Dedicado a Bitch_Is_Malfoy
°•°
–¡ya me voy ____!–gritó mi hermano desde el piso de abajo–. ¿Segura de que no quieres venir?–
–¿estará el idiota de Tozier?–pregunté.
–Pues claro.–
–Entonces no iré ¡nos vemos más tarde, Eddie!.–
–¡adiós!–
Al escuchar la puerta principal cerrarse, me puse mis audífonos y continué escuchando a mi banda favorita: Ramones.
Realmente tenía ganas de ir con mi hermano y sus amigos, pero Richie ha estado demasiado insoportable últimamente, más de lo normal.
No sé muy bien qué le sucedía, éramos buenos amigos desde pequeños. Pero ahora estaba algo distante y muchas veces de muy mal humor.
A pesar de que le preguntaba la causa de su mal humor, él solo respondía "nada nada" O "pregúntale a tu madre". Después de tanto preguntarle y recibir solo burlas o mal humor, me cansé de insistir.
°•°
Mientras dibujaba algunas cosas al azar, pude escuchar apenas el timbre de la casa. Me quité los auriculares y pude escuchar mejor cómo tocaban el timbre sin cesar.
–¡ya voy, ya voy!–grité bajando rápidamente hasta la entrada.
Abrí la puerta agitada de todo el esfuerzo realizado, encontrándome con cierto insoportable.
–Casi me caigo de las escaleras ¿solo para abrirte a ti?–bufé–. Si buscas a Eddie, ya debe estar en casa de Bill.–
Pretendía cerrar la puerta, pero Richie me detuvo.
–No vine por Eddie, vine... Por ti.—lo miré extrañada.
–¿por mi?–me autoseñalé enarcando una ceja.
–Dios... No me golpees por esto...–
Antes de poder protestar o preguntar algo, Richie cruzó el umbral de la puerta y tomó mi rostro entre sus manos, para luego besarme rápidamente.
No podía moverme, no sabía cómo reaccionar en aquel momento. No es que me desagradara ni nada, simplemente... No terminaba de caer en la situación que me encontraba.
Richie cortó el beso y salió nuevamente al jardín, con un notable sonrojo en su rostro.
–Lo... Lo lamento, yo... Fue un impulso.–comenzó torpemente a retroceder–. Solo... Venía a disculparme por mis actitudes y... Terminé arruinando todo.–
–Richie...–
–La razón de mi mal humor era que Bill me dijo que estaba interesado en ti y... Yo no lo aceptaba. Primero pensé que eran celos de amigo, pero luego... Me di cuenta de que eran otro tipo de celos.–exhaló lentamente–. Me gustas, ____. Pero con esta estupidez creo... Que arruiné todo.–rió sin gracia–. Entenderé si no quieres volver a ser mi amiga...–
Richie comenzó a caminar hasta su bicicleta y yo estaba ahí parada... Sin saber bien qué hacer. En ese momento recordé algunas cosas que Richie había hecho por mi.
Aquella paliza que recibió por defenderme de Henry; esa vez que me fracturé la pierna y él se quedó todo el verano a mi lado, sacrificando juegos y salidas a la cantera solo para hacerme compañía; cuando mi conejo se había perdido y él bajo la lluvia me ayudó a buscarlo sin rechistar, ganándose un resfriado más tarde.
Todas esas cosas me hicieron darme cuenta de lo importante que era Richie para mi, haciéndome sentir como una idiota por no haberlo entendido antes.
Cuando Richie se sentó sobre su bicicleta dispuesto a irse, corrí hasta él.
–¿sucede algo?–preguntó con rostro confundido.
Lo miré fijamente, esos ojitos agrandados por el aumento de sus gafas me hicieron sonreír.
Sin perder más tiempo, lo besé.
Al separarnos, el rostro de Richie estaba aún más sonrojado.
–¿qué... qué fue eso?–preguntó avergonzado.
–Una prueba de que tus celos son en vano.–le acomodé sus gafas–. Porque yo te quiero solo a ti, tonto.–Richie sonrió ampliamente.
–Me alegra oír eso pero...–me miró serio–. No le digas de lo nuestro a tu madre, o ella será la celosa.–
Lo empujé levemente para comenzar a caminar hasta la puerta.
–Adiós, Tozier.–exclamé mientras entraba a mi casa.
–¡Me encantas, ____! Pero recuerda, no le digas a tu madre.–
–No le diré a mi madre, pero sí a mi hermano.–Richie se puso serio, ambos sabíamos lo molesto que se pondría Eddie si se enteraba de nuestra... Escena.
Le lancé un beso volador antes de cerrar la puerta, ya quería que fuese la cena para poder ver lo nervioso que se pondrá Richie al sentarse entre mi hermano y yo en la mesa.