Capitulo 16
Impaciente
Después de pasar varias horas a la intemperie pensando en Elizabeth decidí regresar a casa con el corazón un tanto roto, estaba claro que mi castaña no querría volver a saber de mí. Eso estaba más que claro. Llegué a casa y pude ver que las luces de la sala estaban encendidas, ya era algo tarde seguramente Mike estaba descansando o trabajando.
—Llegué—dije al momento de cerrar la puerta y voltear a todos lados buscándolo—
—Me alegra saberlo, ¿como te fue? —voltee a ver a Mike quien sostenía una taza con café caliente—¿Y eso? —señaló el estuche morado de la cámara—¿ya cambiaste tus gustos por algo más femenino? —dijo entre risas—
—Todo se fue al demonio—comenté mientras me quitaba la chaquetilla y lanzaba las llaves a la mesa principal—Ah, esto—dije al apresar el estuche casi atesorándolo—es la cámara de mi castaña que, por cierto, se llama Elizabeth.
—¿Qué quieres decir con eso? ¿cómo es que tienes tu su cámara? ¿pasó algo?
—Pasó lo que tenía que pasar, y seguramente en estos momentos ha de estar odiándome o algo por lo parecido, es una larga historia.
—Pero ¿qué pasó? Ven vamos a la sala —seguí sus pasos y me senté en el sofá completamente derrotado dejando de lado el estuche—Ahora sí, cuéntame cómo estuvieron las cosas, ¿te dijo algo?
—Me dijo lo suficiente para saber que ni el polvo le volveré a ver—Al ver que Mike no decía palabra, seguí hablando—Supongo que estaba demasiado entusiasmado con la fotografía y pensé más en arriesgarme que en darle una explicación de porqué la expondría ante la clase.
—Ajá—comentó mientras encendía el reproductor de música—
—Se molestó, quedó en shock.
—De esperarse, lamento decir te lo dije, pero; te lo dije, y no solamente yo, también Alex te advirtió.
—Lo sé. Y la verdad es que no me importaba arriesgarme, y no me arrepiento, pero tampoco pensé que reaccionaria así.
—El problema es que nosotros los hombres vemos las cosas de una manera muy simple, ellas ven más allá, ven cinco pasos más allá que nosotros, eso ya deberías de saberlo, tenemos a tu madre como ejemplo.
—Demonios, si.
—¿Qué más pasó?
—Lo peor, bien como ya sabrás no tenía la más mínima idea de su nombre, Liam el mismo día que la vimos me dijo que estaba casi seguro de su identidad y algunas cosas sobre ella, pero no estaba seguro de ello, me advirtieron algunas cosas sobre su pasado, pero aun no estoy seguro de que se trate de esa misma chica y no quiero hacer nada o darlo por hecho hasta tener una prueba concreta; bien sabes que no me gusta hablar hasta no estar seguro de algo.
—Igual que yo—comentó—
—Entonces... después de que entró en shock al ver su fotografía estaba frente a la toma observándola y yo la observaba a ella, buscando la manera de acercarme y decirle algo. Antes de que se fuera del aula le pregunté por su nombre y en efecto—me interrumpió—
—Se llama Elizabeth—terminó—
—Sí.
—¿Y todo esto que tiene de malo? ¿o porque te tiene con los ánimos por el piso?
—Su expresión y la forma que actuó frente a esto me tiene así, está molesta y sé que ya no querrá saber más de mí; además... no me debería de importar, pero me dijeron que tuviera cuidado con su novio o ex novio, lo que sea.
—Demonios, eso sí que cambia mucho las cosas.
—Ajá—dije al sostener el estuche entre mis manos—esto es lo que me quedó de ella.
—¿Pasó algo más?
—Después de que palideció y casi se desmaya frente a mí, se fue dejándome ahí frente a la fotografía, no podía dejarla ir, así que fui tras de ella, joder, Mike ni siquiera volteo a verme, realmente me sentí patético en ese momento, lo arruiné y no hay más.
Sin decir ni una sola palabra dio un sorbo a su café.
