¿Alguien se percató de que en el capítulo 30, cuando Hoseok le quiere hacer una chocolatada a Taehyung, dice ver un agujero negro en la taza? ¿Y que luego, en el capítulo 31, Yoongi alude a que si besa a Jimin su boca será como un agujero negro que lo engullirá? ¿Coihincidencia? No lo creo.
Sabemos de antemano que A) solo una pareja termina junta y B) alguien está muy cercano a la muerte. Cada una de estas... cositas, pueden (o no) ser pistas para saber qué va a terminar sucediendo.
(A lo mejor soy la única que se engancha con esto de las pistas pero bueno, tenía que intentarlo ajjajajaj)
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-Jimin, cariño -murmuró una voz muy cerca suyo. El aludido apretó los ojos cerrados y soltó un murmullo-. Jimin, bebé, tu alarma ha sonado ésta mañana y no te has despertado. ¿Te encuentras bien?
Ahora sí, el pelirrojo abrió los ojos. El rostro de su madre yacía muy cercano al suyo y un arranque de desesperación le subió por la garganta.
-¡Mamá! ¡Puedo e-explicarlo! ¡P-puedo...! -cerró la boca de golpe al encontrar su cama vacía a su lado. Miró hacia la ventana y se quedó con la vista allí, perdido.
-¿Estás enfermo, Jiminnie? ¿Te sientes bien? -su madre le tocó la frente y éste se la sacudió suavemente, avergonzado y pese a que nadie podía verlo-. Estás sudando demasiado. ¿Tienes fiebre?
-No te preocupes por mi, mamá, pero... -bufó y levantó la sábana para tapar su pecho que repentinamente notó desnudo-. No voy a ir a la universidad hoy.
-¿Puedo hacer algo más por ti? ¿Acaso... un desayuno? ¿Algo especial?
-Mamá -se quejó el muchacho, sonrojándose-. Estoy bien.
La Sra. Park suspiró con resignación y se marchó de la habitación, dándole una última sonrisita de aliento antes de marcharse.
El cerebro el niño Park iba a mil por hora.
Se sentó de golpe en su cama, miró en todas direcciónes (incluso debajo de la cama). Pero no. Yoongi no estaba por ninguna parte y su habitación... Dios mío, su habitación era un estropicio. ¿¡Qué había sucedido!? ¿¡Y cómo sus padres no habían oído nada!? A lo mejor no habían hecho demasiado ruido, aunque no sabía qué ruido podían hacer si sólo... Oh.
Oh buau.
Como si fueran flashes del pasado, vió el rostro sudoroso de Yoongi sobre el suyo, sus bocas unidas, sus cuerpos muy pegados.
-Omo, omo, omo -Jimin saltó fuera de su cama y corrió hacia el espejo de pie. Sólo llevaba sus boxers. Se giró un poco, temeroso, y bajó con cuidado la tela de la ropa para ver su...-. ¡Santa madre! -exclamó, al ver su culo completamente rojo.
Sin pensarlo ni dos segundos, sin molestarse en lavar su cara o escoger cuidadosamente su ropa (como siempre hacía), se puso decente, tomó su mochila y bajó corriendo las escaleras.
-¡Jimin! -exclamó su madre al verlo pasar, asombrada-. ¿No te encontrabas más?
-¡Tuve una recuperación milagrosa! -exclamó el muchacho antes de salir pitando de su casa.
Jimin llegó a la puerta de la universidad justo cuando todos los alumnos estaban entrando. Miró en todas direcciónes, pero había demasiada gente en el campus. Echó la cabeza hacia atrás, desesperado, y gritó:
-¡KIM TAEHYUUUUUNG!
Varias personas se giraron a verlo como si estuviera loco, pero poco le importó. Todo le importaba bastante poco ahora mismo, estaba demasiado hiperactivo como para enforcarse en cada una de aquellas curiosidad miradas.
-¡Park Jimin! -oyó una vocecita detrás suyo, y luego sintió como alguien le apretaba con fuerza el trasero.
Au.
Se giró y antes de que pudiera decirle nada, su mejor amigo lo estaba abrazando con fuerza.
-¡Lo siento tanto, tanto!
-¿Qué...?
-¡Perdóname ChimChim! ¡Lo siento! ¿Cómo estás? ¿Estás bien? -lo alejó de sí mismo para mirarlo a los ojos, y entonces la expresión del moreno pasó de preocupada a totalmente desconcertada-. ¿Qué tienes? Te ves diferente.
