Por un puñado de besos //EMIS...

By xx_xxx_21

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AU: Por un puñado de besos me enamoré de ella. No sabía que era sentirme feliz, sentirme de la manera en la q... More

Noche, en un bar cualquiera...
Otra vez no, por favor
¿Qué c*ño haces?
Soy Gilipollas
Saber lo que me pasa
Aclaraciones, Sentimientos y otras cosas
Emily no era como los demás, era mejor
El siguiente punto en mi lista
Deja de ser perfecta
La hora de la verdad
¿Tenemos una cita?
Nuestra primera vez
A la mañana siguiente...
¿Y si te cuento lo que ha pasado?
Verdades y Sorpresas
Desde esa noche, me volviste loca
Juntas
Problemas en el Paraiso
Emily Catherine Fields, ¿quieres ser mi novia?
¿Sorpresa...?
Juntitas y Solas
Miedos y Secretos
Enfrentándome a la verdad
Se acabó
Jodidamente Malo
Arreglando las cosas
POR UN PUÑADO DE BESOS

No siento nada

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By xx_xxx_21

CAPÍTULO 24:

La espera se me hace interminable. Ni siquiera sé cuánto tiempo están allí dentro, lo que están haciendo, hablando o lo que sea. Solo espero, confiando que cuando Emily vuelva, todo va a estar bien. Es lo único que espero.

Por eso, cuando por fin escucho la puerta y veo a Emily aparecer, ni siquiera puedo girar la cabeza para fijar mi mirada en ella. Espero sentada en el banco, mirando a la gente esperar. No quiero hablar, aunque lo único que quiero decirle es que lo siento por haber tardado tanto. Espero a que ella hable. Después de todo, ahora lo que importa es más que ella diga y piense que otra cosa.

-¿No vas a preguntar?- escucho que me dice.

-Tengo miedo- le soy sincera.

-¿Por qué?

Cierro los ojos y resoplo profundamente. No sé como expresarlo, ni siquiera sé como decirlo con las palabras apropiadas para que no suene de forma distinta a la que quiero que suene.

-¿Estás enfadada?- pregunto finalmente, ignorando la pregunta que ella me hizo.

Emily se toma su tiempo. Sigo sin poderla mirar a los ojos:

-Enfadada, dolorida un poco...- respira profundamente- ¿Sabías de ella desde hace tiempo y ni siquiera me lo mencionaste?- aquel era el problema.

-No... no sabía como hacerlo...- ni siquiera sabía realmente la razón para mantenerme callada con el asunto.

-Ali- me llama- Alison, mírame a los ojos.

Los aprieto con fuerza cuando me lo dice. Los noto arder y odio más que nada el momento, porque sé que voy a llorar y no quiero. Tengo miedo en aquel momento.

Tengo miedo de lo que pueda pasar, de lo que me vaya a decir, de lo que sea que esté pasando, de lo que me vaya a decir. Nunca en mi vida me había sentido peor en aquel momento. Temía que llegara y ahora, sabía porque lo hacía tanto.

Por fin consigo hacer contacto visual con ella. Emily tiene mala cara, está enfadada, no hace falta ser un genio para notarlo. Todo su rostro está tenso y me mira como si la hubiera traicionado.

-Lo siento- murmuro, casi en silencio.

-¿Por qué no me lo dijiste?

-No lo sé- era la verdad, por mucho que costara creerlo- Lo juro, no lo sé.

La voz se me empieza a quebrar y tengo que pararme:

-No lo sabes...- se levanta, yo con ella- Esto es estúpido...

-Emily...- el corazón empieza a latirme con tanta fuerza que casi solo puedo escuchar los latidos de mi corazón en el momento- Por favor...- intento alcanzarla, pero esta rehúye de mí- Por favor.

-No... necesito estar a solas en este momento.

-Emily, por favor- no quiero que se vaya- Por favor, háblame, primero.

Emily respira profundamente, girándose y dándome la espalda:

-Necesito tiempo para pensar. Déjame un poco de aire.

Y no puedo hacer nada más que verla caminar dirección a la esquina y, mientras la pierdo de vista, siento que de algún modo u otro, he metido la pata hasta el fondo. Pienso eso, porque es más duro pensar que he perdido a quien se había convertido en prácticamente, mi ángel de la guarda.

Necesito una copa, necesito emborracharme, necesito olvidar todo lo que ha pasado en aquel momento. Necesito olvidar todo.

