Abro los ojos con cierta sorpresa, las palabras pronunciadas por ese erizo de pelaje hurano y ojos azúles me dejan boquiabierto, se muy bien que los tres que estamos bajo la luz gris escarlata de la Luna, en estos, somos las personas que conocemos mejor el mundo, a las personas y por ende, los que más mentiras han dicho a lo largo de su vida, pocas son las verdades que hemos musitado desde esa noche de hace diez años, la noche que casi somos acabados y masacrados juntos. Sonrío al ver el rostro sonrojado y lleno de vergüenza de la castaña, sus orbes vuelven a ser mieles.
- ¿Qué ocurre pequeña hermanita?- digo burlón al ver su rostro- ¿Te comió la lengua el gato?
- D-disculpa Asuna- se disculpa el erizo azabache igual de avergonzado- ¡No debí decir eso tan vergonzoso!
- ¡Ya no te disculpes más!- le grita incómoda- ¡No digas más!- oculta su rostro con su flequillo. Sonrío de soslayo y me acerco a ella para posar mis manos sobre sus hombros- "¿Era necesario que dejara de mentir respecto a como se siente?, lo presionaste demasiado hermano"- dice en su mente.
- "Relaje no es para tanto, además, ¿No era eso lo que querías?"- cuestiono, su mirada se endurece cuando voltea a verme y me obliga a soltarla.
- "¡Cállate idiota!"- suspira- Dentro de una semana debemos cumplir con nuestra parte del trato, ¿A qué sitio iremos esta vez?
- ¿Al reino de la Tierra?- pregunta Jey.
- No me digas que lo mencionas sólo porque tienes un trabajo en ese lugar- volteo a verlo de forma inquisidora.
- ¡Victoria me pidió ir a ese lugar para un encargo!- se excusa- Lo que no sabe es que hay una red de narcotrafico en el reino.
- ¿Ya investigaste bien el lugar?- interrogo frunciendo el ceño.
- Por todo el asunto de las celebraciones en tu honor, no he contado con el tiempo suficiente para hacerlo genio- dice con ironía.
- Cualquier caballero sin excepción debe de saber que en el reino de la Tierra hay un secreto extraño, ¿Conoces al rey o reina de ese lugar?
- Hasta donde se, sus reyes fallecieron, dejando dos hijos herederos, uno de 11 y otro de 6- responde con calma.
- Error- digo negando con la cabeza- Ese lugar no se rige por un reino, es el primer planeta que es gobernado por una familia de erizos mitad lobos.
- ¿Mitad lobos?
- Si... es mas una manada con sus líderes y clanes.
- ¿Nadie lo sabe a parte de los caballeros?- pregunta el azabache.
- ¿Por qué crees que es un secreto extraño?- dice la castaña con sarcasmo.
- Perdóname- se disculpa mientras se rasca la nuca un tanto incómodo.
- Suena bien- menciona mi pequeña hermana- Iremos a ese lugar.
- ¿A asesinar erizos mitad lobo?- saboreo mi pregunta con cierta satisfacción.
- Puede servirnos de oportunidad- dice la ojimiel- Si es cierta la red de narcotrafico, podemos hablar con los líderes y pedir el permiso de encargarnos de ellos, aunque siendo mitad lobos querrán hacerse cargo ellos mismos.
- No perdemos nada con intentarlo- menciona el ojiazúl- Si no logramos nada en ese lugar podemos volver al reino del Sonido y cubrir nuestra parte del trato.
- Nos veremos en ese lugar el día previsto- ambos asienten- Nos veremos después- me despido y volteo a ver a la castaña- "Investiga ese lugar a fondo"
- "No tienes porque decírmelo"- desaparezco del lugar.
........
Despierto sobresaltada, tuve un horrible sueño, uno en el que Shadow se iba de mi lado y no regresaba, en ningún momento de la etapa de crecimiento de nuestro hijo. En medio de la oscuridad reinante busco a mi esposo para eliminar ese mal sabor de boca, no lo encuentro a mi lado y mi pavor se eleva demasiado. Voy a levantarme pero un sonido en el baño me alarma, volteo a mirar hacia ese cubículo y veo que la puerta se abre dejando ver a quien necesitaba con urgencia, suspiro más tranquila, sus orbes carmesí voltean a verme, algo en ellos me tranquilizan pero me hacen dudar de ellos, como si me ocultaran algo.
