Bienvenido a casa

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Con la ayuda de Shadow, logro darme un ligero "baño" (si se le puede decir así) con ayuda de los paños húmedos, la sensación pegajosa disminuye. Vuelvo a acostarme, el alivio recorre mis piernas, nunca creí que mi cuerpo quedara tan magullado y cansado después del parto.

- Descansa te lo mereces- dice acariciando mi rostro.

- Me alegra escuchar eso- digo riendo un poco- Voy a dormir, cuando vuelva Silver, despiertame, así puedo darle de comer.

- Comprendo- se inclina y besa mi frente- Duerme.

Con esa simple palabra, siento como mis párpados pesan, los cierro y de inmediato, me transporto al mundo de los sueños.

.........

Cuando me permitieron salir del hospital, fue la mejor noticia que podían darme después del martirio llamado parto. Es horrible, no quiero volver a saber de eso. Silver es demasiado calmado, me sorprende que a pesar de estar cerca del aura pesada de su padre, no comenzara a llorar, lo cual, es bueno de cierta forma, espero que ese pequeño detalle me permita dormir en las noches.

Cuando llegamos a casa, Shadow se encarga de entrar las cosas mientras yo me encargo de mantener a mi pequeño hijo entre mis brazos, sus ojos ámbar miran el lugar, al principio asustado pero, poco a poco, se fue acostumbrando a lo que veía. A simple vista es hermoso y tierno, espero que lo siga siendo cuando crezca, no dejaré que se le pegue lo amargado del azabache. Sonrío por tal pensamiento tan infantil.

- Todo listo Rose- llama mi atención su voz gruesa.

- Le mostraba el lugar a Silver, después de todo, aquí es donde va a vivir a partir de ahora- acaricio un poco su cabeza, este ríe por el mimo.

- Te ves hermosa con él- me dice provocando mi sonrojo.

- ¿Qué cosas dices?- digo inflando las mejillas- No he podido darme un baño decente, estoy apestosa, mi cabello es un asco, toda yo soy un asco.

- Pero sigues siendo atractiva ante mis ojos- besa mi mejilla, río un poco- Vamos adentro, para que puedas ducharte, yo cuidaré de Silver mientras tanto- asiento y caminamos a la puerta de nuestro hogar.

- Bienvenido a casa Silver, aquí es donde crecerás, tendrás tus primeras rabietas, desacuerdos con tus padres, tus etapas de chico rebelde y de chico enamorado, donde llorarás, donde pasaras la mayor parte del tiempo- digo mientras voy entrando a casa, en mi hijo en brazos, sus ojos miran curioso el lugar- ¿Te gusta tu nuevo hogar?- le pregunto. Este comienza a mover las manitos- Tomaré eso como un si.

Shadow se me acerca, de inmediato, el pequeño estira sus brazos hacia su padre, para que lo cargue, lo acomodo en sus brazos, verlo en la manta que nos proporcionaron en el hospital, ver a ese erizo amargo, sosteniendo a su hijo, mientras este se acurruca en su pecho, al parecer, ese pelaje que sobresale en el pecho del azabache, fue de su agrado, una de sus manos toma el pelaje y lo jala, un gruñido se escapa de los labios de este.

Los ojos carmesí se posan sobre la pequeña criatura.

- Ahora tengo que soportar esto- dice molesto, acaricia un poco la cabeza de Silver, este estira sus brazos y toma uno de sus dedos, sus ojos se posan en los de su padre- Rose, apenas lo trajimos y ya se parece a ti.

- No digas esas cosas- río- Heredó tu mismo pelaje en el pecho, al mismo tiempo, estoy segura que va a tener varias de tus cualidades.

- Lo decía porque tiene esa mirada de perro regañado que siempre pones cuando te piden explicaciones e intentas mentir y sales reprendida-se explica, juego con un mechón de mi cabello.

- Mejor me voy a bañar- anuncio- Vainilla dejó unas cuantas cosas en la habitación de Silver, para su aseo mientras conseguimos lo que necesitamos.

Pequeñas mentiras grandes verdades (Shadamy)Where stories live. Discover now