? - Los ojos del chico se habían tornado de un color oscuro, daba miedo.

-No quería morir. - fue lo único que contesto.

No dijo nada, solo necesitaba que la cabeza dejara de darle tantas vueltas.

-¿Cuándo nos vais a soltar? - volvió a preguntar.

-Me estas hartando con las preguntitas.

Alan se levantó en cuanto vio a Pablo acercarse.

-Buenos días bella durmiente. - río mirándola. - ¿Con que intentándote escapar? Lo vuelves a intentar y te aseguro que no vuelves abrir esos ojos nunca.

-Me harías un favor, así os dejo de ver para siempre.

-En dos días vas a ver a alguien muy importante, ¿podrás esperar? - los latidos de la chica se volvieron más rápidos.

Alan abrió los ojos como platos al escuchar las palabras de Pablo.

-¿Cuánto tiempo estuve así?

-Casi dos semanas, vino un médico a verte, pero, ya no está entre nosotros. - Junto las manos como si estuviera rezando, cerró los ojos y negó con la cabeza. - Tu novio debe de estar preocupado, hace dos días lo vi por la calle, que pena de chico. - Hizo un puchero. - Oh, mira lo que me dio para que te encontrara. - Le enseño un cartel con una de sus fotos en él.

Las lágrimas no tardaron en salir de sus ojos, agarro el papel entre las manos y salio un sollozo.

-Cuando lo veas dile que se corte la barba, no le queda nada bien, perece unos de estos.... ¿Cómo se llaman? - Chasqueó los dedos - Así vagabundos. - Soltó una carcajada.

-Pablo. - Lo llamo Alan.

-¿Qué paso? - Bufo.

Escucharon a un perro ladrar y luego el grito de un nombre llamándolo.

-¡SOCORRO! - Se escucho el grito de dos chicas salir de una de las casas abandonadas.

-Arco ven aquí. - Hablo el hombre cuando escucho aquello.

El perro enseguida se puso a su lado con la lengua por fuera. Se quedó quieto durante unos segundos para ver si volvió a escuchar algo. El perro levanto las orejas, el si había escuchado algo.

-Vámonos, seguro eran unas niñas jugando. - El perro no se movió de su sitio. - Arco vamos.- Estaba inmóvil mirando la casa que tenían delante.

El hombre intento mirar por las ventanas llenas de polvo que decoraban la casa por fuera, esa casa se caería en cualquier momento. No debía entrar ahí, le recordó a la otra casa que estaba algo más cerca de la suya, pero en ese si vivía alguien, un chico que logro ver tras la ventana.

-Arco, vamos. - Volvió a decir, fue entonces cuando el perro ladro hacia la puerta. - ¡Arco! - Grito.

Otro ladrido, pero esta vez más fuerte. Se agacho y lo tomo en brazos para poder llevárselo.

-Vamos a ir a la policía. - Le hablo al perro que estaba gruñendo.

Camino hasta llegar a una camioneta donde subió al perro y arranco para ir hacía la comisaría más cercana.

***

Aparco la camioneta lo más cerca que pudo de la comisaria, antes había pasado por su casa a dejar a Arco con sus hijos y explicarle todo a su mujer que había decidido acompañarlo hasta la comisaria.

-Buenas vengo a poner una denuncia.

-Tendrá que esperar 5 minutos. - Le hablo uno de los tantos policías que había en esa sala

Se sentaron delante de la mesa que había justo en la entrada, trago en seco, no había pensado en que iba a decir cuando le preguntaran por la denuncia, los motivos. Su cabeza estaba hecho un lío, simplemente no quería que algo así le volviera a pasar.

Alzo la vista hacia el corcho que se encontraba encima de la mesa de policías encontrándose con diversas fotos de gente que era buscada, algunas fotos de los policías, anuncios y demás. Pero hubo algo que le llamo bastante la atención las fotos de unos chicos jóvenes, todos con la mirada fría como si no existiera ningún sentimiento en ellos. Pero había uno de ellos que, si transmitía algo, era el chico que había visto en la calle.

-¡Es él! - Se levanto señalando al chico.

-¿Ha visto usted a estos chicos? - Llego un policía.

-Lo vi hace semanas en una casa que tenía que estar abandona, llevaba al perro...- Lo callo.

