Todo es posible - Cameron Dal...

By paradxise

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Esta es mi primera novela en wattpad. Espero que les guste, espero sus comentarios y votos. ♡ La novela es or... More

Todo es posible
Capítulo 1._
Capítulo 2._
Capítulo 3._
Capítulo 4
Capítulo 5
Capítulo 6._
Capitulo 7._
Nota._
Capítulo 8.
Capítulo 9.
Capítulo 10.
Capítulo 11.
Capítulo 12.
Capítulo 13.
Pequeño adelanto del capítulo 14.
Capítulo 14.
Capitulo 15.
Capítulo 16.
Lo siento :(
Capítulo 17 1/3
Capítulo 18 2/3
Capítulo 19 3/3
Capítulo 20.
Capítulo 21.
Capítulo 22.-
Capítulo 23.-
Capítulo 24.
Capítulo 25.-
Capítulo 26.-
Nota.-
Capítulo 27.-
Nota.-
Capítulo 28.-
Capítulo 29.-
Capítulo 30.-
Capítulo 31.-
Capítulo 32.-
Capítulo 33.-
Capítulo 34.-
NOTA.-
Capítulo 35.-
Capítulo 36.-
Capítulo 37.-
Capítulo 38.-
Capítulo 39.-
Capítulo 40.-
Capítulo 41.-
Capítulo 42.-
Capítulo 43.-
Capítulo 44.-
Capítulo 45.-
Lo siento
Capítulo 46.-
Capítulo 47.-
Capítulo 48.-
Capítulo 49.-
Capítulo 50.-
Capítulo 51.-
Capítulo 52.-
Capítulo 53.-
Capítulo 54.-
Capítulo 55.-
LO SIENTO
Capítulo 56.-
Capítulo 57
Capítulo 58.-
Capítulo 59.-
Capítulo 60.-
Capítulo 61.-
Capítulo 62
Capítulo 63.
Capítulo 64.-
Capítulo 65.-
Capítulo 67.-
Capítulo 68
Capítulo 69.
Capítulo 70.
sorry
Información primordial
Capítulo 71
....
Capítulo 72.
Capítulo 73.

Capítulo 66.

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By paradxise

Cameron.

Me pase la mano por la cara restregándomela frente al espejo. Abrí el grifo  del lavamanos y con las manos llenas de agua me moje la cara. Levante la vista y pude ver su reflejo.

Tenía el pelo revuelto, la vista cansada y hacia un día que no la había visto sonreír. Se acerco lentamente y me abrazo por la espalda, enrollando sus brazos en mi cintura. Baje las mías y las entrelace con las de ella, y las volví a subir para depositar un pequeño beso en sus nudillos.

"Gracias." La escuche susurrar mientras se apoyaba en mi espalda. "Gracias por todo lo que haces por mí, gracias por aguantarme tanto tiempo." Sonreí inconscientemente. "No te vayas nunca porque me veré obligada a buscarme a otro." Hablaba tan serio que por un momento llegue a creerme que pensaba que la iba a dejar.

"Vamos a ver señorita." La coloque delante de mí. "¿De verdad piensas que me gustaría verte con otro tipo? ¿Enserio piensas que me voy a separar de ti?" Se encogió de hombros de una manera muy tierna. "Me ofendes." Me lleve la mano hacia el pecho.

"Lo sé, me gusta ofenderte."

Fui rápido y antes de que pudiera seguir hablando acorte la distancia entre nuestros cuerpos. Bese sus labios con ansias, sintiéndome raro.

No puedo explicar lo que sentí cuando nos separamos, fue como si hubiera sido el último beso...

"¿A qué hora vas a la casa esa?" Comente algo desinteresado.

"Cameron... Sobre las cinco de la tarde, hemos estado hablando y ya tenemos parte echa, solo nos fala terminarlo." Me explico de mala gana. Su humor había cambiado completamente.

"¿Has hablado con tus padres?" Me atreví a preguntarle. Sabía perfectamente que desde que salieron de la comisaria ayer, no ha vuelto hablar del tema.

"Quiero ir mañana a primera hora." Me dio la espalda fingiendo mirarse en el espejo.

"¿Cuándo vas a sonreír?"

"Cuando tenga motivos para hacerlo." Espeto.

"No tienes que pagarla conmigo." Relamí mis labios.

"No la estoy pagando contigo, simplemente no quiero hablar sobre ese tema." Odio verla así y no poder hacer nada. "Si me entendieras..."

"¿Perdón?" Pregunte incrédulo. "Si te entendiera, ¿cómo mierda quieres que te entienda si no quieres hablar con nadie?" Relájate Cameron, me susurro algo dentro de mí.

"Tu mejor que nadie deberías saber porque no quiero hablar sobre eso."

"Pues parece que no confías lo suficiente en mi como para atreverte hablar sobre eso." Me lleve la mano a la frente. "Sabes perfectamente que puedo ayudarte en todo lo que quieras, simplemente tienes que pedirlo. Pedir ayuda no está mal."

"Yo puedo sola, ¿estás dudando de eso?" Está respondiendo a la defensiva, lo hacía cada vez que sabía que yo tenía razón.

