LOUDER | RM

By DewMiracle_

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Pasamos mucho tiempo preguntándonos si lo que sentimos es amor, es simple. Si lo que quieres es cambiar al ot... More

Sinopsis
Capítulo 01: Hallucinations
Capítulo 02: Él era felicidad.
Capítulo 03: Loyal partner
Capítulo 04: ¿Tu familia?
Capítulo 5: Sobrevivir en la costumbre.
Capítulo 6: Alguien como tú
Capítulo 7: Al menos toma algo de sopa
Capítulo 8: ¡Cristina!
Capítulo 9: No sabes lo mucho que necesitaba esto
Capítulo 10: Eres mía
Capítulo 11: Te amo más que a nada.
Capítulo 12: Sólo con una condición
Capítulo 13: Porqués
Capítulo 14: Y los tuyos a barbacoa
Capitulo 15: Ropa, putas y dónde esta Samu?
Capítulo 16: Y yo no quiero dejarte sola
Capitulo 17: Si, ya es oficial
Capítulo 18: La peor versión de mi
Capítulo 19: Es una locura del cura
Capítulo 20: ¡Eso era lo que quería el desgraciado!
Capítulo 21: Noche de Chicos
Capítulo 22: #19DelPejelagarto
Capítulo 23: ¡Titanic!
Capítulo 24: Su límite es el infinito.
Capítulo 25: ¿Adrián?
Capítulo 26: Me veo contigo en todo sentido.
Capítulo 27: Biología Marina.
Capitulo 28: ¿Han usado condón?
Capítulo 29: ¡¡¡Como anda la banda!!!.
Capítulo 30: Resaca de los infiernos.
Capítulo 31: ¿Estás hablando francés?.
Capítulo 32: Esperaba que acaben juntos.
Capítulo 33: Alerta rubio en la cafetería.
Capítulo 34: Tendrás que cambiar pañales.
Capítulo 35: Eres una basura.
Capítulo 36: Nada juntos.
Capitulo 37: Quiero que sea hoy.
Capítulo 38: Cuando estés lista, mi amor.
Capítulo 39: A dormir, claro...
Capítulo 40: Punta Cana.
Capítulo 41: ¿Nunca has pensado en regresar?
Capítulo 42: ¡Embarcando! ¡Embarcando!
Capítulo 43: ¿Has dicho Ricky Martín?
Capítulo 44: Vivía mejor en la ignorancia.
Capítulo 45: Te amo, papá.
Capítulo 46: ¿Estás borracha?.
Capítulo 47: ¡No me toques!
Capítulo 48: ¿Por qué no hoy?
Capítulo 49: Me gustaría hacerlo aquí.
Capítulo 50: Última noche.
Capítulo 51: Ser algo para alguien.
Capítulo 52: Alguien deseable.
Capítulo 53: Dejarla ir.
Capítulo 54: La misma fauna.
Capítulo 55: Idiota importante.
Capítulo 56: Amor recíproco.
Capítulo 57: Dos en el mundo.
Capítulo 58: Mental slowness
Capítulo 59: ¿Qué saben de ellos?
Capítulo 60: Con el mundo encima.
Capítulo 61: Vómito cósmico y agua mineral.
Capítulo 62: Sesión acaramelada.
Capítulo 63: Antes del amanecer.
Capítulo 64: Happy birthday to me.
Capítulo 65: Diferencia abismal.
Capítulo 66: Cosas serias.
Capítulo 67: Doble condón.
Capítulo 68: Malditamente cornuda.
Capítulo 69: Golpe de Realidad.
Capítulo 70: Eco en mi cabeza.
Especial 1\5.
Especial 2\5.
Especial 3\5.
Especial 4\5
Especial 5\5.
Capítulo 71: Aprendiz de Neruda.
Capítulo 72: Las historias de Pedro.
Capítulo 73: Mariscal de campo.
Capítulo 74: Mariscal de campo #2
Capítulo 75: Cargo de conciencia.
Capítulo 76: En la dulce espera.
Capítulo 77. Karma is me.
Capítulo 78: Sustituto de Él.
Capítulo 79: La he visto en alguna parte.
Capítulo 80: Tu palabra no tiene valor.
Capítulo 81: Una gran interpretación.
Capítulo 82: La ola está llegando.
Capítulo 83: Mudanza permanente.
Capítulo 84: ¿Y quien es Abraham?
Capítulo 85: ¿Qué pasa si te beso ahora mismo?
Capítulo 86: ¿Qué hacía en el hospital?
Capítulo 87: Remendar vínculos.
Capítulo 88: Eterno adiós.
Capítulo 89: Estímulos.
Capítulo 90: Príncipe azul.
Capítulo 91: Resurrección.
Capítulo 92: Cigarros y ansiedad.
Capítulo 93: Salud Mental.
Capítulo 94: Canción de Cuna.
Capítulo 95: Impedimentos.
Capítulo 96: Decisiones.
Capítulo 97: Te amo, Boli.
Capítulo 98: Tú, el amor de mi vida.
Capítulo 99: Sanar.
Capítulo 100: Kiss me, Abraham. .
Capítulo 101: Por la garrita.
Capítulo 102: Un gran paso.
Capítulo 103: Iluminados y Eternos.
Capítulo 104: Live without her
Capítulo 105: En torno a ti.
Capítulo 106: You hurt me
Capítulo 107: Bonjour París
Capítulo 108: Llanto Internacional.
Capítulo 109: Vegetarianismo.
Capítulo 110: Segundo Plano
Capítulo 111: Hablemos del pasado.
Capítulo 112: Cábala
Capítulo 113: Hola, goose
Capítulo 114: Thanks, my handsome..
Capítulo 115: Para ti, Jari.
Capítulo 116: Millón de Millas.
Capítulo 117: Béni Froide
Capítulo 118: I want to kiss you.
Capítulo 119: August, 23.
Capítulo 121: A bit of me
Capítulo 122: Miles de Muchas Cosas
Capítulo 123: ¿Mala Decisión?
Capítulo 124: Six mois
Capítulo 125: Indicios
Capítulo 126: Más que ojos bonitos, ojos sinceros.
Capítulo Final
Epílogo
THE QUEEN IS BACK
EXTRA I | Valentía robada
Extra II | Un amor de avión
Extra III | Cuatro años de victoria | PARTE 1
Extra III | Presentimientos | PARTE 2
¡NUEVO PROYECTO!

