Aprovechando que todos los amigos de Rose han aparecido en el hospital, demasiado sorprendidos por la repentina noticia, incluso un erizo azúl hizo acto de presencia, dejando a su esposa a su suerte, menudo imbécil aunque esa princesa mimada no es que nexesita demasiado de su cuidado realmente. Le pido a Vainilla que esté atenta de cualquier información posible, por muy mínima que sea, mientras me encargo de arreglar unos cuantos problemas. Sin salir del hospital, en la zona de la cafetería, contacto a la única persona que tiene el conocimiento médico y las habilidades para ayudarme, aunque también necesito a otras personas para llevar a cabo el plan programado para dentro de un mes.
- "¿Ya ha ocurrido?"- me responde, incluso puedo notar su superioridad.
- "¿Era tan necesario que no me lo dijeras?"- pregunto, un gruñido se escapa de mis labios- "De haberlo sabido..."- me interrumpe.
- "¿Qué hubieras hecho?, si te decía, no te hubieras dejado sacar el veneno y ese estrés afectaría tu sistema, ¿Estarías dispuesto a no estar en el nacimiento de tu hijo?"- niego con la cabeza, inquieto, es la primera vez que siento tanta ansiedad.
- "No puedo creer que mi hermana sea tan detestable, ¿No puedes guardar un secreto?, deberías dejar de pensar tanto las cosas, es molesto que pienses en todas las posibles variables"- suspiro cansado, me han arruinado la sorpresa- "¿Puedes contactar a Melphies, a mi copia barata y al rubio oxigenado?"
- "Hmmm.... en 15 estamos contigo, procura no alarmarte"- recomienda- "Y que quede claro, lo hago por ese niño y la princesa Amelia, no por tí"
- "Que cruel eres"- digo con burla- "Los espero aquí"- levanto la vista observando como se va llenando de a poco la cafetería, ingiero algo de agua, preparándome para el momento. Regreso a la sala de espera, encontrándome con los rostros impacientes, desesperados y preocupados de los acompañantes- ¿Alguna noticia?- pregunto en voz alta, captando la atención de todos.
- Oh Shadow- menciona Vainilla sonríe levemente- A Amy le falta tiempo para dilatar, así que eso tomará tiempo- asiento comprendiendo la situación, eso nos dará más tiempo.
- Para ser el padre, estas demasiado tranquilo- menciona Rouge, a pesar de la situación, no puede abandonar su tono coqueto.
- Rose es la que debe estar totalmente aterrada por la situación- respondo.
- Ella me explicó su inquietud, le causaba temor el momento del parto, lo mejor sería que estuvieras con ella, dándole tu apoyo personal- me aconseja la coneja mayor.
- Eso estaba pensando- respondo, ya tenia previsto ese inconveniente, aunque, al mismo tiempo, quería estar junto a ella para que no sintiera tanto miedo.
- ¡Mi querido amigo darketo!- exclama melodramático el erizo azúl- ¡En unas horas serás padre!, ¡No puedo creerlo!- exclama fingiendo sorpresa- Ya hablando en serio- frunzo el ceño- Yo en tu lugar estaría super nervioso, no sabría que hacer, ni siquiera sabría como manejar la situación, estaría en plan de correr de un lado al otro como un lunático.
- Antepones los sentimientos, no siempre es bueno- le digo- Podrían ser un arma de doble filo, no todos comprenden o asimilan las cosas de una misma manera.
- ¿Está mal anteponer los sentimientos sobre las cosas?- pregunta el zorrito un tanto confundido por mis palabras.
- No siempre, los sentimientos por alguien mas pueden llevarnos a cometer cualquier acto, todo para que ese alguien se encuentre bien en todo momento, el problema, es que estaríamos afectando a otros, pero esos terceros no deben de importar realmente- digo cruzandome de brazos, necesita estar tranquilo, no demostrar lo impaciente que me sentía, además, hay secretos que deben permanecer guardados en lo más profundo del camino- A lo que quiero llegar es que si me altero, no ayudaré a Rose en ningún aspecto.
- Eso es cierto- me apoya Vainilla- Si le transmites tu tranquilidad, ella no estará tan asustada.
- Rouge- la llama su esposo- ¿Por qué tienes esa cara?
