My Sweet Prince [Namjin// Yoo...

By Babi_Bu

353K 47.9K 22.5K

GANADORA DE WATTYS 2016 EN SUBCATEGORÍA COMO NOVELA FANFICTION ACLAMADA POR EL PUBLICO Jin no pensaba llevar... More

Atención
00
01
02
03
04
05
06
07
08
09
10
11
12
13
14
15
16
17
18
19
20
21
22
23
24
25
26
27
28
29
30
31
32
33
34
35
36
37
38
39
40
41
42
43
44
45
46
47
48
49
50
51
52
53
54
55
56
58
59
60
61
62
63
64
65
66
67
68
69
70
71
72
73
74
75
76
77
78
Epílogo
My Sweet Prince
Ya se...
Fanarts
Fanarts pt. 2

57

3.8K 500 186
By Babi_Bu

Jimin descanzaba su cabeza sobre su mano, su codo clavándose en la almohada en la que yo estaba recostado. Y tal vez se me hacía un poco más difícil hablar si el muchacho me miraba tan directamente, porque sus ojos eran un poco... bueno, intensos. Felinos. Hermosos, pero como el fuego.

Suspiré hondamente, jugueteando con una de sus manos, entrelazando nuestros dedos.

-Todo comenzó cuando tenía como, no sé, trece -murmuré. Jimin abrió un poco más los ojos, pero no dijo nada-. En ese entonces mis padres solían pelear... mucho. Mi padre... Bueno, hacía cosas horribles a mi madre, y le importaba una mierda que yo viera. Y mi madre, como si necesitara descargar ese dolor, se la pasaba enojándose conmigo por todo. Que debes estudiar, que no debes rappear, que todo eso es una mierda, que te arruinas el futuro. Y si yo osaba decir algo, entonces ella me golpeaba -dejé escapar el aire por la nariz lentamente-. Cuando tenía como trece encontré este lugar, en los barrios bajos de Daegu; allí rappeaban y... bueno, entre otras cosas. Yo no quería probar nada de lo que me daban, obviamente, era sólo un niño con sueños en su cabeza. Éste amigo mío, mayor que yo, lo respetó e incluso incremento mi amor por la música. Me dijo que si lo acompañaba a Seúl me podía dar trabajo de ello. Así que... Bueno, escapé de casa sin dudarlo. Allí este amigo me aseguró ayudarme a meterme en el mundo de la música con una condición: tenía que traficar algo a un lugar. Lo hice, por supuesto; pero luego se convirtió en una costumbre; y para cuando comprendí que éste amigo no tenía ninguna intención de ayudarme, entonces ya era demasiado tarde. Sabía demasiado -Yoongi tragó saliva, midiendo las manos entre los dos y sonriendo al ver que su mano era como varias veces más grande que la de Jimin-. Sin embargo, éste hijo de puta solía llevarme, a veces, a un lugar parecido al que había en Daegu. Un lugar en donde, de noche, las personas más talentosas y menos reconocidas se reunían a hacer batallas de rap, andar en skate y esas cosas. Y allí conocí a un Namjoon que era sólo un pequeño rebelde tratando de huír de sus padres, y a un Hoseok que usaba las noches para escapar de sus responsabilidades y hacer algo por sí mismo, por una puta vez. Nos hicimos amigos de inmediato; pero yo... Bueno, comprendí al instante que no era como ellos dos. Era más grande, vivía en una casa con mi amigo de Daegu y otras cientos de personas que.... -entrecerró los ojos-... Lo que más recuerdo de ese lugar era a esas mujeres adictas al crack, sus dientes eran... Estaban como ennegrecidos, rotos, asquerosos. Era realmente asqueroso -sacudió la cabeza-. Y, bueno, toda ésta gente de alguna manera me impulsó a usar drogas. Tenía sólo catorce cuando comencé a fumar marihuana, me encantaba. Luego me dijeron que probara otras cosas, LSD, cocaína, crack, anfeta, MDMA, heroína... Bueno... Fueron varias cosas, pero siempre me quedé con aquellas que no dañaran mis dientes porque, créeme, aún tengo pesadillas con esas mujeres de los dientes horribles -Jimin no pudo evitar soltar una risita triste-. Así que.... Hum... Eso es todo, supongo.

Jimin asintió lentamente con la cabeza.

-Eres... Ahora eres... Tú...