Capítulo 120: Jesus, Welcome to my heart.

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By DewMiracle_

120.

- No tienes por qué comportarte como un imbécil.

Giré mi vista a Jari, vi como sus ojos se abrieron furtivamente y sus mejillas se inflaron.

- ¿Qué?

Devolví mi vista a la televisión.

- A tus amigos los trataste como si fueran mierda. Es probable que lo merecieran. Pero yo estoy aquí un día tras otro intentando hacer mi trabajo lo mejor posible. Así que te agradecería que no me amargaras la vida al igual que a todo el mundo.

- ¡Lou, te amo! -gritó J, alzando su pequeño brazo.

- Oye, pero pobre Will... -mencioné mirándola.

- Escucha, es entendible que el tipo tenga una vida insuficiente por su tetraplégia, pero, ¿Qué culpa tiene ella?

- Y si es entendible, ¿Por qué ella no lo entiende? Es decir..

- No, espera. -me interrumpió- Una cosa es entender y otra muy diferente es tolerar. Porque imagínate a ti cuidando a una persona con esa situación y que para colmo sea detestable. Es intolerable. -planteó- Ella está en todo su derecho de quejarse.

- ¡No leíste el libro!, ¡tú no estás en tu derecho de acotar! -exclamé ofendido.

- ¿Tú sí?... -me miró.

- Primera y segunda parte. -afirmé orgulloso.

- Siempre quise leerlo, lo veía hasta en el chino. Nunca lo compré. Por la portada se me hacía similar a Velvet. No, no... ¿Lo quieres? Lo tengo, pero si vas a leer, no veas la película.

- Apágala, apágala! -cubrió su rostro.

Estiré mi mano para poder apagar la televisión.

- ¿Vemos algo? -preguntó- Hay nuevo capítulo de Pretty que todavía no vi.

- ¿Sigues viendo eso? Viste esa serie como tres veces todas las temporadas.

- Estoy viendo Dowton Abbey ahora...

- ¡Es excelente! La vi toda, las seis temporadas completas.

- Lo supuse, todas las series que has visto son de época. La ultima que recuerdo que hayas visto fue..., sí no me equivoco, Games of Thrones..

- Sí, la estábamos viendo juntos y te rendiste a mitad de la segunda temporada.

- ¡Me aburrió!

- Y te pusiste a ver The Crown con Tony... -hablé ofendido.

Se desplazó sobre la cama y cargo su peso sobre mi cuerpo, posicionándose sobre mi pelvis. Me quedé mirando sus gestos, estaba un poquito no tan cerca de mí pero aún así podía sentir su olor cálido y dulce, tendría que reconocer que ella habitúa bastante mi aroma. Es decir, estamos la mayoría del tiempo en contacto físico, especialmente su cuello tiene una sutil similitud con mi aroma, pero eso no opaca su cálido aroma, al que ya estoy acostumbrado.

Metí mis manos por debajo del gran jersey que llevaba puesto, que por cierto, es mío...

Peinó delicadamente el vello de mi cara con la yema de sus dedos.

- ¿Puedo afeitarte? -preguntó ilusionada.

- ¿Quieres recrear Yo antes de ti? -alcé una ceja.

- ¡No me spoilees, Boli! -se quejó.

- ¡Uy, perdón! -cubrí mi boca.

- Ya, en serio, tú barba comienza a incomodarme...

-- Pero a mí no.

- Pero yo soy quien te besa y acaba con comezón.. -se escudó.

- Tú me la quieres quitar porque no te gusta como me queda...

- Sí me gusta, pero hay una delgada linea entre parecer más grande y parecer un indigente. ¿Hace cuanto no te afeitas?

Alcé mi cesta al techo, intentando recordar.

- Cuatro o cinco días...

- Y ya eres Papá Noel. -frunció sus labios- También, debemos admitir que antes era un poco más sutil, era un bigote de Nesquik más que otra cosa..

- ¡Deja desarrollarme en paz!

Me besó.

- Te amo con pelos y todo...

- Eso sí suena un poco turbio..

Se rió. La vi estirarse para tomar su celular que estaba encima de la mesa de luz, comenzó a teclear con una sonrisa en sus labios y alzó su mirada hacia mí.

- Pregunta mi papá si estás mejor. -dijo.

- Pon para grabar audio.

Ella presionó el botón y acercó el micrófono hacia mis labios.

- ¡Hola, viejo! Oye sí, estoy de maravilla. Tengo la mejor enfermera del mundo aquí.

Le indiqué con un gesto de cabeza que lo finalizara.

- Oye, mira esto...

Tomé su celular entre mis manos para poder ver mejor la fotografía.

- Eres... ¿Eres tú? -murmuré.

- Sí... -respondió juguetona.

- Y la otra es.... ¿Es Tina?

- Mofletuda desde tiempos inmemorables.. -comentó.

- La quiero, pásamela.

Me sonrió.

- ¡Pero que tierna! -exclamé.

- Vamos, arriba. -palmeó mi hombro.

Salió de encima de mis piernas y fue hasta el final de la cama. La vi adentrarse al baño.

Yo me paré para llevar la bandeja vacía hacia la cocina. Me entretuve lavando las pocas cosas que habíamos ensuciado. La oí abrir la puerta de la terraza.

- Hace un día horrible. -se quejó haciendo una mueca- ¿Qué hacemos?

Alcé mi vista al cielo percatándome de que el cálido sol que había esta mañana fue abrumado por las espesas nubes que hacían presentir algunas llovíznelas.

- Creo tener una idea...

Se volteó hacia mí y yo procedí a tomarla en mis brazos, se sostuvo de mis hombros y yo tuve que comprobar el ser delicado con la ligereza de su cuerpo. La dejé sobre el sofá que interrumpía en el centro de su sala.