- ¿Pesadillas pequeña?- pregunta con su voz suave.
- Algo así- mi cabello suelto me molesta un poco, el sudor frío que recorría mi cuerpo disminuye un poco, busco una liga y lo amarro en una coleta algo alta- Creí que no estabas en la habitación.
- Quise darme un baño- responde secándose las púas de la cabeza- No estaba durmiendo cómodo.
- Entiendo- vuelvo a acomodarme en la cama- ¿Me haces compañía?- golpeo el espacio vacío que se encuentra a mi lado.
- Con gusto- acepta, unos segundos más tarde, se acuesta a mi lado, me acurruco a su lado, para poder sentir su calidez, su protección, poder sentirlo a él y abandonar ese pensamiento de que va a abandonarme, sus brazos se posan sobre mi cintura atrayendome a su cuerpo, nos ubica de tal forma que me posa encima suyo, manteniendo la distancia entre nosotros.
- ¿Qué haces?- pregunto dudosa.
- Admirando la belleza de mi esposa, ¿Acaso estoy privado de hacerlo?- pregunta divertido, me sonrojo por su comentario.
- N-no, no lo estás- digo sonriendo con nervios- ¿Piensas que la vida de casados va a afectarnos?
- ¿Por qué lo preguntas?- una de sus manos acaricia mi cintura.
- He visto algunas parejas que terminan divorciandose por problemas que desconozco, aunque la mayoría es por infidelidad, razón de que el amor entre ambos dejó de ser el mismo- respondo con cierta tristeza, de solo pensar que el erizo que me sostiene entre sus brazos ahora mismo me engañe, sería demasiado para mi corazón, ya lo sufrí una vez, no quiero pasar por el mismo momento otra vez.
- Parece que debo contarte algo o me odiarás de por vida- menciona con voz algo ronca, mis orejas se mueven un poco inquietas- La verdad es que no eres la única mujer que amo en mi vida- al escuchar eso mi cuerpo se vuelve de piedra, me paralizo de tal forma que no me fluyen las palabras- Antes de que recuperes la habilidad de hablar, debo aclararte algunos puntos- el sentimiento de traición se ha colado en mi pecho automáticamente- No eres la única pero si la principal, hay una pequeña de por ahí que es mi familia por decirlo de algún modo.
- ¡¿Eh?!- reacciono moviéndome, logrando que me suelte y caiga sobre él, poso mis manos a cada lado de su cabeza y me acomodo de tal modo pueda quedar mi rostro frente al suyo- ¡¿Cómo que como tu familia?!
- Si mal no recuerdo, ya te hablé de ella- menciona despreocupado, sin tomarle mucho interés al asunto, mientras que yo por otro lado, me estoy muriendo poco a poco por dentro.
- ¿Cómo que ya me hablaste de ella?- pregunto confundida y muriendo de los celos.
- Déjame refrescarte la memoria, ¿Recuerdas ese día que te ofreciste a hacerlo conmigo en el sofá?- me pregunta de forma descarada, abro los ojos como platos al darme cuenta como estaba moldeando la historia de lo que realmente pasó.
- ¡No seas mentiroso!- gruño molesta- ¡En ningún momento te pedí hacerlo en el sofá!- este se ríe, con una de mis manos le doy un golpe suave en la cabeza- ¡Ese día...!- sus ojos se oscurecen un poco- Ese día me contaste lo que te hacía sufrir- el recuerdo de la chica se cuela en mis pensamientos- ¿La otra pequeña es Maria?
- Acertaste- dice tomando mi rostro entre sus manos- ¿Acaso sentiste celos de alguien que ya no existe?
- ¡Creí que hablabas de alguien más!, ¡De alguna eriza que conozca o no conozca!- le reprocho, acerca mi rostro al suyo y me besa, le correspondo, el beso dura menos de lo que pensé.
- Hay otra cosa- menciona cuando aleja mi rostro del suyo- los brazos se me cansan, así que decido sentarme como puedo en su cintura, evitando su zona sensible- ¿Qué piensas de los idiotas que estuvieron involucrados en lo ocurrido en el salón?
- ¿Hasta de Sonic?
