Ella (Segundo libro de Cartas...

By elyzaaharu

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Segundo libro de "Cartas a quien un día amé" ❤ La segunda entrega que ha puesto a cientos de person... More

Nota inicial
Capítulo 1 "Desert Eagle, calibre 50"
Capítulo 2 Peligroso
Capítulo 3: Resaca
Capítulo 4: La chica del cabello castaño
Capítulo 5: Cumpleaños
Capítulo 6: Cita con el peligro
Capítulo 7: Psicólogo
Capítulo 8: Ella
Capitulo 8: Ella
Capitulo 9 Cambios
Capitulo 10: Cameron
Capitulo 11: Feliz navidad, Allison.
Capitulo 12: Imbécil
Capitulo 13: Something I Need
Capitulo 14: Ausente
Capitulo 15: Fotografía
Capitulo 16: Impaciente
Capitulo 17: Elizabeth Collins
Capitulo 18: Russo's
Capitulo 19: Descalza
Capitulo 20: Rayo de luz
Capítulo 21: A la defensiva
Cast❤️
Capitulo 22: La teoría del pez
Capítulo 23: Delicada
Capítulo 24: Celos
¡Concurso de frases!
Capítulo 25: Hopelessly devoted to you *Parte 1*
Capítulo 25: Hopelessly devoted to you *Parte 2*
Capítulo 26: Todo tuyo
Capítulo 27: Expuesto
Capítulo 28: Insomnio
Capítulo 29: Valiente
Espacio para preguntas <3
Capítulo 30: Infierno *Parte 1*
Capítulo 30: Infierno *Parte 2*
Capítulo 31: Unión Familiar
Capítulo 32: La chica ideal
Capítulo 34: Hospital
Capítulo 35: Mi ángel
AVISO
Venta de ejemplares
Capítulo 35: Para siempre FINAL

Capítulo 33: Feliz cumpleaños, castaña

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By elyzaaharu


Capítulo 33

Feliz cumpleaños, castaña

—¿Segura que su cumpleaños es el sábado? —le pregunté a marcela que estaba del otro lado de la bocina—

—Con un demonio thí—gritó tras soltar un bufido— esta es la treintava vez que te digo que sí, ¡el cumpleaños de Lizzy es el sábado!

—Solo quería confirmarlo—dije disculpándome—

—¿Por treintava vez? —preguntó riéndose— thi, me tienes harta, en fin, ¿ya están en el centro de adopción?

—Sí, vamos llegando, ya compré el conjunto que vimos en el centro comercial y solo falta esto.

—Perfecto, entonces te dejo para que lo elijas, por favor se consciente del tamaño ya que ella nunca ha cuidado a uno y sabemos que es su deseo más grande.

—Lo entiendo.

—Bien, te dejo porque Liam ya llegó por mí, nos vemos pronto y suerte con la fiera.

—Gracias—dije entre risas—nos vemos pronto, yo también ya tengo que entrar porque Alex está haciéndome señas desde la ventana del local, por cierto, dile a Liam que es un idiota.

—Son un par de idiotas—contestó riéndose—también le daré un par de besos para que no se sienta tan mal, nos vemos.

Despues de aquella noche en la feria del pueblo y que le declarara mis sentimientos a mi hermosa castaña, las cosas comenzaron a marchar de manera inexplicable, las tardes a su lado eran momentos que estaba atesorando en mi corazón, pues no podía evitar pensar en la idea de que mi sueño me estaba esperando en el sofá de mi casa para comenzar a ver la película de terror que ambos habíamos decidido ver, con el hecho de protegerla de aquellos sustos que la aterrorizarían, simplemente no podía quedarme tranquilo al pensar en que Elizabeth, mi sueño, estaba en casa, sosteniendo un tazón con palomitas, y mucho menos que me sonriera y me diera un cálido abrazo al sentarme a su lado. Las tardes en la librería del centro de la ciudad eran cosas que ni muerto pensaba cambiar, pues entre más atención le prestaba a cada gesto que hacía tras leer un párrafo de la novela que le acababa de regalar, más me enamoraba y mis ganas de besarla aumentaban. La salud de mi hermosa castaña se encuentra en un sube y baja constantemente, hay días en los que se encuentra bastante activa y realizamos todo tipo de actividades, pero existen otros donde apenas y se mueve, hace unos cuantos días he notado su ánimo bastante decaído, pero es algo que pretendo no dejar pasar, mi castaña no puede seguir así.

