Narrador:
"¿Es aquí?" Pregunto aparcando justo delante de la casa.
"Si, aquí viven sus padres." Comento el chico algo asustado.
"Vamos, al menos te quitamos el muerto de encima." Lo miro por el retrovisor después de haber quitado las llaves del coche.
No respondió nada, simplemente se limito a asentir con la cabeza mientras salía por la puerta. Cerro, sin darse cuenta, con un portazo, encabezo la fila dejando atrás a los policías.
"Este chico debe haber tenido un poco más de cabeza y decírselo él." Comento la chica colocándose mejor la chaqueta.
"Cállate, como se nota que nunca has dado una noticia así." Makenzi se adelanto dejándola sola.
"Deberías aprender a dejar la boca cerrada si no quieres que te despidan." Sawnson se encogió de hombros. "Aunque a veces exagera, no le hagas mucho caso." Los dos miraban a su compañero que se había colocado a la altura de Dallas justo delante de la puerta.
"Mantente fuerte, tu mejor que nadie sabes cómo se pueden sentir. Nosotros nos encargaremos de decirle el resto, de eso nos encargamos nosotros que por eso tenemos la información." Le escucharon decir mientras lo cogía de los hombros para darle ánimos.
El sonido del timbre sonó y poco después escucharon unos pequeños pasos acercarse. Efectivamente, el pequeño de los Moore abrió la puerta sonriendo al ver a Cameron, pero al ver a los agentes su sonrisa se desvaneció y giro de inmediato la cabeza para llamar a sus padres.
"Buenos días." Hablo Cameron dándole la mano como solía hacer cada vez que venía a visitarlos.
"Buenos días, pasad." Comento buscando una explicación en la mirada del moreno. "Enseguida bajan mis padres, ¿quieren algo de beber?" Negaron con la cabeza al mismo tiempo. "Cam..." El también negó con la cabeza dedicándole una sonrisa algo fingida. "Enseguida bajan mis padres." Lo vieron desaparecer por las escaleras.
"¿Estás bien?" Pregunto la chica.
"¿Qué clase de pregunta es esa?" Escupió sin mirarla.
La chica se tenso en su asiento y enseguida miro a su jefe que negaba con la cabeza. Había entrado al cuerpo de policías hace poco de ahí su poca experiencia pero, tampoco era para tanto, ¿o sí?
Los agentes se levantaron al escuchar los pasos que indicaban que alguien bajaba las escaleras.
"Buenas." Cameron miro hacia las escaleras y vio como Kilian se quedaba sentado en la última de ellas. "¿Ha pasado algo?" Pregunto el que supieron enseguida que era el padre de la chica. "Cameron."Sintió como sus ojos se aguaban otra vez.
"¿Le ha pasado algo a mi hija Cameron?"
Se levanto y miro hacia las escaleras, sintió la mirada de Kilian clavada sobre sus ojos mientras fruncía el ceño. No quería hacer sufrir a una familia que ya había pasado por muchas cosas y a que apenas se estaba recuperando.
"Siéntense por favor." Hablo uno de los agentes al ver que el moreno no lo hacía.
"¡Cameron!" La mujer alzo la voz sin hacerle caso al agente.
"Siéntate." La cogió su marido por el brazo. "Kilian a tu habitación."
"Pero..."
"¡Ahora Kilian!"
El padre no hablo hasta que escucho la puerta cerrarse.
"¿Dónde está mi hija Cameron? Te recuerdo que prometiste cuidarla."
"Déjenos explicarle, por favor."
Empezaron a explicarle todo, desde cuando empezó la investigación hace años hasta que encontraron el paradero de _____ y la buscaron para hablar con ella.
"¿Por qué estuvieron años investigando a alguien que no conoce el crimen como tal?" Pregunto su padre. A pesar de todo lo que esta conversación podía llevar consigo, se mostraba sereno y aparentaba tranquilidad en cada palabra que pronunciaba.
"A ese punto queremos llegar." Señalo un sobre, Cameron se dio cuenta de que era el mismo que les había enseñado a ellos aquel día en la comisaria. "Cójanlo por favor." Se los extendió. "Ahí se encuentran las fotos de todas las personas que investigamos, algunas de ellas fallecidas, otras que se encuentran en la cárcel y los restantes aún siguen libres." Comento mientras los padres de _____ miraban las fotos de una en una. "Antes..."
La madre soltó un grito que se quedo colgando en el iré. Se levanto de un salto y miro a mal a todos aquellos que tenían delante y volvió a preguntar.
"¿Dónde está _____ Cameron?" Su voz temblaba, tenía miedo de lo que podía ocasionar la respuesta a su pregunta. "¡Respóndeme!"