-Un adicto -confirmó Yoongi, sintiendo que se le revolvía el estómago, porque pese a que lo supiera jamás lo había dicho en voz alta. Suspiró-. Sí, Jiminnie, soy un adicto.

-Pero puedes dejarlo, ¿no?

Yoongi sonrió con tristeza.

-No podría explicarte cómo funciona realmente, porque nadie que no sea adicto realmente lo entiende. Es algo involuntario, ¿sabes? Tu cuerpo realmente, realmente necesita las drogas, cualquier cosa sirve; y si no las consigues entonces te sientes perdido, sólo, y...

-Pero no estás sólo -Jimin se recostó sobre la almohada, mirándolo con una especie de puchero en sus labios hinchados-. Yo estoy contigo. Y también tienes a Namjoon y Hoseok, ellos parecen quererte mucho.

-Así es... Y yo los quiero mucho a ellos también...

-¿Y a mi? -inquirió el pelirrojo. Yoongi lo miró a los ojos, sólo para que el menor se sonrojara-. ¿A mi también me quieres?

-A ti te quiero diferente -el peliverde se estiró para abrazarlo debajo de las mantas-. A ti te quiero para otras cosas.

Jimin soltó una risita.

-¿Ah sí?

-Ahá -se rió mostrando los dientes-. Y ahora, cuéntame tu historia.

-¿M-mi historia?

-Mencionaste antes que eras de Busan, ¿no? ¿Qué haces aquí en Seúl?

-Ah, mis padres. Digo, por el trabajo de mis padres. Aquí en Seúl se hacía más dinero, así que... Bueno, eso. 

-¿Y que hay de ti?

-¿De mí?

-¿No dejaste algún novio? ¿O alguna chica?

-En ese momento no sabía que me gustaban los chicos. Sabía que las chicas no me gustaban... demasiado, nunca había tenido novia y la sola idea de besarlas y eso, no me gustaba. Creí que era simplemente tímido -murmuró-. Luego conocí un chico aquí, en Seúl, y entonces estuve llorando en casa de Seokjin todo el día, diciéndole que creía que era homosexual y que eso no estaba bien, que mis padres se enojarían y...

-¿Y se enojaron?

-No, pero tampoco les gustó la idea. De hecho, creo que hasta el día de hoy creen en la posibilidad de que "cambie de opinión" -se rió.

-¿Y qué pasó con éste niño?

-Simplemente pasó. Él tenía novia, yo estaba demasiado asustado. Pero sí que me gustaba mucho.

-¿Te lastimó?

-Un poco.

-¿Y luego?

-¿Luego qué?

-¿Luego quién te gustó? -la sonrisa de Jimin se borró y Yoongi asinitó con comprensión-. Luego Jungkook te gustó.

-Las cosas no fueron bien con Jungkook.

-Ya lo creo que no -Yoongi se recostó boca arriba, soltando la mano de Jimin para ponerse el brazo sobre los ojos.

-Y luego viniste tú -dijo entre murmullos, juntando su cuerpo con el del mayor.

-¿Yo? ¿Y yo te gusté?

-Tú me gustas.

Yoongi sonrió como un tonto, incapaz de darse cuenta de las inseguridades que tenían con respecto a su relación, o lo que fuera que fuese, al hacer tanto comentarios... Bueno, obvios, al caso.

O a lo mejor es que simplemente les gustaba repetirlo una y otra vez, porque así se sentía ser querido.

-¿Y me quieres? -preguntó el peliverde.

Jimin se rió y le dió un besito en la mejilla.

-Si, te quiero.

Yoongi quitó el brazo y sostuvo el rostro de Jimin entre sus manos.

-Pues qué bien, porque la verdad es que yo te quiero muchísimo y sería terrible si tú no sintieras lo mismo.

Jimin comenzó a reírse, risa ahogada cuando Yoongi lo besó tiernamente. Luego se le fue el control y comenzó a besarlo con pasión, mientras Jimin se reía y hacía como que quería sacárselo de encima, para al final terminar tirándose sobre él y besándolo con la misma intensidad.

Cuando se separaron, Jimin yacía sobre Yoongi. Y Yoongi lo miró, lo vió realmente, y se dió cuenta de que ese chico era completamente... hermoso. Era hermoso como jamás un rostro le había parecido hermoso.

-Sunshine -comenzó.

-¿Sí?

-No me vas a dejar, ¿verdad?

Los ojos de Jimin chispearon.

-No soy de los que dejan porque sí, Yoongi.

