My Sweet Prince [Namjin// Yoo...

By Babi_Bu

353K 47.9K 22.5K

GANADORA DE WATTYS 2016 EN SUBCATEGORÍA COMO NOVELA FANFICTION ACLAMADA POR EL PUBLICO Jin no pensaba llevar... More

Atención
00
01
02
03
04
05
06
07
08
09
10
11
12
13
14
15
16
17
18
19
20
21
22
23
24
25
26
27
28
29
30
31
32
33
34
35
36
37
38
39
40
41
42
43
44
45
46
47
48
49
50
51
52
53
54
55
56
57
58
59
60
61
62
63
64
65
66
67
68
70
71
72
73
74
75
76
77
78
Epílogo
My Sweet Prince
Ya se...
Fanarts
Fanarts pt. 2

69

3.3K 484 229
By Babi_Bu

¿Por qué creyó que sería así de fácil? ¿Por qué creyó que por amor las cosas cambiarían, que todo se volvería repentinamente bueno en su vida? ¿Por qué creía que no seguía, y seguiría toda su vida, siendo un jodido esclavo de sus propias armas?

Lo primero que sintió Yoongi fue una gota sobre el dorso de su mano. Como su novio yacía acostado sobre él, temió que se hubiera quedado dormido y le estuviese cayendo la baba. Sin embargo, cuando vió abajo y descubrió la mancha de sangre, soltó un respingo.

-¿Qué sucede? -Jimin levantó la cabeza de su pecho y luego empalideció-. Y-Yoongi... estás sangrando.

-¿Qué? No -el muchacho se tocó la nariz y vió su mano manchada de su propia sangre. Se le revolvió el estómago-. Mierda...

-¿Qué...? Yo... -el muchacho boqueaba. Y es que Jimin era ingenuo, pero no era nada estúpido. Se puso serio de repente y se levantó, tomando su mano para arrastrarlo con él-. Vamos al baño, a ponerte algo de algodón.

-Estoy bien -Yoongi se soltó y caminó hasta el pequeño baño de la planta baja. Se metió y cerró la puerta, cerrando los ojos con fuerza y recargándose sobre la misma.

-¡Yoongi! ¡No seas así! -chilló Jimin del otro lado, moviendo sin éxito el picaporte.

-Déjame sólo un rato, Sunshine. ¿Sí? -Yoongi apretó los labios y abrió los ojos, contemplando su demacrado reflejo en el espejo. Su nariz no paraba de gotear, así que se apresuró a estirar una mano hacia el papel higiénico, hacer un bollo enorme y aplastarlo contra su cara-. Estoy bien.

-¡No estás bien! ¡Estás sangrando!

-Es sólo un poco de sangre. ¿Quieres darme unos minutos, nada más?

Jimin pareció desistir, porque pronto su silueta borrosa por el cristal de la puerta del baño se marchó. 

Yoongi suspiró en paz, o con toda la paz que pudo reunir en un momento como ese. Insultó al aire, entre murmullos, ¿¡por qué justo ahora, de todos los momentos, se le daba a su nariz por sangrar!? ¡Maldita sea!

Sus frente se puso sudorosa, sus manos temblaban.

No. No otra vez, por favor...

Sus dientes castañearon, sentía mucho frío. Sus ojos le devolvieron una mirada desesperada desde el espejo.

Por favor, por favor...

Mordió su labio inferior con tanta fuerza que se lo partió, y metió su mano en la chaqueta. Observó el envoltorio traslúcido, pensando en el momento en el que había arrojado su segundo cigarrillo al suelo. Pensaba, estaba casi seguro, de que Jimin iba a ser su cura, que iba a distraerlo. Pero, ¿ésto? Era una tortura, no podía sacárselo de su cabeza. Y es que no era algo emocional, ni mucho menos: su cuerpo se lo pedía. Su cuerpo le rogaba, le suplicaba, que la probara. Sólo un poco. Sería sólo un segundo...