—Eh, imbécil, reacciona—dijo Alex al darme un golpe con un hueso de peluche—¿sabor carne o pollo? —preguntó al sostener los dos juguetes—

—¡Aun ni siquiera hemos elegido el indicado! —le dije al regresarle el golpe—primero tenemos que ver cual adoptaré y si es que le gusta el pollo o la carne—

—Demonios, es cierto, entonces vayamos de una buena vez con la chica que está en el mostrador.

—¡Hola! Mi nombre es Abby, acompáñenme a la parte trasera para enseñarle a los cachorros que tenemos en adopción, deben de tomar en cuenta que una mascota es una gran responsabilidad, y deben de cuidar de él—nos explicó al ir caminando por el pasillo que tenía huellas de diversos animales dibujados en él—¿es algún tipo de adopción normal o se trata de algún regalo? —preguntó al voltear a vernos mientras llegábamos a las jaulas—

—Se trata de un regalo—le expliqué al sostener la correa que anteriormente había tomado de un estante, junto con un collar negro—

—¿Familia? De seguro a tu hermana pequeña o algo—admitió curiosa—

—En realidad es un regalo para mi novia, toda su vida ha querido un cachorro y ya que su cumpleaños está próximo, decidí regalarle uno.

—Ya veo—respondió después de soltar un bufido—hace poco llegaron varios cachorros que rescataron de un contenedor de basura—explicó al irnos señalando cada una de las jaulas con las pequeñas bolas de pelo—es una raza de perros bastante grande ya que se trata de ocho Golden Retriever al parecer los abandonaron ya que estaban ocupando mucho espacio, de la madre no sabemos nada pero por suerte ellos ya tenían más del mes así que todos sobrevivieron sin problemas—explicó al acomodarse la coleta de cabello rojizo que se le había ido de lado y nos detuvo frente a ellos—aquí están los pequeños ángeles, los dejaré a solas para que tomes una decisión, puedes ver algunos otros, algo que me gustaría agregar antes de que elijas alguno, es que tomes en cuenta que no por ser un perro de raza ya tienen más valor que lo demás que no lo son, probablemente tu no seas así, pero hay otros que se dejan guiar solo por ello.

—Entiendo—respondí serio— muchas gracias, cuando llegue a una decisión te lo haré saber.

Mientras que Alex se divertía con un cachorro de ya aproximadamente tres meses, veía aquellos cachorros que me habían señalado Abby, pues no podía entender cómo es que tuvieron el corazón para abandonarlos a su suerte, veía cada uno de ellos hasta que un pequeño de ojos tiernos y una mancha bastante peculiar en la pata trasera izquierda, se acercó para morder la correa que sujetaba, y justo en ese momento me hizo saber que era el indicado, que me lo llevaría a casa para que el sábado sorprendiera a mi castaña pues era parte de su regalo de cumpleaños.

—Es él—le dije a Alex para que se acercara—es el indicado.

—¿Estás seguro? —preguntó al voltear a verme—estos perros crecen demasiado, y la castaña nunca ha cuidado de uno.

—Lo sé, pero es el indicado, además juntos lo criaremos y le enseñaremos muchas cosas—respondí al darle el dedo al pequeño cachorro y que este comenzara a morderlo—sé que le va a gustar

—Pero mírate, ¿criar? ¿juntos? —dijo dándome unas palmadas en la espalda mientras se reía—¿acaso ya se casaron y nosotros ni enterados? Joder, el amor sí que te ha pegado duro.