Fui hasta la habitación antes de que ella pudiera acotar algo y regresé con un edredón para no pasar tanto frío, la dejé junto a ella y me devolví a la cocina. Volví a servir café esta vez en dos tazas para después ir con ella.

- ¿Por qué da tantas vueltas usted?, ¿Qué hace? -me sonrió tomando una taza.

Cerré las cortinas de las puertas que daban a la terraza para que la lluvia no nos distrajera. Dirigí mi mirada a la chimenea a gas que adornaba debajo del televisor que se encontraba colgado en la pared.

- ¿Funciona? -la señalé.

- Si no han cortado el gas por no pagar la factura desde Mayo, yo creo que sí. -se rio entre dientes.

Me acerqué e intenté inspeccionarla para poder encenderla, de lo contrario moriríamos de frío.

- Ya olvídalo, ven... -sentí su voz detrás de mí.

- No voy a rendirme. -me negué.

- Seguramente lo han cortado, amor. Vas a lastimarte. Ven aquí.

- ¡Sí! -exclamé cuando la pequeña llama comenzó a encenderse.

Ella me sonrió desde el sofá y yo me acerqué a con delicadeza. Me senté a su lado abriendo la colcha para poder cubrirnos, observé como la chimenea comenzaba a chispear.

Jari posó sus piernas sobre las mías, yo tomé su pequeño pie con mi mano para masajearlo.

Alzó el pie y con la punta de su dedo picó mi nariz. Yo solté una carcajada.

Dejó la taza a un lado y se posicionó sobre mí. Yo peiné su pelo detrás de su oreja. Se quedó mirándome fijamente con una mirada profunda que pocas veces deja ver. Bajó su mirada a mí pecho.

Lentamente su pequeña mano se posicionó en mi pecho y no despegó su mirada de allí.

- Que guapo eres, en serio, eres muy lindo... -soltó una risita tímida.

- ¿De verdad crees eso?

- Creo que no puedo estar más enamorada de ti.

- ¿Estás enamorada de mí? -murmuré.

- Cada día más.. -sonrió.

- ¿Sabes? Cuando nos reencontramos, cuando te quedaste en casa, estuve toda la noche conteniendo mis ganas de...

- Yo también quería que me besaras. -me interrumpió.

Jugó con el pendiente de mi oreja. Alcé una ceja.

- Sí.., ¿No lo notaste? O sea Abraham, me dormí mirando una película, ¡eso jamás sucede! La idea era que me besaras cuando me dejes en la cama.

- ¿Ese era tu malévolo plan? -me mordí el labio.

- No, pero no iba a quejarme si pasaba...

- Sí te besé, cariño, tú te separaste...

- Tuve mis motivos...

- Mentirosa.

Soltó una carcajada cuando procedí a morderle el cuello, metiendo sus manos por debajo de mi ropa, abrazando mi espalda.

- Mmh, ¿A qué hora es tu evento? -pregunté sobre su piel.

- Como a las siete de la noche, creo. No sé.

- ¿Tenemos tiempo para una siesta?

- ¡You're a little bear! -me abrazó- Sí, creo que tenemos tiempo.

Me besó las mejillas y se acurrucó junto a mi cuerpo dejándome sentir su calor corporal.

- Te amo. -juntó su boca con la mía.

Mordí su labio.

- Oye, falta poco para el cumpleaños de alguien... -mencionó, entrelazando sus piernas en mi cintura.

- Creí que no lo recordarías, es decir, sería el primer cumpleaños que pasaríamos juntos.

- Nunca olvidaría algo como eso..

- Después de todo no es tan importante, sólo es un día más...

- Hablas como la antigua yo. -dijo.

- ¿La antigua tú? ¿Acaso la nueva Jari ama su cumpleaños? -pregunté.

- No sé si lo ama..., solo no lo aborrece tanto.

- ¿Y a la nueva Jari le gustan los besos sentimentales? Porque si no mal recuerdo.. a Jari de hace dos años atrás, sí.

- Los ama, y aún más cuando es ella quien los da.

Sonrió y se acercó a mí boca, creando un beso sentimental que me dio cosquillas.

- ¿Qué se siente cumplir veinte añitos?

- No lo sé aún no los cumplo, pero dime tú, el tuyo fue hace poco más de un mes.

- Aún atravieso la famosa crisis. Y tú además, eres un nene.

- Uy, habló la vieja. -rodé los ojos.

Dirigió su mirada hasta la pared.

- Son las una, ¿Tienes hambre?

- Sí pero, ¿Pedimos a domicilio? No estoy motivada para hervir fideos.

- Pero yo sí, compré varias cosas, puedo cocinar. -dije.

- No quiero aprovecharme de ti. -dijo.

- Pero no es así, eres mi novia, al regresar a casa.., cuando vivamos juntos esto se hará una costumbre.

Su rostro se transformó por un momento, sólo cuando me miró pude notar que estaba punto de llorar.

- Tenemos que hablar sobre lo que sucederá cuando regresemos, ya sabes.. Sobre Londres

Suspiré.

- Pondré a remojar las verduras.

Me puse de pie y caminé hasta la cocina, comencé a hurgar en las bolsas cuando la sentí detrás de mí.

- Abraham..

- ¿Te gusta la coliflor? Estaba de oferta.

- Intento hablar contigo..

- ¿O prefieres brócoli? Sé que también te gusta.

- Me importa un rábano la comida, ¡Te estoy hablando!

- No voy a ir, Jari. -dije al fin.

- ¿Qué?

- Sí, ahí tienes. ¿Querías una respuesta? Bien, ahí está, no voy a ir.

- No estoy de acuerdo.

- No te pedí que lo estuvieras, es mi carrera, mi beca, mi vida, mi decisión.

- ¿Por qué?

- Pero no estoy dispuesto a padecer todo nuevamente, y lo sabes..

- Pero podemos hallar una solución, Abraham. No tienes que renunciar sólo porque nosotros....

- Ya dije que no, Jari.

- Pero...

- ¡Ya basta! Dije que no, tema cerrado.

- Como quieras.

