Capítulo 09.
Abraham's POV.
- Estás loco si piensas que voy a perdonarte después de esto... -dijo ella, recostándose.
Sí, definitivamente no le gustan las cosquillas.
- ¿Y por qué piensas que ya acabó? -dije, gateando hacia ella.
- ¡¡No, espera!!, ¡Abraham! -exclamó- Cosquillas no, detente, por favor.
Comenzó a patalear con fuerza y me posicioné sobre ella.
Me miró, yo recorrí su rostro con mi mirada repasando cada facción de él. Es hermosa, debería ser ilegal cargar con tanta belleza.
- Que hermosa eres... -susurré.
Ella no dijo nada, solo se quedó mirándome fijamente. Respiré hondo y muy lentamente acerqué mi boca para poder rozarla con la suya... La necesito.
Cuando caí en la cuenta, mis labios ya estaban unidos a los suyos, sus ojos estaban completamente cerrados, y una pequeña sonrisa se escapó de sus labios, inconscientemente comencé a mover los míos, disfrutando del sabor de su boca... ¡Dios, no puedo creer que esto esté sucediendo!
Su boca comenzó a hacer pequeños tirones, dándome a entender que el aire le estaba faltando, me separé suavemente de su boca, ya añorando su sabor.
- No sabes lo mucho que necesitaba esto... -susurré a centímetros de su boca.
Me miró.
- Abraham, yo....
Sonreí al notarla nerviosa y volví a juntar mi boca con la suya, sí, definitivamente estoy apunto de crear un adicción por sus labios.
Por mucho tiempo he querido hacer esto, solo que no me alcanzaban los huevos para hacerlo, quizá en algún momento pueda confesarle todo.
Ella subió sus manos hasta mi cuello y yo enrosqué las mías en su cintura, succione sus labios haciéndola sonreír otra vez.
(...)
- ¡¿Cómo que la has besado?! -exclamó Samuel.
- Sí, eso. La besé...
- Pero, ¿no que eran amigos solamente?
- Desde hace un tiempo que ya no la veo como una amiga, y lo sabes -respondí.
- Sí, a eso lo sabía. Pero nunca se me había ocurrido que ibas a confesarle que te gusta -dijo.
- No se lo he dicho aún, o bueno... Yo creo que sí, porque la besé, pero no le dije exactamente lo que pasa.
- Lo que pasa no, lo que a ti te pasa. Porque tú no sabes si a ella le pasa igual.
- Estoy seguro de que sí.
- ¿Te lo dijo? -preguntó.
- Me siguió el beso, ¿que no es obvio?
- A ver Abraham, ella pudo haberte seguido el beso porque le gustó, porque se dejó llevar, no sé... Eso no significa que te ame o algo así.
Él siempre dando buenas vibras, sí...
- No sabes cómo me estás ayudando, eh! -dije, irónicamente.
- Hey, tú me pediste opinión...
- ¿Y si no?
- A ver, ¿ella que te dijo después del beso? -preguntó.
- "Te quiero"... -respondí.
Sonrió.
- ¿No te golpeó? -negué- ¿ni te insultó? -volví a negar- ¿Ni salió corriendo?
- ¡No, Samuel!
- Le gustas -afirmó.
- ¿Tú crees?
- Sí Abraham, además con mirarlos ya notas que entre ustedes no hay solo amistad, ¿si entiendes?
- Sí, creo que sí...
- Escucha, sólo te pediré una cosa. No le hagas daño, ¿si? -pidió- ten mucho cuidado con ella, es muy frágil, mucho más de lo que te imaginas... Y si llegarás a lastimarla, te mato.
Esto es muy confuso y desesperante, en verdad nunca viví algo así. Siempre creí que las relaciones se daban con el tiempo, pero con ella, llegué a verla de una manera afectuosa al apenas conocerla, es que ella es así. Es una persona a la cual no le importa pasar por encima de ella misma para ayudar a los demás, es alguien con un corazón enorme, y sí, ¿cómo es que en ese corazón cargó odio hacia si misma por mucho tiempo? Con los pasos de la vida uno va sufriendo muchísimos tragos amargos y desgraciadamente, a ella le ha tocado vivir muchísimos, a su corta edad (y por lo que me ha contado) es una persona que ha vivido muchas experiencias y es que su vida a sido diferente, ella, es diferente, diferente a cualquier otra chica con la que he estado, bueno, digo "estado" pero ni siquiera estamos juntos, sólo fue un beso y ya, pero en verdad, tengo curiosidad de lo que llegara a pasar entre nosotros.
Continuará...