-Sígame, por favor. – Los guío hasta una sala algo alejada de la puerta principal. – Siéntense. – Les señalo las sillas delante del escritorio. – Todo lo que dirán será grabado, el chico que usted dice a ver visto se está buscando hace mucho tiempo.

-Si, sin problema.

-Bien, entonces, empecemos. – La grabadora empezó a hacer su trabajo mientras aquel hombre decía todo lo que había visto incluido lo de hoy.

-Luego se escucho un grito de dos chicas diciendo socorro, no supe que hacer e hice callar a mi perro para ver si volvía a escuchar otro grito, pero no se volvió a escuchar nada, luego el perro se puso a gritar como un loco y me lo tuve que llevar de ahí.

-¿Podría usted decirnos dónde fue? ¿Se acuerda del lugar? – El hombre asintió con la cabeza, se acordaba del lugar perfectamente.

-Es necesario que venga con nosotros, junto a unos hombres y nos indicara el lugar. – Volvió a repetir su gesto y vieron como el policía los dejaba solos.

-Por favor ten cuidado. – Le hablo su mujer cogiéndolo de la mano.

-Todo estará bien.

Tal y como dijo el policía unos cuantos minutos después unas 3 patrullas lo esperaba fuera de la comisaria, pero había gente de algún rango más alto que todas las personas que iban en los coches.

-Buenos tardes, somos los inspectores que están a cargo del caso, ellos son los novios de las chicas que creemos que usted escucho hoy. – Una chica le hablo y el hombre estrecho su mano igual que al resto de personas que estaba ahí.

Miro a los chicos, los dos estaban mirándolo fijamente. La tristeza en sus ojos se veía a muchísima distancia.

-Prometo que las encontraremos. – Les hablo el hombre mirándolos, ellos solo intentaron sonreír.

-Bien, debemos irnos ya, no queremos que se haga de noche. – Mackenzi señalo una camioneta negra.

El viaje fue largo, pero llegaron poco antes de que caiga la noche. La primera casa en visitar fue la del chico que había visto a través de la ventana. Aquel de la mirada que tanto le inquieto.

-Estamos llegando. – Hablo el señor.

-Vamos aparcar aquí, el resto lo haremos caminando, por favor pónganse los chalecos. – Los miro asustados – Es por precaución, esto no es una excursión.

Todos bajaron del coche y guiados por el castaño de 45 años pudieron divisar una casa a lo lejos, escondida entre la maleza. Decidieron que el resto diera la vuelta.

-Necesito ir yo. – Hablo Cameron – Tengo que ser yo, por favor, necesito verla.

-No sabemos si siguen ahí o si ellos la tienen Cameron, nadie se va a arriesgar de más, déjanos esto a nosotros.

Se quedo callado viendo como uno de los inspectores caminaban hacia la puerta. Escucho el golpe de esta y luego un grito.

-¡AYUDA! – No eran las chicas, esa voz le sonaba.

Sus ojos se abrieron cuando se dio cuenta de que el chico que gritaba era Marco, salió casi corriendo de donde estaba y quiso tirar la puerta hacia abajo. Enseguida el inspector lo paro.

-¿Estás loco? – Le dio un empujón – No hagas esto más difícil.

-¡A BAJO! – Grito un policía y se escuchó un disparo.

La respiración se les volvió agitada. Otro disparo, dos, tres.

-Vete de aquí. – Le grito mientras señalaba donde estaban Hayes y el señor.

Agachado camino hacia ellos y cuando Mackenzi lo miro para ver si le había hecho caso, abrió la puerta de un golpe en seco. La puerta se abrió de par en par y dentro se encontraban dos chicos con la cara tapada que empezaron a disparar contra el inspector.

Cameron salió corriendo hacia una de las ventanas sin escuchar los gritos de Hayes. Busco algo con que romperla al igual que la forma de cómo lograr subir hasta ella. Encontró una piedra y apunto lo más que pudo antes de tirarla contra la ventana. Logro romperla casi al instante, pero uno de los trozos logro caer sobre su mano izquierda, pero le importo más bien poco. Lo único que quería era poder encontrar por fin a las chicas y acabar con todo esto de una buena vez por todas. Al menos necesitaba saber que estaban bien, que no les habían hecho nada mal.