- Ese me vale tres cuernos, hablo de los otros idiotas, incluyendo a esa amiga de Rouge- me río por su irritación al hablar del erizo azúl, sigue sin poder soportarlo.
- Pues traté más con las chicas así que...- pienso un poco- Night... ella es independiente, hace lo que se le plazca sin molestarse en pensar si está mal de su parte, no quiere depender de nadie para seguir su vida, se preocupa por sus amigos, es de cierto modo simpática, aunque es un poco regañona- digo esto último recordando ese momento que intercepté entre ella y Asuna, a la cual estaba regañado por sus imprudencias- Me cae bien- sonrío recordando a la eriza de ojos grises- Asuna... ¿Por dónde empiezo?- me pregunto en voz alta, recuerdo las actitudes, la forma de hablar y expresarse de la castaña- Es igual a tí.
- ¿Igual a mí?- pregunta- Explicamelo mejor.
- Es reservada en sus cosas, tiene un pensamiento de las cosas parecido al tuyo, es muy realista, rencorosa, fría, grosera, insensible, irritable, calculadora, en sus ojos se refleja que ha sufrido mucho en su vida, es un gran caballero, sus habilidades son muy buenas... Es linda, es un total misterio... Es tú copia femenina, aunque castaña y de ojos color miel.
- ¿Estás diciendo que soy lindo?- pregunto burlón.
- ¡¿Fue lo único que escuchaste?!- chillo nerviosa.
- Jajajaja- se ríe a carcajadas- Es broma, ¿Eso piensas de ambos?
- Si, ¿Por qué el interés?
- Nada importante, ¿Y los otros dos idiotas?, El rubio oxigenado y el de ojos azúles.
- Sólo se que el hermano de Asuna es...- me bloqueo un momento- Su actitud en la fiesta fue ¿Extravagante?- intento buscar las palabras adecuadas pero no sabría describirlo- No lo sé, ¿Es un erizo imperactivo con tendencias...?
- Si- responde de inmediato, eso lo explica todo.
- Parece buena gente, aunque para ser caballero no lo parece a decir verdad- no puedo evitar reírme al recordar como Rouge gritaba molesta, a saber que en el fondo le halagaba la idea de que alguien estuviera intentando ligar con ella, fue bochornoso tanto que el erizo azabache de ojos azules tuvo que llevárselo y disculparse por él por los inconvenientes- Y Jey... tuve la oportunidad de hablar con él, me parece alguien agradable, aunque en su mirada pude ver algo de tristeza, como si no estuviera conforme con su vida, creo que es alguien habilidoso, tierno y molesto con la vida, quizás tenga un pasado oscuro como tú y Asuna, en conclusión son buenos chicos a los cuales les confiaría tu bienestar.
- ¿En serio?- enarca ambas cejas.
- ¿Por qué lo dudas?, quizás a Night no ya que no es caballero, pero a los otros tres sí, incluyendo a Melphies.
- Me siento más seguro protegiendome a mi mismo- se queja.
- Pues yo me siento segura sabiendo que tienes compañeros con los cuales puedas contar- a pesar de la oscuridad del lugar le sonrío, la poca luz blanquecina de la Luna que se filtra por las cortinas, me permiten distinguir las cosas.
- A descansar pequeña- se voltea haciéndome caer sobre la cama de costado.
- ¡No seas brusco!, ¡Te recuerdo que soy tu esposa y la madre de tu primogénito o primogénita!
- Espero sea hombre- menciona de repente.
- Creí que no te importaba que fuera.
- No me molestaría tener una niña, pero preferiría que fuera niño- se acomoda de medio lado, mirando hacia mí, me acomodo a su lado, paso su brazo por mi cintura.
- ¿Quieres volverlo una copia tuya?
- ¿Estas loca mujer demente?- voy a protestar pero me hace guardar silencio- No quiero arruinarle la vida a mi hijo o hija, prefiero darle la vida que yo no tuve mientras estuve en el ARK.
- Que considerado, serás un gran padre.
- Y tu una madre excelente- besa mi frente con cariño- Ahora a dormir.
- Descansa Shad- menciono, bostezo y cierro los ojos.
- Descansa pequeña rosa- se despide, minutos después, estoy saludando a Morfeo de nuevo.
........
