Ella (Segundo libro de Cartas...

By elyzaaharu

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Segundo libro de "Cartas a quien un día amé" ❤ La segunda entrega que ha puesto a cientos de person... More

Nota inicial
Capítulo 1 "Desert Eagle, calibre 50"
Capítulo 2 Peligroso
Capítulo 3: Resaca
Capítulo 4: La chica del cabello castaño
Capítulo 5: Cumpleaños
Capítulo 6: Cita con el peligro
Capítulo 7: Psicólogo
Capítulo 8: Ella
Capitulo 8: Ella
Capitulo 9 Cambios
Capitulo 10: Cameron
Capitulo 11: Feliz navidad, Allison.
Capitulo 12: Imbécil
Capitulo 13: Something I Need
Capitulo 14: Ausente
Capitulo 15: Fotografía
Capitulo 16: Impaciente
Capitulo 17: Elizabeth Collins
Capitulo 18: Russo's
Capitulo 19: Descalza
Capitulo 20: Rayo de luz
Capítulo 21: A la defensiva
Cast❤️
Capitulo 22: La teoría del pez
Capítulo 23: Delicada
Capítulo 24: Celos
¡Concurso de frases!
Capítulo 25: Hopelessly devoted to you *Parte 1*
Capítulo 25: Hopelessly devoted to you *Parte 2*
Capítulo 26: Todo tuyo
Capítulo 27: Expuesto
Capítulo 29: Valiente
Espacio para preguntas <3
Capítulo 30: Infierno *Parte 1*
Capítulo 30: Infierno *Parte 2*
Capítulo 31: Unión Familiar
Capítulo 32: La chica ideal
Capítulo 33: Feliz cumpleaños, castaña
Capítulo 34: Hospital
Capítulo 35: Mi ángel
AVISO
Venta de ejemplares
Capítulo 35: Para siempre FINAL

Capítulo 28: Insomnio

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By elyzaaharu

Capítulo 28

Insomnio

Llegué a casa y estacioné el auto, me quedé dentro para reflexionar un poco todos los errores que había cometido aquella noche. Todo iba perfecto, la estaba pasando de maravilla al lado de mi castaña, a excepción de que aquel nombre ya tenía un rostro, y aquella chica que fue parte de un engaño y un corazón roto, también.

El labio seguía latiendo con mayor intensidad, no podía creer la bajeza marcada por Ackerman al tener que utilizar un anillo para afectarme el doble o triple de lo que realmente hubiera hecho. Pensé un par de veces antes de salir del auto y entrar a casa, pero la verdad es que estaba cansado y no quería darle explicaciones a nadie que no fuera mi castaña. Estaba bastante seguro que Mike se molestaría al verme y que decir de mi madre, qué seguramente se pondría como loca y pensaría que nuevamente estaba ocasionando problemas.

Entré a casa y por suerte todo estaba en completo silencio y las luces apagadas, Mike ya estaba dormido, di un vistazo rápido a mi reloj y estaban por dar las dos de la mañana, al menos no tendría que explicarle lo sucedido. Llegué a mi recamara y me deshice de la ropa, miré un par de veces la pantalla de mi celular pensando si era una buena idea llamar a mi castaña, pero lo que prácticamente me había pedido era espacio y se lo concedería. Después de cambiarme y lanzar al cesto de la ropa sucia todo el conjunto junto con la camisa que anteriormente era blanca, me metí en un pijama y con cuidado me puse una playera.

Cuarenta minutos después de que me acosté, intenté dormir, pero simplemente no lo lograba. No podía dejar de pensar en Elizabeth, Jessica y pedazo de mierda que me tomó desprevenido y me regaló ese golpe. Simplemente no podía aceptar la posibilidad de que Elizabeth creyera cualquier cosa que me ligara a Jessica, claro está que sea cualquier cosa en este entonces, no en el pasado. Después de un buen rato de dar vueltas en la cama, me di por vencido y encendí mi laptop para ponerle al corriente con mi cuenta de W&K , ya había pasado bastante tiempo desde que no jugaba y aparte de que mi pueblo me necesitara, yo necesitaba despejar un poco mi mente y buscar la manera de reparar las cosas con mi hermosa castaña, no podía permitir que se alejara de mi lado y mucho menos por eso.

Cuatro horas más tarde ya me había servido mi tercera taza de café negro y releía por quinta vez un capítulo más de Inferno. No podía concentrarme por más que intentaba, y la foto de Elizabeth como fondo del escritorio de mi laptop solo me hacía pensar una cosa: si la perdía ya nada tendría sentido.

La alarma de mi celular sonó exactamente a las 7:30 de la mañana para anunciarme que era hora de hacer mi rutina de ejercicio, no había dormido ni un solo minuto en toda la noche; incluso, tuve la oportunidad de ver el amanecer, pero con los pocos ánimos que tenía, el nulo descanso que tenía mi cuerpo y mi mente hecha un lío, no me permitieron cambiarme de ropa y comenzar a ejercitarme.