Cerré los ojos lo siguiente que oí fue el estruendoso portazo de la habitación.

Solté el cuchillo que tenía entre las manos, tuve que respirar profundo para no comenzar a llorar.

Sabía que tarde o temprano íbamos a tener que tocar el tema, sabía que mi respuesta no lo agradaría, sabía que iba a confrontarme. No puedo siquiera pensar en alejarme de ella, estas semanas en las que no nos vimos, realmente sentía que iba a desmoronarme en cualquier momento si no la tenía a mi lado, no puedo pensar en pasar dos años más sin ella. Son dos años en otra nación, solo, y sobre todo sin ella.

Cancelé lo que estaba haciendo y regresé al sofá junto con mi computadora. Entré al WebCampus de la Universidad, en el mail que había recibido decía que entrara allí para ver mis opciones. Entre las tantas que había y que sinceramente me dieron igual, como qué, ellos se encargaban de pagar mis pasajes, me daban estadía y demás, pero lo que llamó mi atención fue una llamada "Adaptación".

"En cuyo caso de que el alumno no se encuentre plenamente a gusto en las instalaciones, se le bridan los primeros seis meses de curzada como una adaptación opcional. Todo esto corre a criterio del susodicho, teniendo en cuenta el aprovechamiento opcional de los cursos particulares para comenzar las clases en la fecha correspondiente."

(...)

- Son las cinco, hermosa.. -acaricié su mentón.

Se removió entre las sábanas y despegó sus ojos para poder mirarme. Tenía una biblia entre las manos y su celular sobre su pecho.

- Estaba repasando.. -mencionó dejándolos un lado.

- Te preparé la ducha, supuse que querrías ducharte. -dije viéndola fregar su rostro.

- Gracias.. ¿Me haces un favor?

- Claro.

- ¿Podrías llamar a recepción y decir que vendrá un auto por mí a las seis menos cinco? Es un Corola blanco, que avisen cuando llegue, por favor. Hablan perfectamente inglés, no tendrás problema.

Asentí y salí de la habitación para hacer lo que me había pedido. Una vez ya hecho, regresé a la habitación encontrándola revolviendo su maleta. Levantó la mirada al verme entrar.

- Ayúdame, ¿este o este? -señaló dos prendas de ropa.

- El verde me gusta...

Lo aprobó con la mirada y se dirigió al baño, antes de cerrar la perta del todo, retrocedioó para mirarme.

- ¿Vienes conmigo? -preguntó.

- Sí. -contesté.

Se acercó. para depositar un beso en mi boca.

- Ponte lindo.. -susurró.

Ella entró al baño y yo me quedé ahí parado siguiendo su rastro. Miré la hora, falta media hora para que llegue el auto que ella había mencionado. Comencé a cambiarme.

Oí la ducha correr desde el baño mientras yo me ponía los zapatos.

Al cabo de diez minutos ella salió envuelta en una bata de algodón. Al verme, soltó un silbido.

- Sí, tengo el novio más lindo de todos. -me sonrió.

Se quitó la bata, quedando en ropa interior y comenzó a calzarse sus prendas. Soltó su cabello, se puso sus botas y corrió a por la secadora.

- ¿Quieres tomar algo? No has comido.. -pregunté asomándome al baño.

- No, me duele un poco el estómago.

- ¿Quieres un calmante?

Me sonrió.

- Quiero un abrazo mejor.

Suspirando la envolví entre mis brazos, sintiendo e aroma floral que se desprendía de su cabello húmedo. Hundió su rostro en mi cuello.

- Perdóname si te hablé muy mal, yo creo que en otro momento...

- No te preocupes..

Besé su frente.

- ¿Te ayudo?

Tomé la secadora en mis manos y comencé a secar su cabello mientras ella se aplicaba crema en rostro y manos.

- Comienzo a acostumbrarme a tu cabello corto, la verdad. -dije, desenredándolo.

- Lo corté hace mucho tiempo, antes estaba por debajo de los hombros. No quiero cortarlo de nuevo.

Se volteó y embarró mi rostro con su crema y comenzó a esparcirla.

Cuando el auto llegó, después de que ella guardara la cámara, su computadora y su celular en su mochila. Salimos al vestíbulo. Ella saludó al chofer y me dio la mano en medio de la oscuridad, la cual la tenía completamente fría. Con su mano libre comenzó a enviar textos a no sé quién mientras yo observaba por la ventanilla desde la poca claridad que se notaba.

Jari se acurrucó en mi hombro a más o menos mediados del viaje, besé su cabeza.

- Son más o menos cuarenta minutos de viaje, el evento es en un hotel bastante alejado de la cuidad.

- ¿Estás nerviosa? -pregunté.

- Sé en quien confío.

Cerré los ojos cuando ella lo hizo. pero no me dormí como creí que ella lo había hecho. Sino que me dediqué a mirar por la ventana y a conversar con el chofer sobre el clima, ambos coincidimos en que hace mucho frío para apenas estar en agosto. Llegamos, y Jari se asustó cuando la desperté, la ayudé a bajarse y me quedé mirando la entrada, esperando a que ella me indicara cuando pasar.

Me dio la mano y comenzamos a avanzar hasta la entrada, saludamos al portero, quien nos abrió la puerta después de saludarnos. Salimos del ascensor cuando llegamos al piso y Jari abrazó a una chica que encontramos en el pasillo, llamó mi atención cuando me di cuenta de que hablaba español, Jari me comentó después que era mexicana. Entramos a una especie de habitación que había en una especie de backstage, al final de un pasillo.

Ella saludó a la gente que allí había, quienes la hicieron sentarse frente a una mesa llena de maquillaje y comenzaron a aplicárselo, yo me senté a su lado a reírme de sus caras incómodas y a tomarle fotos, claro está.

Nos ofrecieron café, ella se tomó dos. Yo un té.

Tiempo después de que ella estuviera lista, se fue a rincón bastante apartado a leer, en ocasiones la vi con los ojos cerrados y no quise interrumpir. Sé lo importante que es para ella.

- Estás temblando... -mencioné cuando vino hacia mí.