—No empieces con tonterías que tú no estás muy lejos de estar igual o peor que yo, con Bunny, que no te le despegas ni dos segundos y le sonríes como idiota a la pantalla cada vez que te llega un mensaje de ella, sin mencionar aquel día en la feria en que ganaste como unos ocho conejos de diferentes tamaños, ¡solo para ella! —respondí colocando ambas manos en sus hombros—así que querido amigo, estás igual de jodido que yo.

—Solo lo hice para que estuviera animada, todas tenían regalos, no era justo que ella no tuviera.

—Ajá, claro—contesté al darle unas palmadas—seguro que era solo eso, espera solo que te crea y estaremos muy bien.

—Jodete thi.

Llegamos hasta donde estaba la encargada y pedimos de favor que sacara a la pequeña bola de pelos de la jaula para de una vez tomarlo en adopción y colocarle el collar, después de que firmé un par de papeles haciéndome responsable de dicha bola de pelos adorable que mordía la playera de Alex, me ofrecieron grabar de una buena vez su nuevo nombre en una placa, y tomando en cuenta los deseos de mi castaña en la parte delantera el nombre de Kai y por la parte trasera la dirección y nombre de mi castaña, todo estaba listo pues el cachorro ya había elegido el hueso de su preferencia, sus croquetas favoritas y por supuesto su cama para poder dormir.

El llanto de Kai me hizo despertar el sábado por la madrugada, pues por quinta vez quería visitar el jardín para llenar de fertilizante las plantas de Mike. Después de que terminó y tomó un poco de agua, ambos regresamos ya que era bastante temprano, la pequeña bola de pelos se acomodó en mi pecho y de digno a dejarme dormir lo suficiente para despertarme con bastante energía. El aroma de tocinos dorándose hizo que nos levantáramos de la cama, a pesar de que quería seguir durmiendo, lloró hasta que no pudo más para que le abriera la puerta y bajara con Mike a pedirle un trozo de aquel delicioso tocino. Las horas pasaron bastante rápido y después de darle un buen baño a Kai ya que se había revolcado en la tierra de un costal de fertilizante que el mismo rompió y quedó completamente negro, todo ya estaba listo para la sorpresa que habíamos preparado para mi castaña, las chicas lo sabían y también mis amigos, la familia de Elizabeth estaba puesta de acuerdo para que todo saliera bien, pues la mayoría estábamos enterados de que la salud de mi castaña estaba decayendo por algún extraño motivo.

Después de que subí a Kai al auto junto con la bolsa del conjunto de ropa que le había comprado, la caja para meter a la bola de pelos y todos sus juguetes, estaba completamente listo para sorprender a mi hermosa chica, el pastel Marce se había encargado de conseguirlo, y de la comida, su familia estaba encargada, estaba nervioso, joder, sí que lo estaba, pero no podía estar más feliz por el hecho de que su familia había accedido a apoyarnos con todo, nada podía estar mejor.

Llegamos a la casa de los abuelos de mi castaña a las tres treinta en punto, Alex junto a los chicos me ayudaron a bajar las cosas y cuidar a Kai pues no se quedaba quieto ni un solo segundo, ya había mordido en cinturón de seguridad y la playera de Alex, que desde un principio le buscó pelea. Las chicas llegaron a la par de nosotros para comenzar a decorar todo, los padres y el hermano de mi castaña nos apoyaron con todo lo que hacía falta, lo único que esperábamos es que de alguna manera mi castaña despertara, pues su mensaje la noche anterior me hizo saber que su ánimo seguía igual.

—¿Todo listo? —preguntó al acercarse Derek con Kai en brazos—esta criatura peluda, pasará a ser el sobrino de todos nosotros

—Si es que se queda quieto y no deja de morder la caja del regalo—respondí al comenzar a juguetear con la bola de pelos y revisar que el collar estuviera en bien acomodado—espero que llegue pronto mi castaña.

—Tranquilo, ya llegará—respondió al darme una palmada en el hombro— según su madre, ella despierta en las tardes como a esta hora, mejor carga a tu hijo, que ya extraña a su padre adoptivo—dijo y me entrego a Kai para que pudiera cargarlo—iré a ver que todo esté listo, por lo pronto, ustedes tranquilos.