Miro hacia todos lados buscando algo con lo que poder subirse, pero no encontró nada sobre lo que apoyarse.

Las únicas ventanas a las que podía subirse sin ningún problema eran las de la entrada, pero corría el riesgo de que algunas de las balas que seguía escuchando le diera de lleno y no lo contara.

Maldijo por lo bajo, no había ido para quedarse de brazos cruzados. Miro la ventana una vez más antes de caminar hacia atrás para poder coger carrerilla, sabía que no saldría ileso de esa, pero tenía que intentarlo.

Suspiro antes de empezar a correr hacia la pared, dio un salto e intento agarrarse de algo, pero lo único que logro fue raparse todas las palmas de la mano las cuales estaban rojas y con algo de sangre.

-¡JODER! – Grito casi a punto de llorar.

Volvió a intentarlo cerca de 6 veces hasta que logro colocar la mano en un ladrillo mal colocado. Se balanceo y coloco la otra en la ventana, luego quito la mano del ladrillo y la intento poner en la ventana. Casi se cae en el intento.

-Venga por dios. – Susurro antes de colocarla. – Sí, dios, gracias.

Se impulso todo lo que pudo hasta lograr entrar medio cuerpo, tuvo que colocar las manos encima de los cristales o se iba a caer. Dio un grito ahogado cuando sintió los cristales clavándose en las heridas que tenía en las palmas de la mano.

Estaba a nada de entrar, dio un último esfuerzo antes de caer sobre el suelo y no darse de milagro en la cabeza que se cubrió con los brazos ya casi llenos de sangre.

-______. – La llamo con la poca voz que le quedaba después del esfuerzo.

Nadie parecía haberlo escuchado.

-¡_____! – Intento gritar, pero la respuesta que recibió no era de la persona que deseaba ver.

-¡Cameron! – Escucho la voz de alguien que creyó reconocer. - ¡Cameron!

Corrió siguiendo la voz, lo llevaron a unas escaleras que daban la sensación de que si las pisaba se caería al momento y no quería eso. Pero no se iba a quedar ahí así que subió corriendo las escaleras y como pudo llego al segundo piso.

-¡Marco! – Lo llamo buscando en las habitaciones, si se las podía llamar así-

Volvió a escuchar su voz y acabo entrando en una habitación que no tenía ventanas, estaba todo oscuro, pero pudo distinguir tres figuras entre ellas.

-Lo siento. – Le escucho susurrar. – Me obligaron.....Mi hermana....No quería. – Sollozo.

La luz que se encendió de repente le mostró quienes eran las otras dos personas que estaban en esa habitación con él. Uno de los chicos estaba con la cabeza agachada y lo pudo distinguir quien era, estaba sentado encima de un charco de sangre que le provoco un enorme escalofrío, pero se levantó enseguida al ver quien estaba delante.

-Siempre quise conocerte, ¿sabes? – Miro al chico que tenía delante. – Tu novia o mejor dicho mi exnovia, no está aquí. – Sonrío mientras acariciaba la pistola con un dedo. – Oye, ¿es tan buena en la cama como siempre me la imagine?

El instinto le hizo levantarse y tirarse encima de él. Pero enseguida se levantó con las manos en alto al notar en su barriga.

-Realmente quieres morir así Cameron amigo mío.

-Yo no soy nada tuyo.

-¡TU ME QUITASTE SU AMOR! – Grito apuntándolo, su obsesión lo estaba llevando a la locura.

-¡LA DEJASTE SOLA CUANDO MÁS TE NECESITABA! – Le hablo de la misma manera, no iba a caer en su sucio juego de esta manera.

-No sabes nada. – Le temblaba la mandíbula. Los disparos seguían escuchándose, pero cada vez menos.

-Ella me lo conto, me conto como la dejaste sola.

-Cállate.

-Me conto cuanto te quiso, pero ahora te odia.

-Cállate.

-No sabes lo mucho que te necesito en ese momento.

-¡Cállate! – Alzo la voz.

-¡No! ¡_____ Moore estuvo enamorada de ti! – Una lagrima cayo por sus mejillas, cuanto la echaba de menos - ¡Pero tú la abandonaste!

-¡CÁLLATE! – Se escucho un último disparo.

Marco dio un grito ahogado y el mayor de los Moore levanto la cabeza.

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