Lauren POV.
La morena me besaba desesperadamente en el baño. Era guapa y tenía buen cuerpo, cómo la mayoría de las chicas con las que acostumbro a acostarme. Nada nuevo.
Sus labios no eran suaves y delicados, el beso no se sentía especial porque no era Camila.
Definitivamente me estoy volviendo loca, la chica de ojos chocolate ha hecho algo conmigo. Esto no puede estar pasándome, ella no debe gustarme. Solo es un chica más a la que he besado, pero con la que no he tenido sexo.
Dejé de besar a la morena y me separé de ella. Me miró desconcertada. No quería echar un polvo con ella, a si que me disculpé y salí del baño.
Divisé a Camila en la barra sentada al lado de Hailee.
Quería ir allí y decirle que pasara la noche conmigo y no con ella.
Los celos se están apoderando de mi y preferí alejarme de allí. Quité mi vista de ellas y me dirigí al sofá en el que estaban las demás.
— Has terminado muy rápido con aquella chica, ¿no? —dijo Normani.
— No he hecho nada con ella —respondí con indiferencia.
— ¿Qué le has hecho? Parece enfadada —dijo mirando en dirección al baño.
La chica acababa del salir del baño y no muy contenta. La verdad me daba igual, que se busque a otra persona.
— Nada, simplemente no me apetecía estar con ella —dije molesta debido a que miré hacia Camila y vi cómo Hailee le daba un beso en los labios.
— Ya veo cual es la razón —comentó Vero.
***
Eran las cuatro de la madrugada, aún nos encontrábamos en el discoteca.
He bebido un poco de más, pero no estoy borracha.
Camila está con nosotras, aunque de vez en cuando se acerca Hailee a hablar con ella y me dan ganas decirle que se vaya de su lado cada vez que lo hace.
Me fijo en Dinah y Vero, son las que están más borrachas de todas. Ally se encuentra en buen estado junto a Troy, ella no acostumbra a beber mucho, aunque si ha habido veces en las que lo ha hecho.
Normani y Lucy están bebidas, más o menos tienen la misma cantidad de alcohol en sus venas que yo.
Camila ha bebido menos que yo, se está divirtiendo por lo que veo y eso me gusta. Lo único malo es que no estoy haciéndola reír cómo las demás debido a la pequeña tensión entre nosotras.
Decidimos unos minutos después que debíamos ir a casa, pero antes iremos a un restaurante de comida rápida que los sábados siempre está abierto las 24 horas del día. De esta forma el alcohol bajará y así podremos conducir.
Nos comimos unas hamburguesas que estaban muy buenas. Me siento mejor y podré llevar a Dinah, Normani y a Camila a casa sin que tengamos un accidente.
Fuimos al lugar dónde estaban nuestros coches aparcados. Troy llevó a Lucy y a Vero en el coche de esta última porque decía que no veía a ninguna de las dos en condiciones de conducir. Ally fue en el de Troy y ella lo seguiría hasta la dejar a las dos en la casa de Vero.
Dejé a Mani en su casa junto a Dinah porque se quedaría a dormir con ella.
Ahora iba conduciendo con Camila al lado. No hablábamos, ni nos mirábamos. Había un silencio incómodo en el coche.
Llegamos a su casa, me bajé del coche y le abrí la puerta para que bajara.
— Gracias por traerme —me agradeció sin dirigirme una mirada.
— Te acompañaré a la puerta.
No dijo nada al respecto, simplemente caminó la puerta y yo iba a su lado.
— Mierda —maldijo en voz baja cuando estábamos frente a la puerta.
— ¿Qué pasa? —pregunté.
— Se me han olvidado las llaves.
— Toca el timbre —dije haciendo un gesto con la cabeza.
— Eso haré —me miró seria y después tocó el timbre.
Unos minutos después se abrió la puerta y apareció una mujer, la cual supuse era la madre de Camila.
— Siento haberte despertado, pero se me han olvidado las llaves —se explicó Camila y su madre sonrió.
— No pasa nada —dijo y dirigió su mirada en mi dirección cuando se dio cuenta de mi presencia.
— Buenas noches —saludé cortésmente.
— Buenas noches —sijo —. ¿Eres una amiga de Camila?
— Sí —afirmé —. Me llamo Lauren.
— Sinuhe, pero llámame Sinu —dijo con una sonrisa.
— Encantada de conocerla, Sinu.
— Puedes tutearme —sonrió.
— Mamá, Lauren debe irse a casa —dijo Camila.
— ¿No la invitas a quedarse a dormir contigo? Es tarde y creo que no debería conducir —dijo su madre mirándola.
— Ella puede conducir, me ha traído hasta aquí sin ningún problema —camila no quería que me quedara a dormir en su casa y entiendo sus razones.
— Sí, pero en sus ojos veo que ha bebido y puede tener un accidente de vuelta a casa —dijo, mirando a Lauren.
— Ya no está bebida, antes de venir comimos unas hamburguesas —continuó la chica de ojos chocolate.
— No estoy segura, mejor se queda a dormir aquí y se puede ir por la mañana —me miró con una sonrisa.
— No quiero ser una molestia, puedo ir casa —le dije educadamente.
Quería quedarme a dormir en la casa de Camila, así estaría cerca de ella.
— No eres una molestia —dijo y se hizo a un lado de la puerta —. Entrad.
Sinu cerró la puerta una vez que estuvimos dentro.
La casa de Camila tenía todas las luces apagadas.
— Gracias —sonreí a la madre de Camila.
— Te prepararía una habitación para ti, pero supongo que quieres dormir con Camila.
— Solo si no es un inconveniente para ella —puse mi vista en Camila para saber si no estaba de acuerdo.
— Dudo que haya un inconveniente —Dijo Sinu mirando a su hija.
— No lo hay —Camila parecía poco convencida.
— Ha sido un gusto conocerte Lauren, espero que duermas bien —me sonrió la madre de la chica de ojos chocolate.
— Lo mismo digo —le devolví la sonrisa.
Sinu se fue al piso de arriba dejándonos solas.
— Vamos, es por aquí —suspiró Camila.
Subimos por las escaleras y nos dirigimos a su habitación.
Una vez dentro de ella me senté en el sofá que tenía. No sabía si Camila quería que durmiera con ella en la cama o en este sofá. Sinceramente prefería dormir con ella.
— ¿En qué lado de lado cama vas a dormir? —cuestioné levantándome del sofá y haciendo un gesto hacia la cama.
— Duermo en el centro de la cama —respondió y se sentó en la cama para empezar a quitarse los tacones.
— Hoy podrías dormir en un lado y yo en el otro —propuse con un tono tranquilo y sin mostrar segundas intenciones.
Me volví a sentar en el sofá para quitarme también los tacones y mi chaqueta de cuero.
— Tú vas a dormir en el sofá —se levantó de la cama y abrió el armario.
— No creo que me sienta cómoda durmiendo en el sofá —dije pensando en que me levantaría con dolor de espalda —. Pero si prefieres que duerma en el sofá, está bien.
Camila sacó un pijama y cerró el armario.
— Tendrás que hacerlo porque no voy a dormir contigo en una misma cama —dijo con un tono borde que me hizo sonreír.
Se metió en el baño de su habitación sin decir nada más.
Me levanté del sofá y caminé hasta la mesita de noche del lado derecho de la cama para dejar el móvil.
Aparté las sábanas de la cama y me metí en ella a esperar a que Camila saliera del baño. Quería saber cual sería su reacción al verme acostada en la cama.