Ya la habían anunciado, estaban haciendo tiempo mientras ella estaba lista.

- Creo que sí estoy poco nerviosa.. -se rio.

- Que Dios te guíe.. -le susurré antes de que ella subiera a la plataforma.

Fui hasta la primera fila, dónde me habían guardado un lugar, realmente no me sentí tan incómodo cuando vi que no era el único hombre entre tantas mujeres.

- ¿Cómo están? Estoy muy contenta de poder estar aquí con ustedes, debo admitir que me tomó de sorpresa esto, realmente yo no esperaba estar aquí en ésta situación, pero Dios sabe porque hace las cosas, ¿Amén?

La observé detenidamente y me fije en la firmeza de sus palabras. Subió allí arriba hecha un manojo de nervios, sin embargo, maneja gran soltura al hablar.

- Y bueno.. sin más, las invito a que me acompañen a orar, hay.. una.. si tienen ahí sus biblias y pueden acompañarme a Efesios.. Ésta última semana estuve orando mucho conforme a ésta oración apostólica, del apóstol Pablo y ha traído mucha luz a mi vida y me gustaría que conforme a ésta oración pudiéramos unirnos.. Entonces, Padre te doy gracias por este tiempo, yo oro conforme a tu palabra para que nos des espíritu de sabiduría y de revelación en el conocimiento de él, en el conocimiento de tu palabra, en el conocimiento de la palabra de Jesús, que es la palabra entre nosotros...

Absolutamente todas las personas a mi alrededor comenzaron a murmurar en sus respectivos lugares, entonces yo no vi otra opción más adecuada que cerrar los ojos, por una cuestión de respeto.

Realmente no me siento extraño estando aquí, mucho menos al escucharla, es decir, yo sí creo, me formé en estos ámbitos, sólo que quizás aún no manejo esa fe que ella tiene.

- Hoy oro para que a cada uno de nosotros alumbres los ojos de nuestro entendimiento para que sepamos cuál es la esperanza a la que nos has llamado. Abre nuestros ojos par ver la esperanza certera que tenemos en ti y cuales las riquezas en la gloria de su herencia. En fu nombre te lo pedimos Jesús. Amén..

Abrió sus ojos y soltó una sonrisa hacia el frente.

- Bueno.. ayer escuchaba a Kim un poquito estando en el tren.. creo que está por aquí. Sí, ahí estás.

Todos giraron su mirada hacia una chica que estaba a mi izquierda la cual levantó la mano y le sonrió.

- Algo de lo que ella habló y me llamó mucho la atención.. sobre lo que es el embarazo y eso de que las cosas que son difíciles pero buenas.. Y ahora a mí me ha tocado atravesar un tiempo en el que..,siempre me llevé con gente más grande, entonces yo siempre tenía ese temor.. En un momento me voy a quedar sola, mis amigas se van a casar y yo me voy a quedar sola. Y sí, eso pasó, se casaron y están en su matrimonio y pues se ocupan mucho más en eso. Y no sólo eso, sino que ahora están pasando por el proceso de embarazo. Me ha llegado a tocar que.. desde todo su proceso de nervios por casarse, ahora a nervios porque van a tener un bebé. Y hace poco estaba con una de ellas y me decía: ¡es que Jari, yo estoy preocupada! Es porque a mí de niña no me gustaba jugar con las muñecas, me gustaban más los carritos y los juegos de mesa..

Yo sonreí al oírla decir eso. Sé que está hablando de Pau...

- Yo también era de esas.. -alzó su mano- Pero entonces me hablaba de esa preocupación de que si a su hija, o no le gustan y no podrá jugar con ella.. Y todos estos nerviosismos y procesos. También al mismo tiempo, me gusta escuchar a las que ya tuvieron a su bebé, ese.. ese gozo, esa llenura, ese.. esa experiencia de lo que fue. Y.. yo, durante un tiempo.. En pocas palabras, yo soy mala para el dolor, hace poquito me enfermé y tuvieron que quitarme sangre y los enfermeros no sabían cómo hacer para que yo me dejara.

Solté una carcajada leve.

- Entonces, yo por mucho tiempo decía: Probablemente yo no voy a tener hijos, no puedo ni con una aguja, ¿Cómo hoy a hacer?.. Y, ¿Cuántas de aquí son mamás? Levanten su mano.

La gran mayoría de la mujeres en en la habitación respondió con su mano.

- Muy bien, muy bien. Entonces, si yo te preguntara mamá: Para tener a tu hijo, ¿Volverías a decidir experimentar el dolor del parto? ¿Cuántas dicen que sí?

De nuevo, todas alzaron su mano.

- ¿Ven?, ¡Eso me impacta muchísimo! -exclamó haciendo reír a todas.

Ella se rió también.

- ¿Por qué? Y cuando hago esa pregunta le digo a mi mamá: ¿Volverías a pasar ese dolor para tenerme a mí o a mis hermanos? ¡Sí, y sin duda! Ahora nadie dudó, fue un rotundo sí. Y mi mamá me dice: Es que el dolor.. se te olvida totalmente en el momento en el que ves a tu bebé, y ese dolor se vuelve un gozo que nunca antes habías experimentado...

Tuve que respirar hondo, ella ni siquiera me mira de lo concentrada que está y a mí se me pone la piel de gallina al oírla decir todo eso.

- Y es un gozo constante, por el que yo volvería a pasar por ese dolor por verte a ti. ¡Woow! Y es algo que no he experimentado, pero por el favor de Dios espero algún día poder a hacer, porque sé que vale la pena..

Me miró.

- Está aquí mi novio, esto suena a que estoy poniendo presión ¡Pero creanme que no! Aún soy una niña.. -exclamó.

Un carcajeo se oyó desde atrás y sentí miradas sobre mí. Le sonreí.

Suspiró.

- Y ese dolor.. se vuelve nada cuando ves aquel que esperabas, a aquel por el que tanto orabas, a quien ya le tenías probablemente un nombre.. que sólo te imaginabas pero cuando ves su rostro.. Y todo ese sufrir, y todo ese padecer, que si vomitaste, que si no vomitaste, que si tenías antojos, que si engordaste, que si no.. ¡Todo se vuelve totalmente vano y en segundo plano! Cuando por fin lo ves... ¿Cuántas están de acuerdo conmigo?