Minutos más tarde y escuché que Mike había abierto la llave de la ducha, mientras yo seguía viendo el amanecer permaneciendo sentado en la silla, que había movido hacia la ventana, mentalizaba que le diría por mi golpe ya evidente y mi coraje creciendo cada segundo. Antes de encontrarlo en el pasillo o esperar a que bajara a la cocina, decidí bajar y comenzar a preparar el almuerzo, si al menos me iba a sermonear, no quería que lo hiciera con el estómago vacío. Casi a punto de terminar de asar unas tiras de tocino, escuché que bajaba las escaleras y sin voltear a verlo comenzó a hablar.

—¿Madrugando? —preguntó al momento que lo escuché tomar la jarra de la cafetera—Muy buena canción, por cierto.

Arctic Monkeys—dije inclinando mi cabeza hacia mi reproductor—siempre hacen buenas canciones.

—No tan buenas como las que yo escuchaba en mi adolescencia—contestó al instante—por cierto, ¿cómo te fue anoche?

—Bien, muy bien—respondí aún sin voltear—se veía hermosa en ese vestido.

—¿Y como por qué no volteas a verme y me lo dices de frente? —preguntó curioso—no acostumbras a hablar de ella sin hacer todo un espectáculo frente a los demás.

—Solamente veía el jardín y pensaba que en verdad necesitamos un perro.

—Basta de tonterías, voltea a verme—me ordenó—

—¿Es muy necesario que lo haga?

—Voltea—me ordenó nuevamente y sin más voltee para recargarme en la barra—

—¿Contento? —pregunté al observar su expresión—te lo dije, me la pasé de maravilla.

—Por favor solo dime que no respondiste de la misma manera—dijo al señalar mi gran golpe en el labio inferior—¿ex novio?

—Ex novio—le respondí al caminar y sentarme a la mesa—no respondí igual, te lo aseguro.

—¿De nuevo Allison? —preguntó al quitarse las gafas y tallarse los ojos— ¿en serio de nuevo vamos a pasar por esto?

—Jamás había peleado por una chica.

—Me refiero a la etapa de las peleas y que llegues a casa de esa manera.

—Te dije que no respondí de la misma manera, aprendí a comportarme, me controlé pues se trata de Elizabeth, aparte sus amigas también estaban ahí, no voy a quedar como un completo idiota que no sabe mantener su postura en un lugar que ni siquiera es su escuela.

—Al menos tantos castigos y las sesiones con tu psicólogo están funcionando, ¿cómo fue que sucedió?

—Estaba bailando con ella y de pronto llegó ese imbécil y me plantó el golpe—le respondí al tocarme levemente el labio—estoy bastante seguro que no me hubiese causado este daño de no ser porque utilizó un anillo.

—Arma para cobardes—lo dijo y solo asentí—no estoy nada contento con lo que te pasó, pero al menos estoy orgulloso que no hiciste nada.

—No hubo necesidad de responder de la misma forma, de todas maneras, todo se arruinó.

—¿Por qué lo dices? —preguntó confundido al dar un sorbo a su café—

—Aparte de que llegó la estrella de su ex novio a iniciar el show, llegó quien menos lo pensaba, y que el solo verla me hizo completar el rompecabezas.

—No te entiendo.

—Hace tiempo salí con una chica, no fue nada formal, en serio, cuando conocí a Elizabeth me advirtieron de su pasado, que era de lo que ya habíamos hablado anteriormente de una chica de por medio y todo eso.

—Claro, lo recuerdo bien—contestó y yo proseguí—

—Ese pedazo de mierda la engañó con la rubia, me dijeron que era esa chica con la que yo salí hace tiempo, pero nada era seguro, hasta ayer por la noche—contesté al negar—

—Lo único que faltaba.

—Exactamente.

—Creo que ahora todo tiene sentido, y tus ojeras lo demuestran.

—No pude dormir ni un solo minuto en toda la noche—contesté al cerrar un momento los ojos—sabes, lo único que temo es que Elizabeth piense que de alguna manera estamos vinculados.

—Pero ella, la rubia, es parte de tu pasado, ¿no?

—Lo es, pero, joder Mike, ni para que tomarle importancia; lo único que realmente me interesa es hablar con Elizabeth y explicarle como están las cosas, ya si no me quiere creer, al menos me alejaré de su vida con la idea de que dejé todo en claro.

—No del todo satisfactoria la solución, pero al menos es lo que tienes, ¿cuándo la verás?

—Hoy por la tarde, eso espero.

—Entra más pronto, mejor; por cierto, hoy tal vez saldremos a cenar con tu madre.

—Mierda—exclamé al pensar en el golpe—¿y si lo posponemos? Al menos hasta que se me baje un poco.

—Es mejor que se entere y explote de una buena vez, ¿no crees?

—¿Me queda de otra? —le pregunté al dar un mordisco al tocino—

—La verdad es que no—contestó antes de reír por mi mueca de dolor—

—Se podrá como loca.

—Lo sé, pero te aseguro que encontraré la manera hacerla entrarla en razón, además, te da crédito el hecho de no haber respondido de la misma manera, aunque no dudo que te hayas muerto de las ganas de hacerle lo mismo.

—No tienes idea, pero mi prioridad justo en este momento, es mi castaña.

—Siempre debe de ser así.