-Ese es el problema. Puedo darte más de mil motivos para que me dejes, Jimin; y estoy seguro de que lo haré. Y... y eso es lo que me preocupa.

-Preocúpate más por dejar esas cosas que pueden matarte.

-Tú puedes matarme de mil formas más dolorosas, y no pienso dejarte.

Jimin mordió con fuerza su labio inferior y luego lo besó, un manojo de brazos y piernas hasta que de repente fue Yoongi el que estuvo arriba. Cuando se separaron, el pelirrojo sonrió con tanta ternura que Yoongi sintió un cosquilleo en la panza.

-Tal vez en algún momento -dijo Jimin- puedo parecerte una verdadera molestia.

-Ya me lo pareces, pero me he acostumbrado.

-¡Eh! -Jimin dió un golpecito a Yoongi y éste ladeó la cabeza-. Hablo totalmente en serio.

-También yo -se acercó lentamente al cuello de Jimin, y luego subió hasta su oreja, diciendo algo entre murmurllos.

Jimin abrió los ojos como platos.

-¿De verdad? -inquirió, su voz pendía de un hilo.

-De verdad, Sunshine -Yoongi besó el cuello del moreno, para luego subir y unir nuevamente sus bocas.

Simplemente no podía dejar de besarlo. 

Aunque sabía, sentía, que Jimin tenía varias preguntas más que hacer. Preguntas un poco más oscuras que el hecho de ser adicto, porque su relación con las drogas no terminaba allí. Sabía que quería saber más al respecto de su vida, pero... Yoongi simplemente no estaba preparado para responder a esas cosas. ¿Por qué? Porque estaba más que seguro que aquello alejaría a Jimin y, pese a que sabía que incluso podía resultar en contra del muchacho, Yoongi estaba siendo totalmente egoísta al no decirle nada al respecto; porque simplemente quería que se quedara. Al menos un ratito más. Unos días más...

Luego ya verían qué sucedería. Por ahora era mejor ni siquiera pensar en eso.



-¡Palomitas! -exclamó Taehyung, logrando que Hoseok pegara un respingo antes de darse la vuelta.

Entonces Hoseok soltó un gritito raro y lo abrazó, alzándolo por la cintura y dejando un beso tan ruidoso y molesto como el que la tía de Taehyung solía darles.

-Au -murmuró el menor, aunque definitivamente le había encantado ser recibido de aquella forma. Frotó su mejilla cuando Hoseok volvió a dejarlo en el suelo y sonrió-. Sabía que te gustarían. Aunque eres un raro, ¿por qué las prefieres saladas?

-Porque saladas son mejores.

-¡No es cierto! Pero lo acepto -Taehyung se encogió de hombros, empujando la bolsa contra el cuerpo del mayor, que había quedado a medio sacarse el mandil del restaurante. Aún así, tomó la bolsa y con la otra mano se quitó la prenda, para arrojarla al canasto de ropa.

-Anda, me pondrán una multa si saben que te dejo pasar aquí -Hoseok dió una palmadita en el trasero de Taehyung para que éste comenzara a caminar hacia la salida de la cocina.

Taehyung, feliz, obedeció; dando saltitos.

-De verdad que es el mejor regalo del universo Hobi, ¡gracias!

-Yaah, me lo has agradecido como unas veinte veces.

-¡Es que es genial! ¡Ahora mi cine estará completo!

Hoseok sonrió, complacido porque le gustara.

Hacía ya un tiempo de la vez que había ido a la estación abandonada que ahora pertenecía totalmente a Taehyung; el país de las Maravillas. Hoseok estaba tan emocionado de volver a ir que de repente se sintió un niño otra vez. Y cuando, esa mañana, el muchacho le había mencionado que sí que quería ir... Bueno, el obviamente aceptó y luego corrió a comprarle a Taehyung un presente: un proyector.

Así que, ahora, Taehyung tenía un cine... ¡de verdad!

Y gracias a Dios que era junto al muchacho de piel morena y sonrisa simpática con el que compartió el viaje en autobús hasta la estación de tren abandonada, porque de no ser por sus temas de conversación se le habría hecho totalmente eterno. Sin embargo, cuando llegaron, comprendió que incluso si hubieran hecho un viaje de semanas, habría valido totalmente la pena: era como Hoseok lo recordaba, pero ni en sus recuerdos más nítidos podía comparar la belleza y dedicación de aquel lugar como viéndolo con sus propios ojos. Taehyung prendió las luces navideñas para iluminarlo todo, y Hoseok se permitió una caminaba por aquella alfombra roja; pensando en cómo se sentirían los famosos en la entrega de los Oscars; y llegando a la conclusión de que ni la Met Gala era tan genial como aquel lugar.