Entro en el bar. ¿Qué mejor lugar para emborracharte que en el sitio donde traba la primera ex novia de la que había sido tu novia? Viva las ironías de la vida y las vueltas que da esta.

Me siento en la esquina, en la zona más alejada. Hay poca gente. Aquello empieza a parecerse demasiado a aquella noche:

-¿Alison?- es Maya quien se acerca- Creí que te ibas con Emily.

-Lo más fuerte que tengas- lo menos que quería era hablar con ella.

-Pero...- con una simple mirada, la callo- Está bien, vodkatila, el cáncer de los alcoholes- me lanza el vaso delante de mí- Aunque no creo que esta sea la mejor manera de lidiar con cualquier problema.

-Ya...

Tomo el vaso, sin saber como me iba a afectar aquella bebida, cuando siento todo mi cuerpo quemar por dentro. Tengo que hacer mil y una manera para no vomitar, aunque la mayoría de la bebida termina encima de la barra, provocando la risa de Maya, que empieza a recoger.

-Te he dicho que era dura.

-¿No me digas?- ¿a caso quería quemar mi mal genio?

-Está bien, lo siento- empieza a recoger, sirviéndome un vaso de vodka con soda- Toma, al menos con esto, no la liarás.

-Gracias- lo tomo.

No la lío, pero creo que la bebida de antes me ha tenido que dañar por dentro algo, porque aún me sigue doliendo cuando trago.

-¿Me vas a hablar de lo que ha sucedido o qué?

Maya pregunta de la nada, haciendo trabajos en el lado de la barra donde estoy:

-No quiero hablar de eso.

-Pues vas a hablar-Maya me mira, echándose sobre la barra- Créeme que nada es peor que unos padres homófogos, una adicción a la maría y tener que trabajar para no tener que pedir ayuda a papi o mami porque no quieren saber de ti- si me lo ponía de aquella manera- Habla.

-¿Por qué te interesa tanto?

-Porque si tiene que ver con Emily, lo hace- responde, aunque no me sorprende- Emily es buena chica y me preocupo por ella. Asique, habla.

Resoplo profundamente, mirando a mi bebida.

¿De verdad tenía que decirle a ella lo que me pasaba con Emily? No, no quería hacerlo. Ya lo arreglaría yo de la manera en la que quisiera, no me hacía falta ella.

Asique, la única manera que se me ocurre para que me deje en paz, es ser la antigua Alison:

-¿Me vas a decir de lo que hablasteis?- Maya se queda mirándome.

-Eso es entre Emily y yo.- me responde.

-Lo mismo digo con lo que me pasa con ella- respondo bebiendo otro poco- ¿O qué pasa? ¿Quieres quitármela? ¿Quieres saber si estamos mal para así recuperarla?

-Eso no es a lo que me refería.

-Ya... y yo voy y me lo creo- me levanto rápidamente de la barra, dejándole un billete de cinco en cima- Quédate con el cambio.

Salgo del bar sin mirar atrás. Más enfadada que nunca después de aquella charla, no sabíendo por qué. Entro en el coche aprieto a fondo y pongo camino hacia ninguna parte. No quiero regresar a casa porque sé que va a estar Emily allí, es el único sitio que puede ir si está en el modo en el que estoy yo. Piso a fondo, necesito pensar, aclararme.

Entonces se me ocurre un lugar a donde podría ir: la casa de Jason. No me haría preguntas y seguramente tendría alguna cita en aquel momento o ligue. Podría pasar allí el tiempo que quisiera y podría pensar en todo lo que estaba pasando.

El piso de Jason es un estudio enorme, con dos habitaciones, un cuarto de baño y un salón-comedor en el que podrías hacer muchas fiestas. La cocina está pegada prácticamente a la entrada de la casa y tiene un gran ventanal desde que se ven las vistas de la ciudad, desde que vive en el último piso del edificio. Cuando me vé llegar, se extraña, pero a la vez, se alegra de verme allí.

-Alison- me abraza- ¿Qué estás haciendo aquí?

-Venía a hacerte una visita- miento- ¿Puedo?

-Por supuesto- abre paso para que pueda entrar- ¿Quieres algo de beber?

-Una cerveza estaría bien.

¿Por qué el alcohol ayudaba tanto en momentos así?

-Una cerveza- le escucho reírse- Es la primera vez que te apetece...

-Que tu sepas- le tiento, tomando un gran sorbo cuando me la entrega- Salud.

-Salud- alza su bebida, brindando- ¿Qué haces aquí? Creía que estarías con Emily, desde que os habéis convertido en la parejita idea.