Manos arriba, otra vez.

- ¡Yo lo digo en fe! -exclamó a són de broma- Y como mujeres tenemos de parte de Dios este diseño único de poder dar a luz, pero no por eso podemos decir "¡Sí, hombres, ustedes no valen nada porque no pueden dar a luz!"

Volvieron a reírse.

- No, no, no.. Porque Dios en su sabiduría y soberanía nos hizo dependientes. No podemos decidir por nosotras mismas, aún cuando sigue avanzando la tecnología y los métodos y que no sé qué.. No podemos por nosotras mismas, un óvulo no es capaz por sí solo de engendrar, espera y depende. Y en el hermoso diseño de Dios esa esperanza se consume a raíz de intimidad y de amor. Y algo impresionante en su plan.

La observe abrir su laptop y achinar los ojos. Está por leer y no se puso sus gafas.

- Quiero que para profundizarnos en el tema, me acompañen a primera de Samuel si tienes ahí tu biblia, es el caso de una de las mujeres que más impacto han generado en mi vida. Muy bien, dice: Cada año Elcaná salía de su pueblo para adorar al Señor Todopoderoso y ofrecerle sacrificios en Siló, donde Ofni y Finés, los dos hijos de Elí, oficiaban como sacerdotes del Señor.

Esperen yo ya leí eso, es la historia de Ana, la estéril.

- Cuando llegaba el día de ofrecer su sacrificio, Elcaná solía darles a Pepina y a todos sus hijos e hijas la porción que les correspondía, que era una de sus esposas, pero a Ana, que era la otra, le daba una porción especial, pues la amaba a pesar de que el Señor la había hecho estéril.

Tomó aire para continuar leyendo, mientras yo seguía la lectura en la gran pantalla frente a mí.

— Penina, su rival, solía atormentarla para que se enojara, ya que el Señor la había hecho estéril. Cada día que iban a la casa del Señor, Penina la atormentaba hasta que Ana ni comer quería, de tanta tristeza que cargaba consigo. Entonces, Elcaná, su esposo, le decía: ¡Ana, ¿por qué lloras?, ¿por qué no comes?, ¿Por qué estás resentida?, ¿Acaso no soy para ti mejor que diez hijos?

Levantó su mirada.

- Y si para ahora en nuestra sociedad es algo difícil el hecho de estar en una situación como la de Ana, de esterilidad, en ese entonces, en el contexto en el que ella estaba era aún peor. Porque el valor de la mujer solamente se determinaba en si tenía hijos o no. Siempre la esposa favorita... en ese momento estaba, pues obviamente no es el plan de Dios que se tuviera más de una esposa, pero por el pecado se fue distorsionando eso, pero.. La esposa amada y la esposa favorita siempre era la que tenía hijos y el valor y la identidad de la mujer estaba basado en ello. Entonces, vemos que Ana está con un vacío, en una constante agonía y angustia porque su valor y su identidad no existían, por el simple hecho de no poder dar a luz.

Yo la miraba sticular, movilizarse sobre esa plataforma y no puedo expresar lo orgulloso que estoy de ella.

- Y por otro lado está esta otra mujer y esta comparación de ver cono otra están prosperando y ella no. Aún cuando vemos que iban al temblo y que constantemente ese era un lugar donde se podía estar en cercanía con Dios, aún cuando estaba ahí ella seguía llorando amargamente y su corazón estaba lejos en una constante soledad y oscuridad.

Se detuvo un segundo. Sé que la conjugación de estar hablando en inglés, quizás pensando en francés e intentando no lanzar nada en español la confunden.

Sin embargo, prosiguió.

- ¿Y sabes? Tú y yo podemos estar en la iglesia, podemos asistir a las reuniones pero podemos encontrarnos en es un mismo estado que nuestro corazón se encuentra con un vacío, con una falta de satisfacción y saciedad porque no tenemos algo que deseamos, porque no hay un deseo cumplido. Y al mismo tiempo vemos que su esposo aún cuando la favorecía y le quería dar ella no podía recibirlo, porque no tenía una identidad para poder recibir amor. Y mira que si algo yo aprendí en este último tiempo: es que si tú no te sabes amar, no puedes recibir amor. Hay un libro que decía, yo lo leí en español pero en inglés sería algo así como: Tú aceptas el amor que crees recibir.

Cerró sus ojos por un momento, y volvió a hablar.

- Y ella decía que no merecía ningún amor porque no estaba pudiendo cumplir el propósito para lo que ella fue diseñada, ella decía: Yo no tengo identidad como mujer, y aún cuando intentes amarme y decírmelo, yo no lo creo. Y al mismo tiempo tampoco podía mostrar amor, porque no lo tenía. No podía adorar en el templo porque la adoración es una respuesta de uno que ha visto a Dios y tiene vida por ello, una persona que se encuentra en vacío no puede adorarlo. Y Ana creía que ese vacío con el que cargaba, se saciaría al dar a luz a un hijo, pero lo que ella en realidad necesitaba antes que cualquier cosa, era encontrarse con la esperanza, como orábamos al principio: "Abre espíritu Santo abre nuestros a ver la esperanza a la cual nos has llamado"

Devolvió su mirada a sus apuntes. Lo que yo aproveché para enfocar la cámara en ella.

- Entonces vamos a continuar, siguiente versículo ¿Están ahí todas?

- ¡Amén! -exclamaron.

- Okay... "Una vez estado en Siló, Ana se levantó después de la comida. Y a la visa del sacerdote Elí, que estaba sentado en su silla frente a la puerta del santuario del Señor, con gran angustia comenzó a orar al Señor y comenzó a llorar desconsoladamente" ¿Y sabes? Ante la prueba, ante la incapacidad... hay dos opciones: O nos mata, o nos vivifica. Y eso, es dependiendo de dónde nos vamos a ir a esconder.

Un silencio se formó en la sala.

