Deimon

By SamantaHFlores

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El diablo es real. Y él no es un hombre pequeño de color rojo con cuernos y cola. Él puede ser hermoso. Por... More

Prólogo
Capitulo 1
Capitulo 2
Capitulo 3
Capítulo 4
Capitulo 5
Capitulo 6
Capitulo 7
Capitulo 8
Capitulo 9
Capitulo 10
Capitulo 11
Capitulo 12
Capitulo 13
Capítulo 14
Capitulo 15.
Capitulo 16
Capitulo 17
Capitulo 18
Capitulo 19
Capitulo 20
Capitulo 21
Capitulo 22
Capitulo 23
Capitulo 24
Capitulo 25
Capitulo 26
Capitulo 27
Capitulo 28
Capitulo 29
Carta perdida de Deimon.
Agradecimientos.
Avisos
Deimon

Capitulo 30 {FINAL}

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By SamantaHFlores

Los chicos permanecen de pie en la entrada mientras el chico que está delante de mi sigue aplaudiendo con alegría como si hubiera recibido el mejor de los regalos. Deimon hecha un rápido vistazo y cuando me mira su rostro se atormenta sin embargo para no hacerse notar su vista se clava en Lucius y con decisión comienza a caminar. Sus pasos firmes y siendo un poco duros hace que el lugar lo vuelva en un eco fuerte y claro, su mente permanece estable y decidido, pero sé que el no podrá hacer nada. Los chicos se inmutan a quedarse en el lugar salvo Eleonor que ahora tienen la misma pinta que de Gareth, solo una cierva.

Es su jefe, lo sé perfectamente, él ha sido quien los dirigió a mí en busca del grimorio, pero no creo que sea la única salida que tenga el pentágono. Mi mente se llena de imágenes hablando sobre pactos y no quiero tomarle importancia, debe haber otra forma. El chico que me está tomando ahora me hace un lado y camina hacia donde esta Deimon, acercándosele. Deimon parece también un seguidor de Lucius, sin embargo él no se inclina cuando está delante de él, al contrario se limita a estar de pie y los chicos, ellos si se han inclinado.

— ¡Deimon! querido amigo—Dice el chico y lo abraza dándole palmaditas en la espalda.

Deimon se tensa por unos segundos pero no me mira, quiere permanecer fuerte.

—Déjala ir—su voz oculta un filo bastante prometedor haciendo que Lucius lo mire sorprendido.

— ¿Quieres a una humana?—dice y suelta una risa malévola— una simple chica sin nada de divertido.

Sus palabras son clavadas en mi pecho y con fuerza jalo las cadenas sin embargo él no se limita y gruñe en mi dirección.

—Eso no te importa— niega Deimon, su pared se ha destruido y parece un vulnerable— Ella no tiene nada que ver en esto, Lucius.

Lucius camina hacia mí y se pone detrás, sus manos tocan mis hombros y sé que Deimon se enfadara. Su boca se acerca a mi cuello pero Deimon no ha movido sus facciones, permanece decidido y Lucius lo sabe.

-No lo sé Deimon ¿No lo ves?-dice y se gira verme. La oscuridad vuelve un poco más pesado el lugar y noto como mi piel sea puesto de gallina.- Por fin lo tenemos aquí, el deseoso grimorio.

-Entonces solo libérala- Lucius niega y sonríe. Sus pensamientos son frio y calculadores, algo mantiene bajo sus pensamientos algo que suena a trampa.

-Esto es lo que esperamos por muchos siglos Deimon, es tu liberación esto-Su voz suena tranquila pero hay un filo oculto. Los pensamientos de Deimon también suenan a zumbidos y hay tantas energías al mismo tiempo.

-No lo entiendo-dice y Lucius sonríe.

-Te lo dejare claro-masculle- Finalmente después de tanto tiempo han sido tu quien ha luchado por esto ¿Acaso piensas no obtener lo que te corresponde?

-¿Qué cosa?-esta vez soy yo la que habla y Lucius me sonríe.

-Oh Edythe, tu pobre corazón enamorado de un demonio, una blasfemia-dice y se acerca a mí, sus manos alzan mi rostro para que lo mire a los ojos rojos e intensos- Te has enamorado de alguien comprometido con el pasado querida ¿Oh no Deimon?

Esto es de lo que quería hablar.

Mi vista se dijo en Deimon que traga pesado y se acerca un poco más a mí, su rostro parece atormentado y hay un montón de recuerdos pasando por su mente.