-Ya, bueno- resoplo- No es que quiera hablar ahora mismo de ello.

-Entiendo...

Y como ya me lo imaginaba, no hace más preguntas. Simplemente, cambia de tema y sigue a lo suyo. Hablamos de Toby y el trabajo en el que amos parecen que ahora participan: la construcción de una nueva casa a las afueras. Hablamos de los próximos proyectos y las bebidas van corriendo una tras otra. Al decir verdad, por estúpida que suene, disfruto emborrachándome con él.

Lo malo es a la mañana siguiente, cuando despierto en la cama de invitados y la cabeza parece que va a estallarme. Beber es bueno para olvidar, o al menos crees hasta que empiezas a notar los primeros síntomas la mañana siguiente.

Por un rato largo, me quedo en la cama, mirando a la nada, pensando nada hasta que todo lo de ayer, vuelve a mí. Pienso en lo que ha pasado, en como Emily se estará sintiendo por mi culpa. Tendría que haberle dicho lo que pasaba, tendría que haberle dicho que había tenido miedo, un miedo que todavía no sabía exactamente de qué tipo era, pero que lo había tenido. Tenía que haber sido sincera con ella. Ahora, está enfadada conmigo, cuando estos son los últimos meses que me quedan con ella antes de que se vaya con la beca al extranjero.

-¿se puede?- Jason abre, poco a poco- Buenos días.

-Buenos días- lo miro, ¿cómo puede estar tan fresco?- Que bien llevas el alcohol.

-Eso es porque las botellas mías, no llevaban alcohol- eso lo explicaba- Se notaba que necesitabas un poco de olvido y te ayudé.

-Eres demasiado buen hermano- resoplo, notando el dolor de cabeza- Ahora todo me está matando demasiado.

-Y es por eso que te traigo algo- responde cuando veo una bandeja de desayuno en sus manos- Para que luego te quejes que soy malo contigo. La pastilla para la cabeza va incluida.

-Ahora si que eres buen hermano.

Jason simplemente se ríe, acercándose para dejar la bandeja encima de mí.

-¿estás bien?- me mira.

-Lo estaré- no quería asustarlo.

-¿Segura?

-Jason...

-Está bien- lo deja estar- Solo... Me voy. Tengo que ir al trabajo... ¿necesitas que llame a alguien?

-No, traje el coche. Gracias.- le respondo.

Jason se va, dándome un beso en la frente.

Miro el desayuno y después de un par de mordiscos, la verdad es que no tengo mucha hambre que digamos. Vuelvo a pensar en Emily y de nuevo, siento ese nudo en el estómago. Necesito hablar con ella, pero a la vez, siento que tengo miedo a hacerlo.

Cuando salgo de casa de Jason, el dolor de cabeza a aminorado y, aunque he bebido casi dos litros de agua antes de salir; aún siento que todo a mi alrededor me da vueltas. Al menos, me había emborrachado en casa de mi hermano y no había terminado haciendo lo que no debía.

El teléfono me suena antes de entrar en el coche, es Hanna:

-Ali, necesito tu ayuda.

-Claro, dime- cualquier cosa que me ayudara a alejar el momento de volver a encontrarme con Emily- ¿Pasa algo?

-Necesito tu ayuda con lo del evento. Es esta noche y me faltan manos.

El evento de moda que la prometida de Lorenzo le había ayudado con, casi se me había olvidado. Era al día siguiente. Resoplo, pero decido ayudarla.

-Claro, voy para allá.

-Gracias. Aria está en una reunión de su libro, Spencer con su madre y Caleb no puede porque está en una venta. Gracias a dios que tú sí.

-¿Y Emily?

-De eso te iba a preguntar. ¿Se puede saber qué pasa que no me coge?

Que seguramente estará enfada y su llamada se creería que era yo:

-No lo sé...

-¿No vivís las dos juntas?- resoplo.

-Una larga historia- respondo metiéndome en el coche- Después te cuento.

-Más te vale...

Hanna me cuelga, siendo la única cosa que le escucho antes de gritarle algo a alguien. Me río, si hubiera sabido el tipo de persona en el que Hanna se iba a convertir en los días en los que éramos apenas unas adolescentes; nunca lo hubiera creído.

Cuando llego allí, el sitio es un auténtico embrollo de personas. La ropa vuela de un lugar a otro, los obreros van de un lado a otro, transportando y remodelando un par de sitios para hacerlo más adecuado al lugar y, como no, Mona está dirigiendo todo aquel lío, que parece casi imposible.