Pasadas las cuatro de la tarde y aún sin haber dormido un poco, me decidí por enviarle un mensaje a Elizabeth, al menos quería saber si quería verme.

"¿Te podré ver hoy?"

Teclee bastante esperanzado, pues el clima tampoco estaba cooperando mucho que digamos. Cerré los ojos un par de minutos, mientras recibía la respuesta de mi castaña, hasta que después de no sé exactamente cuánto tiempo mi celular vibró y era un mensaje de Alex.

"¿Todo bien?"

Preguntó

"¿Físicamente? Mi labio está un tanto hecho mierda ¿emocionalmente? también. Le envié un mensaje, espero poder verla hoy"

Respondí

"Espero todo se solucione. Animo hermano"

Contestó al instante y en eso el mensaje de mi castaña llegó.

"Claro, nos vemos a las seis de la tarde"

Joder, sí. Al menos la vería.

"Muy bien, ¿en donde te gustaría que nos veamos?"

Contesté, de solo pensar en que la vería mis ánimos regresaban

"En unos minutos más te aviso, pues el clima quiere empeorar un poco"

Un par de minutos después mi castaña me avisó que nos viéramos en un parque que está cerca de su casa, me pidió que nos encontráramos en ese lugar, a pesar de que le pregunté si quería que pasara por ella. Joder, mis esperanzas se mantenían medio hundidas, pero no soltaba aquella esperanza de al menos poder explicarle las cosas y supiera la verdad. Tenía que arriesgarme ya o la perdería.

Veinticinco minutos antes de las seis de la tarde, ya me encontraba escribiendo la ubicación en el GPS de mi celular y marchándome en la dirección que mi castaña me había indicado, estaba completamente nervioso y de solo pensar que la vería no sabía qué demonios hacer. Antes de salir de casa tome una segunda ducha bastante larga y busqué dos suéteres en el armario, pues había la posibilidad de que mi castaña tal vez necesitara uno. Varios minutos más tarde y meterme en sentido contrario por una calle, encontré el parque en donde mi castaña me había citado, este no tenía ni un alma en los juegos, excepto por los columpios, en donde vi una hermosa silueta dándose vuelo en aquel columpio, era mi castaña.

Sin decir nada e intentar no molestarla me quedé a unos cuantos metros observándola, se veía tan tranquila, tan perfecta y simplemente quería conservar su recuerdo así, tranquila tarareando alguna canción.

Antes de que alguien estuviera cerca de nosotros y la escena de mi tras de ella pareciera otra cosa, me decidí a hablarle, ya era tiempo de arreglar la situación.

—Hola—le dije al momento de sentarme a su lado—

—Hola—me respondió al momento de acomodarse en el columpio y quitarse los audífonos—

—Te ves realmente linda el día de hoy—le dije pues se veía hermosa, estaba utilizando un pantalón negro y un suéter gris—

—Pero si solo me puse un viejo pantalón y un suéter—contestó observando su conjunto—

—No importa que lleves puesto, siempre te ves linda.

—Gracias—contestó al encoger los hombros—supongo.

—Verás—comencé a hablar, era tiempo de explicar las cosas—toda la noche estuve pensando cómo explicarte las cosas y no quedar como un verdadero idiota frente a ti—al escucharme hablar volteo a verme y quedó sorprendida, tal vez mis ojeras habían tomado su atención—

—Podrías simplificar las cosas y solo decir lo más importante—contestó al hacer figuras en la arena con la punta de la zapatilla—

—Sé que después de lo de ayer tus expectativas sobre mi han caminado, ¿cierto?

—Eso depende de qué explicación tengas para darme

—Debería comenzar diciendo que desde el momento en que te conocí quise hacer las cosas bien y con eso me refiero a tomar todas mis esperanzas y ponerlas en una caja nueva.

—Sinceramente sigo sin entender que es lo que encuentras en mí, Allison—me respondió rápidamente—estoy llena de problemas, toda yo soy problemas, todo mi mundo está lleno de problemas y dificultades.

—¿Y tú crees que mi mundo es perfecto? —pregunté rápidamente—

—Supongo que es mejor que el mío—contestó sin tener realmente idea de lo que pasaba en mi vida con relación a mis padres—

—Tomaré eso como una broma—contesté—

—Sabes bien que no lo es.

—Bien, supongo que debería de enfocarme en explicarte cómo es que conozco a Jessica—dije—

—¿Cómo es que se conocen? —preguntó—

Debido a sus, amplias amistades. Una noche me la presentaron durante una fiesta. Ella conoce a algunos chicos del Instituto y es amiga de uno de mis amigos, Alex, después de que la conocí, se hizo presente en casi todos los lugares a los que salíamos, incluso en fiestas bastante privadas—le expliqué—pasó el tiempo y por parte de ella me enteré que nuestros padres se conocen; tal vez Mike conoce a su padre o algo así.

—Pero, ayer te dijo thi—agregó—eso suena bastante cercano.

—La mayoría de las personas que me conocen usan ese apodo—le dije—ella se apropió de él y cuando yo la veía en las fiestas me llamaba de esa manera, debo de admitir que salimos un par de veces, pero nunca ocurrió nada entre nosotros—contesté, evitando tocar el asunto de aquel beso donde Kelly me salvó el trasero—

—Seguro que tú o ella querían que sucediera algo.

