Por un puñado de besos //EMIS...

By xx_xxx_21

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AU: Por un puñado de besos me enamoré de ella. No sabía que era sentirme feliz, sentirme de la manera en la q... More

Noche, en un bar cualquiera...
Otra vez no, por favor
¿Qué c*ño haces?
Soy Gilipollas
Saber lo que me pasa
Aclaraciones, Sentimientos y otras cosas
Emily no era como los demás, era mejor
El siguiente punto en mi lista
Deja de ser perfecta
La hora de la verdad
¿Tenemos una cita?
Nuestra primera vez
A la mañana siguiente...
¿Y si te cuento lo que ha pasado?
Verdades y Sorpresas
Desde esa noche, me volviste loca
Juntas
Problemas en el Paraiso
Emily Catherine Fields, ¿quieres ser mi novia?
¿Sorpresa...?
Juntitas y Solas
Miedos y Secretos
Enfrentándome a la verdad
No siento nada
Se acabó
Arreglando las cosas
POR UN PUÑADO DE BESOS

Jodidamente Malo

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By xx_xxx_21

CAPÍTULO 26:

Los días en el hospital se pasan más largo de lo que esperaba. Recibo las visitas todos los días de alguna de las chicas si no de todas. Los chicos también, pero aunque solo estoy una semana en aquel lugar antes de que me den el alta, los momentos en los que Jason y yo nos quedamos a solas son mortales, sin olvidar claro está de Emily y el momento que vivimos el día antes de que me den el alta.

Desde el día que se fue tras Hanna, no había vuelto a verla y lo agradecía. Ella, Hanna, incluso las demás iban a ser su amiga quisiera yo o no; por lo que ya habría tiempo para vernos y mostrar ese momento raro entre nosotras.

Sin embargo, ese día, nada más me levanto, está allí, dormida en el butacón.

¿Cuándo había llegado? Anoche, cuando Jason me dejó anoche, estaba sola, ¿Cuándo había llegado allí?

Quedo mirándola y mi lado sensible apodera de mí al verla. Está guapísima mientras duerme. Recuerdo nuestra noche en el motel, apenas hace un par de meses de aquello. ¿Cómo ha volado el tiempo tan rápido? A penas estábamos allí tendidas, recuperándome de lo que había vivido, y al momento estábamos besándonos, haciendo el amor. Era como un recuerdo que mi mente había creado. Un recuerdo que ahora quedaba en el olvido, donde debía de estar.

Emily se mueve y veo que despierta. No sé lo que hacer, asique, me hago la dormida de nuevo. Espero lo que vaya a hacer.

Escucho entonces que se acerca, mi corazón late rápido. Gracias a dios que me quitaron el aparato que marcaba mi frecuencia cardíaca. Emily se queda callada, hasta que de repente, noto que la cama se hunde a mi lado. Se ha sentado.

-Sé que estás despierta, Alison.- sigo haciéndome la dormida- ¿De verdad? Vamos, no seas niña chica- no quiero hablar con ella, la ignoro- Está bien, supongo que entonces se me hará más fácil decir esto- ¿Decir el qué?- Lo he pensado y... está bien, hemos roto. No me importa, después de todo, ya me lo dijeron, que todo esto iba a ser lo peor que pudiera hacer.- respira con fuerza, la escucho- Y aunque no sé tus razones para romper... Creo que al menos debías de saber como yo me siento, ya que al parecer, no has pensado en ello.- respira profundamente, noto que está emocionada y doy gracias a que me haya hecho la dormida- Te amo Alison, por mucho que me he dicho estos días que no... Te amo, joder, te voy a amar por siempre. No sé que me has hecho, pero no consigo odiarte. Hemos luchado y aunque estaba enfadada porque no me dijiste lo de Maya... cuando pensé que te perdía, quise morir- me muerdo la lengua, estoy a punto de llorar, al igual que Emily- Te levantas y me dices que se terminó... ¿Qué hago yo ahora? ¿En? ¿Qué diantres hago? He construido mi vida alrededor de ti durante estos meses. Ahora... ¿Qué? Pienso que el viaje ayudará, pero yo sé que no...- no me espero el momento en el que me toma la mano- Te quiero, Alison... Siempre lo haré.

Su peso cambia y, aunque no la veo, si que la noto cuando se acerca a mí y posa sus labios en mi mejilla. Los deja allí un rato y noto perfectamente todos sus sentimientos, su dolor. No puedo estarme quita. Por mucho que intente ser fría con ella, no puedo hacerlo en aquel momento.

Por lo que volviéndome y con cuidado, la tomo sin que ella se lo espere y la beso. Un beso agridulce, un beso que me hace ver las cosas diferente. Porque aunque me haya dolido lo que ha dicho... no siento nada cuando la vuelvo a besar. Es raro, pero no siento nada por ella.