-¿Diferente? -Jimin sacudió la cabeza, se sonrojó, se aclaró la garganta y luego comenzó a reírse. Se había vuelto loco-. ¡Dios mío, Tae! ¡Tengo que contarte algo!
-¿Ahora? Porque...
-¡Ahora!
Taehyung ladeó la cabeza, extrañado. Generalmente Jimin quería entrar a toda prisa a la universidad para no perderse de absolutamente nada; por ende entendía que su amigo estuviese tan confundido. Sin embargo, sólo eso bastó para que fuera aún más evidente lo que le había pasado.
-Tuviste sexo -murmuró Taehyung. Jimin apretó los labios y el otro abrió mucho los ojos-. ¡TU PEQUEÑA ZORR...!
-¡Shhhhhhh! -el pelirrojo le había tapado la boca con una mano, sonriente, y miró para todos lados por si alguien lo había oído-. No lo grites, Tae.
-¡TUWSE SFWXO!
-Calla, pabo. ¡No lo grites más!
-¡PEWO TUWSE SFWXO! -insistía Taehyung, quedándose sin respiración bajo su mano.
Jimin lo soltó y lo agarró con fuerza del brazo, tirando de él hasta la banca más cercana.
-Déjame explicarte antes y no te alteres -murmuró, aunque Taehyung daba saltitos sobre su trasero-. No llegamos a... Bueno, no. No tuvimos sexo en realidad.
-¿Qué? -su amigo parecía decepcionado-. ¿Cómo que no?
-Sólo... Ya sabes... -Jimin hizo un gesto con la mano y Taehyung sonrió ampliamente, haciendo el mismo gesto con su propia mano.
-¡Te hizo una paja!
-¡Yah! ¡Bruto! -Jimin se tapó el rostro con ambas manos, completamente avergonzado.
-Pero... ¿con quién? -el mayor se descorrió las manos de la cara lentamente y Taehyung casi se cae de culo-. ¿¡Yoongi!?
-¡Shhh!
-¿¡Qué!? ¿Acaso tiene audición superaguda que puede escucharte de donde sea que esté? -hizo una pausa, dudoso-. No la tiene, ¿no? Porque si la tuviera sería superfantástico, aunque...
-¡Taehyung!
-¡Lo siento! Es que estoy emocionado. Vaya, ¿y cómo fue?
-Fue... -Jimin dudó. Y sólo hizo falta que dudara dos segundos para que Taehyung sospechara lo peor.
-¿¡Te trató de mala manera!?
-¡No, no!
Probablemente la peor parte fue el hecho de que ambos iban colocados aunque, claro, Yoongi no le había obligado a nada. Así que tampoco podía culparlo o algo por el estilo, él era un adulto y había hecho su propio camino en base a sus propias desiciónes. Ahora sí, el hecho de que Yoongi le azotara en el trasero... Bueno, eso sí que había sido en contra a su voluntad; pero pese a que le había dolido tampoco se había quejado lo suficiente. ¿Por qué? Porque le había gustado. Al igual que el peliverde: le dolía, pero le gustaba.
-Me estás ocultando algo, ChimChim... -comenzó Taehyung, entrecerrando los ojos calculadoramente.
-Yo... ¡Ah! -se apresuró a cambiar de tema-. ¡Entonces lo hice!
-¿El qué?
-¿No lo recuerdas? Me habías retado a besarlo, ¿no? A Yoongi.
-Si mal no recuerdo, dijimos que en tres días. Y fueron más de tres días desde ese día, hyung -Taehyung estiró una mano para apretar la mejilla de Jimin y él se quejó.
-¡Ya deja de hacerlo! ¡Me dejas marcas!
-¡Es tu culpa por ser tan lindo! ¡Kyaaaa!
Jimin comenzó a reírse.
-Da igual, lo he besado y te he demostrado que podía.
-Qué raro. Pero, entonces, ¿por qué llorabas?
Se quedó con los labios entreabiertos. ¿Cómo decirle que el otro día lloraba por el mismo motivo por el que ahora mismo estaba sonriendo tan ampliamente?
No. Mejor no decir nada.
"-Debes comportarte, niño. Y nunca contarle ésto a nadie."
Tragó saliva.