—Bien, creo que necesito algo más fuerte que el café.
—Necesitamos.
—Tú olvídate, entonces... fuiste detrás de ella, no volteo a verte y ¿que más?
—Me siento como en sesión con Bowell.
—A diferencia que yo no te cobraré y tengo pizza.
—¿Russo's?
—Pizza Hut.
—Lo que importa es que es pizza.
—¿Y entonces?
—Le grité antes de que ya no pudiera alcanzarla pues prácticamente huyó de mí, se alejó cual, si yo tuviera alguna enfermedad contagiosa, no volteo a verme eso me hizo sentir realmente mal, me hizo una sola pregunta después de que le dije que le daría una explicación, y que después de eso si quería podía marcharse, con ánimos de que no huyera de mí, no sé qué rayos le diría, pero no quería que se fuera.
—¿Qué te preguntó? —dijo al dar otro sorbo—
—La cito: "¿Porque yo?" —dije ya dándome por vencido—
—Definitivamente necesito algo más fuerte que este café. Menos de 7 horas de que no te veo y pones tu mundo de cabeza.
—No lo puse, me lo pusieron de cabeza.
—¿Le explicaste?
—No, no pude.
—¿Porque?
—No es tiempo, ahora si me tomaría por un loco si no le explico de la manera más razonable.
—Entiendo—comentó analizando todo lo dicho—
—Después de que no pude decirle alguna explicación clara me pidió algo.
—¿Qué cosa?
—Mi nombre—dije—y ese por supuesto que se lo dije. Al menos tenía que darle eso.
—¿Por todo esto llegas hasta esta hora?
—Si. No quería estar aquí y como tenía el auto aproveché para aclarar mi mente, aunque terminé peor.
—No seré psicólogo, no sabré sobre mentes, pero soy tu padre y te diré lo siguiente: Hijo, los hombres somos seres que no comprenden y jamás comprenderemos por completo a las mujeres, probablemente estaba asustada, sorprendida, preocupada y un sin fin de sentimientos más, dale tiempo y espacio para que todo se acomode. Te conozco desde siempre y sé que no te darás por vencido tan pronto, y sobre su pasado... sea quien sea y lo que haya pasado, es pasado.
—Gracias, Mike, lo tomaré en cuenta.
—Puede que no sepa del todo sobre relaciones porque mírame, casi un divorcio—dijo tomándole un poco de gracia a la situación—pero sé que todos necesitamos un respiro y tal vez ese estuche sea una llave que abra una puerta nueva a una oportunidad, quien quita y despeje su mente para ver la fotografía como todo un gesto amable y no algo perturbador.
—Probablemente—agregué mientras me ponía de pie para caminar hacia mi habitación, necesitaba cambiarme—algún día espero tener la oportunidad de decir que esa fotografía me mantuvo conectado a su recuerdo todo este tiempo.
—Y el chico enamorado del año es...—agregó—cámbiate rápido, muero de hambre.
—Cuanta gracia, Mike—dije mientras subía las escaleras—y el payaso del año es nada más y nada menos que Mike, el padre del año.
—Por supuesto que lo soy, además, tengo la suficiente gracia para hacerte pensar en tus verdaderos sentimientos.
Tomé una larga ducha para despejar mi mente y evitar una fuerte gripe pues estuve expuesto al frio y la lluvia ligera por un largo rato. Pensar en Elizabeth tenía mi mundo de cabeza y no sabía qué hacer. A la mañana siguiente un mensaje de Alex me despertó de un profundo sueño donde nuevamente ella estuvo presente, no podía creer que aun estuviera haciendo tanto efecto en mí.
La tarde pasó bastante rápido, terminé algunas tareas pendientes del instituto, le pateé el trasero a unos cuantos jugadores y practiqué un poco con la guitarra pues no podía quedarme atrás. La tardé cayó rápido y no podía dejar que mi hermosa castaña me tuviera así todo el tiempo, pues en realidad y después de pensarlo mucho me di cuenta que ella no tuvo nada de culpa y estaba dándome por vencido demasiado rápido.