Emily me mira, nos vemos. Sin embargo, cuando la dejo marchar, lo nota.

-No debería de haber venido aquí.

Es lo último que me dice antes de levantarse y marcharse de nuevo. Me quedo allí entonces, sin saber que hacer, qué decir. Estoy tan perdida como ella.

A las doce, al día siguiente, viene una enfermera a comunicarme que me van a dar el alta. Jason tiene trabajo y con las chicas en lo suyo, decido que es mejor y no llamo a nadie, para así tener tranquilidad. Asique, mientras espero mis papeles, empiezo a prepararme un poco frente al espejo.

El brazo está mejor, pero las costillas están todavía sensibles. Veo mi cara en el espejo, después de todo este tiempo y veo mis heridas, media curadas, aunque consiguiéndome asustarme. Tengo una gran brecha en la frente y en la mejilla, aún tengo puntos de cierre de puntos de papel. Respiro profundamente, al menos, seguía viva para volver a intentar tener una vida normal. Algo era algo.

Estoy de espaldas a la puerta, terminando de cerrar el bolsito con las cosas que me había preparado Jason cuando escucho la puerta. Será la enfermera, por lo que no me muevo del sitio.

-Oh, ¿ya está todo?

-Casi- aquella voz no era la de una enfermera- Solo te espera la enfermera- me vuelvo, cuando la veo, Paige- McCullens- la llamo- ¿Qué haces aquí?

-Venía de visita y supe de ti...- se acerca, sonriendo- ¿Cómo estás?

-Bien- me extraña que venga a visitarme, quizás, era verdad que había cambiado después de todo- Gracias por preguntar. El accidente fue leve.

-Gracias a Dios.- sonríe de nuevo- Tuvo que ser impactante.

-Más o menos- todo había que decirlo.

-Vaya... Solo imaginármelo...- respira profundamente, paseando por la habitación, parándose en la ventana de la habitación- Pensar que te había pasado eso... Después de una discusión con Emily, nada más y nada menos.

¿Cómo sabía aquello? Seguramente, Emily se lo hubiera contado:

-Ya bueno... no pasa nada.

Omito el detalle de la ruptura... aunque ella, ya lo sabe.

-¿No pasa nada?- se vuelve, preocupada- Quería que funcionara...- y de repente, su gesto cambia por completo- Aunque joderte la vida tan feamente, no quería.

-¿Perdón?

Me había perdido en algún punto de la conversación.

-Oh, vamos, querída...-su sonrisa no me gusta- ¿De verdad ibas a creerte que ibas a ser amiga mía? ¿De verdad pensabas que iba a perdonarte con facilidad? No, no.- y lo bueno, se acababa, lo sabía- ¿Quién crees que trajo a Maya a la ciudad?

-¿Todo esto a sido cosa tuya?

-Ya ves...- sonríe- Todo por hacerte sufrir y....- respira triunfante- Tenía que decir que eso del accidente no me lo esperé, pero saber que por fin os había jodido.

-Eres una desgraciada- ya se notaba que no había cambiado, piel de cerdo nunca lo iba a hacer- De todas maneras, tampoco la tendrás tú.

-¿Quién dijo que la quisiera?- se encoge de hombros, como si fuera algo sin importancia- Encontré a alguien, es rica, sus padres me apoyan y... Tengo un buen trabajo que me ayuda asique... No me hace falta Emily.

-Y simplemente... ¿fue para joderme?

Paige respira profundamente, como si estuviera en medio del bosque, oliendo los olores de la naturaleza. Me mira, sonríe:

-Me quitaste a Emily, hiciste que mi padre me odiara más... Lo del accidente no lo esperé y sería peor persona si te llegara a decir que disfrute cuando escuché lo que te pasó, pero...- se encoge de hombros, disfruta del momento a tope- Estaría mintiendo si lo llegase a decir. Asique...

Aprieto mi mano con fuerzas, intentando no alzarla contra ella. Sobre todo, porque con el más mínimo movimiento, las costillas me duelen.

-Vete de aquí ahora mismo- me iba a hacer daño si le pegaba, pero si Paige se quedaba allí, iba a terminar matándola y haciéndome yo más daño.

Paige me observa, con esa sonrisa en su boca que me encantaría quitarle de un puñetazo, antes de caminar de vuelta hacia la calle. Tengo que sentarme de nuevo en la cama. Las náuseas han vuelto a mí y el brazo me duele, todavía no está del todo curado.

-¿Me perdonas si te llevo a casa el hecho de que no he venido a verte en todo el tiempo que has estado en el hospital?- alzo mi cabeza y veo a Cece.

-Cece- casi me había olvidado de ella- ¿Qué haces aquí?

