(KEYLA)
Ya estábamos yendo a mi casa, pero Nayeli se bajó antes y no entendí en porqué. Estaba por llegar casi a casa. Solo me faltaba un autobús más que me llevaría a ella.
Lo estaba esperando ansiosa ya que siempre tardaba y me desesperaba.
Para mi suerte no tardó tanto.
Al subir observe que un hombre iba en la puerta de adelante y él solo se me quedó viendo con una media sonrisa, yo solo miré seria ya que no lo conocía y me pareció extraño.
Al sentarme me puse a pensar el porqué ese hombre me había visto así.
De la nada voltee a ver hacía atrás y ahí estaba ese hombre y dos más, pero también estaba alguien que estaba parado quise saber quién era ya que estaba un poco escondido debido a que el autobús iba lleno, por mi intento fallido de querer verlo los demás me estaban mirando, asustada mire de nuevo hacia adelante. Pero la intriga me estaba matando. ¿Quién será el otro?
Estaba a unas casas de bajarme y volteé a ver de nuevo. Seguían ahí.
Bien, pensé. Sabré quien es el otro.
El autobús se detuvo, era hora de bajarme.
Pero, cuando caminé hacía atrás, ya no estaban. ¿Cómo carajos desapareció tan rápido?
Bajé del bus, miré hacia los lados. No había nadie, sólo pude observar al hombre que me sonrió iba en la misma puerta y sólo estaba riéndose al verme, estaba confundida... ¿Qué carajos paso? ¿Cuál fue la parte graciosa?
Esto era molesto.
¿Era Josué?
¿Por qué corrió? Yo quería verlo.
(JOSUÉ)
Hoy era el día que Keyla regresaba, quería verla. Necesitaba hacerlo.
Miré que el autobús venía y le llamé a mis amigos para que subieran a él junto a mí.
El autobús iba lleno para mi suerte.
Al subirme de inmediato observe si Keyla iba en el, y no la encontraba.
Miré que uno de los chicos iba en la parte de adelante y lo llamé.
Llegó de inmediato.
—¿Está aquí? —le pregunté
—Si, la vi cuando subió. — Dijo con una sonrisa—oye si que está como quiere—mencionó con picardía.
Me molesté de inmediato, nadie se expresa así de Keyla.
—¡Mira hijo de puta! —dije con furia pero no tan fuerte y lo tome del brazo con fuerza. —Con ella no te metas y mucho menos la irrespetes.
—Oye tranquilo, sólo es una chica.
—No es cualquier chica. —dije sin pensarlo.
—A ver... —dijo y rio un poco—no me vengas con que te gusta la nena, sabes que eso es prohibido.
Luego de eso, sólo lo miré furioso. No podía decir nada más, él tenía razón.
La busqué con la mirada nuevamente y ahí estaba sentada a tres asientos de mí. Luego de unos segundos ella miró para atrás justamente donde yo me encontraba. Me sorprendí y me escondí detrás de uno de los chicos.
Ella no podía saber que la estaba observando, porque había prometido alejarme de ella, aunque me doy cuenta que eso no podía hacerlo. Siempre la buscaba sin que ella lo notara.
Era el momento en que ella se bajaría, dos casas antes que él bus parará para dejarla a ella me tiré, Porque sabía que ella se iría donde yo estaba. La conozco y es muy curiosa.
Corrí cuando vi que el bus iba a parar, tenía que esconderme. Ella no tendría que verme.