– Como ustedes saben, en un mes la Empresa Park cumplirá 20 años desde que se inauguró como una de las mejores empresas de Organizadores de Eventos, y como es de saber, entre nosotros se encuentran los mejores organizadores de Corea del Sur.
Los aplausos y halagos comenzaron a escucharse por toda la sala, para quién aplaudían era algo que Bong-sun realmente no sabía ya que su atención estaba completamente centrada en el libro que Sohyun le dio esa mañana. Bong tenía que elegir algunos de los diseños para mostrárselos en un rato a la pareja que se casaría en 3 meses, sinceramente le parecía algo precipitado, organizar una boda de la magnitud que ellos deseaban era un enorme trabajo y llevaba tiempo, pero ellos querían que todo se realizara en solo meses.
En el fondo podía escuchar al presidente hablar y hablar, de vez en cuando sentía pequeños golpes en su pierna provenientes de Sohyun, pero los ignoraba lo más que podía, no quería llegar a la cita sin nuevos estilos e ideas. Realmente había diseños hermosos, otros diseños eran lindos, pero no apropiados para el estilo de la pareja, tal vez podría ver esos diseños con ambos o tal vez hablarlo con Sohyun, también tiene ideas bastante buenas, así que ¿por qué no?
– ¡Bong-sun!
La chica saltó y sacó la mirada del libro al escuchar el grito repentino de Sohyun en su oído, percatándose de que todos en la sala la miraban con curiosidad. En seguida su vista se dirigió a su padre que la miraba divertido, y ella simplemente, no sabía que mierda ocurría.
– Al parecer nuestra organizadora está un poco distraída. – Dijo el presidente Park. – Señorita Park Bong-sun, ¿cree poder brindarme un poco de su atención?
Asintió y cerró el libro de diseños, inclinó un poco su cabeza disculpándose. – Lo siento.
– Bien, ahora con la atención de todos. – El presidente prosiguió con su discurso, Bong-sun intentó concentrarse en todo lo que decía hasta que unas chicas a sus espaldas comenzaron a susurrar entre ellas: 'la hija homosexual de la familia Park'. Los ojos de Bong-sun le dieron la vuelta al mundo, ya aburrida de ese apodo, hablan como si de verdad supieran acerca de su orientación sexual. ¿Tengo que estar con un hombre cada 5 segundos para demostrar que no me atraen las mujeres? Por favor, es estúpido.
Miró un poco sobre su hombro encontrándose con la mirada de JiHye, en seguida su sonrisa irritante iluminó toda la habitación cegándola, inclinó un poco la cabeza haciendo una reverencia hacia Bong-sun, ella sonrío y la imitó, rápidamente se giré de nuevo, no le sorprendía que ella fuera la de los susurros. – ...por eso he decidido que en este evento cada organizador haga uso de su creatividad para hacer del 20 aniversario de la Empresa Park uno de los mejores eventos de todo Corea del Sur.
Los susurros nuevamente se hicieron presentes en la sala, Bong-sun se golpeó internamente por ser siempre tan distraída. Miró confundida a Sohyun y a su padre aún sin entender de qué mierda hablaban.
–Pss ¿Qué está pasando? – Susurró. Sohyun giró los ojos con una mueca divertida. Bong-sun la miró con más confusión cargada en su rostro. ¿Acaso era divertido?. – ¿De qué te ríes, idiota? – Susurró nuevamente, pero esta vez ignorando que fuera su asistente y que estuvieran en el trabajo. Le estaba insultando como mejor amiga.
– Querida, jefa, estamos en el trabajo, no puede perder los estribos y olvidarse de que trabajo para usted. – Su mejor amiga y asistente terminó su frase con un guiño, en seguida su mirada confundida pasó a una asesina. – La próxima debes poner más atención, Bong. Esto es por lo que has estado esperando toda tu vida y te pierdes por completo.
– ¿toda mi vi--? – Su mente en seguida hizo memoria, lo primero que recordó fue la fiesta de aniversario número 20 que ha estado esperando desde los 15 años. – Carajo...
– Con esto se finaliza la junta de hoy, gracias por haber venido, pueden regresar a sus actividades.
En seguida todos se levantaron de sus asientos y comenzaron a salir por la gran puerta camino a sus oficinas. La emoción crecía en su estómago, y claramente no era la única. A su alrededor se encontraban diseñadores, modistas, estilistas, entre muchas otras personas que se dedicaban a algo diferente, pero con el mismo fin: Crear eventos magníficos. Y ¿quién hacía que esos eventos fueran posibles? Claramente los Organizadores. La emoción era bastante notable entre todos los empleados.
