Lifes Crossed

By YaribelMontero

1.1M 64.1K 3.8K

A veces pensamos que la vida es injusta... ¿Y quién soy yo para decir que no? La vida cambia en un abrir y ce... More

Sinopsis.
Capítulo 1.
Capítulo 2.
Capítulo 3.
Capítulo 4.
Capítulo 5.
Capítulo 6.
Capítulo 7.
Capítulo 8.
Capítulo 9.
Capítulo 10.
Capítulo 11.
Capítulo 12.
Capítulo 13.
Capítulo 14.
Capítulo 15.
Capítulo 16.
Capítulo 17.
Capítulo 18.
Capítulo 19.
Capítulo 20.
Capítulo 21.
Capítulo 22.
Capítulo 23.
Capítulo 24.
Capítulo 25.
Capítulo 26.
Capítulo 27.
Capítulo 28.
Capítulo 29.
Capítulo 30.
Capítulo 31.
Capítulo 32.
Capítulo 33.
Capítulo 34.
Capítulo 35.
Capítulo 36.
Capítulo 37.
Capítulo 38.
Capítulo 39.
Capítulo 40.
Capítulo 41.
Capítulo 42.
Capítulo 43.
Capítulo 44.
Capítulo 45.
Capítulo 46.
Capítulo 47.
Capítulo 48.
Aviso.
Capítulo 49.
Capítulo 50.
Capítulo 51.
Capítulo 52. Rompecabezas.
Capítulo 53.
Capítulo 55.
Capítulo 56.
Capítulo 57.
Capítulo 58.
Capítulo 59.
Capítulo 60.
Capítulo 61.
Capítulo 62. Final.
Epílogo.
AGRADECIMIENTO.

Capítulo 54.

11.3K 697 105
By YaribelMontero

Vacía, rota, sin vida. Asi me encontraba yo. Ya no tenía fuerzas para luchar, la vida no estaba a mi favor y por una vez en mi vida puedo decir que perdí la batalla. Ya no tenía oportunidad, todo estaba perdido y acabado. Perdí, ellos habian ganado, pero hice lo que tanto me costo hacer: Salvé la vida de las personas que me importan. Caí yo, pero los levanté a ellos y no me arrepiento de haberlo hecho, si una vez mas debo arriesgarme por ellos, una y mil veces mas lo haré.

Todas mis esperanzas se esfumaron.

Estoy muerta.

Para todos lo estoy. Ya nadie me buscará si lo estaban haciendo, nadie estará preocupado por saber donde estoy. La policia abandonará el caso y yo me quedaré más hundida aún.

Los días iban pasando, las semanas se hacian mas cercanas. Y asi llevaba al cabo de tres meses. Después de esos meses, dejé de llevar la cuenta.

Droga, golpes, visitas desagradables, tortura. Eso era todo lo que vivia en estas cuatros paredes. No sabia si me buscaban, si Natanael aun no me ha olvidado, si Max cuida de Haype. Tenía la cabeza atormentada de preguntas sin respuestas.

Todos estos meses no he dejado de pensar en Haype ¿cómo estará? ¿le habrán hecho daño? ¿llegó a salvo con Max y Natanael? Sabía que nada más les pasaría, ya Harry tiene lo que quería y debe sentirse sastifecho.

Hace dos meses Harry vino más feliz de lo normal, dijo que me tenía una sorpresa que me gustaría. Junto a él entraron más personas, uno era un hombre de algunos 40 años, vestido de medico. Desde que lo vi su cara no me inspiró confianza. El siguiente era otro hombre mas joven también vestido de medico, él como el anterior, no me dio confianza. Y por último había una chica, era más o menos de mi edad, su cabello era como el mío y sus ojos por igual. Tenía un leve parentesco a mi pero no del todo. Se veía asustada y acobardada. Cuando examiné a cada uno en la habitación fue donde comprendí todo.

Harry se acercó a mi, pensé que me golpearía pero no, solo me arrebató el colgante. Todos las noches me quedaba dormida con el en mi puño, era lo único que tenía de él. El colgante que Natanael me había regalado ya no estaba en mi. Se acercó a la chica y se lo colocó en su cuello. Cada vez las ideas eran más clara. Habló algo con los hombres y luego tomó asiento en frente. Un chico entró y con sólo un asentimiento de Harry, la degollaron. Luego lo siguiente que paso fue cuando le dijo: quemen su cuerpo y hagan como les indiqué.

Supe que los médicos eran corruptos. Harry les había pagado una fortuna por ellos hacer el trabajo. También supe que todo eso era para fingir mi muerte. Pagaron a "testigos" para que declaren como sucedió. Le harían creer a todos que esa era yo, los "médicos forenses" indicarán que era mi cuerpo dado a que "examinaron mis dientes"

Y así sucedió. Así fue como morí en vida.

Mi cuerpo era mas delgado. No comía, las veces que me traían la comida la dejaba a una esquina. Eran pocas las veces que podía tragar.