Entonces saco el coraje que necesitaba y empezó a contar todo desde el principio.
"Recibía mensajes cada cierto tiempo..." Su relato era escuchado con bastante interés por parte de los presentes, en especial sus suegros. "Prometí cuidarla, lo sé, pero todo paso tan rápido. Aquel día..." Era algo que necesitaba contar, necesitaba decirlo y quitarse ese peso de encima. Pero en aquel momento su mente se quedo en blanco, la vista se nublo y empezó a llorar. "Si hubiera hecho algo, si no la hubiera dejado ir, ella simplemente..."
"Simplemente, ¿qué?"
"Se la llevaron, no se quienes y mucho menos como. Solo sé que la quiero de vuelta, la necesito conmigo."
Los chillidos empezaron, el cabeza de familia se levanto y lo agarro por el cuello. Fue entonces cuando se dio cuenta de que a partir de ahora nada iba a ir bien. Se había ganado el odio de todos en la sala, estaba seguro de eso.
"Por favor." Los separo un policía después de que el señor Moore propinara un par de goles en la cara de Cameron. "Así no vamos a solucionar nada."
"Confiaba en ti Cameron." Ni siquiera fue capaz de levantar la vista para mirar a su suegra. "Sigo haciéndolo, pero no de la misma forma." Se acerco a él. "Sé que la quieres, que darías tu vida por ella."
"La hubiera..."
"¡Cállate! ¡Han secuestrado a nuestra hija!" Su mujer le cayó antes de que hablara. "¡Se que el chico no tiene nada que ver! Tu mismo has visto como la mira, como la protege..." Cameron estaba atónito.
"Por favor, queremos seguir con esto." Comento la agente. "Si son tan amables." Les señalo el sofá.
Las fotos cada vez estaban más esparcidas... No habían llegado a la de Joshua, no quería ver a la señora Moore sufrir más. La miro de reojo y vio que sus ojos contenían miles de lágrimas que amenazaban con salir en cualquier momento, era fuerte, incluso más de lo que era su hija. Las dos siempre se mantenían con semblante firme ante situaciones de seriedad, sabían cómo comportarse en cada momento.
***
"¿No vais a comer nada?" Pregunto Alan.
"¿No vas a morirte?" Contesto _____ mirando fijamente las llaves de las mesa.
"¿He dicho ya que me encantas? Estoy pensando seriamente si devolverte o no a Cameron." Comento mordiéndose el labio mientras levantaba las cejas. "Tu amiga, ¿habla?"
"Para desgracia tuya, sí." Contesto Carlota mirándolo mal.
"Querida he de decirte, que pronto saldrás de aquí." Esta subió la mirada para mirarlo. "No pienso responderá ninguna de tu entrevistas."
"No lo escuches, solo quiere hacerte ilusiones."
"No son ilusiones, es verdad, preguntad a cualquiera que pase por aquí." Río. "Espera, pero si nadie sabe donde estamos, que tonto soy."
A decir verdad la dos se habían hecho ilusiones de que alguna pudiera salir y decir donde se encontraban y acabar con esto de alguna manera.
Se escucharon unos pasos y Alan se levanto enseguida de su asiento dejando entrar a un hombre de traje.
"¿Cuánto?" Ninguno entendía nada.
"Perdón..." Pregunto Alan algo desconcertado.
"¿Cuánto queréis por ellas?"
La piel se les erizo y acto seguido sus ojos se empañaron.
"Me gustaría también probarlas, que los clientes las vieran."
"Lo siento, pero, ¿quién es usted?"
"Perdón, señor, mi amigo no está enterado de esto." Llego otro de los chicos que ya se habían acostumbrado ver. "Sígame por favor, hablaremos esto en privado."
Estuvieron alrededor de media hora hablando, no se escuchaba nada. _____ se percato de que se habían ido a un lugar apartado porque no se escuchaba nada en absoluto. Cuando volvieron a escuchar aquel hombre habían pasado más de una hora.
"¿En qué mierda piensas?" Escucharon un grito.
"Nadie se tiene que enterar, tú mismo las has visto. Iríamos a medias con el dinero."
"Ni loco, ¿y si se enteran los demás?"
"No se van a enterar, ¿verdad?" Vieron como saco una pistola. "Sería una pena que uno de nosotros se suicide sin motivo alguno." La puso en su frente e hizo un amago de apretar el gatillo. "Pum. Y estarías muerto en menos de un segundo." Río. "Era una broma, somos amigos verdad, hasta la muerte." Le extendió el puño, pero no recibió respuesta.
"Vete, es mi turno." Comento Alan.