—Trataremos de estarlo—dije al salir en dirección a la entrada de la casa—iremos a tomar algo de aire.

Un par de minutos más tarde y ver como Kai jugaba con un peluche en forma de hamburguesa, un mensaje en mi celular me hizo prestarle atención, y al ver el nombre de mi chica en la pantalla, mi estómago comenzó a darme pequeños piquetes, joder, estaba nervioso nuevamente, tomé aire y lo leí de una buena vez

"Thí, ¿podemos encontrarnos hoy? Hay algo que me gustaría decirte"

Nada podía ser en ese momento más importante que su cumpleaños, el cual estaba bastante seguro que mi hermosa castaña no recordaba, así que pensando en que lo mejor era que no tuviera la mínima idea de que era lo que la esperaba, respondí.

"Hola hermosa, creo que no será posible vernos el día de hoy, ya que estoy ocupado con mis padres, cuando resuelva esto, iré a verte, te extraño, te mando un abrazo"

Un abrazo, el cual esperaba darle en unos cuantos minutos.

"Hola guapo, gracias, iré a casa de mis abuelos, ya voy de camino pues al parecer mis padres no pudieron esperar más a que yo despertara de mi coma"

Respondió y el pánico se apoderó de mi al leer "ya voy de camino" llamé rápidamente a Kai para que regresara con su juguete, pero este en lugar de obedecer corrió hacia el patio trasero y antes de ir tras de él le grité a Marcela que mi castaña estaba por llegar y todo mundo comenzó a correr.

Exactamente cinco minutos después, se escuchó un frenar algo repentino y una puerta cerrarse, Jason se asomó rápidamente a la ventana y gritó que mi castaña estaba llegando, Ariana maldijo ya que no habíamos escondido los autos y para ello ya era demasiado tarde, nos habían descubierto por ese pequeño error, tomé a Kai que ya estaba mordiendo nuevamente la playera de Alex y lo acomodé dentro de una caja con la tapa zafada, todos nos acomodamos en nuestros lugares y la familia de Elizabeth se acomodó en la parte delantera, el celular de Marcela comenzó a vibrar y me enseñó la pantalla para que viera el nombre de mi castaña, luego pasó a sonar el de Bunny, Ariana, Sophie y después el mío, mi hermosa chica no tenía idea de que era lo que sucedía y del porque nuestros autos estaban fuera de la casa de sus abuelos. Un par de golpes se escucharon en la puerta y el abuelo de mi castaña habló cuando todos guardamos silencio.

—Carajo, se me olvidó subirle el volumen a la radio—comentó y todos comenzamos a reír en voz bajar—de seguro está sonando buena canción.

—Estos muchachos no conocen de nuestras canciones, están un poco jóvenes para ello—dijo la abuela de mi castaña al momento de darle un codazo—mejor mira—murmuró al señalar la puerta—Lizzy ya entrará.

—¿Listos? —preguntó la madre de mi castaña y todos contestamos a lo bajo—

—Listos.

La puerta de abrió unos cuantos centímetros y la luz de la tarde hizo que los cuadros de la entrada tomaran su propia luz para resaltar, la silueta de mi castaña tomó forma y escuché su pulsera golpetear con el metal de la perilla, joder, ya quería verla, estaba tan impaciente como Kai, que ya comenzaba a morder el moño.

—¿Mamá? —preguntó sin asomarse—¿papá, están aquí? —abrió la puerta y al vernos quedó congelada—

—¡SORPRESA! —gritamos y las serpentinas volaron por todos lados mientras que mi castaña caminaba en nuestra dirección—

Sus abuelos y todos los presentes se acercaron para comenzar a saludarla mientras que ella seguía sin poder creerlo, Kai se asomó para comenzar a lamerme la mano, y justo en ese momento, intentando que aquella bola de pelos no se saliera de la caja, los padres de mi castaña se acomodaron a mi lado y mi chica tras darles un fuerte abrazo, se colocó frente a mí y juré que quería esto para toda mi vida. Antes de que Kai se saliera de la caja, lo coloqué en el piso y abracé a mi hermosa castaña, esta me recibió con un cálido abrazo y se refugió en mi pecho mientras besaba infinidad de veces su cabeza, mi hermosa castaña por fin estaba a mi lado, no podía pedir nada más.