—Por mi parte te aseguro que nunca fue más allá de un simple saludo, ir a alguna fiesta y después de un rato perderla de vista, no es el tipo de chica que realmente me agrada pues ella es, diferente; tampoco estoy aquí para hablar más de la cuenta—le expliqué y al momento que no respondió nada, seguí hablando, era momento de hablarle sobre aquella primera vez que la vi—cuando te vi por primera vez en el restaurante no sabía absolutamente nada de ti, incluso pensé que jamás te volvería a ver—dije al pensar en aquella vez que saqué la cámara, no podía dejar de verla ni un solo instante, recordé aquel miedo que sentí de solo pensar que fuese una ilusión—pasó el tiempo y te vi por segunda vez en Cameron, pero bueno, esa parte ya la sabemos, después de eso fue cuando nos encontramos en los bolos, la verdad es que me sorprendió demasiado verte de nuevo y ahí, y sobre todo estar presente cuando discutías con Frank, aunque quise detenerlo y hacerle frente para deshacerme de él, no podía hacerlo, pues no tenías ni la más remota idea de quien era yo, pues aún no existía en tu mundo, cuando le gritaste que fueron dos años desperdiciados, me puse a pensar cómo es que un chico fue tan estúpido como para mandar directamente a la mierda dos años de relación con una chica tan perfecta—en ese momento voltee a verla y seguía escuchando atentamente mientras se perdía en los dibujos que estaban en la tierra—el que me empaparas de refresco lo vi como todo un honor, te lo juro—al escucharme decirlo volteo y rio levemente, se veía hermosa mientras negaba—cuando te acercaste a mí y me pediste que te perdonara en realidad estaba feliz, porque estaba escuchando un todo diferente en tu voz, en serio estaba feliz porque te habías dirigido a mí, resistí lo más que pude para evitar voltear y ver tu rostro, pero no lo logré por mucho tiempo, eso ambos lo sabemos, voltee para encontrarme frente a ti; sinceramente no sabía que decir, así que solo me concentré en decirte que todo estaba bien, quería que estuvieras bien aunque tu expresión solo me hacía recordar que estabas enojada y triste—volteo a verme y seguía totalmente sorprendida, básicamente le estaba diciendo todo—al llegar a cada después del pequeño accidente con el refresco, tu recuerdo seguía en mi mente; después de ese fin de semana te apoderaste de mis pensamientos, de alguna manera quería verte de nuevo—confesé—

—Después de eso fue cuando nos encontramos en la clase de fotografía, ¿cierto? —preguntó—

—Así es, cuando cruzaste la puerta del aula y te sentaste en el único lugar que seguía vació no podía creerlo, en verdad, no podía, tampoco pude evitar sonreír porque sabía que al menos algo estaba saliendo bien ese día, tu concentración en clase sólo me hacía interesarme más en ti y cuando la instructora dio ese glorioso tiempo para conocernos supe que podía tener una oportunidad de hablar contigo, antes de caminar hacia ti vi que te colocaste los auriculares y seguías haciendo apuntes en tu libreta, por un momento dude en hablarte pero sabía que era en ese momento o nunca, sé que lo que te pregunté en ese momento fue bastante tonto, pero no supe cómo comenzar a hablar contigo, cómo acercarme, lo que agradezco es que al menos te hayas quedado con algún recuerdo de mí pues en ese momento me reconociste, sé que tuvimos muy poco tiempo para hablar pues

cuando estaba por decir mi nombre, mis amigos me hablaron y tuve que marcharme, ahí fue cuando me dieron la noticia de que tú eras ex novia de Frank—le dije y volteo a verme bastante sorprendida—

—¿Entonces lo sabías desde hace mucho? —preguntó apresurada— ¿por qué nunca dijiste nada?

—No quise decirlo hasta no estar seguro, pues ni siquiera mis amigos lo estaban, sólo eran rumores y suposiciones, nunca era nada estable y jamás me ha gustado hablar sin tener información

verdadera.

—Aun así, deberías de haberlo dicho—me reclamó—

—Podría haberlo resuelto todo si la noche de los bolos hubiera visto a Frank—le expliqué— pero sólo lo vi por la espalda; lo siguiente fue que poco a poco comenzamos a hablar, luego mi ausencia en clases aumentó debido a las sesiones que ya te expliqué anteriormente y luego pasó lo de la fotografía, en ese tiempo me comentaron que tu nombre era Elizabeth pero yo no quería actuar y equivocarme, por eso lo descubrí ese día de una manera no tan común, sé que la exposición te puso bastante mal, pero debes saber que esa fotografía me mantuvo conectado a tu recuerdo todo ese tiempo—comenté al voltear a verla—esa fotografía era lo único que tenía.