Me preparé para salir con los chicos, busqué en mi closet un cambio de ropa, entré a la ducha y me preparé pues estaba dispuesto a patearle el trasero a Alex esta noche con la apuesta de resistencia. Tenía que dar todo de mi pues no estaba dispuesto a perder.
Llegamos a la fiesta y el lugar ya estaba a reventar, necesitaba beber algo en calidad de urgente para despejar un poco mi mente, de alguna manera buscaba a mi hermosa castaña por todos lados, aunque sabía que tal vez no la vería esa noche. Sin contar las cervezas tome un tras de otra mientras organizaba el reto de resistencia entre Alex y yo. Nos estábamos jugando el orgullo.
Preparamos la mesa y Alex se deshizo de los vasos que estaban en esta de un golpe, reunimos a los chicos para que dijeran las reglas y que el que resultase ganador lo hiciera limpiamente. Me quité la chaqueta y calenté un poco. Estaba más que listo.
—¿Preparado para perder? —dijo Alex al momento de quitarse la playera—No tendré piedad.
—No la tengas, estoy más que listo—le dije—¿cuáles son las reglas?
—Bien, bien. Las reglas son las siguientes—comentó Liam— Nada de crear distracciones, cero tirones en el brazo, nada de ejercer más peso del que es y... joder, que al perdedor Dios lo tenga en su santa gloria.
—¿Qué hará el que pierda? —preguntó Alex —Has que valga la pena.
—Déjame pensar, tiene que ser algo realmente vergonzoso, ambos se lo buscaron, queremos que sea algo que los mate socialmente, pero no del todo—agregó— Derek, recuérdame cuando es la muestra de deportes en el instituto.
—Si mi mente no me engaña, es el miércoles—comentó—No estarás pensando...
—Sí, justamente eso estoy pensando.
—Demonios—contestó aquel al llevarse una mano a la cabeza—suerte para ambos, está más que claro que la necesitarán.
—¿Qué? ¿Qué estás pensando? —dijo algo preocupado Alex—
—No te podemos decir hasta no saber quién es el perdedor. Ambos aceptaron esto así que no pueden quejarse de las consciencias, comencemos que se nos hace tarde, Thi ¿listo? —preguntó al voltear a verme—
—Sí—agregue al voltear a ver a Alex y posicionarme frente a la mesa con el brazo extendido esperando recibirlo—
—¿Alex? —volteo a verlo esperando su respuesta—
—¡Demonios, si! —se besó ambos brazos, los presentes le aplaudieron, se posiciono y tomo mi mano fuertemente para comenzar—pide como deseo toda la suerte de este jodido mundo, Thi —comentó solo para nosotros—la vas a necesitar
—Tengo a Elizabeth, no puedo pedir nada más—le dije—suerte para ti, tu si la vas a necesitar.
—Bien, el limite son dos de tres oportunidades de resistencia, el perdedor... más vale que se prepare para dar un buen espectáculo en el instituto y... que la fuerza los acompañe.
Ambos nos volteamos a ver y no dijimos nada.
—¡Comiencen! —gritó una chica del público y puse toda mi fuerza en el momento—
Las cosas comenzaron bastante parejas, Alex puso toda la resistencia del mundo y todos a nuestro alrededor estaban gritando apoyándonos, volteé a verlo y me di cuenta que la cosa era bastante seria pues su gesto era retador. Puse más presión de la que tenía y después de varios segundos bajé la mano de Alex, mi contrincante parpadeo varias veces pues estaba sin creerlo, gané la primera ronda y todos comenzaron a gritar. Los chicos estallaron en gritos y me movían de un lado a otro. Mientras yo me burlaba en la cara de Alex.
—¡Tranquilos gente! Esto no ha terminado—gritó Liam— apenas llevamos uno de tres, las cosas pueden cambiar en cualquier segundo— Sin decir nada Alex regresó a su posición y sujeto mi mano—
—Solo fue suerte—declaró—
—Mi castaña surte efecto inmediato—dije entre risas—suerte hermano.