Aunque también la emoción hacia terremoto en las entrañas de nuestra protagonista mantuvo su expresión totalmente en blanco, se levantó de su asiento con tranquilidad y avanzó en silencio con Sohyun a su derecha.
Su mejor amiga claramente estaba consciente de la emoción que ejercía en Bong-sun y que estaba aguantándose la emoción con todo su poder sobrenatural para finalmente sacarlo todo en la privacidad de su oficina. Bong-sun podía sentir su sonrisa burlona aun si no la miraba.
– ¡Park Bong-sun-ssi! – Sus pies se detuvieron inmediatamente al tener una sonrisa andante mirándola desde arriba. Desventajas de ser más pequeña que un gnomo.
Bong-sun miró a Sohyun pidiendo ayuda con disimulo, ella fingió no verla y avanzó como si nada. Bong-sun la maldijo de mil maneras diferentes en su mente, aguantó las ganas de ir tras su mejor amiga y jalarla del cabello hasta que se arrepintiera de todos sus pecados para luego dirigir nuevamente su atención a Jihye.
– Lee Jihye-ssi, ¿cómo estás?
– ¡Excelente, gracias por preguntar! – Sonrió aún más grande. Jihye se quedó en silencio solo mirándola, Bong-sun miró a su alrededor esperando la pregunta de vuelta, digo, una conversación normal es de "Hola, ¿cómo estás? Bien, bien, ¿y tú? Gracias, también me encuentro bien." pero claramente no le veía a Jihye las intenciones para devolver la pregunta.
– Sí, bueno, yo también me encuentro genial por si te carcomía la pregunta. – Soltó con un deje de sarcasmo.
– Noup, de hecho, no tenía curiosidad. – Sus labios se estiraron de nuevo dejando mostrar aquella molesta e hipócrita sonrisa, Bong-sun puso sus manos en la espalda para evitar ahorcarla ahí mismo y matarla. En vez de eso fingió una risa divertida. – De hecho, quería saber si trabajaras para el 20 aniversario de la empresa. Es que cómo verás yo también trabajaré para eso, así que quiero desearte suerte, no quiero que tu proyecto sea uno de los perdedores. – Su mano se dirigió a la cabeza de la mayor y acarició con suavidad su cabello. – No me gustaría para nada ver tu adorable rostro triste y desolado así que... ¡Hwaiting!
Jihye se giró y se fue por el elevador, Bong-sun se quedó en el mismo lugar mirando a la nada aún con una falsa sonrisa impregnada en el rostro.
– ¿Park Bong-sun-ssi? – Un empleado se acercó a ella mientras la miraba extrañado, era muy raro que alguien se encontrara a Bong-sun con una sonrisa en la cara, más si era una sonrisa que escondía demasiadas cosas. – ¿Se encuentra bien?
– Me encuentro de maravilla, gracias por ser tan amable de preguntar. – Remarcó lo último con la esperanza de que la maldita de Jihye lo escuchara, luego hizo una reverencia. El señor la devolvió y siguió caminando.
Bong-sun rio sin poder evitarlo y obligó a sus piernas a que siguieran su camino a la oficina. Al llegar cerró la puerta, ignoró la mueca confundida de Sohyun y tiró su pequeño cuerpo en el sofá permitiéndose sacar la carcajada que me venía aguantando.
Sohyun la miraba desde el escritorio, con un poco de miedo por preguntar por lo que había ocurrido. La carcajada de su mejor amiga daba a entender que no había sido algo divertido.
– Uy, ¿ahora qué te dijo para que te rías así, jefa?
Bong-sun pegó su boca a la almohada tratando de cubrir la carcajada al igual que sus lágrimas de enojo. De repente lanzó al pobre cojín al otro lado de la oficina y tomó otro para luego comenzar a mangonearlo. – ¿Cómo se atreve? Estúpida niña, soy mayor que ella y aun así me trata como si fuera de la misma edad. Es más, soy su superior. ¡SOY SU SUPERIOR! - Rio aún más fuerte. – ¿Yo? ¿Perder contra ella? – Más risas y más confusión de parte de Sohyun. – ¿Deseándome suerte a mí? ¡Por favor!
– ¿Bong-sun?
Su cabeza se alzó con violencia y miró a su mejor amiga, quien la veía como si tuviera un alíen detrás de ella. – Sohyun... vamos a ganarle a todos los estúpidos de esta empresa. – Sohyun sonrió divertida y jaló su mano con suavidad.
– Claro que lo haremos, pero... tenemos citas que atender así que levántate, traje más libros de diseños. Vamos, tonta jefa, tenemos que trabajar.
Un puchero apareció en su rostro, de verdad odiaba tener que aguantar con niñas como Lee Jihye. Aún así, su mejor amiga tenía razón. Tenían que trabajar.