—Entonces tú—comenzó, pero la interrumpí—

—Ya tenía idea de quién eras y de lo que había sucedido en tu vida, pues por desgracia las malas noticias llegan mucho más rápido que las buenas, mis amigos me aseguraron que Jessica era quien estaba saliendo con Frank después de haber roto contigo, pero sólo eran

eso, rumores, pasaba el tiempo y me comentabas lo sucedido, pero jamás escuché que mencionaras el nombre de Jessica, así que eso me hacía dudar si en verdad eras tú esa chica, el tiempo pasó y fue cuando hablamos acerca de Frank. Aun así, cabía la posibilidad de que se tratara de cualquier otro. Ayer terminé por descubrir y caer en la cuenta de que realmente eres esa chica que todas las personas aseguraban. Que eres esa chica que estaba con

Frank.

—Supongo que ahora me siento peor de lo que estaba—respondió y yo estuve a nada de colapsar, ¿cómo era eso posible? —

—Jamás me acerqué a ti con otra intención que no fuera conocerte y estar a tu lado—le dije—con Jessica no había tenido contacto desde hace mucho tiempo, te lo juro, hasta ayer que la vi en el baile, como te había dicho, salimos un par de veces, pero hasta ahí, otra cosa es que jamás le haría daño a una persona de esa manera, no cuando he visto cómo los problemas, la tristeza y el dolor destrozan a una persona o una familia.

—¿Porqué te acercaste a mí? —preguntó insistente—¿porqué lo hiciste si sabías todo eso? ¿porqué aun así lo hiciste si te lo advirtieron?

—Desde que te vi algo me atrapó, y si sabía, ¿qué? eso no me iba a detener y no me va a impedir seguir a tu lado, jamás será un impedimento para mí; las cosas que ya pasaron se quedan ahí, en el pasado, me importas demasiado, lo de ayer no fue "algo planeado" o un "show" montado por nosotros tres, incluso pensarlo suena bastante enfermo—le expliqué—deseaba acompañarte pues

quería estar contigo y hacer que te sintieras segura, te invité al baile porque quería disfrutar del primer baile al que asisto con una persona que en verdad me interesa y poder sentirte cerca de mí, mis intenciones no van más allá de cuidarte y estar contigo.

—¿Te puedo confesar algo? —dijo al momento de bajar la mirada—

—Lo que quieras decir, estoy para escucharte.

—El día que te inventé la estúpida historia de que tenía tareas pendientes, la verdad es que estuve en el hospital—escucharla decir eso, de una manera tan sencilla hizo que algo dentro de mí se retorciera— no te preocupes, no fue nada grave—aclaró al instante de voltear y ver mi expresión—lo que importa es que esa misma tarde tuve un problema con Jessica, sí, Jessica Lauper, todo fue en la hora de gimnasia, ese día me encontraba bastante mal debido a mi gripe, tuvimos una discusión cuando yo iba saliendo de la ducha, las dos nos alteramos y terminó lanzándome contra un casillero, aunque no me desvanecí en el momento, caí poco a poco—cuando la escuché decir eso simplemente no podía creerlo, no podía creer que estuvo ahí y nadie la ayudó—antes de verla marcharse, me dijo un par de cosas, después de eso me desmayé, aunque desperté unos cuantos minutos más tarde, poco a poco caminé hasta el bote de basura en donde tan maduramente Jessica había aventado mis cosas—en ese momento apreté fuertemente las cadenas del columpio, joder, no podía—me vestí para encontrarme con las chicas, subí al auto y cuando desperté ya estaba en el hospital, lamento mucho haberte mentido—dijo sinceramente—pero no es algo de lo que me gusta hablar, no me gusta que todo mundo se entere de mis problemas.

—Sabía que algo estaba mal, estuve desesperado al no verte llegar, pero tampoco podía perder la cabeza y actuar sin pensarlo, cuando Marcela me dijo lo que te había pasado y me invitaron a visitarte, no lo pensé dos veces pues sabía que era tiempo para estar contigo, Elz, no me gustaría crear un lazo a base de mentiras, pues tienen su fecha de caducidad, la vida se llena de ellas y cuando menos lo piensas ya ni siquiera sabes cuál es la verdad—le dije sinceramente—¿Sigues pensando lo peor de mí? —pregunté, pues necesitaba saberlo—

—Tenía mis dudas y la verdad es que estaba a punto de volverme loca con tantas suposiciones, de sólo imaginarte planeando todo esto con Jessica me ponía mal.

—Tranquila, créeme Elizabeth, jamás te haría daño—me puse de pie y me coloqué frente a ella, solté sus manos de las cadenas y las sujeté entre las mías pues estaban heladas—Preferiría largarme al último rincón del planeta, dejar lo que soy o cortarme alguna extremidad, antes de hacerte daño.