Llevé mis dedos a mi labio inferior, ya la sangre estaba seca pero mi carne seguía doliendo. Hace solo unas horas Harry vino y como siempre desde que estoy aquí: me besó a las fuerza.

Quería fuerzas aunque sea solo por unos minutos, quería poder estar de pies sin problemas y matar a ese hijo de puta. Hizo de mi vida la mayor mierda posible, me quitó todo lo que me quedaba alejándome del mundo. Le hizo creer a todos que estoy muerta cuando en realidad llevo tres malditos meses encerrada en estas cuatro paredes.

Podía sentirme menos débil, hace un día que no me drogan ni golpean como mayormente hacen. Cada maldito día es un infierno más. Quisiera que todo acabara, que ya llegue mi fín, que toda esta mierda acabe, quisiera que de una vez por todas ya no sienta más dolor. Ya me había dado por vencida, escapar no está en mis planes, no hay manera alguna de que lo logre.

Escuché todas las cerraduras abrirse desde fuera y unos pasos preceder.

Era conciente de que mi lucha de nada valdrá, pero si quiero que todo esto acabe debo arriesgarme, provocar que una bala atraviese mi cabeza. Puede que suene estúpido y masoquista, pero cualquiera que se viera en esta situación, con una vida de mierda como la mía, desearía morir y descansar.

Me puse de pies y caminé hasta la puerta. Me coloqué detrás de esta y esperé a que abrieran la puerta. Cuando lo hizo lo entré y cerré la puerta detrás de mi.

—Pero que mierda. —Me miró confundido y luego entorno sus ojos. Caminé hasta llegar a él y lo golpeé en el rostro.

La droga que no me han dado ha servido para que me sienta con más fuerza. Harry cayó al suelo sangrando de su nariz. Me subí sobre él y lo golpeé más veces, su cara parecía un desastre y yo disfrutaba de esto. Mi puño fue por todos lados dejándole marcas. Cuando pudo quitarme de encima suyo me golpeó por igual. Su respiración era irregular y la sangre no paraba de caer de su cuerpo. Me golpeó una vez más tan fuerte que dejé de ver por un momento. Aprovechó y me lanzó un Jab. Caí al suelo sangrando de la nariz y poco a poco sin fuerza. Le di una patada y aproveché que esté quejándose para tomar el tenedor de la bandeja. Me levanté y se lo enterré en su estómago. Soltó un grito de dolor que inundó toda la habitación.

Saqué el tenedor y volví a enterrarlo en su piel. Lo saqué y lo clavé en su hombro.

—¡Fredk! ¡Alguien, necesito ayuda! —Gritó como pudo.

—Cobarde. —Le pegué una patada tirándolo al suelo. Con mis pies descalzos hice presión en su herida. Los gritos de él no cesaban y cada gesto de dolor me hacia sentir mejor.

Iba a volver a enterrarle el tenedor, cuando la puerta fue derribada y varios hombres de Harry entraron en defensa, entre ellos estaba Fredk. Me tomaron apartándome del cuerpo débil de Harry mientras otros lo ayudaban a ponerse de pies. No intenté zafarme de los brazos de ellos, sería en vano, sé que no saldré de esta. Margot, quien se había recuperado hace un mes, entró mirando todo con atención, seguida de ella entró Fiona algo desconcertada, miró a Harry siendo ayudado por sus perros, y luego me miró a mi. Quisiera explicar su mirada pero sentí como un puño chocaba en mi estomago haciéndome gemir de dolor.

—¿Señor? —Dijo un hombre mirando a Harry. Este me miró a mi con una mirada que jamás había visto, se notaba diferente, en sus ojos había más maldad que siempre.

—Ya saben que hacer. —Dijo adolorido pero frío. Sus perros asintieron y me miraron.

—Vamos a divertirnos un rato. —Comentó uno de ellos.

—¿Qué le harán? —Preguntó Fiona sonando seca.

Harry giró su rostro y puso toda su atención en mi, aquella mirada era tan terrorífica, que por un momento mis piernas flaquearon.

—Hacerla sufrir. —Respondió aun sin apartar su mirada. —Llévensela.

Los dos hombres que me tenían sujetada me sacaron de la habitación y me llevaron a otra oscura. Me tiraron al suelo con brusquedad haciéndome chocar con algo de metal. Sus pasos se alejaron dejándome allí sola. Me incorporé tratando de poder ver algo pero era inútil.

Pasaron al rededor de 15 minutos cuando escuché la puerta abrirse y unos pasos entrar. Sin encender alguna luz, unos brazos me tomaron y me pusieron de rodillas, lo siguiente que sentí, fueron unas cadenas en mis muñecas con los brazos abiertos hacia arriba. Estaban tan sujetada que podía sentir mi carne abrirse de a poco.