-¿Comprometido?-mintiendo y Lucius sonríe.

-Él se enamoró de una chica del pasado, por eso no quiso salir contigo-sus palabras son como una bofetada y me atrevo a mirarlo.

-Edythe...yo...-dice tratando de conseguir las palabras correctas. Sin embargo mi enojo hace que me retire mi vista de sus ojos. Por primera vez estábamos estableciendo lo que yo ya sabía y había mantenido oculto todo el tiempo.

-Lucius...-la voz de Deimon es dura y se gira a ver al chico de ojos rojos- Rompe el trato.

—Pero claro que no querido amigo—Lucius sonríe— Tu pacto ha terminado por fin hoy, tu querido amigo, te devolveré lo que siempre has querido.

— ¿Qué pacto?— pregunto esta vez.

De repente Deimon suelta un jadeo y sus ojos parecen desorbitados, mi corazón comienza a latir más rápido mirando a cada uno de ellos, pero todos parecen igual de perdidos. Es Eleonor quien toma valor y se planta delante de Deimon.

— ¿Qué hiciste Deimon?—dice Eleonor — ¿¡Cuál es tu pacto!?

-Regresa tu amor, donde sea que estés, a través del tiempo y el espacio, tráela de nuevo hacia mí-la voz de Lucius suena tranquilo y analizo sus palabras pero no llega nada de información.

Jamás me había preocupado por el pacto y ahora finalmente estaba sabiéndolo, que era lo que mantenía a Deimon atado al pentágono y por qué después de todo ahora se atrevía a hacerse mención aquí.

Deimon permanece pálido y de repente un sonido sordo truena del piso. Ahí en el fondo del pasillo hay una mujer que camina como si fuera un zombi, esta tan blanca que podría ser un fantasma, pero el golpe llega cuando se va mostrando a la luz camina elegante con un vestido largo de color blanco y el cábelo suelto, balanceándose.

El cielo truena y cuando ilumina el pasillo sé quién es. Es Ellie.

Ellie sigue caminando y abre los ojos con dulzura, parece no saber que sucede pero cuando ve a Deimon ella no reacciona, parece incluso desorientada. Mi corazón late rápido y mi cabeza se llena de imágenes sin sentido, de repente sé que ella ha vuelto por Deimon, ella realmente no murió ¿O sí?

—Deimon...—susurro y sus ojos siguen plantados en Ellie parece admirado y enbelasado por su presencia y mi corazón se estruja de golpe, es entonces cuando se acerca a ella y sin notarme a mí la envuelve a sus brazos haciendo que mi corazón se rompa en miles de fragmentos. Mis lágrimas comienzan a hacerse presentes pero ninguno se dirige hacia mí. Las manos de Deimon toman a Ellie por las mejillas y la acerca a su rostro, esta tan cerca que la va a besa pero algo cambia cuando me atrevo a verle se ha puesto tenso, el cabello de Ellie es alzado y Deimon frunce el ceño y se gira a ver enojado a Lucius.

—El pacto esta hecho Deimon, si tú me traías el Grimorio, yo traería de vuelta a la vida a la chica que amas— Lucius explica y suelta una risita .Deimon niega y se planta de frente a Lucius. Su rostro destella ira y no ha puesto una mano encima de no ser por lo que es.

—Ella no es ¡Ella no es!—grita desesperado Deimon— Ella no es la chica de la que yo me enamore.

Mi corazón se vuelve a romper pero Deimon ni siquiera me mira, permanece enojado. ¿Así que yo era su pacto? ¿Aventarme al infierno para recuperar a Ellie? Mi mente se envuelve de preguntas y mis lágrimas caen, de repente todo tiene sentido, el por qué no me quería aceptar como algo más, porque muchas veces parecía no importarle o incluso porque a veces parecía desearme... Ellie tiene su corazón y no hay espacio para mí.

—Por supuesto que no, la chica con la que has tenido contacto ha sido con Edythe, pero tú solo querías a Ellie.

Deimon ahora dirige su mirada hacia mí y se acerca rápidamente, me giro para no hacerle caso y no le importa, el mueve mi cabello de mi cuello y jadea. El pentágono sigue ahí, no ha desaparecido desde aquel viaje al pasado.

—Te dije a la mujer que amaba. —Dice Deimon excusándose. Lucius encoje los hombros y lo mira. Deimon permanece viendo al pentágono marcado en mi cuello.

