My Sweet Prince [Namjin// Yoo...

By Babi_Bu

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GANADORA DE WATTYS 2016 EN SUBCATEGORÍA COMO NOVELA FANFICTION ACLAMADA POR EL PUBLICO Jin no pensaba llevar... More

Atención
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Epílogo
My Sweet Prince
Ya se...
Fanarts
Fanarts pt. 2

14

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By Babi_Bu

Feliz cumpleaños Rapmoni<3 Namjoonie<3 Pinkmonie<3

Por favor, siempre cuídenlo!! <3

ya'll alredy now hes gonna beat that pussy like you never felt before 

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Lo estaba haciendo... ¡¡¡Lo estaba haciendo!!!

Taehyung no podía creer que estuviera a punto de besar a Hoseok, pero así era. Le vió cerrar los ojos, dejarse llevar por el momento, y no pudo menos que contener un grito de alegría y dejar de respirar un segundo. Junto sus labios con el mayor, atrapando el labio superior de éste. Hoseok hizo presión contra él, profundizando un beso estático y húmedo. Un beso tierno y dulce. 

¡¡¡Un beso de dorama!!!

Un beso especial, en su lugar especial, con un chico especial. ¡¡¡DAEBAK!!!

Taehyung se separó del castaño, haciendo un pequeño ruido húmedo que le llenó el corazón de felicidad, y admiró a su hermoso príncipe de cuento con los ojos cerrados y los labios entreabiertos. Como asimilando la situación.

-¿Hobi? -inquirió el menor, despertándolo de su momentáneo sueño.

El muchacho abrió los ojos, inexpresivo, y se le quedó mirando tan fijamente que las palmas de Taehyung comenzaron a sudar.

Se las secó rápidamente en los pantalones y comenzó a balbucear cualquier cosa.

-Y-yo... T-tu... N-no quiero t-tu pienses que... O sea tu m-me g-gustas, y... -ya está, ya lo había dicho, ahora no podía parar ¡y Hoseok no cambiaba la cara de nada!-. Por favor, di algo.

Primero vió un leve tirar de las comisuras del mayor. Por un momento pensó que se echaría a llorar, pero no fue así: Hoseok sonrió ampliamente, una sonrisa que incluso le llegó a los ojos, y luego soltó una sonora carcajada que se le contagió inmediatamente.

-¿Por qué tartamudeas? -inquirió el mayor.

Taehyung se rascó la nuca, nervioso.

-Pues tal vez no te gustaban los chicos.

-Ah, si. Sí que me gustan los chicos... -se quedó pensado hasta dar en el clavo-. ¿Era eso lo que tanto te costaba preguntarme? ¿Si era gay? ¿Si aceptaría un beso?

-S-sí -se aclaró la garganta-. Sí, era eso.

Hoseok soltó otra carcajada y pasó un brazo sobre los hombros de Taehyung, arrastrándolo hacia la puerta del vagón.

-Venga, vamos a jugar.

¿Jugar? ¿Te refieres a tener sexo?

Taehyung abrió los ojos como platos, asombrado hacia su propio pensamiento sucio. ¡Por supuesto que Hoseok no se refería a eso! ¡Aigoo! ¡Chico hormonal!



-¿En serio? ¿A tu casa? ¿¡Puedo!? -inquirió Taehyung emocionado.

Hoseok se rió y asintió, pasándole un brazo sobre los hombros.

-Yoongi ya no vive con nosotros, y Namjoon.

-¡NAMJOON! -exclamó Taehyung, con ojos abiertos como platos-. ¿Namjoon-pelo-rosa?

-Eh... sí, tiene pelo rosa ahora. ¿Le conoces?

-¡Es el novio de mi hyung!

-¿¡Novio!?

-¡Sí, su novio! ¡Y van a casarce!

-¿Comiste muchos dulces en el kiosco de tu ciudad? -se burló Hoseok-. Namjoon no se casaría ni aunque le pagaran por ello. Aunque, a decir verdad, no es que necesite el dinero; pero...

-Seguro que sí se casa con mi hyung.