—¡Comiencen! —gritó nuevamente la chica y puse nuevamente toda mi fuerza en el juego—
Trataba de mover la mano de Alex pero esta se mantenía firme en todo momento, los presentes mantenían el silencio y las gotas de sudor comenzaron a correr por mi frente. Un movimiento en falso y Alex de un golpe bajó mi mano hasta que mis nudillos de un fuerte golpe tocaron la mesa. Joder.
Los presentes nuevamente explotaron en gritos y junto con Alex todos se volvieron locos mientras este comenzaba a gritar y dar saltos como loco.
—¡En tu maldita cara! —me gritó—
—Solo fue suerte, ¿recuerdas? —le dije regresándole sus palabras—
—Hasta que por fin hacen que esto valga la pena—dijo Derek entre risas—Muy bien gente, la próxima decide cuál de los dos pierde la dignidad en el instituto, tómense de las manos—nos indicó— terminemos con esto de una vez.
Nos tomamos nuevamente de las manos y ambos nos deseamos suerte, Alex no podía con la felicidad que recorría su cuerpo y yo solo pensaba en algo: Ganar.
—¡Comiencen! —gritó nuevamente y las cosas se pusieron bastante serias en ese momento—
No podía perder. Di todo de mi para vencer a uno de mis mejores amigos y aquel no se daba por vencido ni soltaba su fuerte agarre en ni un momento. Las gotas de sudor corrían por nuestros brazos y frente. Era tiempo para dar mi mayor esfuerzo y derrotarlo una vez más. Puse más presión, me esforcé a lo máximo y poco a poco vi descendiendo el brazo de Alex mientras todos a nuestro alrededor gritaban, voltee a verlo para hacerle saber que le patearía el trasero y de un momento a otro, golpee su mano contra la mesa. Lo había derrotado.
Todos estallaron en gritos y los chicos se acercaron a mí para felicitarme. Me agitaron el cabello y yo comencé a gritar triunfando por mi victoria.
—¡Te lo dije! —le grité a Alex—¡Te patee el trasero!
Alex tomó su camisa del piso y aceptó su derrota mientras iba para sujetarlo y hacerle saber quién era el ganador.
—Espero la revancha Thomas, esto no se quedará así—declaró—Acepto que esta vez fuiste mejor.
—Pensé que harías una rabieta de princesa enojada—le dije—
—En tus malditos sueños, Liam ya mátame de una jodida vez, dime que es lo que tengo que hacer.
Los presentes guardaros silencio esperando el veredicto
—Te pateo olímpicamente el trasero, ¿estas listo para escuchar tu sentencia? —pregunto Liam—
—Joder, si. Ya dilo
—El miércoles en el Instituto habrá la muestra de deportes con dos institutos invitados, harás el desfile del alumno del año.
—¿Es el paseo que hizo el año pasado aquel alumno de primer grado? —preguntó una chica del publico—¡Pero eso es sin ni una sola prenda, estará completamente desnudo!
—Ese mismo—dijo Liam—
—¿Pero que mierda? Joder, Liam estás loco ni pienses que lo haré—Alex volteo a verme esperando apoyo—
—¿Algo más que pueda hacer? —pregunté intentando salvarlo—
—Reglas son reglas y, además, es tradición.
—Lo siento hermano, estás jodido—declaré—
Alex lo pensó después de unos segundos y contestó.
—Bien, lo haré. ¿Al menos puedo llevar una sola prenda?
—Una corbata tal vez—dije entre risas—
—Vete a la mierda, Thi—lo dijo y yo estallé de tanto reír—
—¿Entonces? —preguntó Liam—
—No perderé mi honor de macho alfa por el simple hecho de no cumplir a lo acordado. Así que hecho. Lo haré.
—¡Así se habla!
Después de haber acordado lo que haría Alex por haber perdido la apuesta de resistencia seguimos bebiendo y charlando, las horas se fueron volando, así como el domingo y sus 24 horas restantes. Todo lo que quería hacer era curar la maldita resaca y volver a ver a Elizabeth, pues la espera me estaba torturando. Algo haría para no alejarla más de lo que ya lo había hecho, pero no sabía exactamente qué.