"Nunca he dudado de eso, es de las cosas que me gusta de ti." Vi como quiso sonreír pero solo le salió una mueca. "Que sabes defenderte sola, que eres alguien fuerte. Pero incluso esas personas llegan a necesitar ayuda." Bufo antes de volver a responderme.

"¿No lo entiendes?" Grito.

"¿Entender que, que me apartas de tu vida como a un bicho?" Le conteste de la misma manera.

"¡Los agentes dijeron que iban a por mí o por alguien cercano!" Se llevo la mano al pelo revolviéndoselo. "Siento como si todos corrieran peligro por mi culpa, como si dentro de poco la gente se apartaría de mi. Igual que antes." Su voz se empezó a quebrar haciéndome sentir un completo gilipollas. "¡Entiéndelo joder! No quiero que nada malo te pase, ni a los chicos. Y si para eso me tengo que ir a vivir a Ohio, lo hare." Una lágrima salió por su mejilla. "Es más... He pensado en que estaría bien distanciarnos, volvería con mis padres, les explicaría todo. Al menos hasta que esto se calme." Me acerque a ella.

"No te vas a ir, ¿me escuchaste?" Susurre en su oído. "No permitiré que nada malo te pase y si para eso tengo que arriesgar mi vida, créeme que no me importaría nada hacerlo." Sollozo.

"Lo último que quiero es eso." Comento levantando la vista. Estaba rota, tanto por dentro como por fuera.

"Debes entender que estoy aquí para ti, sea lo que sea. No pienso dejarte sola, te lo prometí o ¿te has olvidado?" Subí más su barbilla para que me mirara a los ojos. "Odio que llores." Bese su mejilla, ya algo salada por las lagrimas.

Me abrazo y oculto su cara en mi pecho, escuche sus sollozos durante un rato. Mi camisa estaba arrugada puesto que sus manos no dejaban de hacer presión.

Odio realmente verla así, no me gusta que piense que alejándose de mí piensa que esto se vaya a calmar. ¡Joder, yo tampoco quiero perderla! Si me llegara a faltar por alguna razón mi mundo se pararía. El dolor seria el mismo como si me operaran sin anestesia, un dolor inexplicable a menos que lo experimentes en carne propia. Solo quiero que sepa que me tiene aquí para todo y que nunca le voy a faltar.

Y sin darme cuenta yo también había empezado a llorar.

Narrador:

Stefan estaba sentado con los pies sobre la mesa observando e intentando prestar atención a las indicaciones de los chicos, cuando tendría que ser al revés. Busco en su pantalón un cigarrillo y cuando lo saco escucho un golpe.

Todos se levantaron alarmados.

"Shh..." Comento tirando el cigarrillo y acercándose a buscar una pistola. Cuando la tuvo cerca apunto con ella hacia la puerta de metal, que en cualquier momento se caería.

"Soy yo, abridme joder, la policía sabe de nosotros." Era Josh desde el otro lado, que hablaba entrecortadamente.

Abrió la puerta con cuidado, sin dejar de apuntar.

"Baja eso." Le ordeno el chico que se había puesto más blanco de lo que ya era. Stefan le indico que entrara y cerrara la puerta.

"Habla."

"Estaba viniendo para aquí cuando escuche a unos policías hablar sobre la búsqueda de Marco." El chico, que se encontraba en la otra habitación, pudo escuchar su nombre a la perfección y por alguna razón sintió mucho miedo.

"Tranquilo." Joshua intento calmarlo. Se notaba a leguas que el chico le temía a la muerte.

"Están buscándolo y los escuche que empezarían por una cerca de aquí." Termino su relato, algo inventado por supuesto. Mark le había dicho que tenía que hacer lo posible para que hoy no se llevara acabo el secuestro de la hija de los Moore.

"¡Joder!" Dejo el arma en una mesita.

"¿Qué hacemos?" Pregunto Alexander.

"Tengo otro lugar." Comento Roberto, que hasta ahora se había mantenido al margen de esto. Digamos que él era más de hablar con las manos. "Pero tenemos que irnos esta misma noche."

"¿Tendremos que aplazarlo?" Stefan asintió con la cabeza.

"Es mejor hacer las cosas bien chicos, por una vez voy a pensar en todos." Trago saliva. El pensar en _____ le había hecho cambiar un poco. "No quiero acabar en la misma cárcel que vosotros, odio que me vean mear." Espeto haciendo reír a los chicos.

"Vamos a meter todo en los coches, tenemos que hacerlo por la noche, la policía ya no buscara tanto por la noche." Hablo Alexander mirando a Josh detenidamente.

"Bien, vamos a ello." Dio unas palmadas.

(*)

Estaban a punto de dar las 7 de la noche. _____ llevaba apenas dos horas en casa de su amiga haciendo el trabajo y aún le quedaba la mitad.

"No puedo más." Hablo la rubia mirando los papeles esparcidos por la mesa.

"Oh vamos, hemos hecho peores." La animo la mediana de los Moore.

"No sé como lo haces, yo me hubiera tirado por un puente." Se llevo la mano al cuello fingiendo estar asfixiada.