Taehyung vió que el mayor sonreía, pero parecía una sonrisa más bien triste y cansada.

-¿En serio lo crees? Sería genial.

-Seokjinnie es especial, ¡te lo digo yo! Seguro que Nam termina enamorándose de él.

-Espero que sí.

Iban juntos por la acera vacía y tenebrosa; puesto que a aquella hora de la madrugada de un domingo no pasaba ningún autobús que los dejara en casa del mayor. En realidad Taehyung no quería volver a casa porque sabía que sus padres desconfiarían el que "estuviera en casa de Seokjin" porque éste jamás lo dejaría volver a casa tan tarde. Seguro diría que era peligroso, o algo así.

Así que sí, esa noche el alienígena pasaría la noche en casa del chico cool.

-¿Y ya estamos cerca? -inquirió con impaciencia, mientras hacía equilibrio por el bordillo.

-Un par de cuadras más.

-¡Pff!

-¡Ten paciencia, niño!

Taehyung hizo como que se acomodaba el flequillo para que el mayor no viera cómo se sonrojaba. ¡Hoseok se la pasaba diciéndole niño! Y eso inconscientemente a él le molestaba y al mismo tiempo le agradaba. Lo ponía, ¿para qué mentir? De tan sólo imaginarlo en taaaaal situación llamándole "niño" le hacía pensar en cosas que Jin hyung calificaría como no aptas para menores. Pero... él no era un menor, ya tenía veinte; y ni su hyung favorito podía competir con la mente pervertida que tenía. ¿¡Y si esta noche sucedía algo entre ellos!? Esperaba que Hoseok fuera un poco más lento, o sea... realmente quería hacer las cosas bien ésta vez. Y decía ésta vez porque había habido otras en las que había tenido relaciónes sexuales sin mucho más que la necesidad. No amor, no vainilla, no nada. ¡Aunque no es que sólo quisiera tener sexo vainilla con Hobi! Le gustaría cualquier tipo de... Bueno, quería experimentarlo todo con... O sea, si él le enseñaba; ya que tenía más experiencia... Aigoo, no. 

Se mordió el labio inferior con tanta fuerza que temió rompérselo y agachó aún más la cabeza, sintiendo que se sonrojaba hasta las orejas. ¿Por qué le ponía tan nervioso pensar en ese tipo de cosas naturales de la vida con el casaño? No sabía pero... uy, se sentía rarísimo. 

-Aquí vivo -murmuró Hoseok, y cuando el menor levantó la mirada vió que éste lo miraba con algo de preocupación. Es que habían ido todo el viaje en silencio, cada uno metido en sus pensamientos, y ahora el muchacho parecía preocuparse por él-. ¿Está todo bien si te quedas en la casa de un extraño?

-¿¡De qué hablas!? ¡Tu no eres un extraño, hyung!

Hobi apretó el labio inferior como si fuera a echarse a llorar y asintió con la cabeza antes de meter la llave en la cerradura y girar el pomo. Soltó una sonrisa nerviosa mientras abría completamente la puerta para dejar pasar a Taehyung.

-¿Por qué siento como que estoy haciendo algo ilegal? -murmuró por lo bajo.

-Tranquilo, ya soy todo un adulto.

Hoseok cerró la puerta y Taehyung disfrutó poco de la vista. La verdad es que tenía una casa enorme y hermosa, en donde seguro había muchísimos secretos ocultos, como alguna muerte o algo así; pero estaba tan preocupado preocupándose por nimiedades como dónde dormiría que se limitó a guardar silencio y mirarse la punta de las zapatillas.

-Tae... dime algo -el mayor se le acercó y le puso una mano en el hombro-. ¿Te encuentras bien? Estás muy callado.

-Y-yo... s-sí.

-¿Crees que fue mala idea venir?

-¿P-por qué piensas eso? Claro que no.

-¿Entonces por qué estás tan callado? ¿Qué es lo que te preocupa? -cuando vió que el menor no respondía frunció el ceño-. Si no me dices no puedo adivinarlo, Taehyung.

-No te tengo miedo.