Yoongi hizo una mueca de desesperación, odiándose a sí mismo. Odiándose a él, y a Kan y al tipo que lo había traído a Seúl. Bueno... no, no se arrepentía de todo; pero ésto era una jodida mierda y ya no lo soportaba más.

Abrió la bolsita y metió el dedo, para luego poner la sustancia entre su labio superior y sus encías. Cerró los ojos momentáneamente, sintiendo el amargo sabor y cómo se le iba por la saliva hasta las venas. Tembló, desesperado, y puso más.

-Yoongi -murmuró una vocecita detrás suyo.

El peliverde subió la vista de golpe, viéndolo detrás de sí por el espejo. Se giró lentamente y vió como su novio fijaba la mirada en lo que tenía entre las manos y luego su boca.

Sus padres estaban decepcionados de él, sus amigos estaban decepcionados de él; incluso él mismo estaba decepcionado de sí, pero... ¿ahora también Jimin, que siempre había tenido una fe ciega puesta en él, lo miraba con decepción?

-¿Q-qué estás haciendo? -preguntó.

-Jimin...

-No, ¿¡qué estás haciendo!?

El mayor se sorprendió un poco... mucho. Su novio parecía bastante enojado, en realidad. Y eso era nuevo.

-Es que...

-¿¡Qué!? -Jimin sacudió la cabeza-. ¿¡Qué vas a explicarme!? ¡Me pediste que te dejara sólo para drogarte en el baño de mi casa, cuando tu nariz sangraba por la misma razón! Y no me vengas con excusas, porque no soy imbécil aunque, al parecer, te lo parezca.

-N-no, no me lo pareces...

-¿¡No!? -el menor quitó la bolsa de las manos de Yoongi y éste se quedó helado, rogando internamente que a su novio no se le ocurriera...-. Pues mira donde terminan tus explicaciónes.

Yoongi vió como, casi en cámara lenta, Jimin tiraba la droga al indoro. Se tiró prácticamente de rodillas, dispuesto a meter todo el brazo para sacarla, pero el muchacho fue más rápido y tiró de la cadena.

-¿¡Pero qué mierda hiciste!? -Yoongi gritó, sus ojos desorbitados. La ira de Jimin se esfumó de golpe y retrocedió, asustado-. ¿¡Estás jodidamente loco!?

-N-no me hables de esa manera...

-¿¡De qué otra puta manera quieres que te hable, Jimin!? ¡¡¡Si parece que nunca entiendes una mierda!!! -se paró y caminó hacia Jimin, su corazón palpitaba muy deprisa y la furia, mezclada con la droga en su organismo, se le salían de las manos-. ¡No me mires así! Ahora dime de dónde mierda saco más de esa. ¿¡Tienes idea de lo que me costó!?

-Creí que dijiste que habías dejado a Kan...

-¡¡¡Y así fue!!!

-¿Así fue, Yoongi? -Jimin sonrió con cansancio y tristeza-. ¿En serio? ¿Entonces qué es ésto?

-¡No entiendes nada!

-No, tú no entiendes nada. ¿En mi baño, Yoongi? ¿¡Te estabas drogando aquí!? No podías, al menos -Jimin hablaba con desesperación- esperar a irte a la tuya, no sé. ¿Tenías que hacerlo aquí? ¿Es así siempre? ¿La droga está primero?

-¿¡Crees que quiero ésto!? -el peliverde tomó de los hombros al otro muchacho y lo sacudió, clavando demasiado las uñas en su piel al hacerlo-. ¿¡Crees que decidí llevar la jodida vida que llevo!?

-Pues si, de hecho.

-¡Trato de hacer lo mejor para todos! 

-¿Estás seguro de eso? ¿¡No puedes simplemente dejarlo y ya!? ¿¡No crees que está en ti dejar o no las drogas!?

-¡Para!