Sí, todo comienza a tener sentido. Deimon se ha confundido, las veces que yo viaja al pasado y mantenía contacto con él. Ahora lo entiendo. Hemos caído en una trampa.

—Y específicamente dijiste que se llamaba Ellie. Edythe tuvo contacto contigo tantas veces contigo cada vez que iba al pasado y tu pensabas en otra mujer ¡Es tan simple de entender!—Dice Lucius rodando los ojos como si él fuera el único que entendiera.

— ¡NO!— grita Deimon y cuando creo que se abalanzara hacia él, los chicos lo detienen por los brazos. Un gruñido sale de su pecho y sus ojos parecen decidido a matarlo, pero hay un punto donde se contiene.

—Tu pacto termino, yo me quedo con el grimorio y tú con tu mujer. —Dice Lucius colocando sus manos alrededor de mí.

De repente comprendo todo esto, cada vez que yo viajaba al pasado Deimon se enamoraba de mí y como jamás le dije mi nombre él pensó que era Ellie ¡Pero fui una estúpida! Hemos estado cayendo en los juegos de un maldito, Deimon hizo su estúpido pacto y ahora le pertenezco a Lucius. Las lágrimas se desbordan de mis ojos y comienzo a llorar con enojo, porque yo fui muy estúpida, porque Deimon ha sido estúpido.

El grimorio soy yo y ahora le pertenezco a alguien más.

—Lucius, por favor— Deimon lo mira y sus ojos parecen desesperados y atormentaos incluso sus sentimientos llegan hasta mí, lo siento y quiero consolarlo pero cuando trato de caminar Gareth jala de las cadenas, haciendo que me caiga.

—Vamos Deimon, tú me das el grimorio y yo a la mujer que querías. Esto termino.

— ¡Yo no te he dado nada!—grita Deimon y sus llamas se encienden pero rápidamente son apagadas y Lucius sonríe.

—No olvides que soy tu amo, estúpido—gruñe. De repente me mira y me levanta. — Sabes Deimon, ella podría ser una perfecta Beatriz en mi infierno.

De repente elevo la vista y me doy cuenta de que están hablando, como en La divina comedia, Lucius me mira y de nuevo son sus manos quienes tocan mi rostro.

—Podría volverla todo una reina de la oscuridad— murmura y se lame los labios, de repente su boca se dirige a mi cuello.

— ¡Suéltala!— gruñe Deimon.

Es entonces cuando se escuchan truenos rápidamente. Deimon abre los ojos y Lucius comienza a sonreír.

—Esos estúpidos ángeles— gruñe Lucius. Una ráfaga de viento aparece y me doy cuenta del primer ángel de enormes alas que está ahora delante de nosotros es...Carl

—Lucius— Mi padre sostiene una espada que se ve muy poderosa y fuerte— Dame el Grimorio y te dejaremos ir— dice Carl, Lucius hace que me levante a su lado.

—Veras Carl, estaba pensando es hacer a Edythe en un estupenda reina del infierno ¿No sería grandioso?

— Solo dámela, queremos el grimorio- La voz de lo que alguna vez fue mi padre suena decidida y fuerte. Carl sigue viéndose tal y como lo había visto hace un par de meses, su armadura brillante lo hacía ver más como alguien sobrenatural y las alas mostraban fortaleza.

— ¿Sabes que esta chica es el Grimorio?—dice Lucius y mira a Carl— Si quiera quedarme con el grimorio habría matado a esta chica desde hace un par de minutos y yo ya lo tendría, pero parece que tiene dotes en la oscuridad.

—Lucius, es un último aviso.

Lucius sonrió.

—Yo también tengo cinco caballeros, uno más contando al nuevo integrante del infierno.

Es entonces cuando me doy cuenta quien esta aun lado de Deimon, es Rein ¿él se unió? Rein me mira y parece avergonzado sin embargo cuando sus alas son estiradas son iguales a las de Eleonor, se ha vuelto un caído.

La mirada que mi padre dirigí a Lucius no es nada tierna ni linda y sé que va acabar con todos. La energía que emerge de su cuerpo parece la peor de todas y mi corazón se estruja al pensar que todos podrían salir dañados y todo por un jodido libro.

—Bien

—Bien, que la pelea comience.

Miro a Deimon que parece enojado y mira a Lucius y cuando la boca de Lucius se mueve me quedo helada.

—Trata de no morir Deimon.