-No era nada. Sólo tenía un mal día.
-Me alegra que ahora te sientas bien, Jiminnie -Taehyung sonrió ampliamente, y él supo que el hecho de que le hubiera tomado la palabra sin interrogar más se debía a que él también tenía algo que decir y las ganas de hablar le sobrepasaban-. ¡Parece que los tuvimos noches agitadas!
Oh, bingo.
-Anda, cuenta.
-Bueno, en primero lugar tú no respondías a mis mensajes y llamadas y yo no podía dormir, así que... -tragó saliva-. Bueno...
-Ya, sí. Fuiste a la casa de Hoseok, ¿no? -Jimin rodó los ojos y sonrió.
-¡Eso es! ¡Y... y...! ¡AHHHH JIMINNIE ESTOY TAN ENAMORADO!
-¡Tae!
-¡Estoy total, super, mega, ultra enamorado! ¡Deberías...! ¡Deberías verlo! Él es tan lindo, y tan atento, y tan maduro y ¡tan divertido! ¡Es tan perfecto! Tócame la frente, Jiminnie, creo que el amor me está poniendo enfermo.
-¡Ah! ¿Por qué eres tan dramático! -el pelirrojo se rió, totalmente sonrojado-. No quiero detalles sucios.
-Te los daré igual: ¡le hice una felación!
-Oh por Dios... -Jimin agachó la cabeza y se agarró el puente de la nariz con dos dedos.
-¡Hasta sabe bien!
-¡Tae! ¡Basta!
-¿¡Qué!? ¡Pero si es cierto! -Taehyung se reía a carcajadas con tanta fuerza que estaba poniéndose todo rojo. Su amigo también se reía-. Aish, es tan tierno. ¡Tan tierno! Sus... expresiónes, yo... ¡Nadie se había comportado conmigo así antes! Digo, él quiso hacerlo primero pero yo no le dejé, yo lo hice. Y luego me abrazó, y dormimos y... ¡fue tan especial, Jiminnie! ¡Él es tan especial! Dios mío, estoy enamorado. ¡Estoy enamorado! -el muchacho terminó mordiéndose los labios, porque sentía que iba a volver a reírse histéricamente. Miró fijamente a su amigo, que lo miraba maravillado, y ladeó la cabeza-. ¿Estás enamorado de Yoongi, Jimin?
-No lo sé... -Jimin se tapó las mejillas con las manos, pensativo-. Espero que no.
-¿Por qué?
-Porque... -el pelirrojo cerró los ojos, suspirando-. Sabes bien por qué.
-¿Justo cuando llegas a besarlo y tener una noche importante con él es cuando te rindes? ¿Me estás jodiendo? Ahhh, jincha. ¿No me habías dicho que él dijo que no era gay! ¡Es obvio que iba a ser difícil! Pero, ¡mira eso! ¡¡¡Ya hasta te ha masturbado!!!
-Pero estábamos... -se cortó antes de decir una estupidez. Sacudió la cabeza-. No estábamos del todo... O sea, no sé. Puede cambiar de opinión. Así es él: medio bipolar.
-¿Tanto como Jin hyung y Namjoon?
Jimin sonrió.
-Tenemos que agradacerle -murmuró.
-¿Por qué?
-Porque de alguna manera es como si... No sé, como si todo hubiera comenzado con ellos.
Taehyung se quedó un segundo pensativo y finalmente asintió lento con la cabeza, dándole la razón.