—Por desgracia, no has salido bien librado por estar a mi lado,

mira cómo te ha dejado—soltó una de sus manos de mi agarre y tocó levemente con uno de sus dedos el moretón que me había dejado aquel pedazo de mierda, imité su movimiento y toqué mi mano con la suya, me hacía tanto bien sentir sus suaves manos sobre mi piel—Daría lo que fuera para que este momento el tiempo se detuviera y permanecieras para siempre así, frente a mí—le dije pues tenerla frente a mí y que me abriera un poco su corazón estaba siendo más que suficiente, estaba siento absolutamente todo para que yo fuese feliz, en ese momento se liberó de mi agarre y me atrajo hacia ella en un fuerte abrazo, por un momento no pude creerlo, pero al estrechar su pecho con el mío no había ni otro jodido lugar al que quisiera ir—

—Tenía tanto miedo—confesó al abrazarme fuertemente—

—Estando a mi lado puedes olvidarte de esa palabra—le respondí mientras la sujetaba entre mis brazos, la abrasé tanto tiempo como fue posible, mi hermosa castaña estaba conmigo y ahora sabía toda la verdad, ya no había nada que ocultar, nada que no supiera—

Después de un buen rato abrazados recordé que por desgracia Mike me había pedido que regresara temprano pues tal vez iríamos a cenar con mi madre, la puse de pie junto conmigo y no podía negar que me sentía mucho mejor, y se notaba que ella también. Antes de decirle algo, los sensores de las luces del parque se encendieron y ambos nos dimos cuenta que el tiempo había pasado demasiado rápido y nosotros ni enterados, di un vistazo a mi reloj y estaba marcado las 8:20 de la noche, ya era algo tarde y Mike no tardaba en llamarme.

—Supongo que ya debo de regresar a casa—dijo al momento que volteo a ver a las pocas personas que ya paseaban—

—Me parece bien—le dije al tomar una de sus manos y apresarla entre las mías— yo igual debo de regresar a casa, tal vez hoy saldré a cenar con mis padres.

—Por cierto, ¿qué ha dicho tu padre acerca del golpe? —preguntó curiosa mientras que con su mano libre tocaba mi rostro—no puedo evitar sentirme pésimo.

—Le fui sincero, sólo me ha dicho que hice bien al no responder de la misma manera.

—Estoy a punto de hacer un pozo y esconderme—dijo—no lo conozco y siento vergüenza, por cierto, ¿cómo van el divorcio y las sesiones? —preguntó mientras nos encaminaba a ambos hacia el auto—

—Tranquila, tú no tienes culpa en esto, en realidad mejoraron bastante—comenté— las cosas van bien entre nosotros y de nuevo se comienza a sentir como una familia.

—Espero las cosas sigan así, quiero verte sonreír todo el tiempo.

—Con el tiempo comprendí que mi felicidad no depende sólo de mis padres, también depende de mí mismo y de otra persona—contesté pues sabía que al escucharme decir eso, se alteraría—

—¿Y quién es esa persona? —preguntó curiosa—

—No lo sé, podría ser alguien bastante especial, no sabría decirlo—contesté al encogerme los hombros y rascarme la barbilla, sabía que eso la ponía de malas—

—Ja, ja, ja —respondió exageradamente fingiendo reír—no puedo dejar de reír, en serio creo que me desmayaré de tanta risa.

—Puedo notar tu sarcasmo a diez kilómetros—dije entre risas mientras abría la puerta del Tesla para que subiera—

—Pues eso me alegra—respondió antes de sacar su lengua y yo comencé a reír, me encantaba—

El camino a su casa fue bastante corto, más de lo que hubiera deseado, durante el camino me iba diciendo un par de cosas y como es que tuvo prácticamente que hacer una misión imposible y confirmar que la noche anterior guardó correctamente el botiquín de los primeros auxilios. Y ambos no parábamos de reír, me encantaba verla sonreír, era como medicina. Mientras caminábamos hacia la puerta de su casa pude sentir como poco a poco la tranquilidad recorría mi cuerpo, estaba feliz.

—Abrígate bien, mañana nos vemos en clase—le dije antes de que entrara a su casa—

—Suena como si estuviéramos en la misma escuela—respondió al acomodarse uno de sus mechones salvajes—

—Eso sería fantástico, pero por desgracia sólo puedo compartir una hora diaria contigo.

—Espero todo vaya bien en la cena con tus padres—comentó al darme un abrazo bastante rápido—nos vemos mañana.

—Hasta mañana Elizabeth—me acerqué a ella y le planté un beso en la mejilla—descansa hermosa.

Un par de horas más tarde y después de que mi madre se pusiera histérica por ver mi labio inferior medio destrozado, entre Mike y yo le aseguramos que todo estaba bien, de hecho, intenté que le viera el lado positivo pues le dije varias veces que no había respondido de la misma manera que lo hizo Ackerman, y en realidad era algo de lo que si estaba bastante orgulloso, pues solo pensar en cómo hubiera sido si respondía de otra manera, tal vez mi castaña no hubiese querido saber algo más de mí. Después de terminar la cena y que mi madre calmara sus nervios, pude por fin descansar, pues estaba agotado y necesitaba dormir bien ya que mi lunes sería bastante agitado por la rutina de ejercicio que nos cambiarían.

El lunes por la tarde salía de la mi última clase y me dirigía al estacionamiento pues Mike me había prestado con la única condición de que pasara por él, cuando me acercaba al auto para abrirlo y de pronto aparecieron Ackerman y cuatro chicos más, sabía que no iba a dejar las cosas así y mucho menos quería hablar. Para evitar un problema más grande con mis padres y mi castaña, pasé de largo y saqué las llaves para abrir el auto cuando de pronto me empujaron y me hicieron tirar las llaves, suspiré profundamente antes de decirle cualquier cosa, pues aun así no pensaba actuar, pero mi paciencia ya se estaba agotando.