—Feliz cumpleaños, hermosa —le dije al oído después de darle un beso en la mejilla—no tienes idea de que tan feliz.

—No tengo palabras para comenzar a agradecerte—dijo al separarse un poco y limpiarse una lagrima fugaz—thí, ¿cómo lo supiste? Ni siquiera yo lo recordaba.

—Bueno, tengo mis propios métodos—respondí al tomar su rostro entre mis manos—recuerda que te haré feliz todos los días de tu vida, por cierto, recibí tu mensaje, pero no podía decirte que estaba aquí o todo el plan se vendría abajo, ¿estás bien? —le pregunté al momento en que me vio a los ojos—¿qué es lo que querías decirme?

—Todo está bien—respondió al acariciarme la mejilla, en realidad solo quería preguntarte algo—dijo al momento de limpiar sus ojos y voltear a verme—¿sabes que eres el chico más perfecto del planeta?

—Lo soy si estoy a tu lado, prometo que te haré feliz hoy y siempre—contesté al atraerla nuevamente hacia mí y darle un fuerte abrazo—te quiero Elz.

—Para siempre, te quiero thi.

—En serio odio interrumpir este tipo de momentos—dijo Derek al momento de carraspear a nuestro lado—pero el regalo se salió de la caja y está mordiendo las pantuflas favoritas de tu abuelo.

—¿Regalo? —preguntó mi castaña bastante preocupada—¿qué regalo podría morder?

—¡Oh demonios! —contesté preocupado al momento de que vi la caja vacía y a Kai correr de un lado a otro con la pantufla azul marino en el hocico—¡Kai! —grité al ir tras de él mientras que escuché a mi castaña comenzar a reír—

Después de que Kai decidió soltar la pantufla y salir de su escondite pude tomarlo entre mis brazos he ir hasta donde mi castaña que en ese momento estaba con las chicas.

—Sé que desde pequeña quieres algo que por tiempo o espacio nunca pudiste tener, pero siempre deseaste—le dije al mantener en la parte trasera a la bola de pelos que escuchaba como comenzaba a morder la correa de mi reloj—también sé que probablemente me dirás cosas y también que no era necesario, pero también sé que él y yo te amaremos cada día más y procuraremos ser cada vez menos desastrosos.

—¿De que me hablas? —preguntó al ponerse frente a mí y mirarme curiosa—¿qué harás Allison?

—Querrás decir, que hice—corregí—Elizabeth, te presento a Kai, tu regalo de cumpleaños—le dije al momento de qué con cuidado, moví a la bola de pelos a la parte delantera y lo puse frente a ella—

Sin decir una sola palabra mi castaña comenzó a llorar al sostenerlo entre sus brazos y ver su placa y sostenerlo con ambas manos al momento que la bola de pelos comenzaba a lamerla mientras ella no paraba de llorar.

—No tengo idea de cómo comenzar a agradecerte—me dijo al sostener a Kai con cuidado y tomarme de la mano—muchísimas gracias, en serio gracias por todo esto, no me alcanzan las palabras para expresar todo lo que tengo que decirte.

—No es nada, haría cualquier cosa para que seas feliz—le dije al abrazarla—

—Recordaste el nombre, lo recordaste cuando fue un simple comentario.

—Un comentario que no iba a dejar pasar solo así.

—No sé qué hice de bueno para merecerte—dijo al acurrucarse nuevamente en mi pecho y acariciar a Kai—

—Créeme que yo sigo pensando en que fue lo que hice para que tu estés en mi vida.

—Te quiero Allison—dijo después de darme un cálido beso—

—Te quiero Elizabeth—respondí—y siempre lo haré.