-¡Anda, ven a ver! -Taehyung correteó como un niño hasta el último vagón de la izquierda, y Hoseok lo siguió al trote.

-¡Woaah! -exclamó, abriendo mucho la boca y los ojos, al entrar.

Taehyung lo había alumbrado todo con una tenue luz rojiza. El suelo tenía la misma alfombra que el suelo de afuera, entre las vías, y había dejado varios almohadoncitos de colores en el suelo (algunos ya ocupados por peluches). Hoseok sonrió, viendo el proyector al final y cómo un rectángulo de color blanco se proyectaba en el otro extremo del vagón. Taehyung yacía en el medio, la luz le pegaba en la cara, y le sonreía tanto que el mayor terminó riéndose.

-¿Qué película escogiste? -inquirió Hoseok.

-Una de terror.

Oh, vaya.

La sonrisa del mayor se esfumó por completo, dejándose caer sobre unos de los almohadones vacíos junto al proyector, pegando la espalda a la pared de chapa.

-Ah...

-¿No te gustan las de terror? -Taehyung lo miró con ojos muy abiertos, y luego se rió-. ¡Te asustan!

-No es así...

-¡Sí que es así! ¡Estás todo pálido!

-Es sólo que... No es que me encanten... ¿No trajiste otra?

-No, sólo ésta -Taehyung sonrió burlón-. Además estamos cerca de que comience octubre, y...

-¡Esa no es excusa! Queda un mes hasta Halloween.

-¡Anda, Hobi! ¡No seas miedoso!

-¡Que no soy...! -Hoseok enmudeció ante la cara que le estaba poniendo Taehyung. Sonrió-. Bueno, tal vez un poco. 

Oigan, que ver una película de terror en la noche de aquel descampado abandonado era... ¡Era terrorífico para cualquier persona! Excepto para Taehyung, claro.

-No te preocupes, yo te cuidaré, HobiHobi -Taehyung se pegó a su lado, apretando un botón del proyector para que comenzara la película. Hoseok tragó saliva-. Te gustará.

-Si tú dices...

-Lo prometo -Taehyung se levantó un poco para darle un beso en la mejilla, pero Hoseok giró la cara a propósito para que éste terminara besándolo en los labios-. ¡Eh! ¡Tramposo!

-No fue adrede... -Hoseok se rió, sin dejar de besarlo entre palabra y palabra-. Sólo... quería... besarte un poco... antes de... mmmh...

-Pero... La película... -Taehyung repentinamente sintió como Hoseok gateaba, quedando sobre él, y al sentir que comenzaba a ponerse duro por la simple cercanía, gimió-. A la mierda la película...

Hoseok sonrió mientras Taehyung levantaba un dedo para apagar el proyector y luego dejarse caer entre almohadones y peluches.

Y nadie pudo decir que tener una cita... romántica en un lugar abandonado, donde los gemidos y jadeos eran plenamente audibles y sólo para ellos dos, bajo aquella luz rojiza; no era totalmente increíble.

En algún momento, entre los cuerpos cálidos y sudorosos, Taehyung dijo:

-Te quiero, Hobi.

Y Hoseok sonrió y volvió a besarlo, sintiendo inmediatamente que el menor no correspondía del todo contento a su beso. O, al menos, al principio, porque luego lo besó con ganas y pronto también comenzó a exclamar su nombre; hasta ambos se vinieron a la vez, así como pocas veces en la vida sucede. Así como si tuvieran una especie de conexión extraña e imposible. 

Aunque... Hoseok rió internamente, porque eso era imposible. Sólo un fantasioso pensamiento en un lugar de fantasía.





Continue Reading

You'll Also Like

8.6K 281 16
Christmas has come and for Frisk, she was ready to join the party that Chara always make every year since she came back. She stepped out from her roo...
431K 6.6K 56
She consumed me, her love was pure, it brought peace to my world which was burning in flames. He consumed me, his love was toxic, it brought danger t...
6.8K 245 15
I'm really bad at descriptions, and I honestly don't feel like making one, either. It's basically desert duo in Highschool, Trans!Grian, etc. This bo...
169K 2.4K 29
I have been thinking a lot about sex. I concluded it's something like Disney meets BDSM meets education. Here I'm going to show you how sex in our cu...