- Tenemos que hablar muy seriamente tu y yo- todos volteamos a mirarnos, sin comprender del tono, su tono de voz tan severo.
- ¿Ha pasado algo grave?- pregunta el equidna.
- No del todo, pero es bueno que lo vayas pensando.
- Okey....- menciona Sonic, rompiendo el silencio de los observadores- ¿Ya saben como llamarlo o llamarla?- me pregunta intentando romper la burbuja de la anterior conversación.
- La verdad es que no- recuerdo quien me arruinó la sorpresa, se suponía que es niño, ¿Cómo lo llamaría?
- ¿Qué tal Snow?- propone la pequeña coneja- ¿Cómo la nieve?
- Suena lindo- dice Vainilla- ¿Darkness?, ¿Suena bien no?
- ¿Suna?- aporta Tails- ¿Tensai?
- ¿Haku?- dice el erizo azúl- El nombre no me molestó del todo- ¿Crystal?
- ¿Han?- habla la vampiresa- ¿Mina?
- Silver- artículo- Suena bien Silver.
- ¿Y para mujer?- pregunta el ojivioleta
- Dudo que sea necesario.
Una enfermera aparece, diciendo que Rose deseaba verme, estaba demasiado alterada y no lograban calmarla, su último recurso fue hacer caso a su pedido de ver a su esposo, con el pensamiento del nombre de mi hijo, sigo a la enfermera por los pasillos, hasta llegar a la habitación donde tienen a la pequeña eriza acostada, al verme, su rostro preocupado cambia a uno más tranquilo y pacífico.
- Mi amor...- me llama, me acerco a su lado, toco su rostro acariciando sus pómulos sonrosados- Tengo miedo.
- Todo estará bien- digo, intentando calmandola- Estaré a tu lado, para que nada malo te pase, ¿Me escuchas?
- Siempre...- dice sonriendo- Siempre has estado para mí- unas cuantas lágrimas aparecen- ¿Cómo es posible que te enamoraras de una chica tan inmadura como yo?, hace años no te soportaba, me exasperada tu modo de ser.
- ¿Qué nunca te lo dije?- le pregunto divertido- Era mi modo de poder ver todas tus facetas, desde las más tiernas, hasta el punto de conocer tu lado asesino, pero este último nunca existió, tu corazón noble no te permitía estar molesta mucho tiempo con las personas.
- ¿Lo hacías para provocarme?- pregunta riendo, derramando más lágrimas- Siempre has sido así de malo conmigo.
- ¿Pero que cosas dices?- pregunto, una sonrisa se dibuja en mi rostro- Te he querido desde el momento que comprendí completamente la palabra amor. Es tu causa que actuara de ese modo, creo que si hubieras estado desde el principio conmigo, tendríamos unos dos hijos.
- No digas esas cosas- dice con cierta tristeza- Me hace recordar que no te noté a tiempo.
- Si lo hiciste- digo dándole un beso en la frente- Un poco tarde pero notaste mi presencia.
- Te amo tanto...- dice, siempre me toma por sorpresa cuando articula esas palabras, me hace recordar que no es un sueño, que aún sigo vivo y que la mujer que más amo en este mundo, es la causante de mi felicidad.
- Te amo Amy- correspondo sus palabras- Todo lo que hemos pasado juntos... me agrada saber que cuento con esas memorias.
- Aún quedan muchas memorias que crear Shadow- dice, limpio sus lágrimas- En especial ahora que nuestro bebé va a nacer muy pronto, tenemos una vida por delante, para estar juntos y criar de nuestro bebé.
- Si... tienes razón- digo convenciendome de ese hecho, a pesar de saber, que me estaba mintiendo a mi mismo, en cualquier momento, si no realizo las cosas bien, me daré un verdadero golpe con la realidad- Y aún me debes una noche de bodas satisfactoria.
- Eso será después mi amor- dice juguetona- Por ahora es prioridad el bebé.
- Ya lo sé mi rosa- le doy un pequeño beso en los labios, para sentarme a su lado y seguir convenciendome de todo.
........
- ¡¿Cómo que te vas?!- chillo asustada, su presencia es la única que puede calmar mis nervios.
- Voy al baño Rose- dice negando con la cabeza por mi alteración exagerada- No tardo demasiado, te lo prometo- dice para besar mi frente, levantarse de su lugar y soltar mi mano, observo como sale de la habitación.
