Pequeñas mentiras grandes verdades (Shadamy)

Pánico y wisky

Al entrar en la habitación, un mareo extraño se apodera de mis sentidos, al no tener algo cerca para sostenerme, siento como mis piernas fallan causando que me deje caer, unas manos que me sostienen de la cintura y de uno de mis brazos detienen mi caída, por costumbre, sonrío.

- Gracias Shadow- agradezco a la persona que me ha ayudado, al darme cuenta de mi error- Lo siento, me he confundido de persona- volteo a mirar y me sorprendo al ver a la castaña quien ha sido la que me ha ayudado.

- No se preocupe princesa- dice en tono formal, me ayuda a incorporar, me volteo a mirarla, noto que trae una bata de baño y una toalla en la cabeza color blanco marfil.

- No tienes que usar formalidades, tengo sangre real pero no me siento de la realeza- veo que lo piensa unos momentos.

- Si así lo desea- responde y se da la vuelta para salir de la habitación- Debería reposar un poco, para que no le suceda lo mismo de nuevo, al menos, por esta noche- me recomienda y sale de la habitación cerrando la puerta, sin darme la opción de agradecerle el consejo.

Entre más lo pienso, esa chica tiene algo que no me cuadra, pero dudo que quiera hacer algo malo, de haber querido hacerlo me hubiese dejado caer sin pensárselo dos veces. Camino por la amplia habitación, sentando en el borde derecho de la cama, aprovechando que hay un refrigerador tipo departamento, lo abro para darle un vistazo a lo que hay dentro, hay cervezas, una botella de champán, dos de vino tinto, una de wisky y otra de ron, también hay unas botellas de agua y de agua saborisada, tomo una de las botellas de agua natural y cierro el pequeño refrigerador. Mientras abro la botella, observo mi entorno, esta habitación es sorprendente, parece la de un hotel de lujo, tiene todo perfectamente organizado, impecable y libre de suciedad, es agradable el ambiente que da tan simple cuarto de toda la "cabaña", tomo un trago largo de agua, me hubiese gustado que Shadow estuviese aquí a mi lado, pero, él debe estar en estos momentos divirtiéndose con los chicos, espero la pase bien y no cometa locuras de las cuales se arrepienta toda la vida. Al no tener más opciones de que hacer, me recuesto en la cama y enciendo el televisor, aprovechando que ha estado a mi alcance, espero viendo una película mientras me llaman o se oiga algún movimiento raro en el piso de abajo.

........

- ¿Aún lo dudas?- me pregunta el erizo de ojos esmeraldas.

- No estoy dudando sobre nada idiota- le gruño- La energía que tiene Rose en su vientre la puede perjudicar, supuse que eso ocurriría cuando en algún punto llegara a tener descendencia, pero es mayor a la que creía, es por esa razón que su embarazo ha sido un tanto más duro- le explico mientras tomo otro poco de cerveza.

- ¿Vas a sellarle el poder a tu propio hijo?- me pregunta en desacuerdo.

- Sólo el tiempo que esté en el vientre de Rose, cuando nazca rompo el sello y como su padre,  tendré que enseñarle a usar mis poderes.

- Quiero estar presente en esos días- dice con picardía.

- Cállate idiota- le ordeno irritado.

- ¡Oigan!- nos llama una voz desde la mansión de Melphies- ¡Ya va a empezar el espectáculo!- dice la voz emocionada y ansiosa.

- ¡Terminamos estas cervezas y entramos!- le responde el anfitrión de esta locura.

- ¡¿Cervezas?!- exclama extrañado- ¡¿Al caballero oscuro no le gustaba más el wisky?!

- ¡No te acerques a esas botellas!- le amenazo- ¡Son única y exclusivamente para mí!

- ¡No hacía falta la amenaza de por medio!- alega molesto- ¡Si no entran en cinco minutos!, ¡Abriremos esas botellas de wisky!