—¿En serio no piensas hacerme nada? —me preguntó al momento que se quitó la chaqueta azul marino con gris y se la lanzó a uno de sus acompañantes—vamos, te estoy esperando, solamente tú y yo, nadie más.

—¿Piensas que voy a ser igual que tú? —le pregunté—en serio, ¿qué tan bajo tienes que caer y tener que utilizar un anillo para golpear a alguien? ¿en serio Ackerman? —le pregunté al ajustarme el saco e intentar caminar al auto—no quiero problemas.

—Estoy pensando que en verdad me tienes miedo—dijo y los presentes comenzaron a burlarse, quería agotar mi paciencia—

—Si piensas que con insultos baratos vas a lograr que te haga algo, déjame decirte que estás equivocado.

—¿Equivocado? —¿qué tan equivocado tengo que estar para decirte que en menos de un minuto te voy a dejar en el piso?

—En serio, no quiero problemas, además mira a tu alrededor, estás en un lugar lleno de vigilancia, no te conviene hacerme algo, y no porque te tenga miedo, si no porque incluso pienso en que puedes aun salir librado.

—¿Y tú crees que eso me importa? —preguntó al rascarse la nuca, sacar una manopla color oro del bolsillo y colocársela, menudo cobarde—

—Joder Ackerman, solo habla, tengo cosas más importantes que hacer.

—¿Qué tan importante puede ser más que esto? —en ese momento me tomaron desprevenido por la espalda y sus acompañantes me sujetaron por detrás para dejarme inmóvil, sin pensarlo dos veces se acercó hacia mí y comenzó a golpearme en el abdomen y el rostro tantas veces pudo y lo resistió, después del cuarto golpe en el abdomen, me lanzaron al piso para caer de rodillas y me diera una patada para tumbarme—¿necesitas algo más para hacerte entrar en razón y que te alejes de ella?

—¿Tú piensas que con golpearme lo vas a lograr? —le pregunté después de recobrar la postura y escupir un par de veces la sangre que se acumulaba en mi boca—necesitas más que esto—dije al ponerme nuevamente de pie y sentir como el abdomen me dolía como el infierno—

—¿Ya disfrutaste de ella? —sin que terminara la oración e involucrara por completo a mi castaña me lancé sobre el para hacerlo callar de una buena maldita vez, lo taclee de un solo golpe y golpee una y otra vez su rostro sin piedad, pues mencionarla a ella y que dijera eso no podía permitirlo—

—¡Cierra tu maldita boca de una buena vez! —grité al darle un puñetazo y sujetarlo del cuello—cierra tu maldita boca Ackerman—sus acompañantes me sujetaron del saco y me lanzaron a un lado para que el otro maldito cobarde se recobrara de aquellos golpes, mientras ellos me pateaban; con la furia ya queriendo explotar de una buena vez, esquivé los golpes y me puse de pie para defenderme, pero por mis movimientos limitados debido al maldito saco nuevamente me sujetaron y este se puso frente a mí mientras se limpiaba la sangre del rostro para seguir golpeándome, después de perder la cuenta de los golpes y ya un tanto inconsciente de pronto caímos al suelo de un solo golpe, y para cuando reaccioné Alex me estaba ayudando a ponerme de pie y los demás golpeaban a los acompañantes de Ackerman, con la poca energía que me quedaba me lancé hacia el pero Alex me detuvo, solo quería acabar con aquel maldito bastardo—

—No tienes idea de cuantas veces disfruté de ella y la hice mía—comentó mientras escupía la sangre ya acumulada y se limpiaba—cuantas veces la tomé cuando yo quise y ella accedía sin decir nada, la escuché gemir y decir mi nombre tantas veces como se me antojaba—dijo y no pude soportar ni un segundo más y me solté de los brazos de Alex para alcanzarlo y comenzar a golpearlo, quería matarlo o al menos hacerlo callar, lancé un golpe al rostro de Ackerman y este intentó esquivarlo, pero no lo logró, aquel golpe le destrozó la nariz—¿tú crees que me importaba lo que ella sintiera o si le rompí o no el corazón? ¿quién puede ser tan estúpida para enamorarse cuando yo solo buscaba sexo?

—¡Eres un pedazo de mierda que no merece ni siquiera haberla conocido! —lo patee y Alex me alcanzó para detenerme a la tercera patada—

—¡Joder, Allison! —gritó al sujetarme— ¡lo vas a matar!

—¡Pero al menos disfruté de ella y la hice completamente mía, a mi antojo! —gritó al recuperar el aire—comprende que no hay lugar para ti en este juego, cuando yo quiera puedo hacer que vuelva.