Mis niveles de ansiedad reaparecen, las enfermeras me revisan cada media hora, para cerciorarse que mi nivel de dilatación es el apto para llevarme a la sala de partos y comenzar el procedimiento. Me han dicho que faltan unos cuantos centímetros, incluso comienzo a sentirme mal, siento una opresión en el abdomen bajo, lo cual comienzo a pensar, que puede ser alguna contracción presente, pero no he sentido el motivo por el cual deba pujar. Espero a mi esposo, intentando calmarme un poco más, todo saldrá bien, eso lo sé muy bien, mi bebé nacerá sin ninguna complicación y sin ningún problema, eso es seguro. Escucho pasos en el pasillo, volteo a mirar y veo a Shadow entrar en el lugar, se acerca para retomar su puesto anterior.
- No te demoraste demasiado.
- En realidad fueron como 15 minutos que estuve ausente- explica, niego con la cabeza.
- No importa- digo tranquila- Lo importante es que has regresado- digo sonriendo.
........
Mi excusa para ir al baño era falsa, me reuní con los demás, en una habitación debajo de la de Rose, completamente vacía y cerrada.
- Se tomaron su tiempo- digo mirando como hacen la marca del sello sobre el suelo.
- No encontraba al rubio- se excusa la castaña- Estaba en casa de su novia, me tomó tiempo encontrarlo.
- Eso es nuevo- digo.
- Llevo un mes con ella, no es para tanto el melodrama- dice negando con la cabeza.
- Al menos esta vez si es algo serio- menciona el ojiazúl- No creo que debamos preocuparnos demasiado.
- Me preocupa que Asuna lo arruine todo- digo para provocarla- Últimamente sus trabajos están saliendo como deberían, ¿Qué ocurre?, ¿Te has vuelto débil?- me lanza un trozo pequeño de madera por la cara que esquivo.
- Cállate antes de que me arrepienta de estar aquí para salvarles el trasero a tu familia- gruñe molesta, suspiro pesadamente.
- Es probable que cambien de lugar para el parto- menciono.
- Eso lo dudo- niega Melphies- Casualmente, hay varias mujeres en labor de parto, así que los doctores decidieron llevarlo a cabo en las habitaciones de los pacientes, estamos bien aquí.
- Por primera vez consigues la información importante - le alabo, pone los ojos en blanco.
- Seremos los cuatro, suficientes para la barrera y para asegurar su estabilidad desde el comienzo hasta el final- explica el ojiazúl.
- Así que tu te encargas de que no cambien a tu mujer a otra habitación, de estar con ella y proceder a retirar los brazaletes, para sellar a tu hijo apenas nazca- reitera movimiendo una mano, como restandole importancia.
- No hace falta que me lo repitas- camino a la puerta- Les enviaré una señal, para que comiencen el sellado.
- ¿Es niño?- pregunta el rubio- Creí haber escuchado de Night que no lo sabían.
- Esa castaña idiota me arruinó la sorpresa- digo antes de salir.
- Es un placer- el tono victorioso de su voz, me molesta por completo, salgo para evitar cometer una revuelta y se enteren de su presencia en este lugar.
Camino por los pasillos, evadiendo a los que se encuentran en la sala de espera, no estoy de genio para preguntas tontas, llego a la habitación por otro pasillo, al ver sus orbes verdosos, la molestia en mi interior se esfuma, esta pequeña eriza tiene tanto efecto en mi que cambia mis estados de ánimo.
- No te demoraste demasiado- su tono de voz un poco asustado, me causa demasiada ternura.
- En realidad fueron como 15 minutos que estuve ausente- explico, niega con la cabeza.
- No importa- dice mas tranquila- Lo importante es que has regresado- me regala una de sus hermosas sonrisas.
...........
El momento ha llegado....
Las contracciones en mi vientre van y vienen, causandome un gran dolor en esa zona, cuando comenzaron eran leves, pero cada tanto, el dolor iba aumentando, a tal grado, que me duele todo, la doctora que está al cargo de mi parto, me tiene las piernas dobladas y abiertas, para poder recibir mejor al bebé, las demás enfermeras están pendientes de mis signos vitales y de que esté en la mejor posición para que no hayan dificultades en el parto, chillo, conteniendo las ganas de patalear, con ganas de lanzar insultos al aire, por este maldito dolor, hago lo que me piden de la mejor forma que puedo, a mi lado está Shadow, al cual, obligaron a ponerse un tapabocas y unos guantes, sostiene mi mano con fuerza, lo miro en ocasiones, con cierto pánico, pero su simple mirada me tranquiliza, dándome valor para poder seguir en mi labor.