Una semana después
- Aún no entiendo como pudimos convencer a la familia Zeta de aniquilar a los que han deshonrado a su tribu- sigue quejándose el erizo de ojos azules como por quinta vez.
- ¡Ya te lo dije!- le grito furioso- ¡A su hijo mayor le gustó Asuna por eso nos permitieron hacerlo!, ¡No nos jodas más!
- ¡Me van a obligar a casarme con su hijo!- chilla mi pequeña hermana- ¡Debimos irnos al reino del Sonido!
- ¡Nadie va a casarse con nadie!- la reprendo, me refriego el puente de la nariz- ¡Sigan así y no podremos encontrarlos antes de la media noche de hoy!- les recuerdo- ¡Cierren la boca o yo mismo los asesino para saldar mis deudas por unos seis años mas!- los amenazo.
- No hace falta tal agresividad hermanito- dice la ojimiel con burla- Mis amigas están cubriendo más territorio, son mitad lobo, nos aconsejaron esconder nuestro aroma.
- En especial el de la dama- recalca mi copia barata- El aroma de nuevas erizas u otras chicas los atrae más rápido- miro a la castaña con complicidad.
- Señores, me complace anunciarles que en este caso seré la carnada, así será más fácil cazarlos.
- ¡Eso se pone en discusión!- exclama alterado el azabache- ¡Buscaremos todos juntos!
- Ya deja de actuar como hermano celoso o algo parecido- gruño molesto- ¡No tenemos tiempo para tus malditos celos!, ¡Se hará eso y punto!- desenfundamos nuestras espadas al escuchar ruidos extraños, de pisadas cerca a nosotros.
- Al menos se acabaron los gritos- murmura la ojimiel, chasqueo la lengua como respuesta.
El movimiento de la hierba alta al quebrarse nos alerta, juntamos nuestras espaldas y observamos el lugar con suma cautela, detenimiento y paciencia. La primera en avistar algo es la castaña.
- ¡¿Ah?!- exclama asombrada- ¡¿Kyros?!- al escuchar ese nombre la espada casi se me resbala de la mano- ¿Qué hace aquí?- le pregunta nerviosa- Puede que no sea zona segura.
- Vine a verte- dice con un tono amable, pero este tipo no me da buena espina- ¿En serio una bella dama como tu va a mancharse las manos de sucia sangre?
- Ya lo he hecho por muchos años- le responde neutra, ya ha notado sus intensiones- No veo que se rata nuevo- responde arrogante, odio admitirlo pero esa es la eriza que me agrada.
- Que palabras tan fuertes salen de esos labios perfectos- volteo a ver al susodicho, el erizo albino posee unos ojos verdes primavera que muchos enviarían pero este no es el caso.
- Necesitas conocerme mejor, no soy lo que crees que soy.
- ¿Me está brindando la posibilidad de preguntar lo que deseo saber?
- En ningún momento dije eso.
- Tengo la sensación de que viene a sabotear nuestro trabajo- habla mi copia molesta- ¿O me equivoco príncipe Kyros?
- Nada de eso- niega con una sonrisa- Sólo quería venir a ver que tan eficientes son en su trabajo, si son tan caballeros que no dejarán a la bella Asuna ensuciarse las manos.
- Ella será la primera en ensuciarse las manos- menciono con ironía- No la detenemos, cada quien debe cumplir con su trabajo- me gano una mirada algo molesta del erizo mitad lobo, sus ojos muestran desprecio- Ahora si nos disculpa, debemos hacer nuestro trabajo.
- Buenas noticias hermanito- habla la castaña- Ya los he localizado y al parecer ellos a mí también- miro al caballero puro y asentimos- Posen sus manos en mis hombros así llegamos más rápido- obedezco por el simple hecho de que me molesta la presencia de ese tal Kyros, no me da buena espina, es mas, pienso que es uno de ellos.
Desaparecemos y aparecemos en otro lugar, una especie de guarida en una cueva muy bien oculta, noto el clon de Asuna retrocediendo e intentando mantener a raya a sus contrincantes, uno de esos erizos llama mi atención, es azabache con tonos verdes en sus vetas y ojos color verde esmeralda.
- ¡¿Qué hace el imbécil de Melphies entre ellos?!- exclamo gritando en voz baja, esto es el colmo.