-¿Y qué sucederá luego, eh? -había lágrimas en sus ojos-. ¿Qué sucederá conmigo?

-No lo sé...

-¿¡No lo sabes!? ¿¡No te importa arrastrarme a mi y a todos los que amas a tu vida de mierda!?

Yoongi apenas si fue capaz de pensar cuando lo hizo, pero una vez que pudo ordenar sus pensamientos ya era tarde: había abofeteado a Jimin con demasiada fuerza.

El rostro de su novio quedó ladeado, mirando hacia la pared. Las lágrimas se secaron en sus ojos, parecía haberse ido muy, muy lejos de él.

Yoongi dejó de mirarlo con furia. Entreabrió los labios, frunció el ceño con preocupación. ¿Él había hecho eso? ¿Le había...? ¿Le había pegado?

-No... -comenzó, sacudiendo la cabeza lleno de dolor.

-Vete de mi casa -Jimin habló claro y firme.

-No, no... -Yoongi llevó las manos a su cabello y se impresionó al notar que ahora era él quien estaba llorando. El menor no lo miraba, pero su mejilla al rojo vivo era peor que su expresión de dolor-. No, Sunshine, por favor...

-No vuelvas a llamar así -Jimin tragó saliva-. Vete de aquí.

-No, espera, por favor... Jiminnie...

-¡Vete antes de que llame a la policía! -Yoongi se quedó en el lugar, perdido, desesperado. Jimin lo miró con tristeza cargado en los ojos y comenzó a empujarlo fuera del baño-. ¡¡¡Vete!!! ¡¡¡Vete de aquí!!!

-Lo siento, mi amor. Lo siento tanto. Por favor...

-¡Te quiero fuera de mi casa! -Jimin siguió empujándolo, aunque el mayor apenas si tenía fuerzas para detenerlo, hasta que salió por la puerta principal-. Si quieres hablar, mínimamente encuéntrate sobrio -y, con esas palabras, cerró la puerta de golpe frente a sus narices.

Yoongi sintió una punzada de dolor en el pecho, y luego como la furia se apoderada de sí mismo. Se giró y corrió una cuadra, hasta que vió un coche de color naranja y por alguna razón le molestó. Levantó una pierna y le dió una patada tan fuerte que lo movió, dejando una abolladura en la puerta.

-¡Eh! -gritó un tipo bien vestido en un kiosco cercano, que ya había comenzado a correr hacia él con cara de pocos amigos.

-Mierda -murmuró Yoongi, y comenzó a correr.

Mientras se alejaba del tipo que quería pegarle, sus pensamientos fueron absurda y ridículamente rápidos. No sabía por dónde iba, los rostros de las personas que estaban por allí no tenían facciónes. Todo se veía igual, todo era gris. Sentía desesperación y miedo, y lo único que tenía sentido en su memoria era la mejilla al rojo vivo de su novio. Mejilla que él había golpeado. Y se odió, se odió a sí mismo por reconocer a la perfección esa imagen de su niñez: su padre, alcoholizado, golpeando a su madre y luego rogándole que lo perdonara, que la amaba. ¿Así era también su situación? ¿Él era así, como su padre, movido por las sustancias y no por el amor? Jimin tenía razón, él tenía una jodida vida de mierda y lo estaba arrastrando con él. ¿Por qué? Por egoísmo. Por imbecilidad. Por creer que podría cambiar, que podría mejorar, que podría construír una nueva vida junto a su novio simplemente porque lo amaba. ¿Amor? ¿Qué mierda era el amor? En la vida real el amor no triunfaba, maldita sea. ¿En qué estaba pensando?

Y Yoongi corrió y corrió. Y es que a veces el cuerpo y el alma se juntan; y él sólo quería correr de sus problemas para siempre.



-Jinnie -murmuró una voz grave en su oído. El muchacho abrió los ojos y vió el hermoso rostro de su novio frente a él, que le sonreía con cariño-. Voy al estudio ahora, ¿sí? A lo mejor llegue un poco tarde a la noche.