Después de que mi castaña sopló aquellas dieciocho velitas en su pastel sabor chocolate con betún rosa y las chicas se encargaron que su nariz y boca quedaran marcadas en el mismo, abrió los regalos restantes mientras que Kai tomaba una siesta en su cama pues ya se había cansado de morder todo lo que estaba a su paso, tras terminar de limpiar todo lo del pastel, sacáramos y acomodáramos el asador por petición del padre de mi castaña, nos acomodamos en el porche para tomar algo de aire fresco a esperar a que la cena estuviera lista, saqué un suéter del auto y se lo puse a Elizabeth, pues la temperatura había bajado un poco y mi castaña tenía la piel fría.

—Sigo pensando en que no tenía idea de que hoy es mi cumpleaños—dijo al momento que me senté a su lado y la abracé—si el día hubiese pasado y nadie me lo hubiera recordado ni siquiera me hubiera sentido mal por ello.

—Da gracias que tienes una amiga que en todo está y no deja que el cumpleaños de ni una de nosotras pase, así como así—comentó Marcela al abrazar a Liam—no te imaginas cuantas tiendas tuvimos que visitar para conseguir el conjunto adecuado.

—Más de las que te imaginas—le dije al darle un apretón a mi castaña—me alegra saber que te la pasaste bien

—¿Bien? —preguntó al reírse un poco—definitivamente es mi mejor fiesta de cumpleaños.

—¿A sí? —pregunté al darle un beso en la mejilla—

—Sí, te tengo a ti—dijo al darme un beso—a mis amigas y mis nuevos amigos, sin dejar de lado a mi familia y por supuesto, tengo el mejor regalo de cumpleaños, a mi pequeña bola de pelos.

—Kai es todo un lio—dije—le debemos un par de playeras a Alex.

—¿Y eso por qué? —preguntó Elizabeth entre risas—¿qué fue lo que te hizo kai?

—Destrozó dos de mis playeras favoritas al morderlas sin piedad—respondió y todos comenzamos a reír—

—Culpa del entrenador—contestó Elizabeth al voltear a verme y todos se burlaron—le pasas la cuenta por favor a él.

—A la orden jefa—respondió y volteo a verme—lo siento amigo, pero Kai mordió calidad.

—¡Cállate que me dijiste que eran playeras antiguas! —le reclamó Bunny y todos comenzamos a reír, a Alex se lo habían jodido—

Hora y media más tarde, nuestros amigos ya se habían marchado y solamente había quedado yo con mi castaña pues estábamos en el porche sentados en las escaleras viéndonos uno al otro sin decir una sola palabra, hasta que de pronto mi hermosa castaña rompió el silencio.

—Gracias.

—¿Gracias? —pregunté curioso—

—Sí, gracias.

—¿Por qué?

—Por todo, por esto, por la paciencia, por el amor, por ser tú y no permitirme que deje de ser yo, gracias por estar en mi vida y, sobre todo, gracias por darme el mejor regalo de cumpleaños, porque eso me hace saber que me escuchas, y no hay corazón más alegre que aquel que es escuchado.

—Hasta el último latido—le dije al alcanzar su mano pues las tenía sobre sus rodillas que estaban dobladas—siempre me voy a preguntar qué es lo que hice bien para merecerte.

—El ser tú y entregar tu corazón, el ser yo y darme una segunda oportunidad nos hizo merecer esto, porque ahora sé que te merezco y me mereces, no soy muy buena hablando, pero espero que de alguna manera entiendas que en un "te quiero" o un "gracias", te estoy entregando mi corazón—respondió y tras tanto tiempo de tenerla en mi vida, al fin pude ver como aquella gran muralla se quebraba poco a poco—

Ahora si estamos en la recta final.

Querido lector: si estas aquí porque ya leíste las cartas, ya sabemos que es lo lo que está por venir, y si no, espero estés preparado para todo lo que estás próximo a leer,  pero tranquilo, tenemos que ser fuertes, que el final, está pronto a leerse, los amo <3 

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