"Adiós preciosas." Les guiño un ojo al salir por la puerta.
Se quedo en silencio, con la mirada perdida. ¿Realmente su amigo estaba pensando en venderlas como cualquier cosa? Si hay algo que odia, es esas mierdas. Si es verdad que él las trataba mal, pero nada más allá. Tenía que contarles esto a alguien, pero si lo hacía iba a morir y no en manos de policías precisamente.
"Vosotras." Las miro. "Vosotras me ayudareis a decirlo, bueno, lo diréis vosotras."
"No diremos nada." Hablo _____.
"Mira, esta vez dejaremos a tu amiga de lado, me ayudaras tú." Camino hacia ella. "Levántate." Se metió las llaves en el bolsillo. "Oh vamos, no querrás morir por esta estupidez, si no quieres acabar en un puticlub de lujo con tu amiga levanta el culo."
Se levanto con ayuda.
"Nos vemos luego pequeña." Sonrío colocándose detrás de Moore. "Camina." Grito serio antes de que ella empezara a moverse.
"¡No le hagas daño!" Grito con fuerzas su amiga.
"No, hoy no es mi día, no estoy para trotes." Río saliendo de ahí. "Quieta." Le susurro mirando a todos lados. "Ves el coche, pues vamos a ir lentamente, no quiero movimientos bruscos, cualquier seña te disparare al pie y me encargare de que no puedas caminar por años, ¿te recuerda eso a alguien?"
"No le hagáis nada a mi familia por favor." Sus ojos se cristalizaron al recordarlos.
"Eso está en tus manos." Le apunto con la pistola en la cabeza. "Ahora se buena chica, y camina hasta el coche." Caminaron despacio hasta llegar. "Abre la puerta." Pero _____ le señalo con los ojos las cuerdas de las manos. "Bien, me has convencido. ¿Prometes no portarte mal?" Asintió con la cabeza. "No te oigo."
"Sí."
"Bien." Saco una navaja del bolsillo trasero y le corto las cuerdas rápido. "Abre la puerta." Vio como la abría poco a poco. "Ráp..."
Le había lanzado una patada en los huevos antes de salir corriendo.
"Maldita cría, verás cuanto te coja." Se levanto como pudo y corrió tras ella.
Las hojas hacían demasiado ruido al pisarlas, corrió lo más rápido que pudo. Nunca le había gustado el atletismo, pero ahora se arrepentía de haber rechazado aquellas clases que le ofrecían en la escuela.
"De mi no se esconde nadie." Escucho que gritaban.
Miro hacia atrás sin apenas aliento y lo vio corriendo detrás de ella. Se metió entre unos árboles bastantes frondosos, ahí sería mucho más difícil que la encontrara. Se escondió detrás de un tronco, se agacho y se encogió como una niña pequeña a la que acababan de castigar. Rogo que no la encontrara.
Se tapo la boca en cuanto lo escucho llegar.
"Vamos, sabes que acabare encontrándote. Es mejor que salga si no quieres que sea otro el que te castigue por tu mal comportamiento." Las amenazas ya no funcionaban si era contra ella. "O que sea otro el que reciba el castigo. Tu madre sufrirá tanto al ver como otro hijo se muere después de haber vuelto a caminar. ¿No crees _____?" Trago saliva antes de salir de su escondite. "Bien, ahora ven." Camino hasta él.
"No le hagas nada a mi hermano, por favor." Sollozó.
"Guárdate esas lagrimas de cocodrilo."
"Si, será lo mejor." ¡Pum! Otra patada y otra vez a echarse a correr.
"Hija de puta." No pudo evitar reírse ante aquella situación, nunca había conocido a nadie tan imbécil.
Siguió corriendo tan rápido que sin darse cuenta se encontraba al borde de un pequeño barranco.
"Un callejón sin salida he." Río apuntándola con la pistola. Se acerco poco a poco y cuando la tuvo delante la cogió de la mano para traerla hacía él, pero no quiso y empezó a forcejear. "Deja de hacer estupideces, te vas a caer." La agarro mucho más fuerte pero esta logro soltarse y se desequilibro.
Su respiración era más rápida que antes, ya no reía, tenía miedo, mucho.
¡Pum!
"No, no, no, no, no..." Se acerco despacio para mirar hacia abajo. "Mierda." Se llevo las manos a la cabeza al verla tirada sobre la hierba ahora roja. "Me van a matar."
Salió corriendo sin mirar atrás.
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Siento no haber actualizado mucho antes, pero no he encontrado un rato libre. Los exámenes, tareas y demás me tienen algo saturada. Espero que me entiendan.
Nos estamos leyendo xoxo