—¡Cállate pedazo de mierda! —le grité al soltar mi siguiente patada, pero en eso entre Alex y Liam me sujetaron—

—¡Cálmate hermano! —gritó Liam y yo simplemente no podía detenerme—

Antes de que este pudiera decir algo, la patrulla del sistema de seguridad del Instituto llegó y a todos nos detuvieron, me limpie la cara con la manga del saco y apenas y me pude dar cuenta que me estaba desangrando, ni siquiera me importaba una mierda en ese momento mi salud, las cosas fueron tan rápidas que la policía local llegó y se llevaron detenidos a Ackerman junto con sus acompañantes mientras que poco a poco comencé a ver todo borroso y para cuando reaccioné ya estaba siendo trasladado en una ambulancia. Una hora más tarde ya me habían trasladado de urgencias junto con mis amigos y me habían sacado unas radiografías, pensaba en todo lo que había dicho sobre Elizabeth aquel pedazo de mierda, no tenía cabeza para nada más. Mike llegó y joder, estaba completamente furioso mientras el par de policías locales que se había encargado de lo sucedido le tomaba la declaración a Liam y Derek.

—¿Estás seguro que no quieres presentar cargos? —me preguntó el oficinal por segunda vez—

—Seguro—le contesté al bajarme de la camilla y alcanzar mi camisa—

—Claro que presentaremos cargos—dijo Mike al acercarse—los presentaremos.

—Olvídate de eso—le contesté—no haremos nada.

—La agresión se presentó dentro del Instituto donde estudias y sin problemas puedes presentar la denuncia—me aseguró el policía—

—Lo sé—contesté al intentar abrocharme los botones—aun así, no me interesa, gracias—Mike soltó un bufido, se quitó las gafas y presionó el puentecillo de su nariz, joder, estaba más que enojado—

—Te dejaremos un momento a solas para que lo pienses—dijo mientras que acompañaba a Mike a la sala de espera—

Alcancé mis pocas pertenencias que habían acomodado en una bandeja al lado de la camilla y alcancé mi celular, que estaba al lado de mi reloj y mi saco que estaba bastante destrozado. Tenía que llamar a Elizabeth, pues tenía varias llamadas perdidas de ella, pero para ser sincero conmigo mismo, ni siquiera quería hablarle. Toqué su contacto y al segundo timbre respondió mientras de nuevo tomaba asiento en la camilla.

—¿Allison? —contestó preocupada—

—Hey, hola Elizabeth—le dije al momento que me presioné el abdomen pues el solo hablar me dolía como la mierda—

—¿Qué ha pasado, te pasó algo? —preguntó rápidamente—

—Me han encontrado texteando en clase y me quitaron el celular—mentí—es todo.

—Ah—dijo algo aliviada—menos mal que ha sido eso.

—Escucha—corté de golpe los ánimos de seguir la conversación—no puedo hablar mucho, solo quiero que sepas que no podré asistir a clase.

—Oh ya veo, está bien.

—Tengo sesión junto con mis padres—dije al momento que Alex se acercó a mi lado, pues ya habían terminado de atenderlo—nos vemos mañana.

—Si, seguro—contestó no tan convencida—cuídate, nos vemos mañana—la escuché decir y colgué—

Sin decirle nada a mi mejor amigo apagué el celular y comencé a darle pequeños golpes contra mi rodilla, pensando en que mierda hacer, no podía sacar de mi mente ni una sola de las palabras que dijo Ackerman.

—Bueno, creo que mis padres comprenderán que me metí en problemas por una buena causa—comentó al tocarse el vendaje que le habían puesto—te diría que estoy orgulloso, pero creo que no es el momento adecuado para decir ese tipo de estupideces.

—Te aseguro que no lo es—le contesté mientras seguía un tanto ausente—

—Necesitas pensar en toda la mierda que ese maldito bastardo dijo, no quiero que por una cara bonita te hagan mierda la vida, si tiene razón en lo que dijo, que joder, espero y no, en cualquier momento ella te mandará a la mierda y regresará con él, suena cruel, pero sabes que es la verdad—comentó mientras me daba una ligera palmada en el hombro—eres mi hermano y quiero lo mejor para ti, sé que tu harías lo mismo por mí.

—Sin dudarlo una maldita vez—contesté al bajar la mirada—por primera vez no sé qué hacer.

—Habla con ella—contestó—se directo, sin rodeos ni tonterías, háblale con la verdad, joder, ¿comprendes qué? —suspiró fuertemente mientras se quejaba de también su dolor debido a los golpes—mejor ni lo repetiré—sin necesidad de recordarme aquellas palabras que salieron de la boca de Ackerman, supe exactamente a qué se refería—no te alejes de ella, mira, sé que es complicado, joder, sí que lo es, pero necesitas enfrentarla y ser directo, verificar si todas esas mierdas que dijo son ciertas, ella me agrada, es una buena persona, y thi lo que tuvo con él tienes que estar seguro si realmente ya es parte de su pasado, joder, nunca había visto las cosas del otro lado de la situación, sé que soy un maldito bastardo y he salido con muchas chicas que solo son de una noche, pero—suspiró nuevamente y volteo a verme pues ambos estábamos perdidos con el reflejo que dejaba en el piso la lámpara de aquella sala—no lo sé hermano.

En ese momento no hubo necesidad de articular ni una sola palabra, pues mi amigo tenía toda la razón. Y yo no sabía que mierda hacer.

¿Lo veían venir? ¿Que demonios le pasa a Ackerman?

Nos acercamos cada vez mas hacia el final , nos leemos pronto, Dreamers <3

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