-No me engañes -murmuró el mayor con una risita, y vió algo parecido al dolor en el rostro de Namjoon-. Era una broma, tonto. Suerte en la grabación.

-Eres el mejor -Namjoon le dió un beso en la frente y se marchó.

Jin sonrió tontamente y volvió a cerrar los ojos, oyendo como Namjoon preparaba un par de cosas y luego se iba, cerrando la puerta con cuidado. Y aunque quiso seguir durmiendo, no pudo. Sintió algo dentro suyo, algo que le picaba. 

Al menos, las náuseas se habían ido.

Se sentó en la cama, en la semioscuridad de la noche, y suspiró estirando sus brazos sobre la cabeza. Había dormido así como demasiado. Tenía sentido que ya no tuviera sueño. Lo mejor que podría hacer era preparar un poco de té y ponerse a fregonear el piso, o algo; porque sabía que Namjoon no lo había hecho y Mushu era impresionantemente sucio cuando quería.

Entrecerró los ojos y alargó una mano hacia el costado para abrir el cajón de su mesita de luz. Sin embargo, cuando estaba en mitad de la búsqueda de sus anteojos, tocó una pequeña cajita. La sacó, reconociendo que era una caja de preservativos, y se la quedó mirando un segundo. Buscó sus anteojos y se los puso. Miró en el interior de la caja, donde sólo quedaba un paquete, y sonrió tontamente. Luego frunció el entrecejo, dudoso. ¿Dudoso por qué? No tenía ni idea.

Volvió a dejar la caja en el cajón y lo cerró, dispuesto a comenzar con su día... Aunque fuera de noche.

Pero la presión seguía ahí, en su pecho; y por un momento se replanteó la idea de volver a abrir el paquete y fijarse la fecha de vencimiento.

Pero no, maldita sea. ¿Qué importaba? Ya llevaba un mes saliendo con Namjoon. Era su novio, mierda, y confiaba.

Jin confiaba en su novio.

Sonrió, alejando las preocupaciónes de su cabeza, y metiéndose en la cocina. Puso agua en la pava y oyó que sonaba el timbre. 

Enarcó las cejas, preguntándose si es que Namjoon se habría olvidado algo (además de la llave) y fue a abrir.

Sin embargo, no se esperaba encontrarse lo que se encontró del otro lado.

-¿Jimin? -Lo primero que vió Seokjin fueron las lágrimas correr por el rostro del pelirrojo, y luego pasó al menor, con el rostro tan demacrado como dolido-. ¿Taehyung?

¿El pinchazo de preocupación habría sido su instinto maternal?

Sacudió la cabeza y abrió la puerta para que entraran. Ambos amigos iban de la mano, y los dos parecían compartir un dolor que se asimilaba. Seokjin lo supo; lo supo nada más verlos. Era obvio, esos chicos sabían todo del otro, y a veces hasta el sorprendía la increíble intuición que tenían entre ellos. Casi como si fuesen hermanos, o incluso más cercanos que eso, si era posible. 

-Prepararé té -murmuró el mayor, dispuesto a escuchar lo que sus dongsaengs tuvieran que contarle.

Y sabiendo que, aquella, sería una larga noche.

Continue Reading

You'll Also Like

63.3K 1.5K 69
The fictional plot of the following fanfiction occurs after the No Way Home finale. So please proceed your reading of this book with caution and just...
49.1K 1.2K 38
What will you do when you're broken in two. Will you still remain as before? Upon leaving her husband Lucy tries to find her way back to her old self...
402K 9.7K 96
"Miri and I know nothing if not discretion." Through her work, Miriam Crawford's existence has stretched thousands of miles. After a year of suffocat...
519K 9.4K 54
An Upper East Side Princess who is willing to throw away her crown for what? The chance to travel the world with no expectations or worry about what...