Hoseok sonrió con sorna y lo soltó.

-¿Es eso? ¿Temes que te haga algo?

-¡Claro que no! -se mordió el labio y comenzó a caminar en círculos, nervioso-. Es más probable que yo te haga algo a ti a que tú a mi.

-¿Entonces yo debería tenerte miedo? -sintió como el mayor se le acercaba a la espalda y apoyaba la barbilla sobre su hombro, haciendo que éste se estremeciera de pies a cabeza-. ¿Debería enseñarte mi cuarto?

Taehyung abrió los ojos como platos, tragó duro y asintió lentamente con la cabeza.

Hoseok se rió bajito, como burlándose de él, y comenzó a acercarse a las escaleras. El menor lo siguió pisándole los talones, subiendo los escalones con parsimonia como él hacía y tomando varias bocanadas de aire rápidas.

No tenía absolutamente ningún miedo de Hoseok... aunque a decir verdad, Taehyung jamás le tenía miedo a nada.

Caminaron por un pasillo de parqué chirriante hasta llegar a la última habitación, la única que tenía la puerta abierta. Vió allí una cama con colchas de diferentes colores y dibujos, un escritorio lleno de libros de la biblioteca y un pequeño armario bien organizado.

Las paredes desprendían humedad, aunque se veía que Hoseok había tratado de tapar las manchas con dibujos y fotos.

-¡Ese es Namjoon! -señaló Taehuyng-. Oh, y ese... ¿quién es el rubio?

-Yoongi -sonrió con tristeza, mientras abría el armario y buscaba algo-. Ahora ya no es rubio, ¡vieras el color que tiene! 

-¿Púrpura?

-No, verde -sacó una cosa del armario que parecía un cacho de tela gigante y rebuscó algo-. Hace unos meses era rosa. Como que tiene algo con los tintes, qué se yo -se encogió de hombros y cuando sopló de una boquilla y se oyó un leve chillido del montón de tela la apartó de un manotazo-. ¡Mierda! ¡Está pinchado! 

Ahí Taehyung captó que era un colchón inflable.

-A ver, déjame... Hum, sí. Está pinchado -señaló un terrible agujero y Hoseok volvió a suspirar con resignación-. No te preocupes. ¡Podemos compartir la cama! Digo si no t-te... molesta.

Hoseok bajó la mirada, como si se lo pensara.

-Sí, estaría bien. Eh... -miró la cama y luego a Taehyung-. ¿Estarás cómodo?

-¿Bromeas? Se ve como la cama de mi abuelita. ¡Es genial!

Ay, no. ¿¡Por qué había dicho semejante estupidez!? Sin embargo, lejos de parecer ofendido, Hobi se rió y le revolvió el cabello. 

Ambos se dedicaron a correr las sábanas y meterse bajo ésta, no sin antes apagar la luz del cuarto, para luego sumirse en un silencio espectral e incómodo.

-¿Hyung? 

-¿Mmh?

-¿Estás despierto?

El mayor se rió y Taehyung supo que había dicho otra estupidez.

-Bueno, sí, obviamente lo estás -se removió hasta quedar de lado, mirando al castaño. Aunque, a decir verdad, en aquella oscuridad no podía verlo-. ¿No te asusta un poco ésta casa?

-¿Asustarme? ¿Por qué? -oyó su voz muy cerca, y por el movimiento del colchón supo que el muchacho también se había puesto de lado para mirarlo.

-Bueno... cruje un poco. Y el viento silba entre las grietas, y...

-El viento cuenta chistes -lo interrumpió, sorprendiéndolo por tales palabras-. Eso decía mi abuela. De hecho, ésta era la casa de mi abuela... Bueno, no es que fuera suya; por algo pago alquiler todos los meses -suspiró-. Supongo que me gusta porque aún tiene su esencia. Era ella, mi abuela, quién solía tranquilizarme por las noches diciendo que el viento cuenta chistes por las noches y que el piso cruje porque las hadas y los duendes salen a bailar -hizo una pausa, como si recordara. Taehyung esperó paciente, totalmente metido en la historia-. En la oscuridad los colores no existen, todo es blanco y negro. Tan aburrido, ¿no? Tan horrible que es mejor no verlo. 