Entonces las puertas y en los pasillos se pueden ver personas con alas, con escudos dorados y espadas largas y filosas que hacen mi vista se fije en el brillo de estas. Miro a Deimon que sonríe y me murmura

—Todo estará bien.

Pero sé que no lo estará, que podría morir. Mi cuerpo choca con las miles de energía que están ahí y me siento asustada, lo suficiente para que mi cuerpo haya empezado a temblar. Mi vista se dijo en el pentágono quien ahora se ha juntado Gareth. Eleonor también está ahí protegiendo de Rein y mi corazón se hunde hasta mi estómago. El dolor que siento en mi pecho se hace más grande y muevo mis músculos para poder liberarme de todo esto, de lo que ahora es la guerra entre el cielo y el infierno. Un golpe sordo hace que mire a Chase y como su cuerpo ha salido volando por los cielos. Pero es detenido antes de que golpee una de las paredes. Son sus manos quienes se levantan al cielo y las espadas de ellos son levantadas, con fuerza Deimon echa un vistazo y ayudándole a Chase incendia las espadas. Los hombres se elevan con sus alas hacia Chase pero rápidamente caen cuando notan un dolor. Jason los mira a los ojos y sonríe enloquecido por su fuerza, Stephan se acerca a ellos con cuidado y nubla sus pensamientos con imágenes del infierno, entonces Gareth incendia alrededor de ellos y con fuerza Chase empuja las espadas hacia los ángeles haciendo que estas se crucen con su cuerpo. El salón está lleno de hombres volando, sonidos de espadas y un espacio oscuro uno perturbable y con fuerza.

-Y tu-me dice Lucius y se gira hacia mí- Tu eres solo un libro que es manipulado, tu serás mía Edythe.

Un gruñido de mi garganta y quiero hacer algo, necesito hacerlo. Las uñas se me clavan en las palmas de mis manos y me levanto con fuerza, sin saber muy bien como mi rodilla se clava en la mandíbula de Lucius el da unos pasos hacia atrás y me mira sorprendido. Las cadenas son rotas y se escucha el crujido de huesos siendo chocados no voy a perder, no esta vez. Lucius se levanta al mismo tiempo en que me acerco a él y lanzo un puñetazo a su rostro. Mis manos son extendidas hasta las cadenas y las ordeno para amarrarlas justo para Lucius, su sonrisa es tétrica y hace que mi corazón tiemble un poco pero definitivamente no me rendiré, no lo hare, ha sido suficientes juegos, suficientes golpes en mi vida como para que alguien llegara y la destruye como él lo ha hecho y si no mal recuerdo mi antigua yo jamás se ha rendido, ha superado las críticas y los enojos, las peleas y los sustos al acércame un al Grimorio y aun así eso jamás me detuvo. Yo soy el prohibido Grimorio, aquel que desea el cielo y el infierno.

Lucius me mira y rompe las cadenas pero cuando lo hace extiendo una de mis manos hacia las espadas y lo inclino hacia su cuello. Su sonrisa solo se hace más grande y lo miro.

-Ellie...-susurra y rápidamente un jalón en mi cuero cabelludo hace que retroceda. Ellie parece hipnotizada y mueve sus manos como si en ellas tuviera navajas que después de unos segundos sé que es así. Sus manos se extienden a mí pero mi pie se dirige al suyo y lo aplasta de modo que cuando ella quiere moverse hacia cae. Mis movimientos son rápidos y solo por un momento quiero disfrutar de esto. Por lo que hizo, por el hechizo por castigarme del modo en que lo hizo y sobre todo, fingir una amistad que nunca existió. Mi puño golpea su rostro y rápidamente ella gruñe, sus palabras dicen algo que no entiendo y un dolor punzante se siente detrás de mí cuello, quiere borrar el cello. Un gruñido amenazador escapa de mis labios y miro a Ellie. Sus ojos parecen desorbitados y no parece ser la misma, es entonces cuando siento algo en mi espalda. El crujido de mis huesos y el líquido caliente que mancha el vestido de Ellie hace que me gire.