La mañana del lunes pasó bastante rápido, nos encargamos de recordarle a Alex lo que tenía que hacer para cumplir con la apuesta. Pues los preparativos para el evento ya se estaban llevando a cabo.
Llegué al curso lo más rápido que pude pues tuve que ir a dejar a Mike a su oficina y regresar con el estuche sano y salvo para regresarlo a manos de mi hermosa castaña, que por fortuna, cuando entré al aula estaba recostada en su mesa. Joder, por un momento pensé que no la volvería a ver. Aclaré mi voz y me acerqué a ella esperando al menos una reacción positiva.
—¿Sabías que está comprobado científicamente que si olvidas tu cámara es como si olvidaras una parte de ti? —le pregunté para que me prestara atención, solo quería ver su rostro—
Levantó la cabeza rápidamente y se le coló un pequeño mechón de su cabello castaño hacia el frente y algo dentro de mí se agitó. Sin que me dijera una sola palabra y teniendo sus ojos en mi continúe hablando.
—Antes de huir ante cada situación, deberías de revisas que lleves todos tus instrumentos—dije serio—Y no es que me queje, de hecho, fue un placer tener tu estuche todo el fin de semana, fue algo emocionante.
—¿Con emocionante te refieres a cuidar una vieja cámara en un estuche muy femenino? —comentó al señalarlo—
—Así es—dije al ponerlo en su mesa—no hay nada más emocionante que el hecho de llegar a casa cargando un estuche morado; fue bastante extraño para papá.
—De seguro te regaló una mirada extraña.
—Te aseguro que sí—dije al meterme las manos a los bolsillos—pero no importa. De hecho, es como la madre de las cámaras antiguas, una Nikon FM2 tiene todo mi respeto.
—Se ve que sabes de cámaras—agregó al acercar el estuche—
—No es mi fuerte, pero me defiendo. Ah, por cierto, es una buena chica, se ha portado muy bien estos días—en ese momento sonrió y no pude evitar contagiarme de su alegría—Una perfecta sonrisa, por cierto, no me he presentado formalmente—dije al sacar mi mano del bolsillo y extenderla para saludarla—Mi nombre es Allison Thomas, pero la mayoría me dice Thi.
Desvió su mirada por unos segundos y no entendí porque.
—Mi nombre es Elizabeth Collins—dijo al sujetar mi mano y mirarme fugazmente—Y bueno, mi familia y amigas me dicen Liz.
—Un placer, Lizzy—dije al apresar su mano un poco más fuerte—
—Prefiero Liz.
—Entonces Liz, será. ¿O sabes? Podría buscar otro buen sobrenombre—comenté—
—¿Quieres decir que Liz no es bueno? —preguntó retándome—
—Quiero decir que me gustaría ser diferente.
—Aún me debes un par de explicaciones—dijo antes de desviar su vista nuevamente mientras yo intentaba descifrar todo a través de su mirada—
Antes de poder contestarle la asesora entró y separamos nuestras manos dejando su cálida ausencia en mi piel. Busqué un lugar junto a los chicos pues ni siquiera me había dado cuenta de que ya habían llegado y no dije ni una sola palabra. Aún estaba completamente emocionado ante la idea de que Elizabeth no me había mandado al demonio. Durantetoda la sesión no pude dejar de prestarle atención a ella y mis apuntes,realmente quería seguir hablando con ella de cualquier cosa que se me ocurrieraen ese momento, pero al momento de que la clase terminó mi castaña se marchósin decir ni una sola palabra.
¿Realmente le soy tan poco soportable?
¡Holaaaaaaaaaa! ¡Actualización No tan sorpresa y muy tempranito!
¿Cómo han estado los lectores más guapos y hermosos del mundo? Muchisimas gracias por ser tan pacientes y estar aqui durante todo este tiempo, les agradezco infinitamente que lean cada uno de estos capitulos y también que le estén dando apoyo a mis demás proyectos, se los agradeceré siempre <3
Un abrazo enorme para ti lector hermoso y sensualon <3
Nos leemos en los comentarios :3