Los pasos dejaron de escucharse pero podía sentir personas a mi alrededor. De pronto toda la habitación se iluminó, tuve que cerrar los ojos por un momento para poder acostumbrarme a ella. Cuando los abrí y mi vista pudo ver mejor, lo entendí todo. Un chico se me acercó y con una navaja quito mi camisa rompiendola. Quedé solo en sostén bajo la mirada de todos en la habitación.

En la habitación no habían ventanas, había un sillón negro a un lado, mis manos estaban atadas con cadenas y como había pensado, están sangrando. A un lado mío estaba unos de los de Harry y en el lado contaría había otro como si estuvieran asegurándose que no escape. En un sillón negro de piel, yacía Harry sentado ya con sus heridas curadas y tapadas, una de sus manos descansaba en su barbilla y su pies izquierdo sobre el otro, su rostro no puede estar más golpeado. Su mirada estaba sobre mi como si fuera una persona diferente.

—¿Sabes lo que les pasa a quién no me obedece? —Habló en la misma posición. —Sufren. —Se señaló. —¿Ves como me dejaste? Sabía que en el momento que te sintieras más fuerte atacarías. Mira mi rostro ¿ves lo que has hecho? Te aseguro que lo te pasará será el triple de dolor de lo que me hiciste tú a mi. —Miró detrás de mi e hizo una seña. Me atreví a mirar sobre mi hombro encontradome con un hombre sonriendo con maldad, en su mano llevaba un látigo, al final de este había algo parecido a espinas afiladas. Junto a él había otro de la misma manera.

Mis sentidos se pusieron en alerta y todo mi cuerpo se tensó. Dije que quería morir, no ser torturada. Con una bala en mi cabeza era suficiente. Empecé a moverme pero solo lograba lastimar más mis muñecas. No quería esto, maldita sea ya he sufrido lo suficiente.

—Háganlo. —Ordenó Harry sin dejar de mirarme y enseguida un gritó atormentado salió de lo más profundo de mi garganta. El látigo había sido azotado en mi espalda. Lo retiraron con fuerza y pude sentir como mi piel se iba con él. El látigo volvió a ser azotado esta vez con más fuerza. Mis gritos inundaron la habitación. Cada vez podía sentir mi piel más maltratada y cortada. Sabía que las heridas eran profundas, no por el dolor, sino, por las espinas del látigo arrancar mi piel con profundidad.

Ya no sabía cuantas veces me habían pegado con el látigo, solo era conciente de que nunca en mi vida había sentido dolor semejante. Mi cuerpo perdió toda la fuerza que le quedaba. De no ser por las cadenas en mis manos estaría tirada en el suelo. Mi cuerpo colgaba de las cadenas y mi cabeza solo subía cuando el látigo volvía a mi piel. Sentía mi espalda completa doler y sangrar desenfrenada.

El látigo cada vez venía con más fuerzas y las risas de los hombres presentes no cesaban. Ya no podía más, estaba devastada, no sentía fuerzas. Con el pasar del tiempo y los látigos seguir hiriendo mi piel, ya no sentía mi espalda, ya el dolor era menos, o quizás es que ya estoy tan maltratada que los golpes no puedo sentirlo. Quizás este es mi fín. Todos tenemos un destino y este es el mío.

Cuando pensé y no podía más la voz de Harry se hizo presente.

—Deténte. —El látigo estaba enterrado en mi espalda y cuando fue sacado pude volver a sentir dolor. Dejaron de azotar el látigo en mi espalda pero el dolor nunca cesó.

Vi unos pasos caminar hacia las cadenas y luego sentí una mitad de mi cuerpo caer. Luego desató mi otra mano y todo mi cuerpo cayó desplomado al suelo. La sangre se regó en el suelo haciendo un charco en donde me encuentro. Mantener mis ojos abiertos empezó a ser una tarea difícil, sabía que estaba lo suficientemente dañada como para morir.

Harry caminó hasta mi poniéndose de cuchillas. Levantó mi rostro para que le viese pero mi vista se iba perdiendo.

—Nadie mas que tú buscó esto. De ahora en adelante las cosas cambiarán.

Si antes pensaba que había conocido el dolor. Ahora puedo comprobar que nada es semajante a esto.







Continue Reading

You'll Also Like

101K 3.5K 26
Francesca D'Agostini una policía encubierta lleva tres años intentando que Max de Luca, el hijo del mafioso Massimo y Ada de Luca, se fije en ella. T...
5.9K 479 14
Heeseung quiere conquistar a Yang Jungwon, el mejor amigo de Nishimura Riki, quien además es el novio de Sunoo, el mejor amigo de Heeseung. ¿podrá He...
59.3K 3.1K 14
En una excursión al bosque junto con su clase, lincoln loud y ronnie anne se pierden en el bosque Ahora dejaran de lado sus diferencias, despertará u...
11.3M 531K 54
A los 20 años, Gabrielle Sokolov deja Rusia y a su familia adinerada por alejarse del típico protocolo, de la fortuna y de todos esos eventos a los q...