Sin embargo, Jimin no se pudo concentrar en toda la lección. No era capaz de pensar en otra cosa más que en Yoongi, en sus manos, en sus labios, en sus besos. No podía parar de pensar en el hecho de que le gustaba mucho, muchísimo, y Dios quiera que no estuviera enamorado porque aquello no era nada conveniente para él. Había estado... enamorado, varias veces. No tantas, las suficientes como para llegar a creer que el amor no estaba hecho para él. La peor, sin lugar a dudas, había sido la última: Jungkook. Ese muchacho, tan... lindo. Era como un demonio, a decir verdad: hermoso y malvado. Tan lindo que era capaz de seducirte para luego clavarte un cuchillo en medio del pecho, y tú jamás serías capaz de hacer otra cosa más que aceptarlo en silencio y entre lágrimas, mudo de amor. Él le... le había roto el corazón al punto de creer que jamás volvería a enamorarse de nuevo, de nadie, y justo cuando estaba al borde de convertirse en una piedra... Apareció un ángel. Un príncipe. Un hada. Apareció Yoongi, en su peor estado en esa fiesta aquel día. De alguna manera, se veía aún más terrorífico que Jungkook, pero por muchas otras razónes. Él no era un demonio, sino que los demonios lo estaban consumiendo a él. Él no era hermoso; era divino y triste. Triste. Así era Yoongi: triste. Triste y solitario, como la última hoja de cerezo cayendo sobre el pavimento luego de una tormenta en otoño. Pero... ¿qué pasaba cuando el otoño se iba? ¿Qué pasaba cuando llegaba el invierno y , luego, la primavera? El cerezo volvía a florecer, pero... ¿Qué sucedía con el pétalo del suelo? A lo mejor... A lo mejor no había caído al suelo. A lo mejor había caído justo sobre la palma de algún muchacho que pasaba por allí, como una promesa de amor.
Era invierno. Era invierno, la peor época para las flores, y a Jimin el viento que se colaba por la ventana le estaba calando los huesos. Se giró para cerrarla, furioso, y cuando sus dedos rodearon el cristal se quedó como una estatua.
No podía ser cierto. Estaba soñando. Era un sueño, ¡un sueño!
Del otro lado, un muchacho. Un muchacho parado a varios metros de su ventana, en la puerta de entrada al campus, entre un mar de nieve y con su cabello verde menta flameando al viento. Sus ropas eran elegantes, negras, limpias. Su expresión era un poco... deshorientada. Lo miraba directamente a los ojos, como si no estuviera seguro de qué estaba viendo en realidad. Sus labios eran una fina línea recta de seriedad, pero sus ojos... Sus pequeños ojos gatunos estaban más abiertos de lo que acostumbraban. Estaba ahí, simplemente. Quieto. Sin moverse. Justo como Jimin.
Sin embargo, éste último logró recomponer la compostura y levantar tímidamente una mano.
Yoongi asintió con la cabeza a modo de respuesta.
A Jimin se le llenó el pecho de aire, de mariposas, de amor, de... De muchas cosas, en realidad. De duda también, ¿qué hacía en su universidad? ¿Cómo lo había encontrado? ¿¡Cómo!?
-Un rato antes-
-En realidad vine a traerte ésto -dijo Yoongi.
Hoseok lo miró con curiosidad desde el suelo. Se levantó y vió como él sacaba el paquete de un bolsillo interno de su chaqueta. Se lo tendió y el otro lo miró con curiosidad, sin tomarlo.
-¿Qué es? -preguntó.
-Tómalo.
No falto más: Hoseok tomó el paquete y lo abrió. Inmediatamente apartó la mirada del mismo.
-¿De dónde sacaste ésto?
-Es lo que te debía -Yoongi se puso en pie y se encogió de hombros.
-Pero tú no tenías el dinero, ¿acaso...? ¿Acaso te lo ha dado el tipo?
-No hagas preguntas que no quieres que responda.
Hoseok hizo una mueca, mirándolo con las pupilas temblorosas.
-Hyung...
-Es lo que te debía, y punto.
-Aquí hay más dinero del que me debías, hyung. Tómalo -sacudió la cabeza, tendiendo al paquete hacia él-. No puedo aceptar ésto.
-Acéptalo y guárdalo para la universidad -una lágrima cayó de los ojos de Hoseok y Yoongi suspiró, sintiendo que toda su dureza se iba a la mierda. Lo atrajo hacia su cuerpo y lo abrazó en un abrazo un tanto... rígido e incómodo. Sin embargo, su dongsaeng pareció feliz por recibirlo, puesto que se apresuró a devolverle el abrazo con fuerza-. Lamento lo que pasó el otro día.
-No me lo recuerdes -Hoseok se soltó y sonrió con ganas, sus mejillas bañadas en lágrimas-. ¿Te quedas aquí?
-En realidad estaba de paso, pero necesito otra cosa de ti.
-Claro. ¿Qué cosa?
-¿Sabes...? -Yoongi tragó saliva, sintiendo que se le formaba un nudo-. ¿Sabes a qué universidad va Taehyung?
El castaño frunció el entrecejo, confundido y divertido al mismo tiempo.
-¿Y para qué quieres saber eso?
-Creo que voy a hacer algo muy estúpido.