-Me fui de vacaciones y me enteré de lo tuyo estando allí. Llamé a Jason, pero me dijo que no hacía falta que viniera- se acerca, sonríe con timidez- ¿Cómo estás?

-Supongo que bien- respondo- Um... Gracias por venir.

-No hay de qué. Te llevo a casa, al menos, asi te recompenso por no haber venido.

Sonrío, lo importante es que estaba allí. Además, no me habían faltado visitas aquella semana, si decía la verdad. Las chicas habían estado siempre.

-Vamos a un bar mejor.

-Acabas de salir del hospital.

-Créeme cuando te digo que necesito una copa ahora más que nunca- Cece me mira y se ríe, pero por suerte, acepta mi proposición.

-Está bien... ¿Tienes todo?

Le asiento.

Nos vamos a un bar cercano y, aunque siento que lo único que quiero es estar en la cama de nuevo metida y descansando, puesto que todo me duele; siento que el alcohol es mejor en aquel momento, al ser verdad.

Nos sentamos en una mesa alejada de todo, casi en lo más profundo del bar, cerca de los lavabos. Es tarde, aunque no hay a penas gente. Cece se pide un margarita, mientras que yo opto por un sándwich mixto y la bebida que más rápida me ponga borracha. Lo había pasado muy bien sin sentir como para que ahora volviera a sentir.

Cece me mira extrañada, pero a la vez preocupada cuando vé la mezcla que estoy haciendo. Suspiro y para ahorrarme más sermones, explico rápidamente y con poco detalle todo lo que ha pasado.

Parece entenderlo un poco:

-Joder, Ali. Por mucho que estés jodida, no creo que emborracharte, tras salir del hospital arregle mucho las cosas.

-Para mí funciona- bebo un largo sorbo, me quema el estómago- Estoy cansada. Emily solo me ha traído problemas desde que la besé en mi casa y empezó esta locura. He roto con ella y con un poco de suerte, se irá con esa beca... y lo hará para siempre.

La vuelvo a mirar, parece confundida:

-¿Qué?- le insisto.

-Nada- resopla, aunque noto que parece estar decepcionada- Solamente que hacía un par de añitos largos que no te escuchaba de hablar de esa manera.

Sí, ya sabía que estaba retomando mis hábitos antiguos y empezaba a ser la antigua Alison. Eso, sin embargo, no significaba que fuera algo malo. Después de todo, ella no era la que estaba viviendo el momento.

-¿Y? A veces tienes que ser una perra sin corazón para que no tengan que hacerte daño, ¿sabes? Tú bien lo tienes que saber- en aquel momento, la miro y no puedo evitar ver reflejado de nuevo su traición.

-¿Qué quieres decir con eso, Ali?- resoplo para mí, dejando el trozo de sándwich que me queda a un lado.

-Lo siento... Solo digo que toda esta situación me ha superado y estoy cansada.- y aunque me molestaba admitir lo que estaba pasando, debía de decirlo- Quizás mi relación con Emily era más tóxica de lo que esperé en un momento... Quizás estemos mejor solas... sin la otra.

-¿De verdad crees eso?

Me hacía yo misma creer eso, al decir verdad. Por lo que simplemente, le asiento a aquello. Cece mueve la cabeza, no creyendo lo que le estoy diciendo.

-No te reconozco, Ali- resopla Cece, levantando la mano al ver que voy a responderle- y no lo digo simplemente por lo obvio, si no porque llegues a decir algo así. He visto la manera en la que esa chica te vé. He escuchado cosas y créeme que esa chica debe de amarte porque para aguantarte... hay que quererlo.- no digo nada, me quedo callada- Te llevo a casa, tengo cosas que hacer.

La miro, pero tras hablarme de esa manera, no puedo estar con ella. Necesito quedarme sola, parece que está empezando a ser la única manera en la que puedo finalmente respirar tranquila.

-Llamaré un taxi...

-Como quieras- Cece escupe sus palabras, dejando un billete de diez para pagarlo todo- Yo invito... porque creo que va a pasar mucho hasta que volvamos a quedar con la otra.

Ni siquiera la miro cuando se levanta de su asiento y se marcha por la puerta. Respiro profundamente, las costillas me duelen y siento de nuevo esas nauseas, que empiezan a acompañarse con dolores de cabeza. Miro la bebida, quizás me está siendo mala, pero en aquel momento, sinceramente, nada me importa. Asique, le doy un gran sorbo y tomo un momento para recuperarme.

-¿Todo bien?- cuando alzo mi cabeza, la camarera que nos sirvió se me acerca, comenzando a recoger los vasos y demás.

-Más o menos- miento, todo está mal- Cóbrate, por favor.

Le acerco el billete que había dejado Cece sobre la mesa y esta la toma con una sonrisa en los labios. Me quedo mirándola, al decir verdad, es una chica guapa.