-¿Tu abuela te contaba todas esas cosas?

-Mi abuela era genial -lo oyó sonreír.

-¿Y qué le pasó?

-Se la llevó el viento.

Taehyung acomodó una mano bajo su mejilla, sobre la almohada, y se acercó un poco más a Hoseok; tanto que hasta sintió su respiración en la cara. Y se le hacía totalmente agradable. El mayor olía a café y madera, a calle y a humildad. Olía deliciosamente. Y, ahora sabía, también sabía deliciosamente. 

De repente, al menor le entró hambre. Y es que Hobi era como un bombón de chocolate, ¿no? Quería probarlo una y otra, y otra y otra vez. ¡Era insaciable!

Taehyung apoyó un codo en la almohada para levantarse y acercó su rostro a Hobi. Sus labios chocaron con la mejilla del chico, pues en la oscuridad no era capaz de ver su silueta. El mayor se rió bajito y pronto sintió como sus manos de dedos delgados atrapaban sus mejillas y tiraban de él hacia sí, dándo finalmente con sus labios. Primero fue un beso estático, como el primero. Como si con ese contacto quisieras conectarse para luego besarse en profundidad. Taehyung atrapó el labio superior de Hoseok, saboreando su sabor entre los suyos. Tiró un poco de él y luego hizo presión, como si quisiera comérselo. Ladeó un poco más la cabeza para profundizar aún más el beso, y luego incrementó aún más presión. El mayor mordió levemente su labio inferior y a Taehyung se le escapó un ronroneo del que se horrorizó increíblemente. Se separó de su hyung, como si esperara que éste lo respondiera; y sin embargo sólo sintió como Hoseok se sentaba en la cama, haciendo que él también se sentara, y apretaba sus mejillas con una mano. El menor compuso esa cara de pato aplastado, aunque él no lo veía en la oscuridad, y luego sintió cómo el mayor le daba un rápido beso en los labios.

-Kim Taehyung, eres un chico tan lindo -dijo el mayor.

Taehyung cerró los ojos, sintiendo aquellas palabras en lo profundo de su alma y sintiendo como un mini TaeTae dentro de él bailaba y saltaba de felicidad.

Hoseok soltó sus mejillas y se acostó de lado en la cama nuevamente. 

Taehyung lo imitó, pero esa vez se acercó mucho a él. Como estaba de espaldas, amoldó su cuerpo al de su hyung abrazándolo por detrás y sintiendo lo agradable que era encajar tan perfectamente con otra persona. 

-Buenas noches, Hobi -murmuró, antes de caer rendido a los brazos del sueño.



Taehyung abrió un ojo al sentir que Hoseok se movía. 

Vió el cuarto totalmente alumbrado, pues alguien había prendido la luz justo después de dar un portazo a la puerta de su habitación.

Porque, sí, había otra persona en la habitación.

El pelimorado se levantó, como si lo asustara el que alguien lo cachara cuchareando con el mayor; y casi se cae de la cama al reconocer los pequeños ojos asustados que lo miraban.

-¿¡Jimin!? -exclamó el menor justo cuando Hoseok se paraba y caminaba con aire amenazador hacia el pelirrojo.

Jimin, temeroso ante la actitud de su hyung, retrocedió hasta que su espalda chocó contra la pared. 

Hobi se detuvo y los miró a ambos, con cara de sueño y sorpresa.

-¿Éste es tu amigo Jimin? -preguntó.

-¡Sí, sí, soy su amigo Jimin! -se apresuró a decir el pelirrojo.

-¿Qué haces en mi casa? ¿Cómo entraste?

Arrrgh, Hoseok podía sonar muy malo si quería. ¡Qué atractivo!

-Y-yo... Y-Yoongi... Ha-hay un... Abajo -terminó Jimin.

Taehyung se paró de golpe, acercándose a su amigo pues había sentido lo mal que éste estaba. En serio, sentía en los huesos que Jimin estaba pasando un mal momento y aquello le preocupaba muchísimo más que nada en el mundo.