-Edythe-El gruñido que lanza Deimon hace que lo mire y luego gire a ver quién ha sido el responsable. Lucius sonríe para sí mismo así que mi corazón comienza a latir rápido y con unos movimientos bruscos saca la espada de mi espalda. Rein se lanza contra Lucius y no puedo asimilar lo que ha sucedido. Mis manos comienzan a temblar rápidamente y me digo a mi misma que me que me calme pero la mancha de sangre que mancha el vestido comienza a aterrorizarme. Deimon se lanza hacia mi rápidamente y antes de que mi cabeza choque contra el piso en la sostiene. Un jadeo de mi boca sale cuando comienzo a ver puntos rojos y negros en mi visión y mis gruñidos enloquecen de dolor. Hay más sangre en el lugar cuando noto que Eleonor ha empujado a Rein, sus manos están hinchadas y los nudillos se encuentran abiertos.

-No te vayas-dice Deimon y mis ojos se dirigen a los suyos el sabor de la sangre ha comenzado a drenarse de mi rostro, estoy muy segura de que si no fuera porque estoy así mi cara estaría roja. Pero aun con el peligro y mi furioso corazón algo se incendia, una chispa que necesita para que lo que sintiera me fuera posible. Una llama que necesita despertar.

Deimon me ve y luego a Ellie quien también parece desmallada, la sensación de confusión sigue estando en su mente pero esta vez no se aleja ni un centímetro de y entonces sonrió. Lo siento en lo profundo de mí ser, es algo que recorre todos los espacios vacíos de mi cuerpo, como ponzoña, matando todo lo que fue "humano". La sangre que antes chorreaba se ha detenido y los tejidos de mi piel han comenzado a cicatrizar Deimon se detiene a ver y esta vez por 'primera vez en mi vida me siento como sus llamas, me siento muy superior. El gruñido que da Lucius hace que me altere y sin pensarlo mucho me dispongo a levantarme. Deimon se queda a mi lado vigilando mis movimientos y mantenido ambos brazos extendidos hacia mí. Mi boca sabe a sangre y el sonido de mis gruñidos es estrellado en cada habitación haciendo que tanto los demonios como los ángeles detengan su pelea. Chase me mira asustado pero se relaja cuando su vista se gira hacia mi estómago y ve que la herida ha sanado.

Mis manos son extendidas a ambos lados de la habitación y puedo verlos ocultos, aquellos colores que me persiguen si toman forma cuando los llamo, cuando después de todo siguen aquí. Los ángeles que han sobrevivido caen han suelo cuando los miro y las sombras se encargan de mantenerlos ahí. Gracias al Grimorio la herida ha cerrado completamente y mi mente se mantiene llena de pensamientos en busca de cómo hacer que el Grimorio sea olvidado, por siempre y para siempre. La idea llega a mi mente como una bala y miro a todos, no estoy muy segura si funcionara pero lo intento, lo hago con todas mis fuerzas porque soy consciente que una vez que terminar esto yo quedare muy muy débil. Mis extrañas habilidades se extienden por cada ángel, por la mente de los fuertes y miro a Deimon una vez más, una vez más antes de lo que hare. Lamento mucho lo que iba hacer, lamento que no podré volver a mi madre, lamento tanto el hecho de que no veré más a Naneline diciendo tonterías lo lamento enserio. Imagino el grimorio el sus mentes la idea de cada uno bien establecida y lo hago. El pensamiento de la búsqueda del grimorio ha sido cancelado, el grimorio nunca existió. Con mucha fuerza me giro a ver a cada uno y me introduzco en sus mentes borrando el rastro del grimorio, hago que la idea se quede claro en la mente de los ángeles y cuando voy a comenzar con los demonios Lucius me empuja y caigo por lo que mi extensión se rompe. Deimon empuja a Lucius pero él es más rápido y mueve su mano empujando a todo el pentágono lejos de mí. Eleonor y Rein se acercan pero Lucius los fulmina con la mirada y retroceden. En el momento que giro veo algo que me hiere en el corazón. La sangre chorrea de su cuerpo y suelto un grito desesperado. Han matado a Gareth, una de las manos de Lucius ha atravesado su cuerpo y ha tomado su corazón y su sonrisa se extiende por el rostro cuando ve el color carmesí.

—Una basura menos—murmura Lucius y mis lágrimas brotan, un gruñido hace que mi fuerza vuelva a crecer pero lo es interrumpido cuando sus manos se posan en mi cuello.

-Fue suficiente, podrás borrar lo que quieras pero yo aún tengo el poder, yo lo entender-la voz de Lucius se vuelve oscura y fría, con voz sobrenatural haciendo que me hele en mi lugar.

Lucius mira el pentágono y miro su mano entendida con ellas, lo que parece un contrato es plasmado delante de ellos y cuando lo ven todos quedan congelados.