Sabía cuando éramos jóvenes que Mona tenía potencial, si lo hubiera sabido antes, hasta la hubiera incluido antes:

-Buen trabajo Mona- incluso bromeo cuando paso al lado de ella, justo antes de que parezca que se va a comer a uno de los obreros.

-Gracias. Para algo soy la mejor- da un giro a su melena, pero al momento, vuelve a la posición-¡He dicho que más abajo! ¿A caso no veis el lugar indicado o qué?

Paso entre dos ayudantes, que transportan dos pilas de ropa más grande que ellos y por fin consigo vislumbrar a Hanna en la zona del fondo, en su ordenador, tomando nota frenéticamente en su libreta:

-No mentías cuando decías que esto era una locura.

-Alison, gracias a Dios- me abraza- Ni imaginas lo que es.

-Ya lo veo- respondo, mirando a mi alrededor- En fin, ¿en qué querías que te ayudara con tanta prisa?

-Oh, sí. Necesito ayuda con las tarjetas de invitaciones. Necesitan salir hoy y mira como estamos- me señala dos pilas de sobres e invitaciones- Por favor...

-Claro- tomo una silla y me siento a su lado- pero ¿de un día para otro?

-Cosa de Isabel, creen que es más prestigio- se encoge de hombros, siguiendo anotando en su libreta- A todo esto, ¿qué pasa con Emily? No me coge el teléfono y, según lo que me dijiste y como lo has dicho...

Mantengo la mirada sobre las invitaciones cuando me lo dice. Realmente, no sé si decírselo o no, pero de una manera u otra, se van a enterar. Hanna y Emily son muy buenas amigas y siempre se cuentan todo.

-Le dije lo de Maya.

-¿Y?

-Pues... que se enfadó por no habérselo dicho antes- respondo, siguiendo con mi mirada puesta en las invitaciones-Me preguntó por qué no se lo había dicho y no se lo supe responder.

-Te dije que se lo deberías haber dicho antes- no respondo, ya lo sabía perfectamente antes- Y... ¿cuál fue la razón?

La miro, ¿acaso no lo había escuchado? No lo sabía, no sabía cual había sido la maldita razón por la que había jodido mi relación con Emily.

-No lo sé- resoplo con fuerza.

-Tienes que saberlo, Ali- miro por fin a Hanna, está seria y me mira fijamente- Vamos, no creo que sea un... "no lo sé".

-¿Qué quieres decir?

Hanna cierra su portátil, dejándolo a parte en un lado y se fija en mí. Está seria y de repente, no parece ella. Hanna es alegre, la divertida del grupo, la que te hace reír pase lo que pase. En aquel momento, sé que me va a hablar en serio de lo que pasa:

-Alison, por mucho tiempo te he visto ser una perra con todo el mundo, conmigo incluido. He visto como utilizabas a la gente y de alguna manera, eso volvió a ti con todos los desamores que has tenido. No creo que un no sé, arregle eso. Sé honesta contigo misma por un momento.

Que fuera honesta conmigo misma. Aquello creo que era lo peor que podía hacer en aquel momento. Si era honesta en aquel momento, sabía que lo único que iba a hacer era arruinar aún más las cosas. Sabía que iba a sacar cosas que no debería de sacar y de alguna manera, lo único que iba a hacer, es salir herida.

-No puedo.

Respondo, cerrando la última invitación que pienso hacer, cuando escuchamos la puerta abrirse en medio del barullo de la gente. Las dos giramos la cabeza al mismo momento, cuando la vemos aparecer: es Emily, y viene con Maya.

-¿Esa es Maya...?- pregunta Hanna cuando la vé.

-Lo es- respondo tomando mis cosas.

-A donde vas.

-Fuera.

No podía estar en aquel lugar, no podía por mucho que quisiera, no podía verla. Intento escaquearme por la parte de detrás. Sin embargo, antes de que ni siquiera pueda hacerlo, Maya me ha visto:

-Alison- la escucho llamarme.

Me giro, las observo a las dos, pero no puedo, tengo que salir de allí.

-¡Alison!- incluso Hanna me grita para que pare, pero es para nada.

Cuando ya me voy a dar cuenta, estoy en la calle. Me meto en el coche y aprieto el acelerador al fondo. No miro atrás, incluso varios coches me pitan cuando salgo disparada con el coche. Mis lágrimas empiezan a empañar los ojos y de repente, no quiero sentir nada más.

No siento nada.

̢p 

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