-ChimChim, ¿qué sucede? ¿Por qué estás temblando? -inquirió tocando su brazo.

El aludido se miró a sí mismo, como sorprendido de su propio estado. Taehyung se percató de que se estaba esforzando muchísimo por no echarse a llorar allí mismo.

Se oyó un estruendoso ruido del piso de abajo, como de alguien que volaba con fuerza una mesa. Jimin pegó un respingo y se sentó en el suelo, haciéndose bolita.

Hoseok no tardó ni dos segundos en abrir la puerta y bajar casi corriendo, gritando por lo bajo un:

-¡Quédense en el cuarto! ¡Cierren la puerta!

Taehyung corrió a seguirlo, haciendo caso omiso a sus palabras. 

Cuando hubo bajado las escaleras se ocultó para ver la escena que se desarrollaba en la sala.

Un chico de pelo verde yacía en el suelo. Tenía la mano llena de sangre, aunque no sabía bien de dónde venía ésta. Otro hombre mucho más grande y de aspecto temeroso le gritaba algo sobre un dinero, llamándole putita y tirando de su cabello de vez en cuando. Cuando Hoseok llegó y se metió entre ellos recibió un golpe del malo, que hizo que Taehyung se tensara en su lugar y comprendiera, comprendiera de verdad, la gravedad de la situación.

-¿¡Qué buscas!? ¿¡Es dinero!? -saltó el castaño, corriendo a cubrir con su cuerpo al de pelo verde. Tenía una marca roja en la mejilla, justo donde había sido abofeteado-. ¿Cuánto?

-¿Disculpa? ¿Y tu quién mierda eres, eh? ¿Su noviecito? -el malo se rió-. Suga, ¿hay otro dueño de tu culo?

Taehyung apretó los puños con fuerza.

-¿Cuánto dinero? -repitió Hoseok, serio, sin escuchar sus provocaciónes-. Te lo pagaré y te irás de mi casa. Dime cuánto.

-¿Me dices que tienes el dinero, eh? ¿Tienes la cantidad que vale un jodido kilo de cocaína? 

Vió como el rostro del castaño se descompuso de golpe, palideciendo. El chico de pelo verde se paró y Taehyung pudo ver que la herida provenía de su oído.

-No... -comenzó, con voz quebrada, el chico que... Oh, ahora que lo veía bien podía reconocerlo como el rubio de la foto. ¿Cómo era que se llamaba...? ¡Ah, sí! ¡Yoongi! ¡Ese debía ser Yoongi! ¿En qué estaría metido como para...? -. Por favor, Kan...

Kan, ese nombre quedaría tallado en su mente para siempre. Y seguramente también en la de Jimin, ¿por eso era que su amigo temblaba? 

Taehyung dió media vuelta y corrió de nuevo hacia la habitación, perdiéndose el final de aquella escena en la sala. Ni bien entró vió a Jimin aún sentado en posición fetal, y se apresuró a abrazarlo y tratar de contenerlo.

-ChimChim, no llores -el pelimorado hundió la nariz en el cabello de su mejor amigo-. No llores más.

-N-no entiendo -hipó el pelirrojo-. ¿P-por qué? ¿E-en q-qué está metido Y-Yoongi?

-¿De dónde lo conoces? -inquirió Taehyung, tratando de hacer que Jimin dejara de pensar en lo que sea que hubiera presenciado segundos antes.

-¿Recuerdas el chico de la fiesta que vi?

-No me digas...

-Bueno, parece que está metido en algo raro -Jimin se enjuagó las lágrimas-. Y... N-no sé si quiero ser parte de eso.

Jimin volvió a llorar y Taehyung lo abrazó con más fuerza, cerrando los ojos y cantándole una canción bajita al oído para que dejara de temblar. 

-Hobi lo resolverá -murmuró el menor en medio de la canción, muy seguro de sus palabras-. Él lo hará -y siguió cantando, acunando a su pequeño amigo y rogando que los gritos que se oían pararan de una vez.

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