-Yo los libero-dice Lucius y entonces algo emerge de ellos, son sus almas, el alma de cada uno de ellos. La energía cambia de golpe cuando me doy cuenta lo que ha sucedido. La esencia maligna se ha ido, Chase, Jason y Stephan son ahora humanos.

Para una recuperación de humanidad es necesario hacer un pacto y cumplir lo que desea.

Las palabras golpean mi cabeza una y otra vez. Los ángeles que hace unos minutos se encontraban peleando se han ido y veo como Lucius los manipula para sacarlos de aquí, y aunque sus manos no han dejado de tocar mi cuello libera a los chicos. Sin embargo es Deimon quien no ha cambiado, el sigue siendo un demonio, el solo quería recuperar un amor del pasado al que resulto ser yo.

-Ahora-escupe y me mira Lucius-Tu iras conmigo.

Mi mano es extendida y me levanta no sin antes para darme la vuelta y amenazare con una de las navajas de Ellie.

-Suéltala-dice Deimon quien se ha recuperado del golpe y lo enfrenta.

-Oh por un demonio-gruñe Lucius- Deja esto Deimon.

Deimon se levanta y puedo notar que está herido que su brazo esta fuera de donde corresponde y la imagen me aterroriza, quiero ayudarlo pero sé que le dolerá.

-Ella es la que yo quería-excusa Deimon y traga duro para seguir intentando-Ese fue el trato.

Lucius sonríe.

-Y te di lo que querías Deimon, allí esta Ellie cuídala como tu nuevo amor-dice y me empuja hacia atrás. Mi espalda hace contacto con su pecho y el filo de la navaja se clava un poco más en mi estómago haciendo que mi corazón se acelere de modo frenético.

-Pero eso no... –el gruñido que hace Lucius hace que Deimon calle de inmediato.

-Ella es mía Deimon-avisa una vez más y mi corazón se clava en sus palabras, esta vez soy yo la que lo miro y sus ojos parecen atormentados, ambos hemos perdido, ambos estamos perdidos en esto y no habrá ninguna salida, no habrá ningún hechizo del que nos podamos escapar. Era el final después de todo.

-Voy a recuperarte-dice Deimon y sonrió.

Mi corazón da un vuelco y estoy demasiado feliz, estoy demasiado feliz como para ignorar que es una mentira, que probablemente jamás lo vuelva a ver. El nudo en mi estómago se hace más grande mientras el hilo de mis pensamientos sigue y no puedo detenerme a pensar que será la última vez que lo veo, la última vez que acepto esto.

Esto que si es posible llamarlo así es amor.

-Te esperare-susurro y mis lágrimas calientes se deslizan.

Lucius suelta un chiflido haciendo que más demonios aparezcan en el lugar y tomen a los chicos por los brazos y los obliguen a salir. Rein también me da una mirada y sus ojos bajan hasta mi pecho donde llevo el collar que alguna vez me dio. Esta vez siento vibrar y cuando hecho una mirada puedo verlo. Es como la portada del grimorio. Un par de alas con un pentágono en medio hace que mi corazón salte de emoción y sonría.

Tal vez si hay una forma de escapar y es que en algún momento el pentágono y yo nos reuniremos de nuevo.

Lucius toma la delantera y jala de mis manos para acercarme a él. Sus manos tomas las cadenas y una vez más me amarran. Sus pasos son fuertes y me guían hacia una puerta de color negro, el pasillo es extenso y oscuro y solo soy consciente de que están tirando de mi para llevarme a un lugar desconocido en donde probablemente lo que menos es paz.

Lucius me da una mirada fugaz y es inevitable no ver la sonrisa que ahora se escapa de su rostro, con esa satisfacción como si hubiera logrado lo que él quería. Pero yo apenas estaba aprendiendo todo y me iba a volver más fuerte de modo que sería capaz de destruirlo.

Mis pies se arrastran y me siento un tanto abrumada por lo que paso, porque las muertes que hoy hubo y que seguramente no serán la primera vez que lo vea. Y solo ahora me doy cuenta de lo que sucede, que soy siendo arrastrada a lo desconocido, a lo que tanto quise evitar y que después de todo está sucediendo ahora. Mi directo acceso al infierno.

—Bienvenida Edythe— escuche a Lucius hablar— Bienvenida a la oscuridad

Y el lugar es más oscuro de lo que creí...


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