"Exagerada." Sonó su móvil.

"Ve, voy a buscar algo de picar antes de seguir." Salió de la habitación.

"¿Te queda mucho? Quiero que vuelvas ya." Escucho nada más descolgar.

"Nos queda la mitad, en nada llego. Mira que eres ñoño." Escucho aquella risa que la hacía calmarse y olvidarse de todo.

"Bueno, pero me avisas."

"Entendido, te dejo que voy a seguir con esto." Anuncio al escuchar la puerta del cuarto de su amiga.

"Te amo." Comento.

"Te amo." Le dijo por última vez antes de colgar. Cameron colgó sintiendo un vacio enorme.

Comieron recordando varias cosas graciosas del curso, de chicos, de moda... Aunque también hablaron de videojuegos por muy extraño que suene. Al terminar dejaron el plato y los vasos a un lado para seguir a lo suyo.

Otra hora más paso cuando por fin habían terminado con todo. Colocaron los papeles en su sitio, recogieron la habitación y se despidieron en la puerta de su casa.

Camino a paso lento pero seguro entre las calles que poseía aquella parte de la ciudad. Estaba dándose la mayor prisa posible si es que quería hacer todo lo que había planeado para mañana. Se olvidaba de algo, pero no recordaba el que así que siguió su camino.

Estaba a punto de entrar en un callejón para poder acortar el camino cuando escucho a alguien cerca y su cuerpo se tenso por completo.

"Hey." Escucho que la llamaban.

"¿Carlota?" Frunció el ceño al verla acercarse. "¿Qué haces por aquí?" Torció el labio.

"Vine de casa de una amiga." Comento colocándose mejor las gafas. "Hayes me dejo ahí porque hoy me quedaba con él en su casa y voy a coger un taxi para volver." Le explico aún de pie, aún sin caminar a ningún lado.

"Yo vengo de hacer un trabajo en casa de una compañera." Fingió una sonrisa que Carlota se trago por completo. "Voy a coger también un taxi, ¿vamos?" Le pregunto señalando el callejón.

"Si, vamos."

Caminaron con las manos entrelazadas -no lo habían dicho, pero tenían algo de miedo al pasar por ahí a estas horas- en total silencio. Simplemente se escuchaban las hojas chocar entre ellas. El viento soplar en las ventanas haciendo que estas se movieran, el invierno aun seguía presente. En toda la calle solo había una farola que alumbraba el paseo entero, o al menos eso habían intentado al ponerla ahí. Sus sombras se colocaron delante de ellas y el viento jugó con sus pelos colándoselos en la cara, logrando hacerlas reír. Siguieron caminando hasta que lograron escuchar el ruido de los coches al pasar por la carretera, estaban cerca de la salida. Era lo que más ansiaban, salir a la calle, donde circulaba la gente y pudieran ser vistas por algún taxi. Lo único que querían era llegar y abrigarse con algo porque se estaban congelando, ese noche hizo demasiado frío.

"Dios." Carlota sintió un escalofrió a causa de que el viento se había metido por su chaqueta de lana.

Escucharon como un camioneta negra salía de un garaje y se apartaron para dejarles paso. Estaba aún cogidas de la mano cuando sintieron que de ella salieron tres chicos que se reían entre ellos. Se giraron inmediatamente, pero no les hicieron caso al ver que solo estaban buscando algo en el maletero.

Estaban a punto de salir cuando escucharon las hojas moverse y sé asustaron, necesitaban salir de ahí cuanto antes. El crujido de una madera seca las hizo sobresaltarse, se giraron y no vieron la camioneta. Algo las tranquilizo, pero duro poco, porque en ese momento sus manos se vieron obligadas a separarse.

Fue por la espalda, no podían hablar y mucho menos gritar por ayuda. Sus corazones estaban apunto de salirse. Intentaron como pudieron zafares de aquel agarre, pero era imposible. Tres contra dos, llevaban las de perder. Sus ojos ya estaban llenos de lagrimas cuando sintieron que su vista se nublaba. Aquel papel olía raro, logrando dormirlas o al menos intentarlo. Porque una de ellas no respiro aquella extraña fragancia y mordió una de las manos de aquellos chicos para tener la oportunidad de gritar lo más alto que pudo:

"¡Socorro!" Fue en vano porque nadie se dio cuenta de que lo sucedía a pocos metros de ellos. Y sus ojos siguieron soltando lágrimas mientras sentía como le daban un golpe seco en su nuca que la dejó inconsciente.

Los coches seguían su curso y poco después una camioneta negra se unía a ellos, disimulando que dentro de su maletero se encontraban dos chicas, una de ellas con una brecha en la cabeza.

La gente caminaba siguiendo sus vidas normales porque ellos si iban a volver ese día a casa, verían a sus amigos y familiares. Todo lo contrario que las chicas, porque esa noche no llegarían a casa.

Ni la siguiente, ni siquiera la semana que le seguía...

------------------
3/3

Espero que les haya gustado esta maratón, díganme si es así o no. Siento haberla dejado ahí...🌞

Bueno, ya sabes, lo de siempre -votad y comentad-.

Nos estamos leyendo, xoxo

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