- Adán y Eva se escondieron en sus esfuerzos, en sus recursos, en hojas , y en temor se alejaron. Pero aquí vemos a Ana que después de este tiempo fue y se escondió en la presencia de Dios y lloró desconsoladamente ahí y vertió su corazón en el lugar indicado, Ana fue a su fuente de vida, en su soledad fue a su intimidad, de aquel que lo llena todo en todo y mostró su dependencia, su pobreza, su necesidad a aquel que lo supera y lo suple todo. ¿Y dónde encontramos tú y yo vida? Solamente en Él, solamente en intimidad con Cristo va a haber vida, fuera de Él no hay otra razón, todo el mundo carga con un vació, aún cuando algunos intente llenarlos con distintas cosas, por ejemplo hay artistas que llegan a obtener fama, riqueza, obtienen todo aquello que satisface sus estándares y al final acaban con quitarse la vida. Porque al final nunca tuvieron realmente vida, porque él es la vida.

Se volteó un segundo para beber agua de su copa, y prosiguió.

- Y tú y yo mujer, así como en lo dijo no podemos decir que vamos a tener un hijo por nuestra propia cuenta, de igual manera no podemos decir tener vida, esperanza, necesidad y satisfacción sin Cristo Jesús. Y conforme la historia continúa, Ana clama a Dios pidiéndole que le concediera un hijo varón, ella se lo entregaría Él para toda su vida y que no se le cortaría el cabello. Aquí dice: "Ana continuó orando largo rato ante el Señor, Elí se fijó en su boca, sus labios se movían pero debido a que Ana oraba en voz baja a no se la oía. Entonces Elí al creer que ella estaba ebria, le dijo: ¿Hasta cuando durará tu borrachera? Y ella respondió: No, mí señor, no he tomado vino ni cerveza. Soy sólo una mujer angustiada que ha venido a desahogarse delante del Señor. No me tome usted por una mala mujer. He pasado este tiempo orando debido a mi angustia y aflicción.

- Vete en paz, le concedió Elí: Que el Dios de Israel te conceda lo que le has pedido. Con esto Ana se despidió y se fue a comer.., recordemos que ella no ha estado comiendo. Y aquí dice que desde ese momento su semblante cambió. Al día siguiente madrugaron y adoraron al Señor, se reunió con su esposo y el Señor se acordó de ella. na concibió y pasado un año dio a luz a un hijo y le puso como nombre Samuel, y dijo: « Al Señor se lo pedí »

- Y yo quiero preguntarte: ¿En qué momento vemos una transformación en el semblante de Ana?... Antes de tener a Samuel vemos una transformación en ella, porque fue en la presencia de Dios en dónde se engendró vida, no en Samuel, eso fue lo físico. En ella, en lo que realmente necesitaba... se engendró en la intimidad con Dios.

Su voz comenzó a quebrarse conforme decía la última frase, sé que está a punto de llorar.

- La biblia dice que después de que Ana diera su voto de oración fue cuando Dios le demostró que en Él estaba s valor, su identidad, no se basaba en que tuviera o no tuviera hijos, sino en quien era de acuerdo a Dios. Cuando conoces el amor de Dios, cuando conoces el llamado que tienes e Él, cuando conoces en como dice la biblia que fuiste amado antes de la fundación del mundo para estar con Él, ya las cosas de este mundo no van a estar dictando quien eres o para qué. Y por lo mismo la situaciones que vengan no te van a conmover, porque tú sabes de quien eres y lo que Él dice es inconmovible.

- ¿Y sabes? Samuel ya había nacido en el corazón de Dios, no fue un "Bueno, está bien, sólo porque te has comportado, me viniste a adorar y por eso te lo concedo" No, eso ya estaba en su corazón, como ya dije, desde antes de la fundación del mundo. Pero Dios es un Dios justo, que para usarnos, nos prepara desde la prueba y la intimidad para entonces capacitarnos para engendrar sus propósitos y sus planos. Y sabemos quien fue Samuel, en quien se convirtió él, fue el primer profeta, el hombre que Dios escogió para hablar desde su corazón al pueblo. Y no sólo eso, sino que fue quien escogió Dios para ir a ungir al rey de quien vendría en su descendencia, su hijo.

- ¿Ustedes creen que fue casualidad? No fue un "Bueno, ponle cualquier nombre y luego a ver qué pasa" No. Todo fue parte de un plan, la prueba en Dios tiene un propósito, pero el propósito de Dios se cumple cuando tú y yo corremos a Él y nos escondemos en su presencia. Y sin esa prueba, Ana no habría estado preparada para engendrar a Samuel, porque se hubiera querido aferrar a Él.

Tragó saliva y me miró por un momento.

- No es el testimonio de Ana, pero yo viví algo que me llevó por n gran proceso a lo largo de mi vida que gracias a eso yo puedo decir que estoy aquí frente a todas ustedes.. Y es que yo en mi niñez y en gran parte de mi adolescencia carecí de amor, en mi casa no moraba el amor, no estaba sembrado el amor, no sabíamos como dar amor. Para ser más específica voy a partir desde una base, mis padres ambos fueron criados en distintas religiones, mi madre fue criada como judía y mi padre como adventista. Cuando ellos se conocieron, en su juventud, mucho antes de que yo llegara a este mundo ambos practicaban sus respectivas religiones, por ende intentaban no mantener mucha relación entre ambos, pero algo les salió mal y acabaron enamorándose.

Esto último lo dijo de una manera tan graciosa que nadie pude evitar reírse. Incluso, ella también lo hizo.

- Ellos mantuvieron su doble vida y su relación también hasta que aparecieron las alianzas. Mi madre pasó por la situación de tener que abandonar su religión para poder casarse con mi padre. Tiempo después esto realmente comenzó a ser un problema, yo ya tenía doce años, comenzaba a tener mis dudas de por qué mi papá y yo íbamos a la iglesia y mamá no nos acompañaba. Y así fue como me crie yo, dividida entre dos religiones, yo con doce años no estaba segura de que si creía o no en Dios. Y a eso vamos con la carencia de amor, en mi casa había tanta discordia que la atención y el amor habían pasado a segundo plano. Yo estaba entrando a la adolescencia y de eso se caracteriza el adolescente, de adolecer todo en la vida. Hoy tengo veinte años y pienso en mi yo a los quince y me rio.

