Sangre

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El sonido del metal contra el metal dejó de ser placentero luego de diez minutos, ya me comenzaba a fastidiar demasiado, lo único diferente al ruido de los metales rozándosen entre sí eran los quejidos, gritos e impactos que se escuchan en el lugar cuando acabamos con un nuevo enemigo. Mi equipo actual por decirlo de algún modo consistía en Melphies y la molesta rata azúl que afortunadamente no ha sido tanta carga negativa para mí, en otro lugar, el rubio oxigenado y mi copia barata cuidan sus espaldas, asesinando codo a codo, hasta creería que leen sus movimientos pero son tan idiotas que ni eso pueden hacer, la pequeña eriza castaña se encarga de la loba Rei, la cual no ha dado dedo señales de rendirse en ningún momento.

- Estoy completamente aburrido- se queja el de vetas verdosas- Creí que los asesinos eran profesionales en todo lo que hacían.

- Sólo se creen los mejores, no son del todo unos profesionales, les falta demasiado- digo fríamente, estaba a punto de mandar todo este tema al demonio, pero si no cortaba el problema de raíz, seguirían detrás de mí y de mi esposo- La única que tiene problemas aquí es Asuna.

- Estúpida niña, siempre queriendo a los peces gordos para ella sola.

- Está vez es por venganza, no por querer lucirse- explico- Además, tú eres el que siempre quiere lucirse.

- ¡Cállate!- exige mi silencio.

- Vaya... no le gusta escuchar la verdad en la cara- dice divertido el erizo azúl, sonrío de lado.

- El siguiente en ser hecho pedacitos serás tú príncipe entrometido.

- Eso quisieras idiota.

- ¡Ya callensen los dos!- les grito molesto- ¡Par de nenas resuelvan sus diferencias después!

- ¡¿Qué?!- exclama molesto la rata azúl- ¡¿A quién le dices nena darketo?!

- ¡¡A ti maldito faker!!, ¡¡Cierra la boca!!

- ¡¡Están jugando con nosotros!!- grita el rubio oxigenado- ¡¡Sólo quieren cansarnos!!- lo miro de reojo- ¡¡Lo que realmente quieren es...!!- un escalofrío sube por mi espina dorsal.

- ¡¡Salgan del maldito circulo!!- ordena la castaña- ¡¡Es una trampa!!- le da un puñetazo a un atacante y lo manda a volar contra una pared o lo que queda de ella.

- ¿Circulo?- se pregunta el príncipe de Soleana.

- ¡¡No lo miren!!- nos grita el de ojos onix- ¡¡No miren ni al suelo ni al techo sólo salgan de aquí!!

Sin esperar respuesta alguna, todos nos dedicamos a correr del lugar, la que se quedó atrás fue la muy desgraciada Asuna, quien no tomó en consideración sus propias órdenes y las de su familia. El lugar comienza a iluminarse con una luz blanquecina brillante que de a poco nos fue dejando ciegos, logramos salir del edificio antes de escuchar una explosión.

.......

- No puedo creer que la recepción de la celebración de la boda haya sido arruinada- se queja melodramática la felina albina- ¡Esto es un espanto!

- No digas esas cosas Rouge- le riñe mi mejor amigo- ¡Ésto aún no culmina!

- Si debemos rehacer la fiesta lo hacemos- digo intentando mantener mis nervios a flor de piel controlados, ya ha pasado como una hora y no tenemos noticias, sólo sentimos un repentino temblor que nos tomó desprevenidos y con la guardia baja- Lo importante es que la ceremonia salió toda a la perfección y no existió algún contratiempo.

- Incluso la señora Dark the Hegdehog está manteniendo la calma- dice divertida Tiara- Tú positivismo lo envidio un poco, siempre estas preocupada y con la intuición intacta.

Pequeñas mentiras grandes verdades (Shadamy)Where stories live. Discover now