- Adelante, puja Amy- dice la doctora- La cabeza ha comenzado a salir, puja fuerte.
Con la contracción muy cerca, pujo lo más fuerte que puedo, puedo sentir como algo se mueve entre mis piernas, me asusto, pero entiendo que es mi bebé quien está abandonando mi vientre, el periodo de embarazo se sintió más corto de lo que creí, a pesar de que se me adelantara el parto, dejo de pujar cuando las fuerzas se acaban, estoy pegajosa, sudorosa y mis fachas dadas por el hospital son horribles.
- ¡Un poco más Amy!- me anima la doctora- ¡Sólo un poco mas!
- ¿Escuchaste pequeña?- habla mi esposo a mi lado, acariciando como puede mi rostro- Estamos a pocos minutos de ser oficialmente padres primerizos- su pequeña sonrisa me derrite el interior- Sólo un esfuerzo más.
Asiento para comenzar a pujar, esperando que fuera la última vez.
.........
El ver a mi pequeña rosa en plena labor, me ha mantenido bastante distraído en cualquier ruido por insignificante que sea, revisando y analizando todas las cosas posibles de la habitación, incluso, fuera de ella. Rose hace un último intento, estoy atento a cualquier señal, recuesta su peso muerto en la camilla, su cabeza se recuesta en la almohada, rendida, un pequeño llanto llega a mis orejas, procedo a quitarle los brazaletes a la eriza desfallecida y enviar la señal al piso de abajo.
..........
Un movimiento fugaz luego de un llanto es lo que me permiten seguir consciente, siento que en cualquier momento voy a desmayarme, me permiten estirar las piernas luego de que cortaran el cordón umbilical de mi bebé y limpiarme un poco, su pequeño llanto llena mi pecho de alegría, inclino la cabeza, para ver el rostro de Shadow, una sonrisa se dibuja en su rostro.
- ¿Puedo verlo?- pregunto, asqueada por mi estado.
- Debe esperar un poco- responde la enfermera que estuvo al pendiente de mis signos vitales- Al ser prematuro, debe pasar por una serie de exámenes para conocer su estado.
- ¿Prematuro?- pregunto- Eso quiere decir que...- la emoción no me permite seguir hablando.
- Si, es un niño- responde con calidez mi esposo, se inclina a besar mi sudorosa frente- Un varón- sonrío feliz, no me importaba realmente el sexo de mi bebé, pero el saber que es hombre me ha traído un alivio, una alegría interna impensable en algún punto de mi vida.
- Quiero bañarme- musito muy cansada- Me siento horrible.
- Eso pasará pronto- acaricia mi pelo de chicle- Descansa un poco- en su mirar observo algo raro, indescriptible, un escalofrio pasa por todo mi cuerpo, quizás, después de todo este tiempo, aun tema de lo que es capaz de hacer.
Toma mis manos y procede a ponerme los brazaletes, estuve tan al otro lado de quedarme dormida que no sentí nada, no sentí cuando me los quitó.
- Me hiciste romper mi promesa- digo haciendo puchero- Te lo prometí.
- No te preocupes por ello- posa su mano sobre mi frente- Me hubiese molestado si tu te los quitabas.
Río un poco.
Una enfermera se acerca con una sonrisa.
- Ya hemos comenzado con los exámenes y ya lo hemos limpiado- dice explicando la situación de nuestro hijo- Parece que, a pesar de nacer prematuro, nació en el mejor estado.
- ¿Aún no podemos verlo?- pregunto.
- No se preocupe, pronto podrá verlo- hace una anotación- Ah, tiene unos hermosos ojos color ámbar- nos dice antes de retirarse.
- ¿Ámbar?- miro a Shadow.
- Por lo que veo, no tendrá ningún parecido con ambos- aleja su mano de mi frente, una calidez es transmitida por esta- Iré a decirles a los demás, descansa- dice para alejarse de la camilla.