- Entonces yo comencé a mendigar amor por todas partes, en ese tiempo se me había diagnosticado un trastorno muy severo a la alimentación que me trajo muchísimas consecuencias. En ese tiempo yo vivía con mis abuelitos en otro país, comencé a estudiar en un colegio cristiano sin creer en absolutamente nada. Fue ahí cuando yo con diecisiete años conocí a una persona que rompió con todos mis esquemas sobre lo que yo creía que era la vida. Y me enamoré tanto, de una manera tan grande que cuando ya no lo tuve más, llegué al punto de atentar contra mi propia vida, con el fin de ya no existir más.

Lagrimas corren por sus mejillas, está llorando... . está llorando de una manera que nunca había visto en ella, está completamente quebrantada que siento que en cualquier momento caerá de rodillas al suelo. Yo también estoy llorando.

- Pasado un tiempo de todo esto, yo me encontraba en una habitación en Miami, donde estaba viviendo. Recuerdo haber encendido la televisión y haberme quedado viendo una palabra de la profeta Ana Méndez, quizás alguna de ustedes la conozca. Y recuerdo exactamente sus palabras, ella contó haber tenido un encuentro con el Señor en el cual su espíritu fue transportado a una habitación, ella contaba que, para que usted se dé una idea, era habitación completamente destartalada, las paredes sucias y rasgadas, un completo caos. Y que allá en un rincón de esa habitación, sentado en el suelo, con suelo, con s cabeza entre las rodillas se encontraba Jesús. Dice que ella se acercó y le preguntó: Señor, ¿Qué es esto?, y entonces Él le respondió... "Ana, este es tu corazón. Así me encuentro yo en tu corazón, este es el lugar que tú me das, tu corazón está lleno de odio, de rencor, de dolor" Recuerdo que ella hizo una pregunta, pregunta que voy a hacerles a ustedes esta noche. Fue una pregunta que hizo que yo corriera a tomar un lápiz un papel, por eso las invito a ustedes a repetir esta acción, no importa que no los tengas, sólo repásalo en tu mente, yo voy a hacerlo con ustedes.

- La pregunta es la siguiente: ¿Cómo está tu corazón hoy?, ¿Acaso tu corazón se encuentra dañado?, ¿Lastimado?, ¿Herido?, ¿Ultrajado?, ¿Lleno de rencor o de odio? Escríbelo, por favor.

Ella tomó dos segundos para secar sus lágrimas y fue ahí cuando noté el gran llanto que estaba presente en el auditorio, absolutamente todas las personas en ese lugar estaban quebrantadas.

Comencé a escribir.

- Iré a la siguiente pregunta: Y es que, ¿Cómo se encuentra Jesús en tu corazón? Escríbanlo, por favor. ¿Jesús se encuentra cómodo en su corazón?, ¿Él está feliz?, ¿O se encuentra solo?, Aislado, quizás no se siente bienvenido en tu corazón.

No puedo dejar de llorar, no puedo hacerlo porque es tan fuerte lo que siente aquí que es imposible contenerse. No puedo imaginar lo que está sintiendo ella.

- Si ya has terminado de escribir, ponte de pie y alza tus manos, por favor. Por favor, ¿el piano podría subir? Gracias.

Ella respiró profundo y comenzó a caminar por la plataforma.

- Quiero que en esta noche todos aquí podamos repetir las mismas palabras que dije yo al acabar de escribir. Alcen sus manos por favor, cierren sus ojos y repitan conmigo: "Jesus, welcome to my heart". Denle fuerte su aplauso a Él.

La gente comenzó a aplaudir, mientras el llanto continuaba oyéndose. Dirigí mi mirada a Jari, ella estaba de rodillas en el suelo, con la cabeza agacha y el micrófono ente sus manos.

- Desde el preciso instante que dije esas palabras, comprendí que ningún amor humano puede estar por encima del suyo dentro de mi corazón. Así como Dios sembró en valor y la identidad dentro del corazón de Ana, madre de Samuel. También lo hizo en el mío y en el tuyo esta noche. Dios te bendiga, Toulouse.

Ella entregó el micrófono y después de abrazar a la mujer quien lo recibió, bajo de allí.

Yo intenté pasar desapercibido entre la gente que aún aplaudía a mi al rededor. Me escurrí entre la gente hasta llegar a la habitación en la que ella estaba. No toqué la puerta, pues con el ruido no se escucharía, solo entré encontrándola sentada junto a una mesa con su mirada fija en su celular, mientras limpiaba sus lágrimas con el dorso de su mano.

Yo, capturé el momento.

Instagram

Esta bella niña de aquí, quien en este momento tiene unas ojeras tan grandes como mi amor por ella, aún así de ve hermosa.

Ella subió hecha un manojo de nervios allí, sin embargo, fue un canal de bendición para muchas personas.

Estoy tan orgulloso de ti, fresita 🍓

Fui el más feliz tomándote fotos y sosteniendo tu bolso desde un costado de la plataforma.

Yo soy nuevo a este camino que has decidido tomar para tu vida, sin embargo, aquí estaré. Doy gracias a Dios por la dicha de conocerte y por permitirme compartir contigo estos momentos.

You're my everything. 💙

Continuará...

No estaba segura sobre subir este capítulo o no, pero creo que ya esperé demasiado.

Esta es una parte muy personal de mi vida qué quizás nadie o muy pocas de ustedes conocían.

Sí, soy cristiana.

Este capítulo es uno de los que tenía planeado desde el comienzo de la novela. Creo que el más especial.

El más largo también.

Yo realmente espero que se hayan tomado el tiempo de leerlo y de entenderlo sobre todo. Yo sé que la religión es un tema muy complejo, no estoy tratando de imponer nada. Solo quería compartir un poquito más de mí.

Quiero saber, realmente, qué les pareció. Es muy importante para mí.

Gracias por su tiempo. Dios las bendiga. ❤





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