Alta, de ojos azules y de cabellos rubios rizados. Es guapa y con una sonrisa muy agradable.

-Claro...- se vuelve, aunque puedo notar que me hecha un pequeño vistazo antes de meterse en la barra para hacer el cambio.

La chica vuelve al poco tiempo con el cambio.

-Aquí tienes. ¿Te a gustado la comida?- la miro, ¿qué intenta hacer?- Solo... pregunto, mera formalidad.

-Ha estado bien- digo, sonriéndole- La compañía me falló, supongo.

-Una pena que estuviera trabajando, te hubiera acompañado- me quedo finalmente mirándola, cuando me doy cuenta de que está ligando conmigo- Si quieres.

-Hubiera estado bien...- es guapa y aunque eso de camareras me trae problemas, no sé por qué; pero le sigo el rollo- Me llamo Alison, por cierto.

-Lo sé...- ríe nerviosa- Lo siento, es decir. Que sé quien eres, eres profesora de una prima mía, Melanie Martinez- la recuerdo, también está en el equipo de natación- Soy Samara, por cierto.

-Encantada, Samara... - era un pequeño mundo aquí.

-¿Tuvo un accidente?- mira mi brazo, señalándolo- Lo escuché... espero que no fuera nada...

-No lo fue, tranquila. Es más...- mis palabras se van apagando poco a poco cuando algo me llama la atención fuera del establecimiento.

El mundo es pequeño a la hora de conocerse las personas, pero más pequeño es para encontrarse ellas mismas. Porque cuando miro para fuera, Paige y Emily caminan, seguidas de una chica morena, de aspecto un poco punk. Me quedo mirándolas, las nauseas aumentan y el dolor de cabeza aun más.

-¿Estás bien?- Samara me toma, llamándome de nuevo a la realidad.

-Sí, lo siento- miento, volviendo a ella- Es... Nada- quito finalmente importancia. Era hora d pasar a la acción- Es solo que...- la miro- ¿Vas a invitarme a salir o todo esto... lo estuve leyendo mal?

-Vaya... no soy muy sutil o... ¿sí?

Simplemente, le muestro otra sonrisa:

-¿Qué tal mañana? Podríamos ir a tomar algo a la noche... - sugiero.

-¿No tienes que guardar reposo?- pregunta Samara divertida.

-No dije que fuera... fuera de casa.

-Entonces...- Samara se vuelve, tomando una de las servilletas de la mesa donde había estado y escribiendo su número rápidamente para entegármelo- Espero tu llamada.

-Un placer...

La puerta se abre, Paige, Emily y la chica que les seguían, acaban de entrar. Como no, nuestras miradas se cruzan, aunque en las que más me fijo, es en la de Emily; que cambia entre la mía y la de Samara.

La ignoro, sé que es lo mejor. Por lo que me fijo en la de mi nueva conquista y en el papel que sostengo en la mano:

-Nos vemos mañana, Samara.

-Nos vemos- se muerde el labio y la verdad es que siento un poco que me gusta.

-¡Hey! ¿Nos atiendes, o qué?- Paige la llama, con el mismo tono suave que la caracteriza.

Samara suspira, aunque esta vez, quizás pueda ayudarla tanto a ella, como a mí.

-Lo siento- se disculpa- Los clientes me llaman.

-No pasa nada...

La dejo ir, aunque mi mirada, no puede evitar quedarse por un momento sobre Paige antes de ver a Emily, lleva mirándome durante todo aquel tiempo. Respiro profundamente, es hora de irme y descansar finalmente.

Sin embargo, no me voy a escapar tan fácilmente. No cuando Emily está allí.

A penas he salido por la puerta, cuando escucho de nuevo esta abrirse y Emily corriendo tras de mí:

-¿Cómo estás?- me paro en el sitio, sin moverme.

-¿Te importa?- sé que soy dura, pero es la manera en la que me sale.

Me giro entonces y, para mi sorpresa, la cara de Emily es de enfado:

-¿Te importa dejar de ser tan perra por un momento y contestarme? Solo me interesaba por tu salud.

"Ya, claro" pienso para mí misma. Observo adentro, Paige está hablando con la chica misteriosa que las seguía. Miro de nuevo a Emily:

-¿Qué haces con Paige?

-Vino de visita... ¿no me digas que...?

La corto, sinceramente, estoy cansada de tanto drama, para ser honestas:

-Para. No me interesa escucharlo.

-Alison...- dice enfadada.

-Nos vemos, Emily....- sin mis últimas palabras cuando finalmente me vuelvo a girar para irme del lugar.

-Nos vemos- llego a escucharla.

Suspiro, ¿cuándo se volvió todo tan jodidamente malo?

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